Hola, quisiera contarles mi experiencia en el hermoso bar de la calle Pellegrini al 1083.
Desde hace un tiempo vengo juntando ganas de ir, pero hasta ahora no me había animado.
Anoche, sábado, por fin me armé de valor y fui.
A la entrada de una galería te reciben e indican por donde ir, la puerta conduce a una escalera y al bajarla encontramos el bar. El ambiente es agradable, no hay código de vestimenta pero se nota cierta tendencia a estar flojito de prendas, lo cual me pareció hermoso.
Yo me fui con ropa casual y por debajo un slip transparente en la parte de la cola. La próxima edito el post y pongo algunas fotos.
A la entrada te dan una bolsa en la cual podés poner la ropa que te quieras sacar y la guardas en el guardarropa, junto con el celular y tus pertenencias (prohibido el uso del celular)
Una vez ya preparado, podes recorrer las instalaciones a tu antojo. Hay barra libre donde podés pedir lo que quieras mientras recorres.
Lo que mas me gustó es la libertad con la que te manejas. Yo estaba así como les conté, y en el salón en general había gente con boxer, suspensorios, sleeps, algunas tangas e incluso nada. En la parte del bar todo transcurre muy tranquila y educadamente. Buena onda en todo momento, y eso que yo no conocía a nadie.
Me senté en un sillón y se me acercó un chico, comenzamos a hablar y pegamos buena onda. Junté un poco más de valor para ir juntos al reservado, un lugar más oscuro donde se comparte el espacio y está especialmente condicionado con sillones y columpios y zonas apartadas donde se puede tener sexo.
Entramos de la mano y ni bien mis ojos se habituaron a la oscuridad pude identificar a varias parejas teniendo sexo libremente, de a dos, de a tres y de a más, otros miraban y se pajeaban, otros se acomodaban en cuatro con el culito expuesto y si pasaba alguien y le gustaba, se lo podía coger libremente, era hermoso. Con mi compañero nos fuimos a un lugar mas reservado y nos comenzamos a besar, instintivamente me senté en el sillón y se la comencé a chupar, tenía una verga rica, con dos huevos hermosos e hinchados por el sujetador. Estábamos en la nuestra mientras una pareja al lado cogía apasionadamente. El se acomodó en el sillón y yo seguí con la tarea, se la comí desesperadamente, ahogándome y salivando mucho por espacio de unos 15 minutos hasta que sentí que estalló y acabó en mi boca, leche abundante y espesa. El se fue y yo me quedé descansando ahí. Apareció alguien más y comenzó a chuparmela. Sin decir nada me dejé hacer, después me puso un preservativo y comenzó a cabalgarme mientras se hacía la paja hasta que acabó sobre mi.
Terminada esta primera parte fui a bañarme y me pedí una botella de agua. estuve en el bar un rato y después entré nuevamente, esta vez solo. Recorrí un rato y me encontré en el fondo con el protagonista de mi noche.
Un venezolano, muy amable, de anteojos y buen cuerpo (es todo lo que se) me abordó mientras estaba caminando y comenzamos a tocarnos y besarnos. El se sentó y me la comenzó a chupar con muchas ganas y durante un rato. Luego lo levanté y arrodillándome se la comencé a chupar yo, tenía un gusto limpio y sin matices, lo que me hizo pensar que se había bañado recién. Una verga hermosa y unos huevos depilados e hinchados. Cuando me levanté me acomodó en cuatro en sillón y me comenzó a comer el culo mientras yo sacaba el forro que tenía guardado en mi media, pues no tenía donde guardarlo, ja. Se lo pasé y se lo puso mientras me seguía comiendo el culo. Cuando se acomodó para metérmela yo me agarré de de unos barrotes que estaban ahi para separar a otro ambiente donde se puede coger en una jaula. La primer embestida fue despacio hasta la mitad y culminó con un rápido movimiento que me llenó de pija por completo. No pude evitar lanzar un gemido y apretar la botella de agua que traía. A esta embestida siguió otra mientras me pegaba fuerte en las nalgas y con el puño en la espalda baja para que sacara mas culo y me acomodara mejor. Me agarró fuerte del brazo y empujándome fuerte me obligó a ponerme longitudinal y ocupando los dos cuerpos del sillón, esto hizo que quedara con el culo muy expuesto, de modo que siento sus golpes en las caderas y nalgadas muy fuertes mientras me voy para atrás y me la mete de una, yo gritaba de placer, lujuria y un