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La cola de Benja 2 (relato gay)

Para entender este relato es conveniente leer el primer capítulo (La cola de Benja 1)
Tocó el timbre, se abrió la puerta, recortado por el marco apareció la gruesa figura del Tanque envuelta en una bata roja, cerrada a la cintura con un cordón negro, una nube de suave perfume lo envolvía. Lo siguió hasta el living, el gordo caminaba diferente, más acompasado, mas meneado, más marica. Benja notó que no tenía un solo pelito en las piernas, seguro se las depilaba.
Se sentó en el sillón y lo hizo sentar a su lado. Le puso una mano en el muslo y lo miró directo a los ojos. Benja temblaba
-¿Así que me viste?, si, soy re gay, de chiquito.-
Benja esbozó una sonrisa, sus ojos clavados en el piso.
-Contame-, su mano fue yendo a la cara interna del muslo de Benja. -Qué querés conmigo?-. Benja respiró hondo y sin sacar los ojos del piso, comenzó
-Siempre tuvimos buena onda, lo sabés-
-Si, ¿y?-
-Entonces por eso me animé a hablarte, a ver si entiendo qué me pasa-. El Tanque estaba cada vez más intrigado.
-El otro día, después de verte con Manzi me empecé a tocar-
-¿Te hiciste una paja?-
-Nnno, no me gusta pajearme-, Benja se puso rojo como tomate, -me empecé a tocar el culo, me metí los dedos y....., y...-, dudaba, ¿le contaba?, bue, si total el Tanque era..., -me metí una vela hasta el fondo y acabé un montón de leche-
-¿Con ese culazo increíble, nunca te garcharon?-
-No, nadie, es la primera vez que me meto algo en el culo, verte me calentó tanto que si no lo hacía me moría-
El Tanque sonrió, se desató la bata y la abrió. -Viniste a buscar esto?-
Los ojos de Benja fueron a la pija del Tanque, wow, en la tranza con Manzi no le había prestado atención pero el gordo calzaba como 20 cm. La enorme panza, sus pechos grandes y totalmente depilados, su sonrisa que ahora le parecía sensual..., le dieron ganas de besar esos labios, pero más aún de besar ese pito. Se contuvo.
-¿Te gusta?- A Benja se le hacía agua la boca. Su cara decía todo, el Tanque sonrió,-olvidate, soy re pasivo, ni se para, ya te dije, soy re puto. Vos, ¿qué tal?- Era su turno, Benja se tenía que mostrar.
Se paró, se quitó las zapatillas, se bajó el jogging. Pensó cómo seguir, se sentía tan puto!, giró para dejar su culo a la vista del Tanque, la calza negra  bien metida, sus nalgas grandes y perfectas.
El Tanque sonrió.
-Mamita!!, qué pedazo de orto tenés Benja- 
Lo tomó de las caderas, lo acercó a él y le fue bajando las calzas despacito, las nalgas morenas y suaves del putito fueron apareciendo.
-Uy nene, impresionante ese orto, te lo envidio, ese culo virgen es un desperdicio!
Lo dio vuelta, también le interesaba otra cosa. Vio la pijita de Benja, el manicito casi infantil que tenía entre las piernas, sonrió, le dio un besito, se lo metió en la boca, Benja comenzó a recibir la primer mamada de su vida. Su mente estaba llena de nubes pero su cabeza de abajo la tenía clarísima, su pito fue creciendo hasta sus enormes 10 cm, que la lengua y los labios del Tanque recorrían deleitosamente. Benja cerró los ojos y se dedicó a sentir. De pronto sintió algo distinto, un dedo del tanque estaba acariciando su esfínter, la yema recorría todas las rayitas, subía y bajaba, hasta que entró en él. Su primer "ahhhhh" llenó el aire del living. De su pija comenzó a manar preseminal. El tanque se la sacó de la boca, lo miró y le dijo "uy que rico", le sacó el dedo del esfínter, lo ensalivó y se lo mandó a fondo de una mientras su boca volvía a mamar. La pija del Benja al fin se puso dura, se engrosó,  El Tanque sabía lo que venía, con la misma mano que dedeaba empujó al Benja contra él, para que no intentara sacársela de la boca. Benja gritó y su leche inundó la boca del Tanque, tres, cinco, seis trallazos abundantísimos de semen que al Tanque lo llevaron al paraíso. El Tanque sonriendo tragó todo y limpió la pija de Benja. Se incorporó. Benja agitado sólo atinó a decir "perdón", el Tanque lo abrazó y le dio a Benja su primer beso, con sabor a pija, con gusto a leche, con pasión de hombre.
