Para empezar quiero aclarar que ella no es el estereotipo de chica que a mi me gusta. Siempre las preferí bajitas, y con pechos bien grandes… A pesar de esto, la protagonista de esta historia 100% real es todo lo contrario, alta, delgada, con dos pequeñas pequeñitas tetitas… pero, pero, un culo para un cuadro, lo juro, siempre se lo dije, que ese culo me volvía loco, a pesar de reconocerme como un fanático de los pechos, la redondez de ese trasero te hipnotiza… y le queda bien en un jean ajustado, o en un pantalón suelto… es hermoso. Me desvié demasiado en el culo, estaba en que es alta, delgada, con el pelo largo y teñido de rojizo… es atractiva sin duda! Pero no me fijaba en ella, después de todo somos compañeros de trabajo… y mi situación es comprometida para definirla de algún modo… no andaba en busca de amantes, pero solo pasó.
Todo empezó con un inocente Chat en la oficina… a veces las horas se hacen largas, y a pesar de haber mucho, mucho trabajo uno necesita distenderse, así que empezamos a “joder” con el Chat, en tono jocoso, nada serio… pero nos empezamos a medir con invitaciones a salir que nunca se concretaban, yo estaba de novio y solo jugaba, ella estaba recientemente soltera, pero me tenía desconfianza… así que todo era un juego. Pero una noche, previa a su día franco me manda un mensaje preguntándome si quería ir a tomar algo… “para charlar” decía, igual ambos teníamos clara la intensión… yo dudé un buen rato, recién salía de la facultad, eran casi las 22 y estaba lejos de su casa… daba vueltas a la idea, un compañero me guió por el mal camino y se ofreció a acercarme con el auto… ya la lejanía no era una excusa, así que llamé a casa y dije que me quedaba a cenar con compañeros de la facultad, eso era algo habitual así que nadie dudaba de nada…
Llegué a su departamento, un solo ambiente, que solo tenía una mesa, dos sillas, un escritorio, una tele con su dvd, y una cama. Ella miraba una película, me invitó a sentarme en la cama mientras abría un vino de esos espumantes… dijo. Tomemos algo y después salimos…
Se sentó en la cama y comenzamos a tomar y charlar, hablábamos de cualquier cosa, del trabajo, de la película, esquivábamos el verdadero motivo por el que yo estaba ahí. Finalmente me besó… en realidad me zampó un beso, y se corrió para atrás… sonreía y decía que lo que hacíamos estaba mal… yo sabía que así era, pero le dije que el único que tenía de que arrepentirse que ella estaba sola y no tenía que rendirle nada a nadie, pero que si quería me iba y dejábamos todo como estaba… Ahí nomás se me acercó de vuelta y me comió la boca con todo… debo admitir que el beso no fue de los mejores… demasiada lengua, muy a fondo, pensé que me quería revisar el esófago o algo así… pero después me empezó a lamer la cara, y el cuello, ahí nomás pensé que estaba loca… pero me calentó, la agarré de ese culo que se llevó muchas de mis miradas en las horas de oficina, la levanté y la senté arriba mío. Ella estaba encantada, no parecía molestarle nada, le saqué la remera, le mordí los pezones, estaban durísimos, ella gemía y me lamía la oreja, me sacó la remera y me devolvió mordiendo ella mis tetillas… estábamos en llamas… Ella tenía puestas unas calzas negras con botas, las calzas muy pegadas, le puse la mano en la entrepierna, estaba muy caliente, metí la mano por debajo de la calza y estaba realmente húmeda, y como a mí me gusta, completamente depilada… la pasaba los dedos por los labios, jugaba con su clítoris, y cada tanto enterraba un dedo para sentir como se mojaba… me sentía con ganas de ser sucio, saqué los dedos y los chupé, quería probarla… ella me sacó la mano de la boca y lamió mis dedos, así que se los volví a meter para mojarlos bien y a su boca sin escalas… le