La mujer del albañil

JEJE ESTE TA BUENO?

Cuando mi hermana se casó, pude al fin respirar tranquilo, pues no es fácil que entrando a la adolescencia tengas que soportar los comentarios lujuriosos que sobre ella vertían tus amigos. Ella se casó siguiendo los consejos de sus amigas, busca un hombre rico y guapo, le decían, y así lo hizo. Todo parecía perfecto, pero desde la primera noche, la intimidad fue decepcionante, su hombre guapo carecía de pasión, de esta manera ella aprendió a fingir orgasmos, así transcurrió un año.

Cierto día su esposo decidió ampliar la casa, para ello contrató a un albañil que conocía desde la infancia pues solía hacer trabajos en el barrio donde vivía, Don Mario era un hombre de 58 años, piel cobriza, muy baja estatura, apenas rebasaba el 1.53 metros, sus brazos parecían más largos de lo normal, en su rostro cacarizo, destacaba una nariz anormalmente chata, recuerdo de su intento fracasado de ser boxeador, cuando caminaba lo hacía ligeramente encorvado, en fin, distaba mucho de ser un Adonis.

Un domingo como lo tenían convenido, el albañil se presentó en la casa con el fin de enlistar los materiales que se requerían y que tendrían que estar en la puerta de la casa al día siguiente para acarrearlos al interior de la vivienda. Cuando todo estuvo listo y el albañil se marchó, mí hermana le preguntó a su esposo, -¿Y ese neandertal de donde lo sacaste? a lo que este respondió, -Ha trabajado con la familia por largo tiempo y es de confianza, no importa si te dejo sola con él, y si, es bastante feo, pero trabaja bien, que es lo que cuenta.

Al día siguiente llegó el material requerido, consistente en varillas, bultos de cemento, arena y ladrillos Mi hermana espera la llegada de Don Mario el albañil, no esperó demasiado ya que al poco rato se escuchó el timbre, ella abrió la puerta, después de un breve saludo Don Mario empezó su labor.

Mientras el albañil hacía su trabajo, mi hermana fue a ordenar su habitación, al pasar por un espejo se miró, sin duda era una mujer atractiva, rubia, de 1.70 metros de estatura, piel blanca y tersa, con un cuerpo perfecto, a sus 24 años, como era posible que no despertase la lujuria en su esposo o ¿acaso su esposo no despertaba la libido en ella? Sin duda eran ambas cosas.

Una vez ordenada la habitación, pudo contemplar al albañil trabajar, sin que este se diera cuenta, si que es feo, se dijo, pudo ver, como con gran agilidad, a pesar de sus años cargaba 2 bultos de cemento de 50 Kg sin mucho esfuerzo y los conducía al 2do nivel de la casa por una escalera de peldaños, pronto el calor le obligó a quitarse la camisa y continuó su trabajo con el torso desnudo y cubierto de sudor, mi hermana al contemplar los marcados músculos del albañil no pudo más que compararlos con los flácidos y muy poco desarrollados músculos de su esposo, mientras más contemplaba a Don Mario más atrayente le parecía.

Según un estudio Británico, las mujeres en ovulación buscan instintivamente hombres de apariencia tosca, feos, pero fuertes, y esto las atrae sexualmente. No sé si este estudio sea auténtico, pero lo cierto es que mi hermana estaba excitada con lo que contemplaba, lo suficiente como para idear un plan de seducción, sabiendo que al día siguiente no vendría a comer su esposo.

Al día siguiente se preparó para llevar a cabo su plan, poco antes de la hora de comida donde estaría sola con el albañil, se bañó y vistió de manera seductora, usó una blusa blanca casi transparente, sin sujetador, una falda negra muy corta, y una diminuta tanga también negra.

A la hora de comida el albañil se dispuso a comer en la cochera, pero ella insistió en que la acompañara al comedor, mientras él estaba sentado, ella disimuladamente dejaba caer cubiertos, para agacharse y mostrarle su bello trasero, la falda corta permitía ver, al agacharse, la tanga negra, pudo ver que estaba teniendo éxito, al contemplar la gran erección que el albañil intentaba disimular sin poder hacerlo, este juego de seducción la excitaba aun más, sus pechos se pusieron erectos y pudo sentir la tanga humedeciéndose, mientras conversaban ella tocaba por accidente alguna parte del cuerpo de el y ambos sentían una corriente eléctrica atravesar sus cuerpos. La piel blanca de ella ahora mostraba matices rojizos, sin duda rubor sexual. Se puso de píe y encendió la radio, se acercó a él y extendiendo su mano le dijo ¿bailamos?

Este algo asustado por lo inesperado de la situación le dijo:

-No, ¿que pensará el patrón yo bailando con su esposa, esto es terrible? -¿Dices que estoy fea que soy terrible? le respondió ella, -No es eso, al contrario está usted muy bien respondió él, pero si se entera, -No se enterará interrumpió ella, además yo sería la más perjudicada, -Bien respondió él.