- Ayer después de la charla creí que te iba a hacer debutar con mi cola pero no, sos re-putito Benja, no tenés cura, vení-
El Tanque lo tomó de la mano y lo llevó al dormitorio. Se sentaron lado a lado, los dos completamente desnudos en la cama
Benja se sintió obligado a compensar
-Querés que te la chupe Tanque?-
-Benja, soy re pasivo, si no me la meten en el culo ni siquiera se me pone dura-
Benja se quedó pensando, hasta antes de que el Tanque le clavara el dedo en el culo, la mamada era meeh, nada que lo excitara-
-No puedo entender cómo con ese culazo nunca te cogieron- El Benja se puso a mirar el piso
-Tanque, soy gordo, siempre me hicieron bulling, siempre me cargaron por el culo y jugando muchas veces me lo tocaron. Siempre sentí que me gustaba la pija, pero ni siquiera me animaba a pensarlo, porque ¿a mí quién me iba a coger? Si fuera como Cris seguro que ya tendría el culo recontra roto, pero soy un gordo pedorro. Cuando vi el otro día cómo te la daba Manzi, me dije "seee, si al Tanque que es una vaca, se lo re garchan, a mi, con este culito que tengo, hasta me pagan, jajaaaaaaa"
-¡La concha de tu hermana! ¿Vaca yo?, jajaaaaaaa.-
El Tanque lo miró a los ojos y le pasó un brazo por los hombros.
-Benja, yo también fui re gordo siempre, pero me animé, y sabés?, los gordos tenemos levante, provocamos pasiones, nunca me faltó pija. Te creés que Manzi solo me coge?, ¿que el viejo le hace el favor al gordo?, naaaaaaaa-
Los dos gordos desnudos se acostaron lado a lado. Se quedaron en silencio. Benja se puso de costado, su mano fue a buscar la pija del Tanque,enorme y dormida.
-Contame Tanque-
El Tanque se despachó con todo, desde sus comienzos con el primito a su amores no correspondidos de adolescente, a esa tarde donde fue la putita de 4 compas que se lo cogieron cuanto quisieron, a su primera bombachita, su primera calza, su primer corpiño, Manzi, el marido de la Directora, los pibes que debutaron con su culo...
Benja lo escuchaba y su culito cosquilleaba, su pitulín se mojaba, su mano cada vez frotaba con más fuerza la pija del Tanque.
-Epa nene, ¿ya estás calentito?, vení-, le dijo el Tanque incorporándose, -hoy tu culo va a quedar estallado-
-Acomodate en el borde y poné una almohada debajo de tu pija- El Tanque abrió un cajón del ropero y trajo sus juguetes.
-Wow, y todo eso?- Arriba de la cama había media docena de juguetes: tres plugs, dos consoladores....
-Qué me vas a hacer Tanque?-
-Te voy a romper el culo-
Dolor, alguna lagrimita, algún no por favor, pero uno tras otro los plugs y los consoladores, cada vez más grandes fueron a dilatar el virginal hoyito de Benja. Con el plug más grueso y largo clavado lo hizo sentar en la cama. El Tanque se coló un vibrador en el culo, lo encendió y arrimó su pija a la boca de Benja
-Aprendé a chupar putito-
Benja sentía el plug delicosamene dentro y con cada pequeño movimiento se llenaba de sensaciones nuevas; ¿y ahora una verga para chupar?  No sabía cómo empezar, el tanque se dio cuenta.
