Sol tardó en reaccionar, parecía no entender del todo. Lo mejor y más importante es que no lo tomó mal y quiso saber más.
Fue entonces que saqué mi celular y le mostré toda la conversación. Le importaba saber que fotos de ella le había mandado con visualización única. Salvo por eso, no se mostró enojada, ni siquiera preocupada.
Vamos bien, pensaba yo.
Me gustó mucho el interés que mostró por leer cada parte. Se reía con los comentarios y finalmente cuando llegamos a esta parte:
- YO: Y no sabes lo bien que coge tu prima
- MARTIN: Pará boludo, ¿qué querés? ¿Qué me pajee?
- YO: me encantaría
- MARTIN: ¿En serio? Me parece medio jugado
Sol levantaba la mirada para mirarme y no podía creer lo que leía y que era ella la destinataria de esas palabras tan calientes
- YO: Me recalienta saber que te calienta mi mujer…tu prima
- MARTIN: Bueno, entonces sabelo, me estoy pajeando mal
- YO: Yo también
- MARTIN: Esto es muy fuerte
- YO: Bueno, imagínate que la tenés a Sol arrodillada en frente tuyo y te mira desde abajo queriendo chuparte la pija
- MARTIN: Aghhhhhh me vas a hacer acabar ya hijo de puta (me mandó un audio)
Acá le hice escuchar a Sol el mensaje de voz que le mandé a su primo:
“Vos pajeate mientras me escuchas. Sol está arrodillada, como te dije, te mira y te saca la pija, te dice que le gusta mucho tu pija y te pregunta si te la puede chupar, le da un beso a la cabeza y te mira, le pasa la lengua mientras esos ojos verdes se clavan en los tuyos”
- MARTIN: Ya acabé
- YO: ¿Sí?
- MARTIN: No recuerdo haber acabado tanto en mi vida
- YO: Gracias
- MARTIN: Gracias a vos… y a Sol
- YO: Para que sepas, yo también acabé
Acá mi mujer me miró y me dijo:
- Por eso viniste tan caliente, no acabaste, ¿no?
- Claro, le mentí y me vine
- Sos tremendo, Gonza – se sonríe y me mira – pero a la vez me preocupa hasta donde podemos llegar
- Ya veremos
- ¿Como lo voy a mirar a mi primo cuando nos veamos? – reía ella y yo la notaba más hermosa que nunca
Y la situación se dio. Era el cumpleaños de la madre de Sol.
Llegamos y entramos por la puerta del costado, de la cual Sol tenía llaves.
Cuando entramos al salón Sol venía tomada de mi mano. Levanté la vista y lo vi a Martín, su primo. Cuando lo fui a mirar, sus ojos estaban clavados en Sol, giré para mirar a Sol y ella también lo estaba mirando.
Sol me apretó fuerte la mano casi retorciéndomela. Yo se la apreté fuerte y nos fuimos a saludar a cada uno de los presentes.
Cuando le tocó besar a su primo, Sol se apresuró a poner su boca lejos de la de él de los nervios que tenía. Martin por su parte le acarició la espalda cuando le dio el beso.
Durante el cumpleaños, Sol trataba de no mirar para el lado de Martín, pero era inevitable para ella y terminó mirándolo más veces de lo normal.
En el momento de soplar las velitas, Sol agarró mi celular y se puso a sacar fotos.
Martín no dudó y se vino a mi lado para preguntarme:
- ¿Qué haces, Gonza? ¿Todo bien?
- Si, vos
- Bien, te hago una pregunta
- Decime
- La noto a Sol algo tensa y que me mira
- ¿Sí? – le digo con una sonrisa
- Si, vos no le habrás contado lo que hablamos ¿no?
- Si, las novedades que tengo son buenas
- ¿Como que son buenas? – pareció ilusionarse él
- Si, son buenas, no lo tomó mal, al contrario
- ¿Al contrario que?
En ese momento, Sol se acerca con una porción de torta en la mano y me la ofrece. Nos mira a los dos sonrientes.
