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En la Guerra: mucho sexo.

En la Guerra: mucho sexo.
 Una historia de amor Hambre y Sexo (IV)

La abuela entra en el juego y descubre junto al nieto los placeres olvidados y pedro descubre a su abuela como persona divertida..

Mi educación fue muy escueta y siempre he arrastrado un problema con la ortografía, por lo que pido disculpas, espero que no se me haya colado ningún avía en lugar de había. En cualquier caso, si veis algo decírmelo no me molesta para nada.
Se agradecen los comentarios, con referencia a trucos de escritura procuro mejorar y aplicarlos, pero con referencia a la historia no hago caso a nadie, ya que se escribe sola y la verdad que me lo estoy pasando muy bien escribiéndola.
Saludos
Una historia de amor hambre y guerra V
 Me desperté y tenía a mi hermana metida entre mis piernas, con una mano me tenia cogida la verga, con la otra me masajeaba los huevos y con la boca se comía la verga con glotonería, me la quede mirando un buen rato sin que ella supiera que estaba despierto, no quería interrumpir el placer que estábamos sintiendo, hasta que me miro y me vio despierto, se saco la verga de la boca y sin dejar de masajeármela me dijo;
-Quiero metérmela en el coño!
 Mientras me decía esto y sin soltarme la verga en un santiamén se coloco a horcajadas encima de mí y se empezó a restregar la verga por sus labios mayores intentando colocarse el glande en su agujerito, yo no sé el tiempo que llevaba chupándomela, pero mi verga estaba tan dura que hasta me dolía, ella estaba chorreando, su coño parecía una fuente, y estaba consiguiendo que el glande empezara a entrar, mi placer era tal que me dio una sacudida el cuerpo avisándome de mi corrida, salí disparado como una bala, la saque de encima mío, la aparte a un lado y me vacié, medio encima de ella y donde pude, fue muy desagradable no me gusto nada y me enfade muchísimo con ella.
-Pero como se te ocurre, te das cuenta, casi te meto toda la leche en tu coño y te dejo embarazada, te imaginas que haríamos después, he? –Esto se lo dije gritando y asustado, ella se asusto también y se echo a llorar, baje el tono de voz, la abrace contra mi pecho y le seguí diciendo.
puta

-Paquita tenemos que ir con mucho cuidado, de momento no podemos hacerlo por ahí, ya te lo dije ayer, podemos disfrutar igual pero sin romper ese acuerdo, si no lo puedes respetar no te tocare nunca más, si te quedas embarazada desgraciamos nuestras vidas y la de toda la familia, lo entiendes? –Su llanto menguo para quedarse en un gimoteo y muy arrepentida me dijo.
-Lo siento Pedro yo no pensaba que la leche saliera tan rápido, yo solo quería metérmela para saber que se siente y sacarla enseguida! 
-Ya te dije ayer que aun no te puedo meter mi picha, somos muy jóvenes y unos inexpertos, cada vez que podamos seguiremos jugando y cuando yo aprenda a controlar que mi leche salga cuando yo quiera lo podremos hacer, para eso tendremos que jugar muchas veces más, si te quedas embarazada no podremos hacer nada, de nada y seria un escándalo en el pueblo, que no se qué consecuencias tendría, para ti, para mí, y para la familia. 
-Entonces has dejado a la tía embarazada, vi como se la metías y como se lo echaste todo y después ella se estuvo lavando y se sacaba tu leche de dentro del coño?
-No la tía no es fértil y no se puede quedar embarazada, por eso no ha tenido hijos con el tío, ¿no te gusto lo que hicimos anoche?
–Si, claro que si, estuvo muy rico, pero yo ahora tengo muchas ganas!
Me cogió la mano y me la metió en su coño, estaba chorreando, mi verga que del susto se había encogido, ya se estaba recuperando y al ponerme la mano en su coño chorreando aun se recupero mas rápido, mire la hora, aun era temprano para que llegara mi abuela, así que me baje de la cama, la tumbe boca arriba con la cabeza colgando de la cama, le puse mi verga en la boca, le subí las piernas y se las doble, hasta tener su coño y su culo a la altura de mi boca y empecé a comerle el culo, en esa postura le quedaba abierto y le metía la lengua y con la barbilla le restregaba el clítoris, ella me cogió la verga y la chupaba, yo empecé a bombearle la verga en la boca, me la estaba follando por la boca, le deje el culo y le empecé a comer el coño, le metía la lengua, le succionaba el clítoris, así fui alternando hasta que empezó a dar latigazos con sus piernas y a resoplar lo que le dejaba la verga con su boca, estaba teniendo un orgasmo, al sentir sus jugos salir ya no pude aguantar más y vacié en su boca.
