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3📑La Bruja del Bosque Rojo

Nadie subía al bosque rojo después del anochecer.

Decían que ahí vivía una bruja. Que hacía pactos con demonios. Que se alimentaba de los hombres… y no precisamente de su carne.

Lucas no creía en cuentos. Así que fue. Solo. Una apuesta. Un desafío.

Lo que encontró fue… otra cosa.

En medio del claro, una cabaña con luces cálidas. Y frente al fuego, descalza, sentada en una piel de lobo, estaba ella.

Alta, morena, de curvas imposibles. Ojos violetas que brillaban como brasas. Un vestido negro abierto hasta el ombligo, donde sus pechos desafiaban la lógica y la gravedad. El aire olía a incienso, miel… y sexo.

—¿Perdido, viajero? —susurró con voz de vino tinto.

Lucas no pudo hablar. Ella se acercó, lo rodeó como un felino, le pasó los dedos por el pecho. El calor le subió desde la base de la columna.

—Estás excitado —dijo sonriendo—. Pero aún no sabés lo que yo puedo darte.

Le tocó el pecho. Su piel ardió. Le susurró algo en un idioma extraño. Su ropa se deshizo como humo. Quedó desnudo. Erección firme. Ella sonrió, lo empujó suavemente al suelo… su vestido se desvaneció dejando ver esas tetas grandes con pezones oscuros, se tocó la concha mojada, y lo montó. Introduciendo su pene duro profundamente 

Su cuerpo era fuego. Se movía con ritmo antiguo, como una diosa que había cogido reyes y monstruos en una cabalgata infernal, tetas rebotando. Él no duró mucho… eyaculo con una fuerza que lo hizo ver estrellas.

Pero ella no paró.

Lo mantuvo duro. Con magia. Lo exprimió. Por horas. Le ponía la concha en la boca, las tetas, le mamaba el pene bestialmente dándole mordiscos suaves, en cuatro el la cogía por el culo, . Cada orgasmo lo dejaba más débil… deslechado y más adicto.

—Podría robarte el alma —susurró mientras cabalgaba su pene con su concha, por enésima vez—, pero me gusta más tu leche. Me mantiene joven.

Cuando por fin ella se detuvo, lo besó en los labios y lo succiono suavemente.

—Volverás —le dijo—. Aunque jures que no. Porque yo soy adicción. Y tu… ya sos mío.

Lucas salió del bosque al amanecer, tambaleante, con la mente nublada,  el cuerpo agotado y el pene caliente.

Pero esa noche, volvió.

Y volvió cada luna llena. Y cada vez, ella lo hacía correrse como si fuera el fin del mundo.

3 comentarios - 3📑La Bruja del Bosque Rojo

BrujaDnoche +1
Ok 🤭 muy imaginativo

3📑La Bruja del Bosque Rojo cortesía 🌛🖤🔥
sevsp1963 +1
cualquier mujer que sepa seducir a un hombre lo complazca y disfruten del sexo como es, tendra un esclavo sexual y ella tambien lo sera
Cacho6922
Tenes mucha razón
Cacho6922
Me paso con una mujer 9 años más grande q yo, me daba el mejor sexo q tuve en mi vida fue lo mejor q teníamos cm pareja. Me sentí re identificado con este relato 🔥🔥🔥