Soy de un pueblito del interior, más precisamente de la provincia de Córdoba. Pasé gran parte de mi vida en este lugar, donde la monotonÃa era moneda corriente.
Terminé la secundaria y, como no hay universidad o facultad en este pueblo, no me quedó más remedio que trabajar de lo que iba surgiendo.
Trabajé por unos años en un campo que estaba pegado al pueblo. Un trabajo duro y muy mal remunerado, pero me servÃa para subsistir.
Me habÃa puesto de novio con una de las hijas del patrón y cuando éste se enteró, comenzó a presionarme para que me case con ella.
Sinceramente no estaba muy enamorado de ella y no querÃa casarme tan joven, pero mi patrón insistÃa e incluso me amenazaba con echarme del trabajo si no le pedÃa matrimonio a su hija.
Fue asà que enfrenté a mi jefe y negué casarme con su hija y como era de esperarse, éste me dejó sin trabajo.
Estaba bastante frustrado con mi vida, en ese pueblo no tenÃa demasiado futuro y cada vez se acrecentaban más y más las ganas de mudarme a la capital.
TenÃa muy poco dinero y no conocÃa a nadie allá.
Un dÃa, ahogando mis penas en el bar del pueblo, me encontré con un ex compañero de la escuela. Se sentó al lado mÃo y nos pusimos al dÃa. Le conté lo que pasó con mi trabajo y le comenté mi deseo (lejano) de mudarme a Córdoba capital.
Alejo me escuchó atentamente y luego me dijo que él tenÃa la solución para mi. Él y dos amigos más estaban planeando irse en unos meses a Buenos Aires, ya que un tÃo de uno de ellos tenÃa una empresa y estaban buscando gente. La idea me entusiasmó mucho, pero le comenté que no tenÃa ni un centavo para alquilar ni para el viaje siquiera. Pero Alejo me dijo que no me preocupe por eso, que ellos me bancaban hasta que pueda alquilar y que además ellos me llevarÃan hasta allá.
Mi alegrÃa era inconmensurable, era la mejor noticia que habÃa recibido en años.
Viajamos hacia Buenos Aires y cuando llegamos, los chicos tenÃan reservado un departamento por el centro. TenÃa dos habitaciones solamente, una de ellas era grande, asà que se podÃan poner colchones en el piso y dormir bastante cómodos. En la habitación chica iba a dormir Nico, el chico que nos conseguirÃa el trabajo. TenÃa merecido el privilegio de dormir en esa habitación.
Cómo éramos "amigos" del sobrino del jefe, ni siquiera tuvimos una entrevista. Obviamente Nico tenÃa el mejor trabajo y buena paga. Nosotros estábamos en otro sector con trabajos un poco más aburridos y con un sueldo más o menos (aunque era una fortuna en comparación a lo que ganaba en el campo)
Pasaron varios meses y ya nos habÃamos acomodado a la ciudad, con su caos y su encanto a la vez.
De a poco iba generando más ingresos y estaba ahorrando para mudarme a un departamento para mà solo, a pesar de que me llevaba super bien con mis compañeros de casa.
HabÃa pasado bastante tiempo que no estaba con una chica y en la empresa habÃan varias que eran muy lindas pero no nos daban mucha cabida. Al que sà le iba bien era a Nico, era el más fachero y además el sobrino del jefe.
Este afortunado logró conquistar a Agus, la chica de recursos humanos, que era muy linda y también era muy simpática.
Con el correr del tiempo Agus empezó a ir al departamento y se quedaba a dormir. Entre charlas de living, empezamos a tener confianza y comenzó a haber un vÃnculo más estrecho entre ella y nosotros.
Como Nico tenÃa otro puesto en la empresa, él entraba casi cuando nosotros salÃamos. Agus tenÃa un horario intermedio, por ende, compartÃa tiempo tanto con nosotros como con su novio.