Ya no disponíamos de mucho tiempo mi abuela podía llegar en cualquier momento y teníamos que recoger todo el desastre, la cama, estaba hecha unos zorros, cambiamos las sabanas y las usadas las metió en el barreño para lavarlas, después nos pusimos a desayunar y justo acabábamos cuando oímos el carro que se aproximaba, salimos a recibirlos, venia mi abuelo llevando el carro y mi abuela acompañándolo.
-Buenos días abuelitos! –Saludamos los dos, acercándonos al carro, se bajaron nos dieron los besos correspondientes y entraron en la casa, se sentaron en la mesa y mi abuela nos dio las novedades;
-Bueno, esta mañana bien temprano han salido las tres en el autobús para Mérida, como estaba previsto, yo creo que lo mas tardar vendrán pasado mañana, ahora después de comer nos bajaremos al pueblo Pedro y yo, y de momento se quedara aquí el abuelo, Pedro me tiene que ayudar a bajar cosas de las buhardilla, tu abuelo ya no está en condiciones de subir, -Mi abuelo no estaba conforme con mi abuela, pero obedecía llevarle la contraria, era complicado. –Así que si todo va bien regresaras aquí pasado mañana con tu tía.
-Pedro esto que te voy a decir es muy importante, durante el tiempo que estén en el pueblo no saldrás de la casa para nada, cuando bajemos iras tapado como fue ayer tu tía, y no saldrás hasta que lleguemos a casa y este el carro en el corral, ya eres un mozo y esos cafres si te ven seguro que te cuelgan un fusil y te mandan a pegar tiros, y eso no va a pasar, así que ya lo sabes.
Mi hermana se puso a lavar las sabanas, mi abuela a cocinar y mi abuelo y yo nos dimos un paseo hasta el caserón, regresamos, comimos y mi abuela y yo nos fuimos al pueblo, el viaje fue un poco raro, mi abuela saludaba a todo el que se encontraba, algunos le preguntaban por mi hermana ella les informaba, hasta que me quede dormido, me despertó mi abuela ya dentro del corral de la casa de mis abuelos, en el pueblo.
-Pedro, Pedro…despierta que ya hemos llegado, desengancha el mulo del carro, lo metes en la cuadra, y entras a la casa. –Mi abuela por su forma de ser y mandar me recordaba a mi madre, eran idénticas.
-Ya esta abuela que quieres que haga ahora?
-Hoy ya no haremos nada, ya es tarde para andar por la buhardilla a oscuras, lo aremos mañana, ahora vete al corral a lavarte y ponte la ropa que te he dejado preparada encima de mi cama. –Cuando lo hice todo y me puse la ropa me extraño y le pregunte a mi abuela,      -Esta ropa de quien es. –Es de tu tío Pedro, bueno, era, -Esto último lo dijo con los ojos llorosos, y me contagio a mí, nos dimos un abrazo y estuvimos así un buen rato, después me dio de cenar un buen tazón de leche caliente y pan para migarlo dentro, estuvimos un buen rato recordando cosas de cuando yo era más pequeño y después nos fuimos a dormir.
-Abuelita yo donde duermo? –Tú, donde vas a dormir, pues conmigo para un día que te tengo para mí, me vas a dejar dormir sola? –Yo me desnude y me metí en la cama enseguida, me quede como siempre solo con mis calzoncillos, mi abuela llego con el candil y lo puso en la cómoda, se ve que era un ritual familiar todas las mujeres de mi familia hacían lo mismo y empezó a desnudarse, yo no perdía detalle, y no me ocultaba en mirar, mi abuela conforme se desnudaba me iba mirando y se sonreía, era todo un ritual, ropa que se sacaba la colocaba en una silla que tenia al lado de la cómoda, hasta que se quedo totalmente desnuda.
