You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Primero aver primos (gay) primera parte

Es mí primera ves escribiendo disculpa las faltas de ortografía asepto críticas

Era plena cuarentena, esos días interminables donde el tiempo parecía estirarse. Yo, José, tenía 14 años y una energía que me hervía por dentro. Mí primo Pepe —sí, usaremos nombres falsos— también tenía la misma edad, y aunque éramos distintos físicamente, siempre nos llevamos como hermanos.

Yo era robusto, morochón, pelo liso; Pepe era más rellenito, de piel clara y ruludo.
Por la situación, él se quedaba muchas veces a dormir en mi casa. Con tantas noches compartidas y tan pocas camas disponibles, terminamos durmiendo juntos.

Al principio fue totalmente inocente. A veces, cuando él se daba vuelta, lo rozaba sin querer. Él nunca decía nada, así que tampoco le di importancia… hasta que una tarde todo cambió.

Pepe cayó sin avisar, como solía hacer. Estábamos charlando en mi habitación cuando de repente me agarraron unas ganas tremendas de estar a solas. Le dije entre risas:

—Me voy a la pieza un rato… no entres.

Pepe levantó una ceja, divertido.

—Dale, hacé lo que tengas que hacer.

Me fui, cerré la puerta y estuve unos minutos tranquilo… hasta que escuché el picaporte. Pepe entró despacio, como dudando, y me miró con esa cara de “¿en serio estabas haciendo esto?”.

Se sentó a mi lado sin decir mucho. Había algo raro en el aire, una tensión distinta, nueva.
Y entonces, casi en un susurro, preguntó:

—¿Querés… que te ayude?

Yo lo miré sorprendido. No esperaba eso, pero tampoco lo rechacé.

—Si querés… —le dije, sin saber bien qué esperar.

Él se acercó un poco más. Sus movimientos eran torpes, tímidos, como si no supiera bien qué hacer. Yo lo guié, despacio, y de a poco la tensión se volvió más intensa, más eléctrica.

No voy a entrar en detalles… pero sí puedo decir que para los dos fue una experiencia nueva, confusa y extrañamente natural. Algo que ninguno planeó, pero que simplemente pasó.

Cuando todo terminó, nos miramos sin saber si reírnos o hablar del tema. A Pepe no pareció incomodarle. Al contrario…
Y desde ese día, cada vez que se quedaba a dormir y estábamos solos, esa tensión volvía a aparecer de alguna forma.

Avisen me si quieren la segunda parte

3 comentarios - Primero aver primos (gay) primera parte