Historias reles de un morboso real
En diciembre del 2008 y luego de un año durísimo, el laburo me había dejado algo de tiempo libre. Tenía alguna guita guardada, una botella de whisky sin abrir y un pinito para matizar la música de Pearl Jam. Así que me dediqué a vagabundear por la web, a chatear en cuanto lugar aparecía y así caí en una página de swingers de la Argentina.
Me topé en un chat con Claudio y luego de unas varias charlas donde hablamos de las experiencias mutuas me lo tiró: "como te ves filmándonos a mi y a mi mujer ?".
"Sería mi primera vez - le respondí - pero me encanta la idea!".
Les ahorraré los detalles y les cuento que un fin de semana de enero me fui para el lado de Olivos con la filmadora, la cámara de fotos y una botella de vino para agazajar a los dueños de casa que me habían invitado con una cena digna de un rey.
Me recibió Micaela - la mujer de Claudio - "así que vos sos el morbosito de la cámara ?" - me tiró con una sonrisa de esas que cautivan hasta el mas estepario. Se ganó mi cuore al toque, no porque fuera espectacular ni modelo de revistas, tan solo porque era ella, auténtica y sin dobleces. Claudio un caballero, me dio un abrazo de esos que transmiten afecto y no dejan dudas. Y ahí estábamos, una pareja divina, dos seres hermosos y yo que los iba a filmar y fotografiar, tomando el vinito, escuchando a Keith Jarret destruir un piano. Y entre el asadito y las charlas clásicas de Argentina que siempre pasan del fútbol, al gobierno y de los precios a los chicos las modas e internet, saltó la pregunta de Mica aprovechando un silencio, "como lo vamos a hacer ?". Mirá Mica - dije dejando la copa y tratando de transmitir algo de seguridad - esta es mi primera vez en este tema, me parece que lo mejor sería que uds hicieran de cuenta que no estoy aquí. Si quieren pueden ir al sillón y olvidar que yo estoy acá, yo haré mi trabajo intentando pasar desapercibido. Les parece ?". Se miraron y no necesitaron decirse nada, se percibía que ya habían hablado del tema, así que Claudio se fue con Mica de la mano al sillón, distante unos 10 metros del comedor y yo me dispuse a preparar el material.
Preparé la filmadora ajustándola a la luz ambiente y también la cámara sin dejar de mirar cada tanto hacia la zona del sillón porque no quería perderme ningún momento de esa primera vez inolvidable. Apuré una copa de vino para templar el pulso y me fui acercando suave intentando no hacerme notar. La escena era digna, así que tome la cámara de fotos y comencé a disparar. Se besaban apasionadamente, la mano de Claudio se colaba debajo de la minifalda de Mica y revelaba una tanga blanca. Mica le manoseaba la bragueta en un ida y vuelta insesante. Yo intentaba racionalizar el momento y mantenerme profesional, pero mi verga no entiende de esas cosas y estaba al palo, para que negarlo.
Intentaré resumir diciendo que cuando Mica le sacó la verga afuera a Claudio yo cambié la cámara de fotos por la filmadora y comencé a captar todo en video. La verga era grandota y con una leve curva. Mica comenzó a pajearlo y mirando a la cámara hizo un guiño que dejó en claro que ya estaba caliente y que poco le importaba que yo estuviera ahí, lo cual fue correspondido con un pulgar arriba de mi parte. Acto seguido comenzó a mamarlo, abriendo bien grande la boca y tragando todo lo que era posible. Subia y bajaba por aquel pedazo de carne dura, lo lamia en la punta y luego se lo tragaba. Claudio solo suspiraba con los ojos cerrados y cada tanto musitaba suave "así putita, así".
Luego de unos interminables minutos de peteo insesante, Mica habló con una voz llena de calentura "chupame vos ahora", les juro que yo ya no aguantaba mas y si Claudio hubiera demorado un instante se la chupaba yo, pero no se hizo esperar y situándola en el sillón en cuatro patas y a lo perrito, le chupó la vagina de atrás como la chupan los perros sin dejar de meterle la lengua en el orto. Los jadeos de Mica dejaban entrever que esa pose de perra era su preferida y acababa uno tras otro esos orgasmos cortos, repetidos, electrizantes.
Como no me quería perder la cara ni las expresiones de esta putita acabando como una perra, cambié mi posición y me puse frente a ella para filmarle la cara. Y lo que siguió, les juro que en el fondo lo deseaba, pero no lo esperaba, les soy sincero. Mica se dio vuelta miró a Claudio y le dijo entre jadeos: puedo chuparlo ?. Y Claudio ya punteando la concha de Mica con la punta de la verga roja y a punto de explotar le dijo "si mamita chupalo un poco". Entonces ella estiró la mano y me manoseó la bragueta mirándome y diciendome sin hablar "dame esa pija que te la voy a chupar". Mi primer casete de filmación terminó justo ahi, haciendo click., cuando Mica ya se metía con pasión mi verga en su boca y cuando Claudio arremetía contra su concha haciéndola vibrar en cada embestida.
La historia continuó con otros casetes y quizá siga aqui con otro post, siempre y cuando uds sepan perdonar mi escaso estilo literario y crean que vale la pena. Yo lo cuento como lo viví.