Parecía que se estuviese exhibiendo para mí, no tenía ninguna prisa, la luz del candil alumbraba lo suficiente para poder apreciar todas las partes de su cuerpo, evidentemente se notaba que era una mujer de 63 años, pero conservaba sus formas, el ser delgada le favorecía, su culo había perdido rigidez pero no lo tenía caído, tenía unos buenos pechos, nada que ver con los pechos de mi tía, pero aun tenían algo de rigidez, su coño estaba bien poblado de un pelo negro mezclado con algunas canas, a todo esto ella seguía desnuda por competo, se sentó en la cama, se soltó el moño y el pelo le cayó sobre los hombros, un pelo blanco platino, y comenzó a cepillárselo, sus tetas se movían al compas de sus brazos, todo ese ritual hizo que mi verga se pusiera en guardia, yo no perdía detalle, después se puso el camisón largo, bajo la intensidad de la luz del candil, sin apagarlo y se metió en la cama, yo estaba acostado en el lado izquierdo de la cama y estaba de lado mirando al lado derecho, ella se coloco de frente a mí, cara con cara a una distancia de medio metro, y me empezó a hablar;
-Según me ha dicho un pajarito tienes una buena verga, -Mientras me decía esto ya me estaba cogiendo la verga por encima del calzoncillo, -Y por lo que palpo, parece ser que te ha gustado lo que has estado mirando, eso quiere decir que esta noche vas a hacer feliz a tu abuelita? –Ya había metido su mano por encima de los calzoncillos y tenía mi verga bien cogida y estirando de ella me aproximo hacia su cuerpo, quedando nuestras bocas casi pegadas, su mano ya estaba masajeando mi verga, yo viendo el camino que la situación estaba tomando subí una de mis manos y le cogí una teta al mismo tiempo que le empecé a besar, comiéndole los labios, metiéndole la lengua en su boca, y en ese momento me di cuenta que mi abuela no sabía besar, (después me confesaría que nunca le habían besado así), yo no es que tuviera mucha experiencia pero mi madre y mi tía me habían enseñado a besar, así que me lo tome con calma para que fuese entrando en el juego poco a poco.
La guie para que se pusiera boca arriba y empecé a comerle las tetas por encima del camisón, ella me aparto se sentó en la cama y se saco el camisón, yo aproveche para sacarme los calzoncillos, retomo su posición anterior y empecé a acariciar y a comerme ese cuerpo maduro pero delicioso, suave y el olor a romero característico en ella,(después me confesó que se lavaba el cuerpo con agua de romero) me lo tome con mucha calma, estaba aprendiendo y gracias a la información que me paso mi tía, mi abuela hacía años que no disfrutaba de las caricias de un hombre, así que subía le comía la boca, el cuello las orejas, bajaba le comía las tetas los sobacos, la barriga, con la mano derecha le acariciaba el coño y poco a poco le iba profundizando mas con mis dedos, al principio estaba muy seca, pero después empezó a lubricar, al mismo tiempo que se retorcía.
Cuando acabe de acariciarle y comerle el cuerpo me baje a su entre pierna, cuando intente meter mi boca en su coño, me quitaba no quería, lo intente varias veces, hasta que le cogí las manos y le hinque mi boca de lleno, ahí se relajo le solté las manos se abrió mas de piernas y empezó a gemir, me cogió la cabeza y me apretaba para que no me saliera, empezó a empujar con su pelvis hacia arriba hasta que en uno de esos empujones se quedo quieta arriba y con un leve quejido se dejo caer en la cama y me soltó la cabeza, mi abuela acababa de tener un orgasmo.
Yo me subí dándole besos por todo su cuerpo hasta llegar a su boca la empecé a besar comiéndole los labios, ella aun estaba jadeando muy suave, pero aun estaba paladeando el orgasmo que acababa de tener, la deje un rato sin parar de acariciarle las tetas, cuando recupero el resuello, me comento;
-Yo solo he tenido a tu abuelo, y nunca me había comido el coño, ni me imaginaba que eso se hiciera y menos que diese tanto placer, ya veo que las profesoras que tienes te están enseñando muy bien.
-Eso no es nada, acabamos de empezar, fíjate como tengo la verga, esa dentro de un rato la vas a tener dentro de ti y vas a sentir mi leche en tus entrañas.
-Hay mi niño que vas a matar a tu abuela de gusto!
-Ahora te quiero oír, no te reprimas jadea grita, pero exprésalo sácalo fuera, ya verás que lo disfrutaras mas.
-Lo intentare, pero siempre lo hemos hecho en silencio.
