Desvirge a mi primita

A la prima se le arrima

Ese día cumplía 19 años y, como todos los días en los que cumplía años, llegué a mi casa, al mediodía del instituto, esperando que mi familia me recibiera con una fiesta sorpresa como solía hacerlo siempre que era mi cumpleaños pero, al entrar, la casa estaba sola, no había nadie. Al rato llamó mi madre y me dijo que mi abuela estaba hospitalizada y que mis tíos y ella cuidarían de ella durante todo ese día pues así habían sido las recomendaciones médicas y, aunque les habían dicho que solo uno cuidara de ellas, no habían logrado ponerse de acuerdo de quien se quedaría y finalmente habían decidido quedarse todos. También me dijo que ya mi prima Silvia iba en camino a casa y que cuando llegara le ayudara a cuidar a mis dos primitos, les diera de comer y los acostara temprano.

Más de rato llamaron a la puerta y salí a la entrada. En ese momento vi a mi prima Silvia, lidiando a duras penas con nuestros dos primos pequeños que venían traviesísimos como siempre.

-Hola como estas?- le dije emocionado de verla pues era mi prima preferida.

-Hola! Aquí lidiando con este par de monstruos que no saben como comportarse. No ha llegado aún mi tía?

-No, recién acaba de hablar para decir que no llegaran hasta mañana pues se quedaran a cuidar de la abuela.

-Ufff casa para nosotros solos eh? Si no fuera por este par seguro armaríamos una fiesta sin igual.- me dijo guiñándome el ojo y dándome un enorme abrazo me dijo: Feliz cumpleaños primis! Sabes que te quiero mucho!

Mi prima Silvia, es un año menor que yo y, aunque la quería sólo como mi primita pequeña, nunca deje de notar que era una belleza de 1.75, castaña de senos grandes con un culo grande y duro y unas piernas súper bonitas debido a la práctica de patinaje que hacía desde pequeña. Mi relación con ella siempre fue muy buena, siempre jugábamos a las cartas, videojuegos, diferentes tipos de juegos de mesa e incluso algún día llegamos a jugar a la botella. Siempre que se quedaba a dormir en mi casa, nos entreteníamos hasta altas horas de la noche e incluso seguíamos jugando cuando ya todos dormían. Aquél día no sería la excepción y más siendo mi cumpleaños pues a ella nunca le había gustado dejar pasar desapercibidas las fechas importantes y, aún cuando la abuela se encontraba enferma, me dijo que debíamos festejarlo aunque fuera un festejo simple y pequeño.

En la tarde, salí a comprar un buen vino y algo de cenar rico mientras ella cuidada de mis primitos. No se porque pero aquella tarde hice las compras como si se tratara más de una velada romántica que de una cena de cumpleaños acompañado de mi prima.

Ya por la noche, como a eso de las 8.30 de la noche, me encontraba fumando un cigarrito frente a la ventana de mi cuarto que daba a la calle cuando llegó mi prima a mí lado y me dijo:

-Al fin he podido dormir a esos pequeños monstruos…

La miré de frente y noté que estaba recién bañadita. Su pelo, mojado y recién lavado, perfumaba deliciosamente la habitación.

No pude contenerme a ese olor de mujer fresca que me resultó terriblemente excitante. Inmediatamente tuve una erección que me sorprendió pues nunca antes me imaginé tener un pensamiento fuera de contexto con mi primita pues si bien varias veces había admirado su exorbitante belleza, nunca me había excitado con ella.

-Mira que esa es una tarea difícil...- fue lo único que atiné a decirle.

-Entonces que, empezamos a festejar al primito más lindo del mundo? O te piensas quedar todo el tiempo parada mirando por la ventana…

La miré una vez más pero esta ocasión me fijé cuidadosamente en su cuerpo. En ese momento, mi libido comenzó a imaginar a la mujer más no a la primita. Y es que Silvia tenía un cuerpo realmente espectacular!

Sin mentirles, a simple vista, podría haber jurado que aquél par de senos nunca cabrían en las palmas de mis manos y eso me encantaba pues a mí siempre me han gustado las mujeres pechugonas y más así de moldeaditas como mi prima!

Su culito era colosal. Un verdadero par de nalgas carnosas y jugosas.

Y lo más importante, Silvia era virgen! Lo sabía porque yo siempre fui su confidente y ella a mí siempre me contaba todo lo que incluso a sus padres no les contaba.