Un dÃa notamos que Agus estaba algo molesta. Le pregunté qué pasaba y en un principio dijo que no le pasaba nada, pero después de insistirle un poco, dijo que habÃa una chica que hablaba demasiado con Nico y que ella sospechaba que habÃa algo entre ellos. Con los chicos la calmamos y le dijimos que no pasaba nada entre ellos, que Nico serÃa incapaz de hacer algo asÃ.
En realidad sabÃamos que Nico hablaba con todas las chicas lindas de la empresa, pero no daba decirle eso a su novia.
Otro dÃa pasó algo similar pero con otra chica. Agus estaba un poco más enojada que la vez anterior, por lo que nos costó tranquilizarla...
Yo: Ey Agus, qué pasó? Porqué tenés esa cara?
Agus: Es por Nico, otra vez lo vi coqueteando con otra chica, prácticamente lo está haciendo en mi cara.
Yo: No Agus, nada que ver! Solamente deben estar charlando, no es para tanto!
A: Si que es para tanto! Lo veo cómo se rÃe, le acomoda el pelo, la abraza... no es normal eso...
Yo: No creo que pase nada, con la mujer que tiene al lado, no se va a atrever a hacer nada, quedate tranquila
A: Ey, eso sonó un poco buitre jaja
Y: No no! No era esa mi intención, solamente querÃa que te sientas mejor, que tengas amor propio
A: Si, ya sé! Te estaba molestando. Gracias por el alago!
Y: Cualquier cosa, nosotros estamos acá para hacerte el aguante!
A: Ay, gracias! Que bueno contar con ustedes!
Y: Aquà estaremos Agus. Y a ver cuándo nos presentas algunas amigas jaja
A: Jaja están bastante necesitados ustedes!
Y: Y si, hace un rato que estamos aquà y no nos dan bolas las chicas!
A: Bueno, veré qué puedo hacer por ustedes...
Pasaron los dÃas y las cosas se normalizaron. Agus volvió a venir al departamento y cada vez compartÃamos más tiempo tanto en casa, como en el trabajo.
Como habÃamos aprendido a hacer nuestro trabajo más rápido, tenÃamos mucho tiempo libre hasta que cumplÃamos nuestro horario. Asà que muchas veces nos ponÃamos a jugar a las cartas para pasar el rato. De vez en cuando aparecÃa Agus y se sumaba para jugar alguna mano. La verdad que la pasábamos muy bien.
Un finde a la madrugada estábamos en el departamento los tres, cuando de repente entró Nico con otra chica. Nos miró en silencio y luego entraron a la habitación.
Al dÃa siguiente nadie mencionó ni preguntó nada, todo quedó ahÃ.
Después de unos dÃas, en nuestro "horario de juego" entró Agus con los ojos llorosos.
Y: Qué pasó Agus?
A: Finalmente sucedió...
Y: Qué cosa? Contanos!
A: Su amigo se cogió a Maca (una de las chicas del área de Nico)
Y: No!! Dije fingiendo sorpresa. Pero estás segura?
A: Si, cien por ciento!
Y: Pero cómo te enteraste?
A: Porque ella me lo dijo!
Como no se pueden formar parejas dentro del área, nosotros estábamos saliendo en secreto. Como esta chica no sabÃa nada, me lo contó que se estaba cogiendo a Nico.
Es raro que ustedes no sepan nada...
Y: Uh, lo siento mucho! Dije y le di un abrazo.
Alejo: Venà Agus, despeja tu cabeza un poco y juguemos un partido
Ella aceptó con cierto resquemor.
De a poco fue mejorando su ánimo y nosotros tratamos de no mencionar el tema, aunque ella cada tanto hacÃa algún comentario alusivo.
Alejo: Pero ahora lo hagamos más interesante. Apostemos algo!
Agus: Pero estamos a fin de mes... yo no tengo plata...
Yo: No necesariamente tiene que ser plata...