-Cerrá los ojos y dejate llevar Benja, nadie le enseña a los peces a nadar, y nadan, sos puto de cuna, nadie te lo enseña, vos lo traés en tus genes-
-Te amo Tanque-, pensó, cerró los ojos, abrió sus labios  y rozando apenas el glande se fue metiendo la pija de su maestro que con el vibrador se estaba parando y ya sacaba preseminal. La pija del gordo, de maní no tenía nada. No sabía bien que hacer, tenia miedo de morderla, pero de a poco esa tibieza, ese sabor, esa mezcla de fuerte y suave lo fue invadiendo, ahhhh, apretó apenas un poco más los labios y la sensación en su boca aumentó, fue tragando despacito, sintiendo, gozando, empezó a subir y bajar por ese tronco caliente y grueso, descubrió el calor del glande, su agujerito goteante, mmmm, cuánta razón tenía el Tanque! no hace falta maestro, el putito nace sabiendo chupar ese palo, sabiendo que ese palo le va a romper el culo y lo va a hacer feliz. Al rato ya se la sacaba de la boca, la besaba desesperado, se la pasaba por las mejillas y la volvía a engullir, sentía como que el plug era más chico ya no apretaba su esfínter, sentía un juguito tibio bajar por sus nalgas, levantó los ojos y vio la mirada dulce del tanque que con una sonrisa le acariciaba la cabeza. 
-Viste putito que no necesitabas maestro?, viste que morimos por tenerla en la boca?-, el tanque hizo click click en su celu y el vibrador se puso al mango, el tanque empezó a gemir, su pija casi parada, se puso dura como piedra, tomó a Benja por la cabeza y le empezó a coger la boca furioso, Benja lagrimeaba, babeaba, pero estaba entregado, el gordo gritó, y una cantidad enorme de semen inundó la virginal boquita de Benja. El tanque cayó jadeando en la cama, Benja saboreando aún la lechita del gordo se acostó a su lado. Le pasó una mano sobre el pecho y tragó los últimos restitos de leche.
-Gracias Tanque-
-De nada putito, igual ahora me toca a mi-
-Pero si ya me la chupaste-
-Ahora me vas a tener que hacer el culito-
Benja miró su pijita, pensó en el culazo enorme del tanque, se puso serio. ¿Se le pararía?, además con su pijín, ni cosquillas le podía hacer al gordo. El Tanque se rió.
-Naa, que pensás? Ni metiéndote el vibrador en el culo me podés hacer sentir algo con ese maní.- Eso fue un último cachetazo a su virilidad, a Benja le dolió un poquito, pero se daba tanta cuenta que el Tanque tenía toda la razón!, que nunca fue macho, que nació putito y que sólo podía ser feliz entregándose a un macho como el putito que era. El tanque siguió
-Tu cola es lo que vale, Benja, tenés un orto increible, y con ese orto me vas a coger. - El tanque le ordenó a Benja que se pusiera en perrito en el medio de la cama, cabeza contra el respaldo, Benja no entendía nada, ¿no era que él lo iba a  coger?, pero el sumiso que iba naciendo en él le decía, "obedecé" El Tanque fue al cajón del placcard y buscó ese consolador de dos puntas, grueso, de más de 50 cm de largo, que siempre había querido estrenar.
-Mirá putito- 
-Todo eso me vas a meter?, me va a salir por la garganta, Tanque!-
-No los conocés?, nunca los viste?-
-No-
-Vos dejame hacer, ya te dije, me vas a coger- El Tanque puso abundante lubricante al consolador de dos puntas y le sacó el plug del culito a Benja, que salió con un charco enorme de jugo rectal. - Qué conchuda sos Benja!, te mojás más que yo-  Click click, una foto, -mirate-
-Wow!, asi me dejaste la concha?-En el enorme agujero que le había quedado a Benja, fue introduciendo una punta del consolador.
-Ay Tanque, despacitoooo- 
-Daale si esa cola se puede comer la de un burro-
-Pero me duelee-
-Bancátela, puto!- Benja se calló la boca. Y de a poco fue sintiendo dentro de su panza esa enormidad de consolador que le rectificaba el colon, pero que lo hacía sentir feliz como nunca.