-Te estoy hablando Luis…- me dijo echándose a reír.- es que te has quedado mudo primo?

-Lo siento…- le dije tratando de despabilarme.- me he quedado pensando en la abuela…

-Olvidémonos un rato de las desgracias de nuestra familia primo. Verás que todo sale bien y mañana en estará en la mesa comiendo con toda la familia. Mejor vayamos a cenar que eso que trajiste se ve muy rico… sobre todo el vino.- me dijo con una enorme sonrisa que me animó a seguirla dispuesto a disfrutar de las últimas horas de mi cumpleaños.

Después de cenar terminamos jugando cartas mientras bebíamos vino.

En eso estábamos cuando de pronto me dice:

-Y que, ya terminaste con aquella muchachita que tan loco te traía?

-Con quien, con Cecilia? Jaja tiene años que terminé con ella…

-Y no hay nadie en especial hoy en día?- me preguntó.

-Si. Hay alguien…

-Quien?- preguntó tímidamente.

-Luego te digo…- le dije aumentando con ello su enorme curiosidad pues yo nunca antes me había negado en contarle algo.

Seguimos jugando al tiempo que mi vista no dejaba de mirar su tremendo escote que traía ese día. Me sorprendí de no haberlo notado antes pero rápidamente recordé que mi prima la mayor parte de la tarde había traído una sudadera encima.

Sus senos se veían deliciosos y provocativos. Nunca antes los había visto tan apetecibles. Mi mirada cada vez era más descarada y es que ella en nada ayudaba pues, tímidamente y lo que quieran pero no hacía nada por ocultar sus tetas de mi vista. Tan solo me miraba de reojo para ver si yo estaba viendo lo que ella se imaginaba.

Tras varios tragos de vino el asunto se puso más alegre. Mi prima no paraba de reír ei intentar pellizcarme cada vez que le ganaba. Mientras jugábamos, su vista estaba perdida en mi entrepierna y es que para ese entonces yo ya tenía una erección permanente que parecía no disminuir.

En un momento dado, la calentura era tanta que sabía que si me quedaba allí con mi prima irremediablemente terminaría subiéndomele encima así que tuve que decir que iba al baño y me paré inmediatamente.

No aguanté más y me di el primer pajazo en nombre de mi prima. Chorros y chorros de semen escurrían por el retrete. Salí del baño un poco más aliviado pero con la verga semi erecta. Sabía que no tardaría mucho en volver a ponerse a tope.

Cuando volví parecía haberse acomodado el escote de tal manera que sus tetas quedaban más a la vista. Lo sabía porque claramente podía ver su sujetador, cosa que no había visto hasta ese entonces. Eso me lleno de valor y me dije a mí mismo: Al diablo con la familia. Esta noche me como a mi prima porque me la como…

Seguimos jugando y cuando volví a ganarle esta vez ella se abalanzó sobre mí tratando de hacerme cosquillas.

-Es mi oportunidad…- pensé e inmediatamente me puse a forcejear con ella de tal manera que terminamos los dos encima del sofá, que por cierto era bastante amplio pues era un sofá-cama, luchando por hacernos cosquillas.

En unas de las tantas volteretas que dimos por el sofá, cuando sentí que su culito estaba justo encima de mi pene, comencé a presionar lentamente, esa era la prueba de fuego para mi prima: si se retiraba o se paraba rápido hasta ahí llegaba mi aventura y era señal de que yo había estaba desvariando por el alcohol pero si se quedaba quieta y me lo permitía, era la señal de desvirgamiento...

Mi prima no se movió. Tan solo siguió jugando conmigo pero su culo seguía encima de mi verga por lo que presioné un poco más para estar seguro de que lo estuviera sintiendo y mi pene quedo acomodado en el canalito de entre sus glúteos.

En ese momento sentí bruscamente como mi prima se puso de pie y se fue hacia el comedor.

Me quedé paralizado. No sabía que hacer ni que decir. Me entró un pánico salvaje y un enorme arrepentimiento. Estuve sentado quizá un par de minutos con la mente dándome vueltas y vueltas. De pronto, ella volvió. Traía consigo hielos…

-Tan solo ha ido por hielos…- me dije a mí mismo un poco más calmado y sintiendo como me regresaba el aliento.

-Vamos a seguir jugando pero ahora a los dados, el que saque el número menor pierde…- me dijo emocionado y como si nada hubiera pasado.- Pero esta vez hagámoslo más divertido. El que gane podrá ponerle al otro un castigo…

-Como aquella vez de la botella?- le dije recordando inmediatamente aquél juego que habíamos jugado hacía tanto tiempo.