Mati (que no lo mencioné antes, pero es el otro chico que se vino a vivir con nosotros) propuso que sea por prendas.
Agus obviamente lo rechazó, pero finalmente la convencimos diciéndole que ella podÃa elegir la prenda que se quitarÃa en el caso de perder.
Asà que mientras Ãbamos perdiendo, tenÃamos menos ropa puesta.
Como era época de calor, la que menos ropa tenÃa para sacarse era Agus.
En un momento se tenÃa que sacar la camisa o la pollera, pero no era un lugar adecuado para estar en ropa interior. Asà que se fue al baño y volvió sin corpiño pero con la camisa puesta. No podÃamos dejar de mirar sus pezones, que se traslucÃan a través de su camisa.
Agus: Como se nota que no ven unas tetas en persona hace rato jaja
Nos reÃmos nerviosamente y el juego continuó.
Volvió a perder Agus y le tocaba sacarse algo. Pero ella detuvo el juego y dijo
A: No da seguir poniéndome en bolas en el trabajo, llega a abrir la puerta el jefe y estamos todos despedidos
Alejo: Igual nuestro horario ya terminó, asà que nosotros nos vamos
Agus: No tengo ganas de quedarme hoy aquÃ. Voy a decir que me siento mal y me voy con ustedes, asà seguimos jugando...
Nosotros estábamos bastante exitados. En un suspiro ya estábamos afuera esperando a Agus.
Llegamos al departamento, sacamos unas cervezas y retomamos el juego.
Esta vez venÃamos perdiendo nosotros y estábamos los tres en bóxer y con el torso desnudo.
Agus estaba bastante sonriente, no sé si era por los largos sorbos que le daba a su vaso o porque estaba disfrutando la victoria.
Hasta que le tocó una mala mano a Agus y se tenÃa que sacar algo. Se paró y lentamente se sacó la tanga, quedándose con camisa y la pollera pero sin nada abajo.
Nosotros estábamos muy calientes y no podÃamos disimular la erección.
Agus se reÃa aún más.
En las dos siguientes rondas perdimos Alejo y yo y fuimos los primeros en quedar completamente desnudos.
Luego le tocó a Agus sacarse algo. No le quedó otra que desabrocharse la camisa. No me quiero imaginar nuestras caras en ese momento al ver a Agus en tetas en frente nuestro. Lo que sà era notable, era nuestros penes duros.
Luego perdió Mati y se tuvo que sacar su bóxer. Él también tenÃa la verga dura, pero lo que más se destacaba, era el notable tamaño.
Agus solo hizo un gesto de afirmación y volvió a mezclar las cartas.
Afortunadamente para nosotros, perdió Agus y se tuvo que sacar su última prenda, su pollera.
Agus: Y ahora qué? Ya no tenemos nada que sacarnos
Alejo: Bueno, ahora hacemos por cosas sexuales, ya que estamos en bolas todos.
Agus: Y si pierden, se van a hacer cosas sexuales entre ustedes?
Alejo: No lo habÃa pensado, ni loco jaja.
Agus: Para que vean lo buena que soy, juguemos ustedes tres contra mÃ
Alejo: Bueno!! Te la bancas?
Agus: Obvio!! Se los estoy proponiendo yo
El primer partido lo perdimos nosotros. Ella se sentó en la mesa, abrió las piernas y dijo "me tienen que chupar la concha los tres". Yo fui el primero que se abalanzó sobre su hermosa vagina. La disfruté al máximo. Toda depiladita, perfecta... no la solté hasta que le saqué un orgasmo. Luego fue Alejo, que solo se la lamió un ratito y a continuación Mati que la saboreó al igual que yo y también la hizo acabar.
Luego perdimos de vuelta y le preguntamos qué querÃa que le hagamos. Ella se arrodilló y comenzó a masturbarnos. Luego se metÃa el pene de cada uno a la boca y lo chupaba con energÃa. Cuando llegó al chuparme a mÃ, no aguanté y le acabé en la boca. Se tragó todo y me dijo "el que acaba pierde".