- ¿Quieren torta?
- Yo no – se apresura Martín nervioso
- No te gustaría compartir conmigo? – le digo a él, pero mirándola a Sol a los ojos.
Sol se puso más colorada de lo que estaba. Martín no sabía cómo reaccionar. Yo quise tomar las riendas de la situación y les dije:
- Hay que compartir ¿no Sol?
- Claro – dijo ella y lo miró a su primo
Martín nos miró a los dos alternativamente. Parecía que no le salían las palabras.
- ¿Ustedes…? – preguntó Martin
- Shhhh – le dije yo
- Los dejo solos – dijo Sol y se fue a seguir repartiendo torta.
Mas tarde, estaba al lado de mi mujer y le dije al oído si no quería ir al baño después de Martin y ver si él hacía algo
Ella me respondió que ni se me ocurriera, que estábamos en la casa de su madre y que estaba loco.
- Pero no me digas que no te gustaría chuparle la pija a Martin en tu cuarto de adolescente…
- No te voy a mentir, es una linda fantasía, pero sería una locura
- Yo creo que a Martín lo convenzo
En ese momento, mi mujer me tomó de la mano y me llevó afuera, al jardín. Sol me miró a los ojos y sentí la dureza de su mirada:
- Cortemos acá, Gonza. Tengo miedo de que esto se nos vaya de las manos. Una cosa es lo que pasó con Gustavo, otra cosa sería estar con mi primo.
- Pensé que te gustaba
- Un poco, sí. Y un poco es para seguir el juego.
- Cuando estas caliente parece como que quisieras…
- Ese es el problema, cuando estoy caliente me desconozco y puedo llegar a hacer cosas tremendas.
- Yo tenía la ilusión de verte con Martín como te vi con Gustavo
- No creo, no debería…
- Ah entonces, no lo das por cerrado… - me ilusioné y la besé
- Por ahora, sí.
En ese momento, los invitados empezaron a despedirse y le dije a Sol antes de volver a entrar
- Te puedo pedir un solo favor?
- Ojo lo que me pedís…
- Nada demasiado arriesgado
- Qué?
- Cuando lo saludes a tu primo, podes darle un beso cerca de la boca…
- Vos estás loco…
- Loco por vos – le dije y le acaricié la cola
A los 5 minutos, Martín vino hacia nosotros anunciando que se iba. La miré a Sol y ella se adelantó a besarlo luego de mirarme a los ojos seria.
Lo que vi me desarmó por completo. Sol lejos de amilanarse, se estiró hacia adelante y lo besó casi en los labios con un beso un poco más prolongado de lo habitual.
Martín me miró y vio la sonrisa en mi rostro.
- Te acompaño hasta el auto – le dije
- Bueno, chau Sol – dijo Martín
Fuimos caminando hasta el auto y Martín me encaró. Teníamos la suficiente confianza como para que me pregunte lo que me iba a preguntar
- ¿Qué onda con Sol y con vos?
- Por ahora nada, solo juegos, pero quien te dice que se te da…
- ¿que se me da qué?
- Bueno, estar con Sol y conmigo…
- Con vos no quiero estar…
- Si queres estar con Sol, por lo menos debo mirar
- Ah, bueno
- ¿Vos lo crees posible? – se adelantó él
- Mirá, hace un ratito me bajó el pulgar, pero si la calentamos lo suficiente es capaz de cualquier cosa
- ¿Tanto como estar conmigo?
- Yo creo que sí, tengo un video para mostrarte…
- Esperá ¿Ella sabe que me lo vas a mostrar? ¿Está de acuerdo?
- No sé, lo que si se, es que sabe lo que te mostré y aun así no se enojó conmigo y después grabó el video – le mentí en el orden, pero necesitaba ir ganando su confianza
- Ojo, que es un paso arriesgado, no quiero tener problemas familiares si esto avanza.
