El éxtasis es el instante en que el cuerpo se vuelve pura sensación y el aliento se entrelaza con el del otro. Es una danza callada donde la piel recuerda lo que las palabras olvidan, una corriente cálida que asciende despacio, desbordando los sentidos. En ese momento, todo se detiene: sólo queda el temblor, la cercanía, y el brillo sutil de un gozo que no necesita nombre.










































0 comentarios - Estudio sobre la piel... Fragmentos de un respiro