Me quedé observando mientras se disputaba una nueva partida entre los tres. Esta vez perdió Agus e inmediatamente preguntó qué tenÃa que hacer. Alejo se hizo para atrás agarrando su pene y le respondió "ahora te vas a tener que sentar encima nuestro". Ella sin dudarlo se puso frente a él, acomodó el glande en la puerta de su vagina y se la empezó a meter. Cuando le entró toda, ella le dijo "bueno, ya está" y se levantó.
Mati se acomodó para que Agus se le suba encima, pero ella se arrodilló y le chupó un poco la verga. "Por lo que veo, voy a necesitar más lubricación aquÃ" dijo parándose y poniéndose en posición. Iba bajando y subiendo lentamente mientras se la metÃa cada vez más profunda."Uy, cómo se siente esta verga! Me encanta!" Exclamó mientras se movÃa. Cuando logró tenerla toda adentro, comenzó a subir y bajar una y otra vez. Cada vez más fuerte.
De repente comenzó a gemir y a calentarse cada vez más. Le comió la boca a Mati y le dijo "quiero que me cojas en la cama de Nico". Él, sin pensarlo, la alzó y se la llevó clavada hasta el cuarto de Nico. La recostó en la punta de la cama y comenzó a penetrarla con fuerza. Agus gritaba con cada embestida de Mati. Nosotros nos acercamos para ver el espectáculo de cerca y la arengábamos. Yo le dije "Nunca te escuchamos gritar asÃ" y ella me respondió "es que a la verga de Nico no la siento asÃ". En unos pocos segundos ella tuvo un orgasmo muy intenso. Luego se puso en cuatro y Mati la seguÃa cogiendo con desenfreno mientras ella seguÃa gritando.
Alejo se fue hacia la cabecera de la cama y le puso la verga en la boca. Ella se la chupaba sin problemas mientras Mati se la seguÃa metiendo.
En un momento Mati la agarró del cuello y ella se excitó muchÃsimo e hizo que acabara nuevamente. Agus le pidió que pare un poco y él se la sacó y se la metió en la boca para que se la chupara. Alejo aprovechó que Agus estaba en cuatro todavÃa y le comió el culo por un buen rato. Luego le empezó meterle dedos en el ano y ella no decÃa nada. Asà que lentamente le fue metiendo la verga en el culo. Una vez que cedió su esfinter, comenzó a moverse con fuerza y en pocos minutos acabó. Yo ya tenÃa la verga dura de nuevo, asà que aproveché que Agus tenÃa el culo abierto y también se la metÃ. Bombié por un rato largo hasta que también acabé.
Luego ella le pidió a Mati que se acostara boca arriba y ella se sentó sobre él para cabalgarlo. Le dijo "ahora te toca acabar a vos". Agus comenzó a moverse con fuerza y lo cabalgó por bastante tiempo hasta que Mati empezó a gemir cada vez más fuerte. Hasta que finalmente acabó. Ella se la dejó la verga entera adentro para que drene todo el semen en su interior. Luego nos acostamos los cuatro para descansar un poco.
Una vez que recuperamos las fuerzas, salimos de la habitación. Agus se puso una remera larga de Nico y fue a poner la pava para el mate. Alejo se fue a nuestra habitación y yo me fui a bañar. Cuando salà de la ducha, me fui a la cocina y ahà vi que Mati la estaba apoyando a Agus y le acariciaba las tetas. Luego ella automáticamente sacó cola, se levantó la remera y le pidió que se la meta por el culo. Él se ensalivó los dedos y se los metió y luego comenzó a hundirle la verga muy lento. Luego se empezó a mover con más fluidez y empezó a acelerar. Ella empezó a gritar y le pedÃa que le rompa el orto. Mati se movÃa vigorosamente y le daba nalgadas fuertes hasta que de repente se abrió la puerta y era Nico que llegaba del trabajo. Fin



Terminé la secundaria y, como no hay universidad o facultad en este pueblo, no me quedó más remedio que trabajar de lo que iba surgiendo.