-Algo así…- me dijo extrañada de que yo aún recordara aquella ocasión supongo.

Comenzamos a jugar y, supongo que de lo emocionado y nervioso que estaba, terminé perdiendo.

-Perdiste!!- me dijo sumamente emocionada al ver que la cifra de sus número era mayor a la mía.- Ahora... bésame los pies!- me dijo quitándose las zapatillas.

Solita se había puesto la soga al cuello. Rápidamente, sin necesidad de que me obligara o me dijera 2 veces, me puse de rodillas y tomando su pie comencé a besarle dedo por dedo chupando lentamente cada uno de ellos. En ese momento quiso apartar su pie de mí pero lo sujeté con fuerza y se lo impedí. Continué besando sus tobillos y pantorrilla le levanté el pie un poco y seguí subiendo por la rodilla aprovechando que mi bella primita traía falda. Cuando estaba enfilando hacia el muslo interior me detuvo y me dijo:

-Es suficiente Luis…

La miré, tenía el rostro sonrojado y parecía estar a punto de gemir.

-Ahora yo tiro primero…- le dije.

Tire los dados y dieron como combinación un 3. Difícilmente podría perder mi prima a quien le tocaba tirar.

-4 Ganaste!- le dije y ya sin que me dijera el castigo, volví a arrodillarme frente a ella y, rápidamente, sin darle oportunidad de reaccionar, tomé su pierna reiniciando mi tarea inconclusa.

Ahora si mi lengua recorría su muslo a gusto besándolo y babeándolo sin parar. Mi lengua corría entre sus piernas las cuales ella trataba de cerrar sin éxito alguno.

Le fui subiendo la falda conforme iba avanzando y, cuando llegué a su entrepierna, chupé sus muslos internos sin ir directamente a la conchita.

Mi prima ya daba pequeños gemidos como si fuera una gatita.

-Aaauuuhhhmmmmmmm… hmmm…

Mi prima para ese entonces ya tenía el calzón totalmente empapado de sus jugos vaginales. Cuando corrí el borde del calzón y quedó ante mí esa visión maravillosa de su sexo expuesto ante mis ojos, quedé atónito.

-Espera Luis…- me dijo mi prima queriendo evitar lo que sería inevitable después de eso.

No le hice caso, estaba demasiado buena como para perdonarle la virginidad. En ese momento mi lengua recorrió desde debajo de su concha hasta el clítoris y sus labios vaginales con destreza.

-Aaaahhhhhhh Hmmmm…- Mi prima comenzó a gemir alocadamente. Ambos sabíamos que nadie nos escucharía a esas horas de la noche. Con una mano jaló con fuerza mis cabellos y se recostó en el sofá.

Estaba decidido a desvirgarla aún sabiendo que debido a la falta de pareja romántica en mi vida, en ese momento, no tenía condones.

Mi prima se convulsionaba sobre el sillón y me llenaba la lengua de jugos indicándome su primer orgasmo de la noche justo cuando un fuerte ruido nos alarmó.

Rápidamente ambos nos pusimos de pie y, mientras mi prima se acomodaba la falda, yo fui a ver que era lo que había pasado. El ruido provenía de la planta alta así que subí las escaleras espantado de que algunos de mis primos se hubiese levantado. Abrí la habitación donde dormían y todo estaba en orden. Ambos dormían profundamente.

En ese momento recordé que el perro de los vecinos siempre tiraba cosas en la noche y le adjudique la travesura. Volví a la planta baja dispuesto a terminar con mi tarea pero mi prima ya no estaba en la sala. La busque y terminé encontrándola en la cocina.

Ella al verme agachó la cabeza y al pasar delante de mí la tomé y la atraje hacia mi cuerpo pegándole la verga en el culo.

Mi pene estaba bien metido en medio de sus nalgas pero eso no sería todo así que le tomé de la cintura y, mientras mis manos rodeaban sus caderas, la atraje hacia mí y le restregué más el pene para que se fuera más adentro de sus duros cachetes.

Su cuerpo se estremeció y no pudo evitar dar un ligero gemidito.