poco de dolor. Me cogió así por espacio de unos tres minutos salvajes hasta que alguien se apiadó, o se hartó de mis gritos y me acomodó su pija en la boca. Esta tenía un intenso gusto a preservativo y ese sabor entre ligeramente dulce y amargo de la leche. Eso me puso muy caliente y prácticamente ahogué mis sollozos mientras chupaba y me atragantaba con esa pija, hasta que se levantó, se fue a otro lado y no supe mas de él. En tanto mi hombre me acomodó para cogerme patitas al hombro en el sillón y mientras me empezó a coger sentí como alguien me ponía la pija en la mano y acababa abundantemente mirándonos. Me siguió cogiendo muy duro hasta que totalmente extasiados y empapados de sudor nos incorporamos y fuimos a unas islas en el medio, con unos muebles cuadrados acolchonados. Me puse en cuatro ahí y me empezó a coger fuerte y muy violento mientras me pegaba piñas a los costados a la altura de la cadera que me enloquecían. No aguantaba mas el castigo que estaba sufriendo mi culo, no podía parar de gemir y sin embargo me desesperaba cada vez que la sacaba. Vi que un pasivo al lado mío corría mi misma suerte y nos comimos la boca mientras ahogábamos nuestros gemidos. En un momento siento una pija que quiere irrumpir por el costado y la dejamos pasar, la chupamos entre los dos mientras nos cogían y nos comíamos la boca. Cuando comenzó a acabar nos seguimos besando y lamiendo sin desperdiciar una gota, esa escena me perdió por completo y volví a gemir fuerte mientras mi hombre me cogía sin piedad. Cuando no daba más y me quise salir para acomodarme, lubricar un poco y seguir, me agarró fuerte de las caderas y con todo el peso de su cuerpo me tiró para abajo. Me siguió cogiendo a la fuerza, aunque yo solo sollozaba pero no me resistía y le pedía por favor que parara.
Estaba así respirando entrecortadamente y ahogando los gemidos cuando agradecí que saliera y me chupara un poco el culo. Mientras descansaba y gozaba con esos mimos sentí un glande golpeándome los labios como pidiendo permiso para entrar. Abrí la boca y me la comí de una hasta el fondo. Cuando levanto la vista me doy cuenta que era mi primer amigo, lo conocí por el suspensorio blanco. Me comenzó a coger la boca mientras yo tenía arcadas pronunciadas y la saliva chorreaba por todos lados y me empapaba por completo. Me dejaba descansar y me volvía a coger, yo estaba inmovilizado por la posición y por mi hombre detrás, pues me estaba chupando el culo tan rico que no me quería mover.
Cuando mi hombre venezolano me comenzó a coger nuevamente, mi primer amigo aún no había acabado así que pude por unos minutos vivir nuevamente la hermosa experiencia de que me llenen de pija la boca y el culo sin siquiera poder moverme. Cuando no daba más sentí que la violencia de las embestidas de mi venezolano se hicieron insoportables y me quise salir de nuevo. Pero me agarraron entre los dos y solo podía gritar con la pija en la boca.
El ritmo de mi venezolano se incrementó y sus bramidos aumentaron hasta que empezó a acabar dentro mío y me cogía mas fuerte que nunca, hasta que se detuvo lentamente. Se quedó un rato arriba y adentro mío, nuestros cuerpos totalmente mojados por nuestros fluidos y sudor, yo tenía leche en muchas partes de mi cuerpo, pero aún no podía descansar ni parar de dejarme coger la boca por mi primer amigo hasta que pude volver a sentir todo su esperma derramándose dentro de mi boca nuevamente. Nunca me había sentido tan puta y tan sucia como en esta ocasión.
Cuando me la sacó sentí un vacío enorme, y el culo muy abierto, de hecho lo sigo sintiendo mientras escribo estas líneas. Sentí que se me escapó un pedo muy largo y sonoro, pero el ruido del lugar lo tapó. Cuando me senté tratando de recobrar aliento, ya no vi a mi hombre venezolano ni a mi primer amigo, se habían ido dejándome ahí, después de usarme. Me levanté y como pude me volví a poner mi slip transparente y me fui a bañar por segunda vez. Esta vez era absolutamente necesario. La noche siguió y me volvieron a coger en uno de esos sillones de telo, pero no fue una cogida memorable como la primera por eso no la cuento.
En otro momento edito el post y pongo las fotos de mi outfit para ese momento. Es solo que quería escribir mientras tuviera aún fresco el recuerdo de tan increíble cogida.