Trabajé por unos años en un campo que estaba pegado al pueblo. Un trabajo duro y muy mal remunerado, pero me servÃa para subsistir.
Me habÃa puesto de novio con una de las hijas del patrón y cuando éste se enteró, comenzó a presionarme para que me case con ella.
Sinceramente no estaba muy enamorado de ella y no querÃa casarme tan joven, pero mi patrón insistÃa e incluso me amenazaba con echarme del trabajo si no le pedÃa matrimonio a su hija.
Fue asà que enfrenté a mi jefe y negué casarme con su hija y como era de esperarse, éste me dejó sin trabajo.
Estaba bastante frustrado con mi vida, en ese pueblo no tenÃa demasiado futuro y cada vez se acrecentaban más y más las ganas de mudarme a la capital.
TenÃa muy poco dinero y no conocÃa a nadie allá.
Un dÃa, ahogando mis penas en el bar del pueblo, me encontré con un ex compañero de la escuela. Se sentó al lado mÃo y nos pusimos al dÃa. Le conté lo que pasó con mi trabajo y le comenté mi deseo (lejano) de mudarme a Córdoba capital.
Alejo me escuchó atentamente y luego me dijo que él tenÃa la solución para mi. Él y dos amigos más estaban planeando irse en unos meses a Buenos Aires, ya que un tÃo de uno de ellos tenÃa una empresa y estaban buscando gente. La idea me entusiasmó mucho, pero le comenté que no tenÃa ni un centavo para alquilar ni para el viaje siquiera. Pero Alejo me dijo que no me preocupe por eso, que ellos me bancaban hasta que pueda alquilar y que además ellos me llevarÃan hasta allá.
Mi alegrÃa era inconmensurable, era la mejor noticia que habÃa recibido en años.
Viajamos hacia Buenos Aires y cuando llegamos, los chicos tenÃan reservado un departamento por el centro. TenÃa dos habitaciones solamente, una de ellas era grande, asà que se podÃan poner colchones en el piso y dormir bastante cómodos. En la habitación chica iba a dormir Nico, el chico que nos conseguirÃa el trabajo. TenÃa merecido el privilegio de dormir en esa habitación.
Cómo éramos "amigos" del sobrino del jefe, ni siquiera tuvimos una entrevista. Obviamente Nico tenÃa el mejor trabajo y buena paga. Nosotros estábamos en otro sector con trabajos un poco más aburridos y con un sueldo más o menos (aunque era una fortuna en comparación a lo que ganaba en el campo)
Pasaron varios meses y ya nos habÃamos acomodado a la ciudad, con su caos y su encanto a la vez.
De a poco iba generando más ingresos y estaba ahorrando para mudarme a un departamento para mà solo, a pesar de que me llevaba super bien con mis compañeros de casa.
HabÃa pasado bastante tiempo que no estaba con una chica y en la empresa habÃan varias que eran muy lindas pero no nos daban mucha cabida. Al que sà le iba bien era a Nico, era el más fachero y además el sobrino del jefe.
Este afortunado logró conquistar a Agus, la chica de recursos humanos, que era muy linda y también era muy simpática.
Con el correr del tiempo Agus empezó a ir al departamento y se quedaba a dormir. Entre charlas de living, empezamos a tener confianza y comenzó a haber un vÃnculo más estrecho entre ella y nosotros.
Como Nico tenÃa otro puesto en la empresa, él entraba casi cuando nosotros salÃamos. Agus tenÃa un horario intermedio, por ende, compartÃa tiempo tanto con nosotros como con su novio.
