You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

El Observador

Con mi pareja hace un tiempo nos contactaremos con una persona de otra ciudad. Ricardo se llama, no es muy lindo pero tampoco el más bichos, tenía el morbo de ver a una pareja tener relaciones frente a él. Mi pareja y yo que no nos quedamos atrás no lo tuvimos que pensar demasiado. Acordamos un día y fuimos a un telo de la ciudad, el tipo se hizo con gusto unos km hasta donde estamos nosotros y entramos. El tipo era lo que mostraba en fotos. En cambio nosotros nunca dejando atrás la humildad. Mi mujer alta, 1,76. Con curvas, morocha de culo grande y tetas de importante porte. Con su lencería roja semi transparente qué llevaba bajo su ropa qué de salir de joda qué ya de por si era provocadora.
Yo un tipo alto, corpulento, grande vestido más normal opacaba un poco a Ricardo.
El busco un cómodo sillón donde se sentó a vernos, nosotros al principio se nos hacía raro, no sabíamos bien que hacer pero entre risa y risa vinieron los besos y las manos sueltas qué no tardaron en desnudalarla y dejarla solo con lencería.
El tipo estaba a full, nunca había visto alguien más Cliente, se notaba que se aguantaba para no venirse.
Ella agarro mi remera y me la saco también, mientras miraba con ojos de picarona al tipo que parecía en otro mundo mientras se pajeaba. Acaricio mi abdomen entre besos hasta llegar a mi pantalón. La pija ya a full qué pego un salto al descubrirla.
Ella empezó a jalarmela un poco y luego la introdujo en su boca, lindo pete me estaba haciendo y me miraba a los ojos y me hacía gente de que lo vea a él.
Agarramos nos dimos vuelta, de forma que yo lo tenia frente a mi y su culo en primer plano casi en su cara.
La lencería deja su culo completamente al descubierto descubierto así que cuando iba para atrás por ahí llegaba a ver algo más pero quedará a la imaginación.
Ella luego volvió a subir a m boca y empezó a besarme, yo le tocaba la conchita que estaba hecha sopa. Y con ya todo el conjunto corrido que le dejaba las tetas al aire y yo completamente en bolas, la di vuelta y le metí la pija.
La agarre de su cinturita, la dome como a ella le gusta y empecé a montarla, sonaban nuestras carnes con cada envestidas.
A todo esto, Richard no aguanto más y se vino pero nosotros seguimos.
Puse a m mujer en misionero y seguí dando, levante sus piernas a mis hombros, a este punto, el tipo ya nos conoció más qué casi cualquiera.
En ese momento ella contrae y me aprieta con sus piernas mientras yo sigo dándole, empieza a hacer más ruido a mojado su conchita pero yo no paro. Ella se deja caer y las sábanas se empiezan a sentir moajas.

La historia continua, si le dan puntos le meto parte dos!!!!

0 comentarios - El Observador