Besos a todos. Los quiero
Desde hace un tiempo vengo juntando ganas de ir, pero hasta ahora no me había animado.
Anoche, sábado, por fin me armé de valor y fui.
A la entrada de una galería te reciben e indican por donde ir, la puerta conduce a una escalera y al bajarla encontramos el bar. El ambiente es agradable, no hay código de vestimenta pero se nota cierta tendencia a estar flojito de prendas, lo cual me pareció hermoso.
Yo me fui con ropa casual y por debajo un slip transparente en la parte de la cola. La próxima edito el post y pongo algunas fotos.
A la entrada te dan una bolsa en la cual podés poner la ropa que te quieras sacar y la guardas en el guardarropa, junto con el celular y tus pertenencias (prohibido el uso del celular)
Una vez ya preparado, podes recorrer las instalaciones a tu antojo. Hay barra libre donde podés pedir lo que quieras mientras recorres.
Lo que mas me gustó es la libertad con la que te manejas. Yo estaba así como les conté, y en el salón en general había gente con boxer, suspensorios, sleeps, algunas tangas e incluso nada. En la parte del bar todo transcurre muy tranquila y educadamente. Buena onda en todo momento, y eso que yo no conocía a nadie.
Me senté en un sillón y se me acercó un chico, comenzamos a hablar y pegamos buena onda. Junté un poco más de valor para ir juntos al reservado, un lugar más oscuro donde se comparte el espacio y está especialmente condicionado con sillones y columpios y zonas apartadas donde se puede tener sexo.
Entramos de la mano y ni bien mis ojos se habituaron a la oscuridad pude identificar a varias parejas teniendo sexo libremente, de a dos, de a tres y de a más, otros miraban y se pajeaban, otros se acomodaban en cuatro con el culito expuesto y si pasaba alguien y le gustaba, se lo podía coger libremente, era hermoso. Con mi compañero nos fuimos a un lugar mas reservado y nos comenzamos a besar, instintivamente me senté en el sillón y se la comencé a chupar, tenía una verga rica, con dos huevos hermosos e hinchados por el sujetador. Estábamos en la nuestra mientras una pareja al lado cogía apasionadamente. El se acomodó en el sillón y yo seguí con la tarea, se la comí desesperadamente, ahogándome y salivando mucho por espacio de unos 15 minutos hasta que sentí que estalló y acabó en mi boca, leche abundante y espesa. El se fue y yo me quedé descansando ahí. Apareció alguien más y comenzó a chuparmela. Sin decir nada me dejé hacer, después me puso un preservativo y comenzó a cabalgarme mientras se hacía la paja hasta que acabó sobre mi.
Terminada esta primera parte fui a bañarme y me pedí una botella de agua. estuve en el bar un rato y después entré nuevamente, esta vez solo. Recorrí un rato y me encontré en el fondo con el protagonista de mi noche.
Un venezolano, muy amable, de anteojos y buen cuerpo (es todo lo que se) me abordó mientras estaba caminando y comenzamos a tocarnos y besarnos. El se sentó y me la comenzó a chupar con muchas ganas y durante un rato. Luego lo levanté y arrodillándome se la comencé a chupar yo, tenía un gusto limpio y sin matices, lo que me hizo pensar que se había bañado recién. Una verga hermosa y unos huevos depilados e hinchados. Cuando me levanté me acomodó en cuatro en sillón y me comenzó a comer el culo mientras yo sacaba el forro que tenía guardado en mi media, pues no tenía donde guardarlo, ja. Se lo pasé y se lo puso mientras me seguía comiendo el culo. Cuando se acomodó para metérmela yo me agarré de de unos barrotes que estaban ahi para separar a otro ambiente donde se puede coger en una jaula. La primer embestida fue despacio hasta la mitad y culminó con un rápido movimiento que me llenó de pija por completo. No pude evitar lanzar un gemido y apretar la botella de agua que traía. A esta embestida siguió otra mientras me pegaba fuerte en las nalgas y con el puño en la espalda baja para que sacara mas culo y me acomodara mejor. Me agarró fuerte del brazo y empujándome fuerte me obligó a ponerme longitudinal y ocupando los dos cuerpos del sillón, esto hizo que quedara con el culo muy expuesto, de modo que siento sus golpes en las caderas y nalgadas muy fuertes mientras me voy para atrás y me la mete de una, yo gritaba de placer, lujuria y un poco de dolor. Me cogió así por espacio de unos tres minutos salvajes