Un dÃa notamos que Agus estaba algo molesta. Le pregunté qué pasaba y en un principio dijo que no le pasaba nada, pero después de insistirle un poco, dijo que habÃa una chica que hablaba demasiado con Nico y que ella sospechaba que habÃa algo entre ellos. Con los chicos la calmamos y le dijimos que no pasaba nada entre ellos, que Nico serÃa incapaz de hacer algo asÃ.
En realidad sabÃamos que Nico hablaba con todas las chicas lindas de la empresa, pero no daba decirle eso a su novia.
Otro dÃa pasó algo similar pero con otra chica. Agus estaba un poco más enojada que la vez anterior, por lo que nos costó tranquilizarla...
Yo: Ey Agus, qué pasó? Porqué tenés esa cara?
Agus: Es por Nico, otra vez lo vi coqueteando con otra chica, prácticamente lo está haciendo en mi cara.
Yo: No Agus, nada que ver! Solamente deben estar charlando, no es para tanto!
A: Si que es para tanto! Lo veo cómo se rÃe, le acomoda el pelo, la abraza... no es normal eso...
Yo: No creo que pase nada, con la mujer que tiene al lado, no se va a atrever a hacer nada, quedate tranquila
A: Ey, eso sonó un poco buitre jaja
Y: No no! No era esa mi intención, solamente querÃa que te sientas mejor, que tengas amor propio
A: Si, ya sé! Te estaba molestando. Gracias por el alago!
Y: Cualquier cosa, nosotros estamos acá para hacerte el aguante!
A: Ay, gracias! Que bueno contar con ustedes!
Y: Aquà estaremos Agus. Y a ver cuándo nos presentas algunas amigas jaja
A: Jaja están bastante necesitados ustedes!
Y: Y si, hace un rato que estamos aquà y no nos dan bolas las chicas!
A: Bueno, veré qué puedo hacer por ustedes...
Pasaron los dÃas y las cosas se normalizaron. Agus volvió a venir al departamento y cada vez compartÃamos más tiempo tanto en casa, como en el trabajo.
Como habÃamos aprendido a hacer nuestro trabajo más rápido, tenÃamos mucho tiempo libre hasta que cumplÃamos nuestro horario. Asà que muchas veces nos ponÃamos a jugar a las cartas para pasar el rato. De vez en cuando aparecÃa Agus y se sumaba para jugar alguna mano. La verdad que la pasábamos muy bien.
Un finde a la madrugada estábamos en el departamento los tres, cuando de repente entró Nico con otra chica. Nos miró en silencio y luego entraron a la habitación.
Al dÃa siguiente nadie mencionó ni preguntó nada, todo quedó ahÃ.
Después de unos dÃas, en nuestro "horario de juego" entró Agus con los ojos llorosos.
Y: Qué pasó Agus?
A: Finalmente sucedió...
Y: Qué cosa? Contanos!
A: Su amigo se cogió a Maca (una de las chicas del área de Nico)
Y: No!! Dije fingiendo sorpresa. Pero estás segura?
A: Si, cien por ciento!
Y: Pero cómo te enteraste?
A: Porque ella me lo dijo!
Como no se pueden formar parejas dentro del área, nosotros estábamos saliendo en secreto. Como esta chica no sabÃa nada, me lo contó que se estaba cogiendo a Nico.
Es raro que ustedes no sepan nada...
Y: Uh, lo siento mucho! Dije y le di un abrazo.
Alejo: Venà Agus, despeja tu cabeza un poco y juguemos un partido
Ella aceptó con cierto resquemor.
De a poco fue mejorando su ánimo y nosotros tratamos de no mencionar el tema, aunque ella cada tanto hacÃa algún comentario alusivo.
Alejo: Pero ahora lo hagamos más interesante. Apostemos algo!
Agus: Pero estamos a fin de mes... yo no tengo plata...
Yo: No necesariamente tiene que ser plata...
Mati (que no lo mencioné antes, pero es el otro chico que se vino a vivir con nosotros) propuso que sea por prendas.