bajé la calza, sin sacársela porque quedó trabada en las botas, igual le abrí las piernas y enterré la cara en su concha, estaba empapada, y yo le estaba acariciando todo con la lengua, con movimientos cortos pero rápidos, y ella se sacudía. Finalmente le saqué las botas y la calza… ella aprovechó que yo estaba de pie junto a la cama y me sacó los pantalones y el boxer dejándolos en mis tobillos… empezó comiendo solo la punta y jugando con la lengua, así estuvo un rato hasta que le agarré el pelo por la nuca y la apreté contra mí… me raspó con los dientes e hizo una arcada… pensé que se pudría todo, me agarró de la cintura y me empujó en la cama, se arrodilló delante de mi y siguió su trabajo… muy bueno por cierto… le dedicaba mucha lengua y yo estaba a full. Me alejé solo para ir a buscar los preservativos (había hecho bien en comprar una caja antes de llegar) ella me esperaba acostada con las largas piernas flexionadas y levemente abiertas, subía ala cama, le agarré las rodillas y le separé las piernas… y empecé a rozarle la pija, que estaba muy dura, contra la concha. Hasta que me pidió: “Métemela” no la hice esperar, pero cuando estaba entrando me frenó y me dijo “de a poco, quiero sentirla entrando, toda” Estuve un rato sobre ella, luego me acosté y ella subió… se movía muy bien, y el ritmo se aceleró. Me agarré de su culito redondo y acompañaba los movimientos… ya no me resistí y le dije que se pusiera en cuatro… como ya dije, ese culo era para un cuadro, y en cuatro patas era impresionante, tuve que comerle la conchita así como estaba en cuatro, un buen rato, con la lengua y los dedos, la hice acabar… cayó dejando el culito parado… me acosté sobre ella y se la metí , ya no de a poco sino de una, estaba muy mojada y sensible, así que se agitaba muy bien. Cuando ya no me podía aguantar le dije “voy a acabar… donde lo querés?” me miró por sobre el hombro y me dijo muy suelta ella “Me la quiero tomar toda” Nunca había estado con alguien tan putita, y se lo dije, “sos una putita sucia” otra vez pensé que me había pasado, pero me dijo, “si, me encanta soy tu putita” ya no pude más, la saqué, me saqué el preservativo y se la metí en la boca, al tiempo que ella con una mano me tocaba… sentí que se me arqueaba la espalda y descargué todo… ella tragó sin decir nada, y me mostró la boquita limpia… caímos extenuados en la cama… yo transpiraba, ella respiraba agitada, estuvimos tendidos unos 10 minutos, hasta que empecé a acariciarle el culo, y ella a tocarme la pija que ya empezaba a endurecerse otra vez. Le pregunté si le había gustado, dijo que si, comencé a chuparle la concha de nuevo, y le preguntaba
- “te gusta?” a lo que respondió
- “mucho, me encanta como me la chupás”.
- “que más te gusta?”
- “Adiviná”
No sé exactamente que me llevó a eso, pero le empecé a chupar el culo, le metí un dedo, y dije “eso te gusta?” “ah, me descubriste” respondió…
Hicimos un 69 mientras yo con un dedo le iba dilatando la cola… se puso en cuatro y me pidió que vaya despacio… esta vez no usé preservativo… estaba tan estrecha, no había entrado más que la cabeza y ya quería toda… la fui llevando de a poco, entrando y saliendo muy despacio, y ella sola fue moviendo el culo para aumentar el ritmo, hasta que estábamos en un bombeo feroz, sus cachetes sonaban contra mí… iba a acabar de vuelta, pero esta vez no le pregunté… me acerqué a su oreja y casi en un susurro le dije, “ahora te voy a llenar el culito de leche” y de vuelta, acabé todo adentro…
Ya eran casi las tres de la mañana, y yo si tenía que trabajar al otro día… así que me vestí, ella se puso los pantalones y una remera que había por ahí tirada y bajó a abrirme… nos despedimos con un beso en la mejilla, como dos compañeros de trabajo.