Saludos
En diciembre del 2008 y luego de un año durísimo, el laburo me había dejado algo de tiempo libre. Tenía alguna guita guardada, una botella de whisky sin abrir y un pinito para matizar la música de Pearl Jam. Así que me dediqué a vagabundear por la web, a chatear en cuanto lugar aparecía y así caí en una página de swingers de la Argentina.
Me topé en un chat con Claudio y luego de unas varias charlas donde hablamos de las experiencias mutuas me lo tiró: "como te ves filmándonos a mi y a mi mujer ?".
"Sería mi primera vez - le respondí - pero me encanta la idea!".
Les ahorraré los detalles y les cuento que un fin de semana de enero me fui para el lado de Olivos con la filmadora, la cámara de fotos y una botella de vino para agazajar a los dueños de casa que me habían invitado con una cena digna de un rey.
Me recibió Micaela - la mujer de Claudio - "así que vos sos el morbosito de la cámara ?" - me tiró con una sonrisa de esas que cautivan hasta el mas estepario. Se ganó mi cuore al toque, no porque fuera espectacular ni modelo de revistas, tan solo porque era ella, auténtica y sin dobleces. Claudio un caballero, me dio un abrazo de esos que transmiten afecto y no dejan dudas. Y ahí estábamos, una pareja divina, dos seres hermosos y yo que los iba a filmar y fotografiar, tomando el vinito, escuchando a Keith Jarret destruir un piano. Y entre el asadito y las charlas clásicas de Argentina que siempre pasan del fútbol, al gobierno y de los precios a los chicos las modas e internet, saltó la pregunta de Mica aprovechando un silencio, "como lo vamos a hacer ?". Mirá Mica - dije dejando la copa y tratando de transmitir algo de seguridad - esta es mi primera vez en este tema, me parece que lo mejor sería que uds hicieran de cuenta que no estoy aquí. Si quieren pueden ir al sillón y olvidar que yo estoy acá, yo haré mi trabajo intentando pasar desapercibido. Les parece ?". Se miraron y no necesitaron decirse nada, se percibía que ya habían hablado del tema, así que Claudio se fue con Mica de la mano al sillón, distante unos 10 metros del comedor y yo me dispuse a preparar el material.
Preparé la filmadora ajustándola a la luz ambiente y también la cámara sin dejar de mirar cada tanto hacia la zona del sillón porque no quería perderme ningún momento de esa primera vez inolvidable. Apuré una copa de vino para templar el pulso y me fui acercando suave intentando no hacerme notar. La escena era digna, así que tome la cámara de fotos y comencé a disparar. Se besaban apasionadamente, la mano de Claudio se colaba debajo de la minifalda de Mica y revelaba una tanga blanca. Mica le manoseaba la bragueta en un ida y vuelta insesante. Yo intentaba racionalizar el momento y mantenerme profesional, pero mi verga no entiende de esas cosas y estaba al palo, para que negarlo.
Intentaré resumir diciendo que cuando Mica le sacó la verga afuera a Claudio yo cambié la cámara de fotos por la filmadora y comencé a captar todo en video. La verga era grandota y con una leve curva. Mica comenzó a pajearlo y mirando a la cámara hizo un guiño que dejó en claro que ya estaba caliente y que poco le importaba que yo estuviera ahí, lo cual fue correspondido con un pulgar arriba de mi parte. Acto seguido comenzó a mamarlo, abriendo bien grande la boca y tragando todo lo que era posible. Subia y bajaba por aquel pedazo de carne dura, lo lamia en la punta y luego se lo tragaba. Claudio solo suspiraba con los ojos cerrados y cada tanto musitaba suave "así putita, así".
Luego de unos interminables minutos de peteo insesante, Mica habló con una voz llena de calentura "chupame vos ahora", les juro que yo ya no aguantaba mas y si Claudio hubiera demorado un instante se la chupaba yo, pero no se hizo esperar y situándola en el sillón en cuatro patas y a lo perrito, le chupó la vagina de atrás como la chupan los perros sin dejar de meterle la lengua en el orto. Los jadeos de Mica dejaban entrever que esa pose de perra era su preferida y acababa uno tras otro esos orgasmos cortos, repetidos, electrizantes.
Como no me quería perder la cara ni las expresiones de esta putita acabando como una perra, cambié mi posición y me puse frente a ella para filmarle la cara. Y lo que siguió, les juro que en el fondo lo deseaba, pero no lo esperaba, les soy sincero. Mica se dio vuelta miró a Claudio y le dijo entre jadeos: puedo chuparlo ?. Y Claudio ya punteando la concha de Mica con la punta de la verga roja y a punto de explotar le dijo "si mamita chupalo un poco". Entonces ella estiró la mano y me manoseó la bragueta mirándome y diciendome sin hablar "dame esa pija que te la voy a chupar". Mi primer casete de filmación terminó justo ahi, haciendo click., cuando Mica ya se metía con pasión mi verga en su boca y cuando Claudio arremetía contra su concha haciéndola vibrar en cada embestida.
La historia continuó con otros casetes y quizá siga aqui con otro post, siempre y cuando uds sepan perdonar mi escaso estilo literario y crean que vale la pena. Yo lo cuento como lo viví.
Saludos
2 comentarios - Historias reles de un morboso real
PD: excelente nivel de idioma (estoy harto de ver faltas de ortografías rayanas con el analfabetismo en los relatos) y muy poco usual gusto en música de la buena (Keith Jarret... de esa miel no comen las hormigas).