Me metí entre sus piernas, le doble las suyas para facilitar meter mis rodillas debajo de manera que mi verga quedaba en disposición de entrar en su canoso y rico coño, empecé a restregarla la verga por sus labios mayores y de vez en cuando le metía el glande, su coño aun estaba mojado pero le faltaba lubricación y me propuse sacársela antes de meterle la verga, seguí con ese ritual, le coloque el glande en la puerta de su vagina, metiéndole solo el glande, en la postura que estaba, me eche sobre ella y empecé a comerle y sobarle las tedas, al mismo tiempo que le iba metiendo y sacando el glande, cada vez entraba con más facilidad, ella me acariciaba la cabeza y emitía sonidos de placer contenidos.
Cuando ya me canse cambie de postura, me coloque en posición del misionero, pero sin dejarme caer encima de ella, apoyado en mía manos y en mis pies, empecé suavemente a meterle la verga cada vez más, ella al principio me apretaba los brazos como síntoma de que le hacía daño, la pobre abuela llevaba años sin darle uso a ese coño tan rico y habría que tener paciencia e ir abriéndolo poco a poco, el problema es que yo estaba a punto de reventar, me acorde de que tenía que practicar para controlar mis eyaculaciones, pero no sabía cómo, entonces vi que si estaba pendiente de darle placer a mi abuela podía alargar mi aguante, y eso hice, continúe bombeando despacio pero apretando para adentro cada vez mas hasta que mis huevos chocaron con su coño.
Ella gemía cada vez más seguido al ritmo de mis embestidas, sus gemidos eran suaves pero cada vez mas acelerados, hasta que me cogió de los brazos apretándome muy fuerte mirándome a los ojos estiro sus piernas y empezó a dar sacudidas con su pelvis buscando mi verga, cerró los ojos y dio un suspiro largo al mismo tiempo que me agarro y me atrajo hacia su cuerpo, me apretó fuertemente contra ella, ya no aguante mas, le comí la boca al mismo tiempo que acelere mis embestidas y me vacié en su interior un largo y placentero orgasmo, me tenia atrapado entre sus brazos me comía a besos por toda la cara, y no paraba de decir;
-Mi niño, mi niño, mi niño….. –Cuando me soltó me coloque a su lado derecho boca arriba, recuperando el resuello, la luz del candil dibujaba unas sombras caprichosas en el techo, me quede pensando en todo lo que me estaba sucediéndome en tan poco tiempo, tenía claro que todo era un plan ideado por las mujeres de la familia y promovido por mi madre, follar continuamente y variando de coño era un placer que no creo que se pudieran permitir muchos hombres y menos en esa época, aunque yo estaba enamorado de mi madre y si ella creía que me tenía que compartir tendría sus motivos, pero me albergaban muchas dudas, mi tía me dio muchas pistas, pero tenía muchas preguntas, y no podía esperar a que me las contestara mi madre, así que le pregunte a mi abuela;
-Abuela te puedo hacer unas preguntas?
-Claro mi niño, pregúntame lo que quieras!
-Yo tengo claro que esto que estamos haciendo no está bien visto, se llama incesto, y tengo claro que vosotras no sois unas degeneradas, yo estoy muy contento de tener relaciones intimas con las tres, sois mi sangre y os quiero muchísimo, y no me gustaría ver a ningún hombre sustituyendo a mi tío y a mi padre, pero también tengo claro que esto tiene un objetivo que no alcanzo a entender del todo, me gustaría preguntárselo a mi madre, pero como no sé cuando podre, porque no me lo explicas tu? 
-Como tú has dicho esto que estamos haciendo ha surgido solo, sin más, tu tío y tu padre se los llevaron estos desalmados de un día para otro, de momento no sabemos con certeza si los fusilaron o no, pero por lo que se comenta de los demás pueblos lo más seguro que los han matado y vete a saber donde los han tirado. –Con esto último ha mi abuela se le saltaban las lagrimas, yo le pase el brazo por debajo de su cuello y la traje hacia mi dándole besos en la frente.
-El día que tu madre vino al pueblo con Carmencita, esa noche cuando tu abuelo se fue a dormir estuvimos hasta muy tarde hablando de ti, ahora eres el hombre de esta familia, y teníamos que hacer algo para protegerte, te has librado de coger las armas y de pegar tiros por que estabas en el cortijo, pero eso un día u otro puede cambiar, basta con que un día lleguen por el cortijo y se les meta en los huevos que estas en condiciones de coger un fusil, y desapareces como tu tío y tu padre, al día siguiente mande a tu abuelo al ayuntamiento para que lo dejaran llamar por teléfono a uno de los administradores del cortijo, con la escusa de que una parte del caserón estaba en muy malas condiciones y necesitaba informarle, y lo consiguió, por ese motivo vino el otro día, y primero estuvo aquí, y le explicamos lo que había sucedido con tu tío y tu padre, y quedo en que procuraría enterarse de que había sido de ellos, por otra parte le pedimos que les dijera a los señoritos que hicieran todo lo posible por conseguirte un salvoconducto que te librara de entrar en el ejercito, ya que sin ti el cortijo quedaría sin la mano de un hombre y que tu ya estabas en condiciones de hacerte cargo del trabajo que hacia tu padre, nos garantizo que haría lo imposible por conseguirlo, pero que de momento no te dejaras ver.