La historia tuvo varias continuaciones, que incluyen sexo en la oficina, y hasta en un taxi… pero será para otra ocasión. Por mi parte creo que mañana cuando llegue a la oficina le voy a mirar el culo, y preguntarle si no quiere que esta noche “se lo llene de lechita” como antes…
Todo empezó con un inocente Chat en la oficina… a veces las horas se hacen largas, y a pesar de haber mucho, mucho trabajo uno necesita distenderse, así que empezamos a “joder” con el Chat, en tono jocoso, nada serio… pero nos empezamos a medir con invitaciones a salir que nunca se concretaban, yo estaba de novio y solo jugaba, ella estaba recientemente soltera, pero me tenía desconfianza… así que todo era un juego. Pero una noche, previa a su día franco me manda un mensaje preguntándome si quería ir a tomar algo… “para charlar” decía, igual ambos teníamos clara la intensión… yo dudé un buen rato, recién salía de la facultad, eran casi las 22 y estaba lejos de su casa… daba vueltas a la idea, un compañero me guió por el mal camino y se ofreció a acercarme con el auto… ya la lejanía no era una excusa, así que llamé a casa y dije que me quedaba a cenar con compañeros de la facultad, eso era algo habitual así que nadie dudaba de nada…
Llegué a su departamento, un solo ambiente, que solo tenía una mesa, dos sillas, un escritorio, una tele con su dvd, y una cama. Ella miraba una película, me invitó a sentarme en la cama mientras abría un vino de esos espumantes… dijo. Tomemos algo y después salimos…
Se sentó en la cama y comenzamos a tomar y charlar, hablábamos de cualquier cosa, del trabajo, de la película, esquivábamos el verdadero motivo por el que yo estaba ahí. Finalmente me besó… en realidad me zampó un beso, y se corrió para atrás… sonreía y decía que lo que hacíamos estaba mal… yo sabía que así era, pero le dije que el único que tenía de que arrepentirse que ella estaba sola y no tenía que rendirle nada a nadie, pero que si quería me iba y dejábamos todo como estaba… Ahí nomás se me acercó de vuelta y me comió la boca con todo… debo admitir que el beso no fue de los mejores… demasiada lengua, muy a fondo, pensé que me quería revisar el esófago o algo así… pero después me empezó a lamer la cara, y el cuello, ahí nomás pensé que estaba loca… pero me calentó, la agarré de ese culo que se llevó muchas de mis miradas en las horas de oficina, la levanté y la senté arriba mío. Ella estaba encantada, no parecía molestarle nada, le saqué la remera, le mordí los pezones, estaban durísimos, ella gemía y me lamía la oreja, me sacó la remera y me devolvió mordiendo ella mis tetillas… estábamos en llamas… Ella tenía puestas unas calzas negras con botas, las calzas muy pegadas, le puse la mano en la entrepierna, estaba muy caliente, metí la mano por debajo de la calza y estaba realmente húmeda, y como a mí me gusta, completamente depilada… la pasaba los dedos por los labios, jugaba con su clítoris, y cada tanto enterraba un dedo para sentir como se mojaba… me sentía con ganas de ser sucio, saqué los dedos y los chupé, quería probarla… ella me sacó la mano de la boca y lamió mis dedos, así que se los volví a meter para mojarlos bien y a su boca sin escalas… le bajé la calza, sin sacársela porque quedó trabada en las botas, igual le abrí las piernas y enterré la cara en su concha, estaba empapada, y yo le estaba acariciando todo con la lengua, con movimientos cortos pero rápidos, y ella se sacudía. Finalmente le saqué las botas y la calza… ella aprovechó que yo estaba de pie junto a la cama y me sacó los pantalones y el boxer dejándolos en mis tobillos… empezó comiendo solo la punta y jugando con la