Convirtiéndome en la putita de mi familia 2° (tío rico)

Convirtiéndome en la putita de mi familia 2° (tío rico)
Esa mañana, llegamos con toda mi familia, a la mansión de Monte Grande. Un palacete, una vivienda suntuosa y de grandes proporciones, con jardín propio y dotado de grandes comodidades.
En la zona, se la conoce por el nombre de su propietario, una muestra de respeto por la riqueza, estatus y su reputación social.
La mansión de Prados (ese es el apellido de mi tío) se ha caracterizado también por sus grandes y exuberantes jardines. donde pasa la mayoría del tiempo mi tío rico.
La finca, es una gran casa quinta, como la mayoría en ese lugar, cuenta con más de mil metros cuadrados de terreno, con una añosa arboleda, quincho, piscina, parque, glorieta, y en la casa principal, innumerables cuartos de huéspedes, salas de usos múltiples, etc.
Cuando digo, toda mi familia, es exactamente la nuclear, fue mi hermano Leo, con el que tuve ese acercamiento del "tercer tipo" relatado anteriormente, mi padre, hasta ese momento, sólo mi progenitor, y mi madre. Con ella siempre discuto, y no fue esta la excepción. Discutíamos porque decía que me había vestido de manera exageradamente formal.
La tonta, no conocía mis aviesas intenciones, que era específicamente, hacerme notar con él, mi tío rico.
El tío Prados, era un oficial de la gendarmería, una fuerza armada de la seguridad nacional, estaba acostumbrado a tratar con distintas clases de personas, desde las más bajas en la pirámide social, hasta las clases más "patricias", y en ambos lugares había buena y mala gente. De alguna manera, él era un hombre de "mundo" y sobre estimado por mi juventud.
Sin embargo, apenas lo vi, supe que logré captar no sólo su atención, sino su malicioso interés. El cual, por otra parte, compartíamos el uno por el otro.
Todos nuestros familiares, los míos y los suyos estaban dentro de la casa principal, los míos envidiando y sorprendiéndose por la tecnología y el lujo. Y los de él, jactándose y mostrando los mismos.
Como el tío, se sabía importante, hacía uso de aquello, del poder que le daba el bienestar económico, y tenía a toda la familia dominada, tanto a la propia como a las otras, las de sus familiares. Nadie, se atrevía a contradecirlo, por eso, él estaba afuera de la casa, y entraría cuando lo quisiese, y nadie osaba llevarle la contraria, ni propios ni extraños. Con eso especulé y fui de alguna manera irrespetuosa y mostrando mi rebeldía, saludé y salí en busca de él.
Me había quitado las gafas de sol, cuando estuve segura de haberlo impresionado, el tío, me había dedicado su sonrisa más cara, la que todos buscaban de él, la de la aprobación. Tanto fue así, que su interés lo llevó a cortejarme.
¡Quién es esta mujer tan bonita que viene de visita! Exclamó y se acercó hacia mi a saludar, acariciando casi todo mi cuerpo.
Debo aclarar, que el tío Prados, siempre fue medio zarpado, toquetón de mujeres, se sentía impune por todo lo que mencioné, jamás alguien se atrevería a ponerlo en su lugar.
sexo
A mi, tampoco a ciencia cierta, supe que me llevó hacer lo siguiente, porque el hecho de que nuestro tío, fuera un manoseador, no implica más que eso. Pero, desde el sexo con mi hermano, había notado, que eso me daba a mi cierto poder sobre los hombres. Tal vez, inconscientemente, quise comprobarlo con un extraño, fue algo muy arriesgado, una audacia temeraria que me expuso ante aquella osadía que realicé. Sin mediar respuesta a su exclamación de bienvenida, comencé a desvestirme ante él.
Sostenía mi decisión, mirándolo fijamente, sugestívamente, eso a él lo descolocó, tanto que no supo como actuar, lo veía aturdido, desorientado, había perdido el aplomo y la serenidad habitual, eso que le daba ese porte seguro, confiado, el de ser una especie de macho alfa.
Sin embargo, luego de mi primera impresión sobre él y sus dudas, mi tío se relajó y lo disfrutó. Tanto fue así, que se sentó cómodamente para observar el espectáculo enfrente suyo. Exclamó: ¡Qué exquisitez! Y yo lo premié con una sonrisa no impostada, porque convengamos, que él era un hombre con mucha experiencia, no como mi hermano, así que una sentencia de él, era para mi una calificación que me interesaba conocer.
Habló nuevamente, me dijo ¡Girá, date vuelta lentamente! Y así lo hice, sin dudar, como abstraída del mundo, ensimismada en mi único pensamiento, que era agradar y conquistarlo.
Mi concentración hacia él era absoluta, Considerándome a mi misma, aisladamente de las cualidades esenciales de mi persona, sólo quería ser en ese momento para él un objeto, o el objeto de placer, en su pura esencia o noción
Desnuda