-Entonces por eso no quieres que me vean?
-Claro mi niño, mientras no tengamos ese documento lo mejor es que no te echen en cuenta, y después tampoco, no hay que tentar al diablo, solo será por si hiciera falta.
-Pero esto no me aclara nada de…..
-Espera que termine!, eso fue la parte de protegerte, después esta la parte personal y de tus necesidades como hombre tu formación como hombre con referente a las mujeres, tu madre nos dijo que ya estabas preparado y en condiciones de tener relaciones, que ya llevaba tiempo observándote que te masturbabas todos los días y hasta que un día distes el paso con ella, y nos confeso que ella lo aprovecho, que tienes la vitalidad de tu juventud y que tienes una verga maravillosa, y eso lo certifico yo, y tu tía también, -Me miro a la cara y me dio un gran beso mesclado entre ternura y deseo.
-Tu madre siguió y nos planteo el problema que podríamos tener ya que si no te explicábamos bien las cosas y te atendíamos nosotras un día u otro buscarías consuelo con Paquita, y eso nos preocupa muchísimo, teníamos que conseguir, por un lado tenerte satisfecho y al mismo tiempo educarte para que cuando eso suceda no dejes embarazada a tu hermana, y esto es muy importante, lo entiendes Pedro? –Mi abuela en ese momento se incorporo y se puso muy seria.
 -Si abuelita sí, lo entiendo, ya me lo dijo la tía.
-Todo esto es para mantener a la familia unida, siempre y cuando estos desalmados no nos hagan otra trastada, mañana, hablo del futuro, cuando todo esté jaleo se acabe, ya veremos que haremos, pero de momento, tu estarás comiéndote estos tres coños cuando se pueda, tienes tanta vitalidad y tanta necesidad que una sola de nosotras no te podría aguantar cada día, por eso te iremos turnando y de camino nos mantendrás contentas a las tres, y ya está, que me dices?
-Que ahora mismo te voy a comer el coño hasta que te deshagas de gusto!
-Ni se te ocurra, que estoy sucia, -Yo ya estaba entre sus piernas y ella luchaba sin mucho esfuerzo para quitarme de encima, pero cuando sintió mi lengua rozar su clítoris, se empezó a estremecer, a continuación empecé a succionárselo, hay ya me cogió la cabeza y empezó a apretármela contra su pelvis le cogí el culo con las dos manos y la traje hacia mí, comiéndole las ingles los labios, le metía la lengua, se retorcía de placer, me separo la cara de su coño y con cara de vicio me dijo; 
-Mi niño, méteme esa verga tan rica, fóllame bien follada, como lo hiciste antes, que lo necesito desde hace mucho tiempo. –Si tu abuela te pide eso con cara de lujuria, a ti solo te queda meterle la verga hasta el fondo, ahora ya no fui con tanto cuidado, la apuntale el glande y una vez dentro le empuje hasta el fondo, dio un grito de placer, me cogió me trajo hacia ella me apretó contra su pecho y me comía la boca, empecé a bombearla con energía aumentando el ritmo y no me duro nada, se me quedaba en las manos, empezó a retorcerse apretándome el culo hacia ella, dando unos resoplidos, y empezó a gritar tan fuerte que me asuste, y le tape la boca con la mía para ahogar su grito.
Su orgasmo fue largo y muy placentero, yo continúe mis embestidas pero bajando el ritmo lentamente, hasta parar sin sacársela, cuando empezó a mirarme con cara de satisfacción me cogió del cuello me beso con pasión, y entonces empecé mis embestidas de nuevo, ahora me tocaba a mí, ella me acompañaba el ritmo me decía cosas al oído que me excitaban;
–Eso es mi niño, eso es, córrete en el coño te tu abuela, échamelo todo… -Y me descargue por completo, me deje caer encima de sus tetas y les dedique una buena sesión de comida ya sin fuerza eso ya era puro placer de comerle el cuerpo, me tumbe a su derecha, me cogió con su brazo derecho por la nuca mi cara y mi boca en sus tetas y con su mano izquierda me acariciaba la cabeza, esos son los últimos recuerdos que tengo de mi primera noche con mi abuela.