- No tiene porqué enterarse nadie – le aclaré
Martín se fue y yo volví al cumpleaños que estaba terminando. La miraba a Sol levantando las cosas mientras ayudaba a su madre y su hermano y la veía hermosa.
En un momento, me vio mirándola y me sonrió. Me acerqué y le dije al oído:
- Te amo
- Yo también – ella me besó en la boca con los labios bien abiertos y suaves
Creo que, si estábamos solos, me la cogía en ese instante.
Cuando nos subimos al auto, Sol no esperó para preguntarme que había hablado con su primo cuando fuimos al auto.
No sabía cómo contarle a Sol, pero me dije a mi mismo que lo mejor sería ir con la verdad.
- Amor – empecé – vos tené en cuenta que estás muy buena y cualquier hombre se moriría por estar con vos
- Dejá de decir boludeces y decime que hablaste con mi primo – me cortó ella
- Jajaja, esperá – le dije
- Te conozco, Gonzalo, cuando empezás así…
- Al margen de lo buena que estas, tu primo se hizo una paja pensando en vos, sabías, ¿no?
- Si, lo se
Debía llevarla con calma e ir calentándola lentamente para sacarle un “tal vez” así que fui acomodando las palabras de tal manera de ir encendiéndola de a poco
- Bueno, la cosa es que tu primo me dijo claramente que vos estabas muy buena y yo lo hice imaginarse que vos le chupabas la pija.
- Siiii – sentía como las resistencias de Sol iban cediendo
- Pija que vos viste y te gustó, decí la verdad
- No te lo voy a negar
- El tema es que por ahora solo estamos jugando y tenemos que ser muy discretos
- claro, claro – dijo ella
Yo conocía los tonos de voz de mi mujer y en ese “claro, claro” supe que estaba muy excitada. Justo llegamos a casa y al bajar del auto me le fui encima y la besé.
Ella correspondió el beso y entramos al departamento besándonos como locos. Mi excitación era tal que empecé a imaginármela con Martín de una manera completamente real. Se lo hice saber:
- Quiero que Martín te coja y mirarlos
- Aghhhhhh no me digas eso…
- Si, quiero verte chupándole la pija…
- Ay nooo, Gonza, me vas a hacer acabar – me decía ella mientras mis dedos entraban y salían de su concha
Fue entonces que me separé de ella, saqué mi teléfono del bolsillo y marqué el número de Martín
- Lo llamo, que venga ahora – le dije a Sol
- Te parece? – decía entre gemidos
Sabía que Sol estaba muy caliente, también tenía claro que su primo había sido un “pendiente” que siempre se había querido coger y esta era su oportunidad.
Del otro lado, del teléfono se escucha la voz de Martín: “Hola”
La miro a Sol y alargo mi mano para acercarle el teléfono a su oreja mientras le digo:
- Pedíselo vos…
Ella me mira con una mueca desfigurada de nervios y deseos. Traga saliva y dice al teléfono:
- Si queres cogerme, vení ya para casa
Del otro lado no parece escucharse nada. Con Sol nos mirábamos y la desesperación empezaba a apoderarse de nosotros
- Compro forros y voy para allá – se escucha
- No hace falta, vení directo – le dije yo
Corté la llamada y besé a mi mujer.
- Quiero verte como te coge. Necesito verte como te coge.
- Tenes muchas ganas de verme?
- Muchas ganas, no quiero cogerte con él, quiero verte disfrutar, quiero verte gozar.
- Aghhhhhh Mmmmm – Sol me chupó la lengua, me metió la suya.
Estábamos muy calientes los dos. No quería hacerla acabar, quería verla acabar con su primo.
- Vamos a bañarnos rápido – le dije
- Sí, quiero estar limpita para que me cojan… - decía ella y yo volaba de excitación
Estábamos saliendo de la ducha cuando se oyó el timbre. Me cambié rápido y bajé a abrirle. Antes de salir, la vi a ella desnuda y la besé
No se de donde me salió, pero lo dije:
- Quiero que te coja sin forro…
Continuará…
Pueden dejarme sus comentarios reybaco2005@gmail.com
O en telegram @reybaco2005
Fue entonces que saqué mi celular y le mostré toda la conversación. Le importaba saber que fotos de ella le había mandado con visualización única. Salvo por eso, no se mostró enojada, ni siquiera preocupada.