Agus obviamente lo rechazó, pero finalmente la convencimos diciéndole que ella podÃa elegir la prenda que se quitarÃa en el caso de perder.
Asà que mientras Ãbamos perdiendo, tenÃamos menos ropa puesta.
Como era época de calor, la que menos ropa tenÃa para sacarse era Agus.
En un momento se tenÃa que sacar la camisa o la pollera, pero no era un lugar adecuado para estar en ropa interior. Asà que se fue al baño y volvió sin corpiño pero con la camisa puesta. No podÃamos dejar de mirar sus pezones, que se traslucÃan a través de su camisa.
Agus: Como se nota que no ven unas tetas en persona hace rato jaja
Nos reÃmos nerviosamente y el juego continuó.
Volvió a perder Agus y le tocaba sacarse algo. Pero ella detuvo el juego y dijo
A: No da seguir poniéndome en bolas en el trabajo, llega a abrir la puerta el jefe y estamos todos despedidos
Alejo: Igual nuestro horario ya terminó, asà que nosotros nos vamos
Agus: No tengo ganas de quedarme hoy aquÃ. Voy a decir que me siento mal y me voy con ustedes, asà seguimos jugando...
Nosotros estábamos bastante exitados. En un suspiro ya estábamos afuera esperando a Agus.
Llegamos al departamento, sacamos unas cervezas y retomamos el juego.
Esta vez venÃamos perdiendo nosotros y estábamos los tres en bóxer y con el torso desnudo.
Agus estaba bastante sonriente, no sé si era por los largos sorbos que le daba a su vaso o porque estaba disfrutando la victoria.
Hasta que le tocó una mala mano a Agus y se tenÃa que sacar algo. Se paró y lentamente se sacó la tanga, quedándose con camisa y la pollera pero sin nada abajo.
Nosotros estábamos muy calientes y no podÃamos disimular la erección.
Agus se reÃa aún más.
En las dos siguientes rondas perdimos Alejo y yo y fuimos los primeros en quedar completamente desnudos.
Luego le tocó a Agus sacarse algo. No le quedó otra que desabrocharse la camisa. No me quiero imaginar nuestras caras en ese momento al ver a Agus en tetas en frente nuestro. Lo que sà era notable, era nuestros penes duros.
Luego perdió Mati y se tuvo que sacar su bóxer. Él también tenÃa la verga dura, pero lo que más se destacaba, era el notable tamaño.
Agus solo hizo un gesto de afirmación y volvió a mezclar las cartas.
Afortunadamente para nosotros, perdió Agus y se tuvo que sacar su última prenda, su pollera.
Agus: Y ahora qué? Ya no tenemos nada que sacarnos
Alejo: Bueno, ahora hacemos por cosas sexuales, ya que estamos en bolas todos.
Agus: Y si pierden, se van a hacer cosas sexuales entre ustedes?
Alejo: No lo habÃa pensado, ni loco jaja.
Agus: Para que vean lo buena que soy, juguemos ustedes tres contra mÃ
Alejo: Bueno!! Te la bancas?
Agus: Obvio!! Se los estoy proponiendo yo
El primer partido lo perdimos nosotros. Ella se sentó en la mesa, abrió las piernas y dijo "me tienen que chupar la concha los tres". Yo fui el primero que se abalanzó sobre su hermosa vagina. La disfruté al máximo. Toda depiladita, perfecta... no la solté hasta que le saqué un orgasmo. Luego fue Alejo, que solo se la lamió un ratito y a continuación Mati que la saboreó al igual que yo y también la hizo acabar.
Luego perdimos de vuelta y le preguntamos qué querÃa que le hagamos. Ella se arrodilló y comenzó a masturbarnos. Luego se metÃa el pene de cada uno a la boca y lo chupaba con energÃa. Cuando llegó al chuparme a mÃ, no aguanté y le acabé en la boca. Se tragó todo y me dijo "el que acaba pierde".