Al día siguiente desperté y estaba solo en la cama, me estaba orinando, me levante y me fui al patio al retrete, al entrar en la casa de nuevo mi abuela me sintió y me llamo desde la cocina;
-Pedro! –Si abuelita!. -Lávate bien con la pastilla de jabón, sobre todo tus partes, tienes la palangana que te he dejado preparada en el patio, y después te vistes y te vienes a desayunar que tenemos trabajo. –Vale abuelita! 
Lo dicho me abuela era madre de mi madre, idénticas las dos, si te decían algo, lo hacías y punto. 
-Buenos días abuelita, -Buenos días Pedro. -Le di dos besos y me mando a sentarme.
-E he preparado unos huevos fritos y café, desayunamos y nos ponemos con lo de la buhardilla.
Los huevos fritos de mi abuela eran únicos, con puntillitas, con una buena rebanada de pan, que conseguía no se dé que forma pero estaba tierno y riquísimo, en el cortijo no solíamos tener tan tierno desde hacía mucho tiempo, aunque ahora teníamos harina mi madre no había tenido tiempo de hacer.
-Esta mañana la señora Juana la vecina de aquí al lado me ha preguntado, si sentí un grito anoche, a eso de la una de la noche, que le pareció que venía de esta casa, tan fuerte grite mi niño? -Si abuela, te tuve que tapar la boca con la mía, y que le has dicho? –Que me desperté por un ruido y vi una rata como un conejo de grande y me asuste, hasta que la eche de casa con la escoba, -Nos pusimos los dos a reír. –Tendré que ponerme algo en la boca para no gritar, lo de la rata ya no se puede repetir. –Y nos seguimos riendo.
Desayunamos como dos enamorados, mi abuela no me dejaba de hacer caricias y me daba besos donde pillaba en todo momento, estaba encantadora y con una sonrisa de oreja a oreja. Acabamos de desayunar los huevos y un café con leche, no sé de donde saco el café, pero estaba riquísimo, y me hizo poner la escalera del patio para subir a la buhardilla, subí yo primero para abrir la trampilla y después me hizo bajar para que le aguantara la escalera y subir ella, hizo como mi madre con las lámparas el caserón, se subió la falda larga hasta las rodillas, se la cogió en la cintura y se fue para arriba, yo evidentemente mire para arriba conforme subía y vi que no llevaba bragas, estas mujeres me tenían todo el día caliente, ya se me puso la polla como un mástil, cuando llego arriba me dijo que subiera yo, cuando estaba arriba, me explico lo que íbamos a hacer, ella estaría abajo y yo le iría dando las ristres de pimientos secos de todos los tamaños y colores, y tomates secos que estaban encima de cañizos, me hizo bajar primero a mí para aguantarle la escalera, y después bajo ella, cuando estaba llegando abajo no lo pude evitar y le metí la mano por debajo de la falda hasta cogerle el coño, ella no se lo esperaba y dio un respingo, y siguió bajando al llegar abajo, yo sin soltar su coño me cogió la barbilla y me comió la boca, yo le correspondí, pero inmediatamente dé dijo;
-Ahora toca hacer lo que tenemos que hacer, después habrá tiempo para eso.
Estuvimos como dos horas bajando cosas, cuando acabamos me hizo barrer y limpiar la buhardilla, cuando se aseguro que ya estaba todo, cerré la trampilla, saque la escalera y la lleve a su sitio en el patio, después estuvimos colgando los pimientos de las vigas de madera del techo de la cocina, y colocando los tomates en cajas de cartón y de lata que tenia para tal menester, con la tontería se nos fue la mañana, nos refrescamos y se fue al corra y vino con un pollo, me dijo que para ella hoy era fiesta y le iba a hacer a su niño un pollito guisado.
Me senté en la mesa de la cocina observándola, y ayudándole en lo que me pedía, estuvo todo el rato con el vestido cogido en la cintura, enseñándome sus piernas, una piernas bien formadas y fuertes, para la edad que tenía mi abuela estaba muy bien, y solo de imaginármela desnuda tenia la polla como una piedra, era puro erotismo, mato el pollo, calentó agua y me izo traer del patio un barreño grande de zinc que tenia para desplumar el pollo, echo el agua hirviendo en el barreño, se sentó en una sillita baja, se subió la falda hasta las ingles con las piernas abiertas, metió el pollo dentro y empezó a desplumarlo, yo cogí otra sillita baja y me coloque enfrente de ella a mirar como lo desplumaba, pero mi vista se iba a su entre pierna, a su coño que por la posición y la luz que entraba por la ventana tenía un espectáculo bien iluminado, ella sabía perfectamente que la estaba mirando y de vez en cuando abría y cerraba sus piernas jugando y sonriéndome, yo estaba a reventar.