La tomó por la cintura y la aproximó a su cuerpo, al juntarse sus cuerpos pudo sentir como los pechos de ella, se ponían erectos, entonces sin hacer caso a la música, empezó a masajear los pechos de ella, a palparlos a través de la blusa, mientras ella gemía:

-Sigue, le dijo, no pares…

Al oír aquello en un rápido movimiento desprendió la blusa de un solo movimiento, dejando libres el mejor par de tetas que hubiese visto, blancas con pezones rojizos, sin esperar, comenzó a lamer las aureolas y de inmediato percibió como palpitaban al tiempo que ella lo animaba diciendo:

-Esto es lo que necesito, un macho que me sacie y no un delicadito como mi esposo.

Continuó trabajando sus pechos, succionando con levedad al principio y con avidez después, en medio de gemidos y gritos de ella, – Maaas bébelo todo es tu leche le decía.

Mientras succionaba los pechos, sus manos descendían por debajo de la falda y tocaban sus firmes nalgas con una de ellas notó la humedad de su tanga, la hizo a un lado y procedió a estimularla introduciendo una pequeña parte de su dedo en la vagina, ella respondió tocando su pene a través del pantalón, él continuó desprendiendo la falda de ella, dejándola casi desnuda solo con la tanga, mientras que él quedaba totalmente desnudo, desprendió poco a poco la tanga, mientras lamía sus muslos para luego deslizar su lengua hasta la entrepierna, provocando gemidos en ella, su lengua continuó explorando hasta alcanzar su ano, una vez ahí su lengua realizó movimientos circulares en torno a este, despertando una lujuria inaudita en ella, que gritaba, gemía e incluso producía un sonido gutural, semejante a un aullido,

-La quiero adentro le dijo, toda, rómpeme…

Él preparó su pene y lo introdujo en la húmeda vagina, ella gritó de placer y se estremeció, mientras él iniciaba el mete saca, la piel rojiza y sudorosa por la excitación de ella, lo estimulaba más…

-¿Eso es lo que querías y aquí lo tienes perra, te encanta ¿verdad? Le dijo, -Siii respondió ella, soy tu perra y esto es lo que quiero, al tiempo que sobrevenía un fuerte orgasmo…

Él continuó, mientras acariciaba el ano de ella con la mano derecha y con la izquierda presionaba uno de sus pechos. Él gimió al eyacular y un torrente de esperma se depositó en la vagina de ella al grado de chorrear por sus muslos.

Pasado un poco de tiempo, ella tomó el flácido miembro y comenzó a succionarlo, de inmediato este se puso erecto, ella entonces le dijo:

-¿Estás listo de nuevo?, mientras se colocaba en posición de perrito, ahora quiero que me des por el culo le dijo…

Él se aproximó y comenzó a lamer frenéticamente su culo, introdujo su lengua casi totalmente en el ano haciéndola gemir…

-Chúpame todo, le dijo, mi culo es para tu goce y disfrute, ahha, ahhha, papito, mi macho, mi semental, rómpeme el culo, métela hasta el fondo…

Él escupió en el ano e introdujo sin problema, primero un dedo y después otro ante los gritos de ella, para después introducir la cabeza de su pene, provocándole dolor, -Me duele dijo, entonces él se detiene para preguntar si desea suspender todo, pero ella le dice: -No, esto tiene que doler un poco, sigue por favor, él comienza de nuevo en medio de gemidos de ella, primero de dolor, después de placer, una vez reinando el placer, él comienza a embestir cada vez con más intensidad, hasta introducir el pene hasta la raíz, sus manos aprietan los erectos y húmedos pechos de ella, mientras le lame la espalda y muerde suavemente su oreja, ella gira su cabeza quedando de perfil y ofreciéndole su boca.

Él de inmediato la besa introduciendo la lengua hasta la garganta de ella, mientras embiste fuertemente, ambos gimen, ella tiene varios orgasmos y él presiona los pechos palpitantes y enrojecidos de ella al tiempo que acelera las embestidas pronto derrama gran cantidad de esperma impregnando el ano de ella y produciéndole otro orgasmo, exhaustos, ambos descansaron un momento se ducharon y vistieron, para volver cada quien a lo suyo.

Don Mario continuó con su trabajo, al terminar la jornada diaria y sin que el esposo de mí hermana se diera cuenta ya que había regresado del trabajo, se acercó a ella y le dijo en voz baja, ¿repetiremos algún día esto? o ya no, ella le respondió con un beso, introduciéndole la lengua y agregando, desde hoy soy tu mujer, tu perra y no se tú pero tengo muchas ideas calientes para hacerlas contigo.

Él se marchó a su casa sabiendo que tenía muchas y sensuales cosas que hacer en los días venideros.

Esta historia es verdadera, el como me enteré de todo será motivo de otra historia.

Autor: Ramiro Guerra

2 comentarios - La mujer del albañil

Hotsex69
Muy bueno y morboso!. Espero la continuación. 🙂
nikanorgato
Y yo q quería hacer reformas en casa !!!