Me quedé observando mientras se disputaba una nueva partida entre los tres. Esta vez perdió Agus e inmediatamente preguntó qué tenÃa que hacer. Alejo se hizo para atrás agarrando su pene y le respondió "ahora te vas a tener que sentar encima nuestro". Ella sin dudarlo se puso frente a él, acomodó el glande en la puerta de su vagina y se la empezó a meter. Cuando le entró toda, ella le dijo "bueno, ya está" y se levantó.
Mati se acomodó para que Agus se le suba encima, pero ella se arrodilló y le chupó un poco la verga. "Por lo que veo, voy a necesitar más lubricación aquÃ" dijo parándose y poniéndose en posición. Iba bajando y subiendo lentamente mientras se la metÃa cada vez más profunda."Uy, cómo se siente esta verga! Me encanta!" Exclamó mientras se movÃa. Cuando logró tenerla toda adentro, comenzó a subir y bajar una y otra vez. Cada vez más fuerte.
De repente comenzó a gemir y a calentarse cada vez más. Le comió la boca a Mati y le dijo "quiero que me cojas en la cama de Nico". Él, sin pensarlo, la alzó y se la llevó clavada hasta el cuarto de Nico. La recostó en la punta de la cama y comenzó a penetrarla con fuerza. Agus gritaba con cada embestida de Mati. Nosotros nos acercamos para ver el espectáculo de cerca y la arengábamos. Yo le dije "Nunca te escuchamos gritar asÃ" y ella me respondió "es que a la verga de Nico no la siento asÃ". En unos pocos segundos ella tuvo un orgasmo muy intenso. Luego se puso en cuatro y Mati la seguÃa cogiendo con desenfreno mientras ella seguÃa gritando.
Alejo se fue hacia la cabecera de la cama y le puso la verga en la boca. Ella se la chupaba sin problemas mientras Mati se la seguÃa metiendo.
En un momento Mati la agarró del cuello y ella se excitó muchÃsimo e hizo que acabara nuevamente. Agus le pidió que pare un poco y él se la sacó y se la metió en la boca para que se la chupara. Alejo aprovechó que Agus estaba en cuatro todavÃa y le comió el culo por un buen rato. Luego le empezó meterle dedos en el ano y ella no decÃa nada. Asà que lentamente le fue metiendo la verga en el culo. Una vez que cedió su esfinter, comenzó a moverse con fuerza y en pocos minutos acabó. Yo ya tenÃa la verga dura de nuevo, asà que aproveché que Agus tenÃa el culo abierto y también se la metÃ. Bombié por un rato largo hasta que también acabé.
Luego ella le pidió a Mati que se acostara boca arriba y ella se sentó sobre él para cabalgarlo. Le dijo "ahora te toca acabar a vos". Agus comenzó a moverse con fuerza y lo cabalgó por bastante tiempo hasta que Mati empezó a gemir cada vez más fuerte. Hasta que finalmente acabó. Ella se la dejó la verga entera adentro para que drene todo el semen en su interior. Luego nos acostamos los cuatro para descansar un poco.
Una vez que recuperamos las fuerzas, salimos de la habitación. Agus se puso una remera larga de Nico y fue a poner la pava para el mate. Alejo se fue a nuestra habitación y yo me fui a bañar. Cuando salà de la ducha, me fui a la cocina y ahà vi que Mati la estaba apoyando a Agus y le acariciaba las tetas. Luego ella automáticamente sacó cola, se levantó la remera y le pidió que se la meta por el culo. Él se ensalivó los dedos y se los metió y luego comenzó a hundirle la verga muy lento. Luego se empezó a mover con más fluidez y empezó a acelerar. Ella empezó a gritar y le pedÃa que le rompa el orto. Mati se movÃa vigorosamente y le daba nalgadas fuertes hasta que de repente se abrió la puerta y era Nico que llegaba del trabajo. Fin



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