Cuando acabo de desplumar el pollo se sentó en la mesa de la cocina a preparar los ingredientes para cocinar, yo seguí su juego, y me metí debajo de la mesa, ella se reía le gustaba el juego, le subí la falda hasta las ingles y empecé a sobarle las nalgas, ella se recostó para atrás en la silla sacando su pelvis hacia delante hasta quedar su coño en el filo de la silla, mis manos pasaron de sus nalgas a su coño y empecé a acariciarlo muy suave, despacio, ella empezó a revolverse en la silla emitiendo pequeños gemidos, metí mi boca entre sus piernas para comiéndome las nalgas, las ingles hasta llegar al manjar, coloque mis manos sujetándole las nalgas y después de olfatear su coño empecé a comérmelo hasta que la hice estremecer, sus manos me cogieron la cabeza apretándola hacia su pelvis, seguía con la risa que estaba entre placentera y divertida, su agitación cada vez se hacía más fuerte, se metió un paño en la boca para evitar gritos, la postura era muy morbosa a pesar del paño en la boca aun seguía con la sonrisa nerviosa, acompasada con los gemidos, mi boca cada vez profundizaba más en su coño, sus convulsiones se acompasaban a mis succionamientos, hasta que apretándome fuerte la cabeza para que no me pudiera escapar, estiro sus piernas junto con su cuerpo, acompañado de un gemido con la sordina del paño que parecía que la estaban ahogando, tuvo un orgasmo largo, se podía apreciar porque sus convulsiones eran a golpes, no pare de comerle el coño hasta que pararon y sus manos me soltaron la cabeza, y en ese momento baje el ritmo, hasta que abandone el coño para salir de debajo de la mesa.
Me incorpore junto a ella que aun jadeaba, no le di respiro, yo estaba a reventar, mi polla ya no tenía donde expandirse más y necesitaba metérsela, comiéndole la boca, la hice levantase de la silla la puse de espaldas a mí con las manos apoyadas en el poyete de la cocina, con su esplendido culo en pompa, le subí la falda hasta dejarlo al descubierto, me puse de rodillas y le comí el culo hasta que no aguante mas, me incorpore y le metí la verga de una estocada hasta la campanilla, dio un respingo y se volvió a meter el paño de la cocina en la boca y empezó a bufar, yo ya había puesto la marcha rápida estaba muy excitado, la estaba embistiendo con un poco de dureza, pero no me podía reprimir, hasta que ya no pude mas y me descargue, ella estuvo todo el rato bufando y gimiendo con el paño en la boca, no sé si tubo mas orgasmos o no, pero me aseguro que estuvo disfrutando todo el tiempo que tuvo la verga dentro.
Me hizo un pollo en salsa para chuparse los dedos, me saco una botella con vino de mi abuelo y me agasajo todo y mas, una vez acabada la comida me mando a echarme la siesta a la habitación de mis tíos, y que no saliera hasta que me fuera a buscar ella, que a veces venia una vecina a conversar con ella por las tardes, que si venia la echaría pronto con la escusa de que no se encontraba bien.
Una vez en la habitación de mis tíos echado en la cama descansando me puse a pensar la suerte que tenia, tres mujeres dispuestas a complacerme a cambio de darles placer pero sobre todo pensando en mi, protegiéndome de las barbaridades que estaban sucediendo en el país, me puse a repasar las virtudes de cada una de ellas y evidentemente, yo seguía enamorado de mi madre, ella es mi madre y su amor por mi le había hecho confesarles a las otras dos nuestras aventuras de cama, convenciéndolas de protegerme para que evolucionara como hombre, mi tía es una máquina de follar súper ardiente y aun sabiendo que yo prefiero a mi madre ella se conformaba con tener mi verga de vez en cuando, aunque yo se que también me quiere pues me trata con mucho amor y me aconseja con mucha dulzura, y por ultimo mi abuela, mi abuela me ha sorprendido muchísimo, yo soy su niño su único nieto y me está tratando a cuerpo de rey y es un encanto, me rio mucho con ella, es divertida, y para tener la edad que tiene, se disfruta de su cuerpo y no está nada acomplejada, me da pena de mi abuelo, pero yo creo que si se enterara no diría nada, el ya no da la talla como hombre y que mejor su nieto sea su remplazo.
