La dueña del local de al lado...

Todo comenzo hace unas semanas, cuando empece a mirar a Graciela de una manera distinta, ella tiene 33 años, esta casada y tiene una hija de 10. Ella vende ropa interior femenina, lo cual me hizo imaginarla en diferentes oportunidades. Esa mañana, yo veía como abría el local, se encontraba con un jean's ajustado, remera escotada y zapatos con plataforma...

Graciela: Hola, ¿cómo andas? (me mira con sonrrisa y pícara)
Yo: (en forma chistosa) La verdad que andaba mas o menos, pero te ví hoy y se mejoro mi día, Ja, Ja.
Graciela: Ay que dulce, bueno muchas gracias, vos también me mejoraste el día con ese píropo
Yo: ¿Qué te anda pasando?
Graciela: No, no entenderías, sos muy chico.
Yo: Esta clarisimo, te peleaste con tu marido, ¿no?
Graciela: Si. Bueno me sorprendiste, pense que no eras tan maduro como para entenderlo
Yo: Si, obvio, porque después no venís y tomamos unos mates tranquilos y charlamos...

Paso un rato, ella se asoma por la vidriera, me hace un gesto con su termo y una gran sonrrisa, salgo y comenzamos hablar, me cuenta que su marido hacia tiempo estaba exigente, que quería sexo, pero no hacía nada para calentarla, a todo esto yo estaba sorprendido, nunca me espere que ella podía contarme todo esto, el mate se enfría al igual que la conversación y decidimos dejar la charla para otro momento. Pasan los días nos volvemos a ver, la saludo y ella hace lo mismo, tenía otro jean's ajustado, esta vez la mire con ganas de ver que tenía, entonces decido iniciar yo la charla con un tema picante...

Yo: y, Gra, ¿pasó algo con tu marido?
Graciela: Ja, Ja, no, todavía no. No se que hacer
Yo: Bueno deberías buscar algo alternativo, como por ejemplo pensar en otro, tal vez hacer algo previo
Graciela: Me parece que todo esto se esta yendo al carajo, pero decime, ¿a qué te referís con algo previo?
Yo: Bueno tocate, colate algo, ¿nunca lo hiciste?
Graciela: La verdad que no, pero bueno gracias por el consejo...

Ingreso nuevamente a mi local, esta vez asumí mi locura y en ese momento sentí que ella iba a dejarme de hablar, pasan unas dos semanas, ella me sonrríe y me cuenta que hizo algo de lo que le dije pero que no funciono, que le de más consejos, eso me sirvío para darme cuenta que las cosas no habían quedado nada mal. Ese mismo día yo estaba cerrando al mediodía y ella entra...

Graciela: Estaba buscando un vestido, ¿tenes algo?
Yo: Si Gra, fijate por ahí átras, ¿Es para tu marido?
Graciela: Ja, Ja, no una fiesta. Anda cerrando que yo tengo para rato, eh.
Yo: Bueno dale, cierro y nos quedamos, ¿total tenes tiempo?
Graciela: Si, quedate tranquilo no pasa nada

Ella comienza a provarse ropa, y yo no podía evitar dejar de mirarla, en un momento sale con un vestido que le marcaba muy bien la cola y se le notaba la tanga roja. En ese instante me sale decirle, " Apa, ¿esa tanga roja vendes vos?, te queda bien", ella ríe y me contraataca, "bueno podrías decirle a tu novia que se compre una así", la verdad eso me dejo al palo, no tarde un segundo en decirle que a ella le lucia muy bien y que a otra no le quedara así, ella volvía a reír, me recalca que tiene 33 años, obviamente eso no me importo, me decidí a afirmar definitivamente que estaba loco, me le acerco, la miro, ella me ve, me pregunta si le quedaba bien, le digo que sí y le toco la cola...

Graciela: ¿Qué haces?
Yo: Nada, me gusta tu cola, la quería tocar, me calienta
Graciela: Bueno, pero no tiene nada que ver, sos un nene
Yo: Puedo ser tu nene (mientras que le daba besos en el cuello...

Comienzo a besarla, ella se encontraba indiferente, veo que no oponía reacción asi que comienzo a meterle mano por debajo del vestido para tocar su cola, noto que empieza a cerrar sus ojos, como si estuviera exitada y me agarra la cabeza, le corro la tanga y le colo un dedo en la cola, ella me pide que no lo haga pero estaba totalmente entregado, así que decido meterle el dedo hasta el fondo. Sentí como ella se estremecía, así que con la otra mano le empiezo a tocar la concha que de por sí estaba bastante mojada. " Ahh, Ahh" se escuchaba que gozaba por lo bajo, mientras que masajeaba mi pija. La verdad que yo no deseaba tardar mucho asi que le subo el vestido, saco mi pija y se la meto en la concha despacito, para que la saboree, logro identificar que la disfruta mucho, porque comienza a gemir, "Ahh, si, Ahh", le pregunto si hacia mucho que no sentía algo así, mientras que se la metía hasta el fondo, ella me contesta que no y eso me calento mucho más. Pasa un rato, se la saco de la concha, ella trata de agacharse para chuparmela, pero se lo niego volviendola a poner en su posición anterior, palpeo nuevamente su cola y decido entrar ella me vuelve a pedir por favor que no lo haga, pero le respondo, " Dale Graciela, si antes te gusto ahora dejame", ella no dice nada entonces prosigo, entro despacio, aumento el ritmo, siempre tocandola y entrando hasta el fondo. Pasaron unos mínutos y pude notar como empezaba a contraer los musculos de la pélvis y de la concha, obviamente era un orgasmo, creí que ese era el momento entonces acelere el ritmo para poder acabar, estaba totalmente decidido a acabarle a dentro mientras que ella gemía, " Ay, ya acabo dale, pero no me acabes adentro dale, dale", yo no la escuche y seguí cada vez más fuerte. " Ay va todo trola, toda en tu cola", se lo decía en un tono desaforado, " Ay, te dije que no, AAhhh, si, AHH", me contestaba contradiciendose, obviamente no le quedaba otra y ahora me pedía que le descargue todo hasta el fondo, la primera vez en el mediodía que obedecía lo que ella quería, descargue todo, ella se cambio, se fue, me dio un beso en la mejilla como si nada y yo me quede pensando lo lindo que sentí llenarle la cola a esa mujer.
Pasaron unos días más, Graciela se me acerca al oído y me dice, " Gracias por lo del otro día, me sirvio mucho, ahora lo puedo hacer gozar a mi marido. Que se repita". Me sentí muy bien conmigo mismo, porque no solo cumplí un sueño, sino que también le hice un bien a la pareja.

Fin

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