hasta que alguien se apiadó, o se hartó de mis gritos y me acomodó su pija en la boca. Esta tenía un intenso gusto a preservativo y ese sabor entre ligeramente dulce y amargo de la leche. Eso me puso muy caliente y prácticamente ahogué mis sollozos mientras chupaba y me atragantaba con esa pija, hasta que se levantó, se fue a otro lado y no supe mas de él. En tanto mi hombre me acomodó para cogerme patitas al hombro en el sillón y mientras me empezó a coger sentí como alguien me ponía la pija en la mano y acababa abundantemente mirándonos. Me siguió cogiendo muy duro hasta que totalmente extasiados y empapados de sudor nos incorporamos y fuimos a unas islas en el medio, con unos muebles cuadrados acolchonados. Me puse en cuatro ahí y me empezó a coger fuerte y muy violento mientras me pegaba piñas a los costados a la altura de la cadera que me enloquecían. No aguantaba mas el castigo que estaba sufriendo mi culo, no podía parar de gemir y sin embargo me desesperaba cada vez que la sacaba. Vi que un pasivo al lado mío corría mi misma suerte y nos comimos la boca mientras ahogábamos nuestros gemidos. En un momento siento una pija que quiere irrumpir por el costado y la dejamos pasar, la chupamos entre los dos mientras nos cogían y nos comíamos la boca. Cuando comenzó a acabar nos seguimos besando y lamiendo sin desperdiciar una gota, esa escena me perdió por completo y volví a gemir fuerte mientras mi hombre me cogía sin piedad. Cuando no daba más y me quise salir para acomodarme, lubricar un poco y seguir, me agarró fuerte de las caderas y con todo el peso de su cuerpo me tiró para abajo. Me siguió cogiendo a la fuerza, aunque yo solo sollozaba pero no me resistía y le pedía por favor que parara.
Estaba así respirando entrecortadamente y ahogando los gemidos cuando agradecí que saliera y me chupara un poco el culo. Mientras descansaba y gozaba con esos mimos sentí un glande golpeándome los labios como pidiendo permiso para entrar. Abrí la boca y me la comí de una hasta el fondo. Cuando levanto la vista me doy cuenta que era mi primer amigo, lo conocí por el suspensorio blanco. Me comenzó a coger la boca mientras yo tenía arcadas pronunciadas y la saliva chorreaba por todos lados y me empapaba por completo. Me dejaba descansar y me volvía a coger, yo estaba inmovilizado por la posición y por mi hombre detrás, pues me estaba chupando el culo tan rico que no me quería mover.
Cuando mi hombre venezolano me comenzó a coger nuevamente, mi primer amigo aún no había acabado así que pude por unos minutos vivir nuevamente la hermosa experiencia de que me llenen de pija la boca y el culo sin siquiera poder moverme. Cuando no daba más sentí que la violencia de las embestidas de mi venezolano se hicieron insoportables y me quise salir de nuevo. Pero me agarraron entre los dos y solo podía gritar con la pija en la boca.
El ritmo de mi venezolano se incrementó y sus bramidos aumentaron hasta que empezó a acabar dentro mío y me cogía mas fuerte que nunca, hasta que se detuvo lentamente. Se quedó un rato arriba y adentro mío, nuestros cuerpos totalmente mojados por nuestros fluidos y sudor, yo tenía leche en muchas partes de mi cuerpo, pero aún no podía descansar ni parar de dejarme coger la boca por mi primer amigo hasta que pude volver a sentir todo su esperma derramándose dentro de mi boca nuevamente. Nunca me había sentido tan puta y tan sucia como en esta ocasión.
Cuando me la sacó sentí un vacío enorme, y el culo muy abierto, de hecho lo sigo sintiendo mientras escribo estas líneas. Sentí que se me escapó un pedo muy largo y sonoro, pero el ruido del lugar lo tapó. Cuando me senté tratando de recobrar aliento, ya no vi a mi hombre venezolano ni a mi primer amigo, se habían ido dejándome ahí, después de usarme. Me levanté y como pude me volví a poner mi slip transparente y me fui a bañar por segunda vez. Esta vez era absolutamente necesario. La noche siguió y me volvieron a coger en uno de esos sillones de telo, pero no fue una cogida memorable como la primera por eso no la cuento.
En otro momento edito el post y pongo las fotos de mi outfit para ese momento. Es solo que quería escribir mientras tuviera aún fresco el recuerdo de tan increíble cogida.
Besos a todos. Los quiero
3 comentarios - Mi hermosa experiencia en Boys Bar