No sé cuando me quede dormido, solo sé que me desperté con unas caricias y besos sobre mi rostro, caricias que me supieron a gloria, al abrir los ojos abrace a mi abuela y me eche a llorar de alegría haciéndole saber lo contento que estaba de poder hacerlas feliz a ella a mi tía y a mi madre y le daba las gracias por ser tan buena conmigo.
-No llores mi niño! nosotras estamos muy felices y complacidas, las circunstancias nos han llevado a este punto, tú te has visto obligado a madurar muy deprisa, y lo estás haciendo muy bien, nosotras estamos muy orgullosas de ti, y estoy segura que tu tío y tu padre aprobarían lo que estás haciendo, por otro lado si te fijas esto es puro egoísmo por nuestra parte, antes de tenerte a ti a nuestra disposición, nosotras, las tres éramos unas mujeres amargadas, sin ningún objetivo en la vida, tu madre sin marido y con tres hijos a su cargo, tu tía sin marido y un futuro incierto, más bien una viuda al cuidando de dos viejos, y yo con tu abuelo sin apetito sexual desde hace mas de 10 años, que está muy mayor y lo tenemos que mantener al margen de esto, y bienes tu y nos has dado la alegría que necesitábamos, a mi me has rejuvenecido esos diez años, si somos discretos podemos seguir con esta fórmula, al menos hasta que esta dichosa guerra se aclare, después ya veremos y se hará lo que sea necesario para que formes una familia.
Me seco las lagrimas y muy sutilmente cambio de conversación, me conto que había venido la vecina, que habían estado conversando con ella, que era la mujer del secretario del ayuntamiento y que era la que la mantenía informada de lo que se cocía en el pueblo y de lo poco que se sabía de cómo iba la guerra;
-Parece ser que están a punto de entrar en Madrid con lo que si lo consiguen la república dejara de existir, ya veremos a ver qué sistema de gobierno implantan, esperemos que los señores consigan tu salvoconducto para que te liberen de las tareas militares y te puedas dedicar al cortijo.
-Abuela, cuando crees tú que nos traerán las provisiones y los animales para el cortijo que nos dijo el administrador?
-Mi niño, eso no creo que en estos momentos sea fácil de conseguir, pero cuenta que los señores son una de las familias más ricas de España, y si alguien lo puede conseguir son ellos, así que tu tranquilo, con lo que tenemos ahora nos podemos arreglar. Mañana si todo va bien llegaran al medio día tu tía, tu madre y Carmencita, espero que todo allá ido bien y pronto se puedan subir al cortijo, de todas formas por lo que me ha dicho tu tía, os lo pasáis muy bien los dos, he pillín! –Esto me lo dijo con una sonrisa como siempre y cogiéndome la verga, que en ese momento estaba en estado de reposo.
-Si abuela, con la tía la verdad que me nos lo pasamos muy bien, y tenemos pendiente unas clases para aguantar mis eyaculaciones, y después me hace unas cosas que me gustan mucho.
-A si! Y que te hace tu tía de especial que te gusta tanto?
-Me come la verga y le encanta mi leche!
-Yo nunca he hecho eso, si ni sabía lo rico que es que te coman el coño! Después lo quiero probar, si le gusta a tu tía, seguro que a mí también, tú me enseñas, vale!
Estuvimos en la cocina conversando mucho rato, cenamos un tazón de leche con pan migao y cuando nos cansamos nos fuimos a dormir. Esa noche mi abuela me dijo que su coño lo tenía dolorido por falta de costumbre que lo dejaríamos descansar hasta mañana, pero que le enseñara a comerme la verga.
Lo de menos fue como me comió la verga, que lo hizo, y se llevo su ración de leche para dormir, le gusto y me dijo que con la practica llegaría a gustarle más, le costaría mucho superar a mi tía, pero nos reímos muchísimo, ella nunca lo había hecho y para todo lo que yo le explicaba ella hacia un chiste, y eso fue risa va y risa viene, hasta que nos quedamos dormidos desnudos y abrazados...
anal


Continuara

1 comentarios - En la Guerra: mucho sexo.

soy_caliente
Cuando más capítulos de esta saga amigo