Volví a quedar de frente a él, tras mi "vueltita" y comencé a deslizar hacia abajo mis bragas rosas, de joven adolescente, seguramente nada habitual para él. Había visto la lencería de mi tía, toda de primeras marcas importadas, con encajes, sensuales. Las mías eran otra cosa, todo muy inocente, pero a su vez eróticamente morbosas.
Hice una pausa en el deslizamiento a la altura del monte de venus y lo miré para ver si quería de alguna manera detenerme y que no continúe. Sin embargo, no lo hizo entonces proseguí.
Deje ver mi vulva depilada a propósito para ese encuentro, de hecho, no era genéticamente muy vellosa, pero aunque algo raleados tenía en mi pubis una pelusa pubescente suave y corta la cual eliminé.
masturbacion
Mi tío, en silencio me mira fijamente, yo luego de exhibir mi "joya", continué muy lentamente bajándome las bragas que se escurrían a través de mis piernas delgadas y largas.
Nuevamente hice un impasse a la altura de las rodillas y volví a enfrentar su mirada fija en mi.
Continué hasta quitarlas primero la pierna izquierda y segundo la derecha, y quedé como Dios me trajo al mundo, absolutamente desnuda, en el jardín de la mansión de mi tío, a media mañana.
aire libre
Allí, en ese momento, él comenzó decididamente su participación mucho más activa, pero en un principio lo hizo, de menor a mayor, me pidió que le muestre mi vagina, que me la toque y que la abra para él, lo hice casi con torpedad, mirando bien como hacerlo, mostré mi inexperiencia.
El luego, volvió a pedirme que girara y abriera mis glúteos mostrándole mi ano, eso a mi, no me pareció nada sensual, parecía un examinador casi un facultativo, como el ginecólogo, pero no me quejé y lo hice con mi mejor predisposición.
incesto
Luego de aquello, me ordenó que me sentara sobre una de las poltronas, reposeras que rodeaban la piscina y me alcanzó un adminículo, del mismo color de mi ropa interior, rosa, el cual dijo que sería un obsequio para mi, si aprendía a usarlo.
familiar
Realmente, les soy honesta no sabía que era o para que servía ese objeto y se lo manifesté. Él me respondió ¡Es un utensilio que se tiene o se lleva para utilizarlo en caso de necesidad!
¡Esta cosa pequeña y simple, te sirve de ayuda o complemento de algo, como un imperdible, un palillo de dientes! Me dijo riéndose, luego caí que se burlaba de una inexperta sobrina que quería demostrarse como una come hombres.
sobrina
Sin embargo, creo, que no lo hice tan mal, era algo manual y todo lo que se relacione con un oficio o arte y ese utensilio parecía ser una herramienta para ello, tengo una facilidad casi innata, soy muy idónea para las manualidades.
Convirtiéndome en la putita de mi familia 2° (tío rico)
Así que rápidamente entendí que con aquél ariete, debía utilizarlo y jugar con mis cavidades genitales, y lo hice, poniendo caras sensuales para él, como gozando con la tarea y llevármelo como souvenir, como recuerdo de aquel día..
Para ello, es decir, su uso práctico y el ejercicio de utilizarlo para el placer, me acomodé con un almohadón en el suelo al lado del natatorio, y lo manipule con destreza y precisión de manera delicada.
Esa estimulación o manipulación realizada con aquel aparato en contacto con mis órganos genitales o de mis zonas erógenas para proporcionar goce sexual, lo consiguieron.
sexo
Mi tío lo sabía, seguro, ya que eso rompió con mis planes. Yo tenía la idea, que era hacerlo calentar a él y ser yo la que manejara la situación, tal como lo hice con Leo, mi hermano, Pero, me gustó tanto que me puse en cuatro y lo introduje desde atrás, al estilo perrito.
Desnuda
En ese momento, delirando con el objeto en mi vulva, observé a mi tío también desnudo y al palo, su pene estaba parado, erguido, duro y caliente, lo probé de una, como una zombie buscando cerebros, no se que me pasó, fue la primera vez que sentí algo así, casi con desesperación, le quise devorar la pija.
masturbacion
Y sin mediar palabra, el me levantó en sus brazos y se sentó sobre uno de esos sillones, más bajos y cómodos, ensartándome sus genitales, desde atrás, como me había excitado con el bártulo siliconado. Y lo cabalgué bajo el sol.. Tratando de domar su chota briosa..
aire libre
Lo último que le pedí antes de caer en la sumisión de su garcha, fue por favor que esté atento a la interrupción del acto sexual antes de que se produzca la eyaculación...

94 comentarios - Convirtiéndome en la putita de mi familia 2° (tío rico)

Capote_Chulo
Taaaarde pero seguro... Gracias por responder con este mens al seguirte
neneecalientee
gracias mi amor .. hermosa ♥ un placer..espero podamos conversar .. besos!
eduujade
Muchas gracias a vos por compartir tus historias y fantasias, saludos.