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La nueva oficina

Hoy fue mi primer día en la nueva oficina, y todo parecía ir bien hasta que conocí a Carlos. Nos presentaron en la sala de reuniones, y desde el primer momento sentí una conexión innegable. Sus ojos oscuros y su sonrisa traviesa me hicieron sentir un cosquilleo en el estómago. Durante el resto del día, nuestras miradas se cruzaron varias veces, y cada vez que lo hacía, sentía que el aire se cargaba de electricidad.
Cuando llegó la hora del almuerzo, me dirigí al baño para retocarme el maquillaje. Al salir, me encontré con Carlos esperando fuera. "Hola," dijo con una voz suave y profunda. "Solo quería saludarte y desearte una buena primera jornada." Su cercanía me hizo sentir un poco incómoda, pero también emocionada.
"Gracias," respondí, tratando de mantener la compostura. "Ha sido un día interesante hasta ahora." Ahi comenzó un juego de seducción, risas, miradas, que poco a poco nos iban acercando, era inevitable nos gustabamos.
Un día decidí ir súper provocativa , esperando volverlo loco, y fue así durante gran parte de la jornada, paseando frente a el con mi falda corta, Carlos se acercó un poco más, y pude sentir su aliento en mi cuello. "Oye, ¿qué tal si nos escapamos un rato? Conozco un lugar tranquilo," susurró.
Sonreí, asentí, y me guío hasta el baño de empleados, que estaba vacío. Sin decir una palabra, me empujó suavemente contra la pared y sus labios encontraron los míos en un beso apasionado. Sus manos exploraron mi cuerpo, y yo me dejé llevar por la sensación. Me acarició los pechos a través de la blusa, y mis pezones se endurecieron al instante.
Le desabroché la camisa, ansiosa por sentir su piel. Carlos me levantó ligeramente, y enredé mis piernas alrededor de su cintura. Pude sentir su pene duro presionando contra mí, y gemí suavemente. Con un movimiento rápido, me bajo, me giró, me levanto la falda y apartó mis bragas a un lado. Entró en mí con un empujón firme, y ambos jadeamos al unísono. Me llenó por completo, y sentí cada centímetro de él dentro de mí.
Nos movimos al ritmo de nuestros corazones acelerados, nuestras respiraciones entrecortadas llenando el pequeño espacio. Cada embestida era más intensa que la anterior, y pronto sentí que el placer me inundaba. Realmente lo estaba disfrutando, Carlos me lo hacía con fuerza, y yo ya no podía evitar gemir, eso lo animaba a ir más profundo.
"Más fuerte," susurré, y él obedeció, embistiéndome con un ritmo frenético. El sonido de nuestra piel golpeándose llenaba el baño, y yo ya no podía contener mis gemidos. Sentí que me acercaba al orgasmo, y Carlos lo notó, aumentando la intensidad de sus movimientos.
Finalmente, llegué al clímax con un grito ahogado, y Carlos me siguió poco después, llenándome con su semen caliente.
Cuando finalmente nos separamos, nos miramos con una mezcla de asombro y satisfacción. Sabíamos que habíamos compartido algo especial, algo que cambiaría nuestra dinámica en el trabajo. Con una última sonrisa cómplice, salimos del baño, listos para enfrentar el resto del día con una nueva perspectiva.


Espero les haya gustado. Si les gusto y quieren que les cuente más , m escriben , me pueden seguir en Instagram @mar7.ok

1 comentarios - La nueva oficina

JackCH01
Excelente. Bienvenida