Vamos bien, pensaba yo.
Me gustó mucho el interés que mostró por leer cada parte. Se reía con los comentarios y finalmente cuando llegamos a esta parte:
- YO: Y no sabes lo bien que coge tu prima
- MARTIN: Pará boludo, ¿qué querés? ¿Qué me pajee?
- YO: me encantaría
- MARTIN: ¿En serio? Me parece medio jugado
Sol levantaba la mirada para mirarme y no podía creer lo que leía y que era ella la destinataria de esas palabras tan calientes
- YO: Me recalienta saber que te calienta mi mujer…tu prima
- MARTIN: Bueno, entonces sabelo, me estoy pajeando mal
- YO: Yo también
- MARTIN: Esto es muy fuerte
- YO: Bueno, imagínate que la tenés a Sol arrodillada en frente tuyo y te mira desde abajo queriendo chuparte la pija
- MARTIN: Aghhhhhh me vas a hacer acabar ya hijo de puta (me mandó un audio)
Acá le hice escuchar a Sol el mensaje de voz que le mandé a su primo:
“Vos pajeate mientras me escuchas. Sol está arrodillada, como te dije, te mira y te saca la pija, te dice que le gusta mucho tu pija y te pregunta si te la puede chupar, le da un beso a la cabeza y te mira, le pasa la lengua mientras esos ojos verdes se clavan en los tuyos”
- MARTIN: Ya acabé
- YO: ¿Sí?
- MARTIN: No recuerdo haber acabado tanto en mi vida
- YO: Gracias
- MARTIN: Gracias a vos… y a Sol
- YO: Para que sepas, yo también acabé
Acá mi mujer me miró y me dijo:
- Por eso viniste tan caliente, no acabaste, ¿no?
- Claro, le mentí y me vine
- Sos tremendo, Gonza – se sonríe y me mira – pero a la vez me preocupa hasta donde podemos llegar
- Ya veremos
- ¿Como lo voy a mirar a mi primo cuando nos veamos? – reía ella y yo la notaba más hermosa que nunca
Y la situación se dio. Era el cumpleaños de la madre de Sol.
Llegamos y entramos por la puerta del costado, de la cual Sol tenía llaves.
Cuando entramos al salón Sol venía tomada de mi mano. Levanté la vista y lo vi a Martín, su primo. Cuando lo fui a mirar, sus ojos estaban clavados en Sol, giré para mirar a Sol y ella también lo estaba mirando.
Sol me apretó fuerte la mano casi retorciéndomela. Yo se la apreté fuerte y nos fuimos a saludar a cada uno de los presentes.
Cuando le tocó besar a su primo, Sol se apresuró a poner su boca lejos de la de él de los nervios que tenía. Martin por su parte le acarició la espalda cuando le dio el beso.
Durante el cumpleaños, Sol trataba de no mirar para el lado de Martín, pero era inevitable para ella y terminó mirándolo más veces de lo normal.
En el momento de soplar las velitas, Sol agarró mi celular y se puso a sacar fotos.
Martín no dudó y se vino a mi lado para preguntarme:
- ¿Qué haces, Gonza? ¿Todo bien?
- Si, vos
- Bien, te hago una pregunta
- Decime
- La noto a Sol algo tensa y que me mira
- ¿Sí? – le digo con una sonrisa
- Si, vos no le habrás contado lo que hablamos ¿no?
- Si, las novedades que tengo son buenas
- ¿Como que son buenas? – pareció ilusionarse él
- Si, son buenas, no lo tomó mal, al contrario
- ¿Al contrario que?
En ese momento, Sol se acerca con una porción de torta en la mano y me la ofrece. Nos mira a los dos sonrientes.
