Travestí en la oficina (relato)

hace un mes empece a trabajar como el asistente administrativo de mi cuñado en una oficina de ventas,
Se me cae la baba con tantos chicos lindos y yo en este closet tan caluroso. No encuentro la forma de insinuarme a ninguno de ellos sin que se forme un alboroto y todo llegue a los oidos de mi cuñado.

La verdad es que soy virgen, nunca he estado con un hombre, pero si he estado con chicas, sabes para llevar las apariencias, hoy esta lloviendo y decidí ponerme una pantaletica muy apretadita bajo los pantalones y como puedo usar chaqueta tambien me puse sostenes para mis teticas de gordita, de seguro la chaqueta lo tapa todo.

Casualmente me quedo hasta tarde haciendo un informe, y solo queda alfredo conmigo quien me dice; -vamos a dejar esto asi y lo terminamos mañana, vamos a tomarnos unas bebidas en el bar de la esquina para relajarnos porque igual estas horas extras no las paga nadie.
Yo, sin pensarlo dos veces ya estaba con el en el bar y en eso del tercer trago pasa una gordita morena frente a nosotros y el empieza a excitarse, -si que me gustan las gorditas, no me importa que sean feas, se las hago a todas si pudiera.
No puedo dejar pasar la oportunidad y con pantaletas y sostenes puestos menos a lo que le pregunto; ¿y que harías si esa chica que paso ahi en realidad es un hombre vestido de mujer?
el respondio; -No me impota, igual tiran como mujeres, te confieso que ya he puesto a mamar a mas de uno y lo maman mas rico que las mujeres.
Ya me siento mas segura y siendo muy tarde decido llevarlo a su casa en mi carro, pero primero me quito la chaqueta donde se puede notar el encaje del sosten marcado bajo mi franela, tambien me agacho un par de veces a recojer cosas que intencionalmente dejo caer y hasi el pueda ver mis pantaletas.
Llegamos a su casa, pero antes de despedirnos y aprovechando los vidrios oscuros del carro, me empieza a besar y a manosear, en eso llega la patrulla de policia, son tres y nos revisan el carro y los bolsillos, por supuesto que sedan cuenta lo que llevo abajo, a el lo dejan ir facilmente ya que lo convenció que estaba en frente de su casa, a mi me piden que los acompañe a la jefatura.

una vez en la jefatura uno de los tres, con arma en mano, se baja el cierre y me dice; mamalo pues mamita o quieres que te encierre con el resto de los reclusos nada mas con eso que llevas abajo.

Me agache y me lo meti todo en la boca, lo tenia saladito y duro, era un señor mayor, me manoseaban los otros dos mientras que me dejaban en ropa interior, uno me abrio el culito y me empezó a penetrar, solo sentía su rica cabeza como entraba y salia y hasta se escuchaba como cuando le quitabas el corcho a una botella, cada vez que lo sacaba. Mi pequeño pene parecia esconderse, mientras yo miraba el pene de ellos asombrada ya que nunca habia visto algo tan grande y grueso. Me agache y acabaron en mis tetas, el tercer oficial solo se masturbo y acabo en mi espalda. Que calientico y rico huele, me siento como toda una mujer. Se retiraron y uno de ellos se quedo a esperar que me vistiera y acompañarme a la salida. Al retirarme me deja un papelito en mi bolsillo y me dice en voz baja al oído; -Estas rica mi cielo, llamame mañana para ver si lo repetimos.
Yo al siguiente dia que lo tenia libre, me vesti de mujer desde muy temprano cocino una comida muy rica y marco el numero telefonico que estaba anotado en el papelito de mi bolsillo:-hola, quieres venir a comer, prepare algo rico.

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