lengua, así estuvo un rato hasta que le agarré el pelo por la nuca y la apreté contra mí… me raspó con los dientes e hizo una arcada… pensé que se pudría todo, me agarró de la cintura y me empujó en la cama, se arrodilló delante de mi y siguió su trabajo… muy bueno por cierto… le dedicaba mucha lengua y yo estaba a full. Me alejé solo para ir a buscar los preservativos (había hecho bien en comprar una caja antes de llegar) ella me esperaba acostada con las largas piernas flexionadas y levemente abiertas, subía ala cama, le agarré las rodillas y le separé las piernas… y empecé a rozarle la pija, que estaba muy dura, contra la concha. Hasta que me pidió: “Métemela” no la hice esperar, pero cuando estaba entrando me frenó y me dijo “de a poco, quiero sentirla entrando, toda” Estuve un rato sobre ella, luego me acosté y ella subió… se movía muy bien, y el ritmo se aceleró. Me agarré de su culito redondo y acompañaba los movimientos… ya no me resistí y le dije que se pusiera en cuatro… como ya dije, ese culo era para un cuadro, y en cuatro patas era impresionante, tuve que comerle la conchita así como estaba en cuatro, un buen rato, con la lengua y los dedos, la hice acabar… cayó dejando el culito parado… me acosté sobre ella y se la metí , ya no de a poco sino de una, estaba muy mojada y sensible, así que se agitaba muy bien. Cuando ya no me podía aguantar le dije “voy a acabar… donde lo querés?” me miró por sobre el hombro y me dijo muy suelta ella “Me la quiero tomar toda” Nunca había estado con alguien tan putita, y se lo dije, “sos una putita sucia” otra vez pensé que me había pasado, pero me dijo, “si, me encanta soy tu putita” ya no pude más, la saqué, me saqué el preservativo y se la metí en la boca, al tiempo que ella con una mano me tocaba… sentí que se me arqueaba la espalda y descargué todo… ella tragó sin decir nada, y me mostró la boquita limpia… caímos extenuados en la cama… yo transpiraba, ella respiraba agitada, estuvimos tendidos unos 10 minutos, hasta que empecé a acariciarle el culo, y ella a tocarme la pija que ya empezaba a endurecerse otra vez. Le pregunté si le había gustado, dijo que si, comencé a chuparle la concha de nuevo, y le preguntaba
- “te gusta?” a lo que respondió
- “mucho, me encanta como me la chupás”.
- “que más te gusta?”
- “Adiviná”
No sé exactamente que me llevó a eso, pero le empecé a chupar el culo, le metí un dedo, y dije “eso te gusta?” “ah, me descubriste” respondió…
Hicimos un 69 mientras yo con un dedo le iba dilatando la cola… se puso en cuatro y me pidió que vaya despacio… esta vez no usé preservativo… estaba tan estrecha, no había entrado más que la cabeza y ya quería toda… la fui llevando de a poco, entrando y saliendo muy despacio, y ella sola fue moviendo el culo para aumentar el ritmo, hasta que estábamos en un bombeo feroz, sus cachetes sonaban contra mí… iba a acabar de vuelta, pero esta vez no le pregunté… me acerqué a su oreja y casi en un susurro le dije, “ahora te voy a llenar el culito de leche” y de vuelta, acabé todo adentro…
Ya eran casi las tres de la mañana, y yo si tenía que trabajar al otro día… así que me vestí, ella se puso los pantalones y una remera que había por ahí tirada y bajó a abrirme… nos despedimos con un beso en la mejilla, como dos compañeros de trabajo.
La historia tuvo varias continuaciones, que incluyen sexo en la oficina, y hasta en un taxi… pero será para otra ocasión. Por mi parte creo que mañana cuando llegue a la oficina le voy a mirar el culo, y preguntarle si no quiere que esta noche “se lo llene de lechita” como antes…
7 comentarios - Un clásico... una compañera de trabajo (real)