- ¿Quieren torta?
- Yo no – se apresura Martín nervioso
- No te gustaría compartir conmigo? – le digo a él, pero mirándola a Sol a los ojos.
Sol se puso más colorada de lo que estaba. Martín no sabía cómo reaccionar. Yo quise tomar las riendas de la situación y les dije:
- Hay que compartir ¿no Sol?
- Claro – dijo ella y lo miró a su primo
Martín nos miró a los dos alternativamente. Parecía que no le salían las palabras.
- ¿Ustedes…? – preguntó Martin
- Shhhh – le dije yo
- Los dejo solos – dijo Sol y se fue a seguir repartiendo torta.
Mas tarde, estaba al lado de mi mujer y le dije al oído si no quería ir al baño después de Martin y ver si él hacía algo
Ella me respondió que ni se me ocurriera, que estábamos en la casa de su madre y que estaba loco.
- Pero no me digas que no te gustaría chuparle la pija a Martin en tu cuarto de adolescente…
- No te voy a mentir, es una linda fantasía, pero sería una locura
- Yo creo que a Martín lo convenzo
En ese momento, mi mujer me tomó de la mano y me llevó afuera, al jardín. Sol me miró a los ojos y sentí la dureza de su mirada:
- Cortemos acá, Gonza. Tengo miedo de que esto se nos vaya de las manos. Una cosa es lo que pasó con Gustavo, otra cosa sería estar con mi primo.
- Pensé que te gustaba
- Un poco, sí. Y un poco es para seguir el juego.
- Cuando estas caliente parece como que quisieras…
- Ese es el problema, cuando estoy caliente me desconozco y puedo llegar a hacer cosas tremendas.
- Yo tenía la ilusión de verte con Martín como te vi con Gustavo
- No creo, no debería…
- Ah entonces, no lo das por cerrado… - me ilusioné y la besé
- Por ahora, sí.
En ese momento, los invitados empezaron a despedirse y le dije a Sol antes de volver a entrar
- Te puedo pedir un solo favor?
- Ojo lo que me pedís…
- Nada demasiado arriesgado
- Qué?
- Cuando lo saludes a tu primo, podes darle un beso cerca de la boca…
- Vos estás loco…
- Loco por vos – le dije y le acaricié la cola
A los 5 minutos, Martín vino hacia nosotros anunciando que se iba. La miré a Sol y ella se adelantó a besarlo luego de mirarme a los ojos seria.
Lo que vi me desarmó por completo. Sol lejos de amilanarse, se estiró hacia adelante y lo besó casi en los labios con un beso un poco más prolongado de lo habitual.
Martín me miró y vio la sonrisa en mi rostro.
- Te acompaño hasta el auto – le dije
- Bueno, chau Sol – dijo Martín
Fuimos caminando hasta el auto y Martín me encaró. Teníamos la suficiente confianza como para que me pregunte lo que me iba a preguntar
- ¿Qué onda con Sol y con vos?
- Por ahora nada, solo juegos, pero quien te dice que se te da…
- ¿que se me da qué?
- Bueno, estar con Sol y conmigo…
- Con vos no quiero estar…
- Si queres estar con Sol, por lo menos debo mirar
- Ah, bueno
- ¿Vos lo crees posible? – se adelantó él
- Mirá, hace un ratito me bajó el pulgar, pero si la calentamos lo suficiente es capaz de cualquier cosa
- ¿Tanto como estar conmigo?
- Yo creo que sí, tengo un video para mostrarte…
- Esperá ¿Ella sabe que me lo vas a mostrar? ¿Está de acuerdo?
- No sé, lo que si se, es que sabe lo que te mostré y aun así no se enojó conmigo y después grabó el video – le mentí en el orden, pero necesitaba ir ganando su confianza
- Ojo, que es un paso arriesgado, no quiero tener problemas familiares si esto avanza.