-Listo, apretalo para que no se te salga-
-Pero Tanque, que tengo que hacer?-
-Nada, esperá-
El Tanque se acomodó en perrito también cerca del culo de Benja, se encremó la entrada del ojete, buscó la otra punta del consolador, se lo apoyó en el esfinter y pujó con su cadera contra las nalgas de Benja
-Aaaaaaaahhhh- me lo metiste más adentro Tanqueee-
-Te dije que lo apretaras con el orto boludo!-Le sacó unos centímetros el conso, se metió 4 dedos de una en el culo y se los revolvió duro, volvió a acercarse, tomó con la mano  el consolador que colgaba del culo de Benja y volvió a intentar. Esta vez la cabeza del consolador comenzó a escurrirse dentro del culo del Tanque, poco a poco, poco a poco, hasta que al fin las nalgas del Tanque y las de Benja quedaron apoyadas.
Se miraron, se rieron eufóricos, El Tanque se separó un poco de las nalgas de Benja.
-Poné la cola flojita putito- El Tanque cerró su esfínter, empujó su cadera y generosos 10 cm de consolador  entraron en la bella cola de Benja.
-Aaaahh Tanqueeeeeeeee, que ricooooooo!!!!
El culo del Tanque se alejó del de Benja y volvió una y otra vez, hasta sentir chocar sus nalgas con las de Benja. Benja gemía, gritaba, lloraba de felicidad. Su pijín era un geiser de preseminal, su culo le daba un placer que jamás hubiera imaginado, que nunca había sentido.
-Acabo, Tanque, acabo!!-
-Dale Benja, dale trolo, escupí- El trallazo fuerte, abundante estalló contra el colchón
-Ay Tanque, ay Tanque, cómo me hiciste gozar. Y yo que pensaba que sólo íbamos a hablar un rato. Ay Tanque!, si fueras activo me casaba con vos.- El tanque se rio.
-Ahora es tu turno putito, ya sabés cómo hacer?-
-A ver, esperá que pruebo. Así?
El gemido del Tanque lo dijo todo. -mmm, siii, así, cogeme que me hace mucha falta, Benja!
-Si maestro, todo lo que quiera-
Ahora las nalgas de Benja iban y venían y el Tanque gemía, gozaba, chillaba como puta. De a poco fueron aprendiendo a usar el juguete y al rato ambos culos se retiraban y volvían a chocarse y casi 25 cm de consolador entraban y salían casi al unísono de los dos culitos gorditos, redondos, lampiños, dilatados, esos dos culitos de putitos pasivos que se daban placer mutuamente. Entre gemidos agudos como de mina, los dos gordos acabaron, se sacaron el consolador como pudieron y se desparramaron agotados en la cama. El Benja fue a buscar a su maestro, lo abrazó por la espalda, en cucharita, muy muy fuerte.
-Gracias Tanque, me cambiaste la vida-
-De nada putito, bienvenido al gremio-
Fueron a bañarse, se hicieron bromas, se dieron todas las nalgadas que se les ocurrieron, y desde esa noche el Tanque fue el gran amigo, el consejero, el compinche, de Benja.
Benja volvió a su casa caminando, la sensación de su esfínter dilatado al caminar le encantaba, pensaba mil cosa y cada noche del finde, desnudo en su cama y con la vela entrando y saliendo despacito de su conchita de macho, pensó mil cosas más.
El lunes en la escuela Benja era otro, consciente de su sexualidad, consciente de su colita. Empezó a mirar a sus compas con otros ojos, ya no los del gordo reprimido y asexuado. Pudo notar los ojos que lo miraban con sorna, pero también pudo ver otros, que serios y reconcentrados, clavaban los ojos en su cola. Eligió, si, sin dudas, Lucas le miraba el culo y se mordía los labios, y estaba hermoso! Cada vez que charlaban lo miraba a los ojos y se acariciaba las nalgas, Lucas se ponía nervioso. Benja se iba y de reojo miraba para atrás, siempre los ojos de Lucas clavados en la cola de Benja. Tardó un par de días en animarse pero al fin, en un recreo lo vio a Lucas en un rincón del patio, solo, concentrado en su celu.
-Hola Lu, cómo andás-
-Bien bien- respondió Lucas mientras desesperado cerraba la página gay que estaba mirando
Benja comenzó a acariciarse la cola.
-Che, este sábado querés venir a jugar a la play en casa?, mis viejos salen, así que vamos a estar solos-
Lucas sonrió nervioso, instintivamente se llevó una mano al bulto y la retiró rápido
-Bueno, ¿a qué hora?-
(continuará)

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