-Hmmm…

Mis dos manos subieron por su vientre y, pasando por debajo de su blusa e incluso su sotén, se apoderaron de un pecho cada una, sus pezones se erectaron y comencé un movimiento de masaje con mi dedo pulgar e índice, su cabeza estaba echada hacia atrás apoyada en mi hombro y por primera vez la besé en los labios. Dios que beso tan rico. Les juro que jamás había probado unos labios tan deliciosos. Los besé tiernamente al tiempo en que ella los abría y sacaba su lengua la cual chupé y succioné.

Allí estaba yo, tallándole la verga sobre el culo a mi prima mientras la besaba y le sobaba las tetas desnudas en plena cocina el día de mi cumpleaños. Quien lo hubiera imaginado?

Mi mano derecha bajó rápidamente y se apoderó de su vagina.

El calzón cayó al suelo rápidamente y le metí la mano en la entrepierna sobando toda su concha que ardía como animal en celo.

Sabía que si la penetraba en ese momento no aguantaría ni dos minutos. La verdad no me importó. La besé con profundidad y pasión, separé sus piernas, me baje los pantalones y el bóxer y saqué mi verga que estaba a punto de estallar. Lo dirigí hasta la entrada de su vagina y el glande se ensartó de inmediato.

-Aaahhhhhh Hmmmm…- Entre gemidos y suspiros Silvia me preguntó- me dolerá? Hmm

En ese momento le metí el tronco completo de un solo empujón pues estaba tan lubricada esa concha que sabía que nunca le dolería

-AAAHHHHHHHHHH- Gimió loca de placer mi primita.

Claramente sentí como rompí su fina telita. Había desvirgado a mi prima!

La tomé de sus nalgas con mis dos manos y, así, parada atrás de ella mientras ella se inclinaba hacia el frente, comencé a bombearla una y otra y otra vez.

-AAAHHHHH HMMMM Que rico Luis que rico…

-Hmmm que rica estas Silvia… Hmmm

Mis huevos se calentaron a más no poder mientras desvirgaba a mi primita de 18 años.

En ese momento recordé que no tenía condón. La miré pero ella parecía estar en otra dimensión y yo no aguantaba más. Terminé vaciándole toda la leche en el interior…

-AAAAHHHH Me vengoo… Hmmm

Cuando solté toda mi leche ambos nos quedamos sin habla. Quería sacársela pero estaba tan apretada y rica que me era imposible.

Ambos nos fundimos en un interminable beso y después de limpiar un poco la sangre y el semen que habían caído al piso de la cocina, nos fuimos a dormir a mi habitación como una pareja de recién casados. Nos pusimos la pijama y justo antes de dormir, mi prima me dijo:

-Feliz cumpleaños primito…- Para sorpresa mía, en ese momento, mi prima se puso de pie frente a mí y, de forma sexy se fue quitando la pijama, primero los pantalones y después la parte de arriba, en la cual no llevaba sujetador, dejando sus tetas al aire. Que bellas eran tetas: hermosas, grandes y bien paraditas. Recuerdo como botaban con cada movimiento de ella.- Aún falta darte tu regalito en forma no crees?- me dijo con voz sexy.

Cuando terminó de desnudarse se vino hacia mí, me quitó la pijama como pudo mientras nos besábamos. Luego se puso encima de mí y me metió una de sus grandes tetas en la boca. Inmediatamente comencé a mamársela.

-Hmmm…- Ella gemía de placer, restregándose contra mí.

Pronto empezó a besarme, bajó por mi pecho, por mi estómago, hasta que alcanzó con su boca mi verga, la cual estaba súper dura. Se metió un poco en la boca, lamió los alrededores, y mordió mis huevos como nunca antes me lo habían hecho. En pocas palabras mi prima saboreó mi verga y luego empezó a metérsela en la boca de una manera increíble.

-Vaya con la muy putita…- pensé pues por lo que ella me había dicho, si bien era virgen, ya varias veces les había mamado la verga a sus novios. Y vaya que había aprendido bien!

Se la metía y se la sacaba lentamente, así estuvo unos minutos, el placer era inmenso, más aun por el riesgo de lo prohibido, mi prima ponía cara de puta cada vez que se la introducía. Se notaba que le gustaba tenerla ahí y que sabía que a los chicos les deleitaba.

Momentos después, logró que me corriese. Se tragó todo mi semen. No dejo ir ni una sola gota.

Tras esto nos acostamos y un rato después volvimos a follar como locos. Aquella noche también le desvirgue el culo. Creo que no pude haber recibido mejor regalo de cumpleaños…http://www.poringa.net/edicion.form.php?id=1359223#