- No tiene porqué enterarse nadie – le aclaré
Martín se fue y yo volví al cumpleaños que estaba terminando. La miraba a Sol levantando las cosas mientras ayudaba a su madre y su hermano y la veía hermosa.
En un momento, me vio mirándola y me sonrió. Me acerqué y le dije al oído:
- Te amo
- Yo también – ella me besó en la boca con los labios bien abiertos y suaves
Creo que, si estábamos solos, me la cogía en ese instante.
Cuando nos subimos al auto, Sol no esperó para preguntarme que había hablado con su primo cuando fuimos al auto.
No sabía cómo contarle a Sol, pero me dije a mi mismo que lo mejor sería ir con la verdad.
- Amor – empecé – vos tené en cuenta que estás muy buena y cualquier hombre se moriría por estar con vos
- Dejá de decir boludeces y decime que hablaste con mi primo – me cortó ella
- Jajaja, esperá – le dije
- Te conozco, Gonzalo, cuando empezás así…
- Al margen de lo buena que estas, tu primo se hizo una paja pensando en vos, sabías, ¿no?
- Si, lo se
Debía llevarla con calma e ir calentándola lentamente para sacarle un “tal vez” así que fui acomodando las palabras de tal manera de ir encendiéndola de a poco
- Bueno, la cosa es que tu primo me dijo claramente que vos estabas muy buena y yo lo hice imaginarse que vos le chupabas la pija.
- Siiii – sentía como las resistencias de Sol iban cediendo
- Pija que vos viste y te gustó, decí la verdad
- No te lo voy a negar
- El tema es que por ahora solo estamos jugando y tenemos que ser muy discretos
- claro, claro – dijo ella
Yo conocía los tonos de voz de mi mujer y en ese “claro, claro” supe que estaba muy excitada. Justo llegamos a casa y al bajar del auto me le fui encima y la besé.
Ella correspondió el beso y entramos al departamento besándonos como locos. Mi excitación era tal que empecé a imaginármela con Martín de una manera completamente real. Se lo hice saber:
- Quiero que Martín te coja y mirarlos
- Aghhhhhh no me digas eso…
- Si, quiero verte chupándole la pija…
- Ay nooo, Gonza, me vas a hacer acabar – me decía ella mientras mis dedos entraban y salían de su concha
Fue entonces que me separé de ella, saqué mi teléfono del bolsillo y marqué el número de Martín
- Lo llamo, que venga ahora – le dije a Sol
- Te parece? – decía entre gemidos
Sabía que Sol estaba muy caliente, también tenía claro que su primo había sido un “pendiente” que siempre se había querido coger y esta era su oportunidad.
Del otro lado, del teléfono se escucha la voz de Martín: “Hola”
La miro a Sol y alargo mi mano para acercarle el teléfono a su oreja mientras le digo:
- Pedíselo vos…
Ella me mira con una mueca desfigurada de nervios y deseos. Traga saliva y dice al teléfono:
- Si queres cogerme, vení ya para casa
Del otro lado no parece escucharse nada. Con Sol nos mirábamos y la desesperación empezaba a apoderarse de nosotros
- Compro forros y voy para allá – se escucha
- No hace falta, vení directo – le dije yo
Corté la llamada y besé a mi mujer.
- Quiero verte como te coge. Necesito verte como te coge.
- Tenes muchas ganas de verme?
- Muchas ganas, no quiero cogerte con él, quiero verte disfrutar, quiero verte gozar.
- Aghhhhhh Mmmmm – Sol me chupó la lengua, me metió la suya.
Estábamos muy calientes los dos. No quería hacerla acabar, quería verla acabar con su primo.
- Vamos a bañarnos rápido – le dije
- Sí, quiero estar limpita para que me cojan… - decía ella y yo volaba de excitación
Estábamos saliendo de la ducha cuando se oyó el timbre. Me cambié rápido y bajé a abrirle. Antes de salir, la vi a ella desnuda y la besé
No se de donde me salió, pero lo dije:
- Quiero que te coja sin forro…
Continuará…
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