Sexo en la cocina y Romina 31

Lo del titulo unos videitos en la cocina y sigue la historia



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Romina y la trampa del deseo 4

En la noche del viernes tuvimos una cena tranquila, romi no habló del tema del día siguiente pero se la notaba excitada, nos acostamos sin tener ningún roce siquiera, Romi quería esperar al día siguiente y que estuviéramos bien calentitos.
Cuando me desperté estaba en la cocina. Fui a saludarla, nos besamos y acariciamos.
-Hoy es el día, mi amor..., pero te tengo una mala noticia...,
-Que paso?
-Nada que mamá no puede cuidar a la nena..., voy a tener que ir solita...
-Pero..., no..., me parece... –sonrió con picardía y me dijo
-No tontito es una broma... , a las siete la viene a buscar..., sin vos mirándome pajerito..., no es lo mismo..., -Me dijo que se iba de compras que quería comprarse algo para la ocasión.
Le prepare la mamadera a la nena y me quede jugando con ella y prepare el almuerzo. Romi volvió cerca del mediodía, traía un par de bolsas saco un vestido que me mostró que era muy semejante la tela en trasparencia al rojo, pero era de color negro, me mostró también una tanguita negra. Y dejo las bolsas en la pieza. Se saco los zapatos y vino a comer. Me dijo que a la tarde me fuera a pasear que quería que la pasara a buscar directamente a las ocho de la noche.
-Quiero que me veas lista para la fiestita..., que nervios..., ¿cómo se sentirá tener dos pijas para una...?, que nervios...!!!, dijo exagerando su voz de puta.
Toda la tarde estuve perdido por la ciudad como un zombi, me parecía que yo no podía permitir algo así, toda la tarde me la pasé rumiando que no lo iba a permitir, le iba a decir que el juego había terminado, hasta ahí habíamos llegado. Empecé a tomar cada vez más coraje, sentía nacer una fuerza interna muy grande en mi.
A las ocho entre en casa. Romi salió del baño y me dijo.
-Chan..., chan...!!!, y salió del baño girando lentamente en el comedor. El vestido era realmente hermoso y muy transparente, no tenía corpiño y se le marcaban los pezones en la tela que era una especie de gasa, la pintura era muy modesta, unos aros circulares un tanto grandes, cuando giro vi la tanguita diminuta que se notaba bien metida en su culo que estaba más realzado aún con los zapatos de taco alto. Me acerque a ella y la acaricie desde atrás.
-Y..., ¿qué tal?, estoy linda...? –mi pija empezó a crecer la saque del pantalón y la quise apoyar, se alejo y me dijo poniendo más voz de putita.
-No..., no me apoyes que me vas a manchar de liquido preseminal..., y vos sos solo mirón..., es tu lugar en la fiestita..., mironcito mío..., mi cornudito pajero. –se puso de rodillas libero mi miembro y me lo chupetió un ratito, se lo saco de la boca.
-Ahora me tengo que labar los dientes de nuevo... y pintarme los labios..., y sonrió con cara de puta, me dijo que la esperara en el auto. En todo el trayecto me decía lo caliente que estaba mientras me sobaba sobre el pantalón mi pija también estaba bien dura.
-Que calentito que estas..., nunca hicimos algo así..., -me miro con cara de viciosa- espero no enviciarme...
-Que puta sos...!!! –me apretó fuerte la pija.
-Y a vos te encanta..., pajero..., pedime que me los garche bien garchados a los dos..., que les exprima bien las pijas... mientras vos miras como un cornudo pajero..., pedime...
-Mi amor...
-Que pajerito...?
-Garchatelos bien garchados..., exprimilos bien... –sonrió perversamente y me beso.
Llegamos a la casa del jefe y bajamos del auto, mi cuerpo me temblaba sin control. Romi me hizo que la tomara de la cintura. Caminamos como dos tortolitos abrazados, el jefe mismo atendió y nos hizo pasar. Adentro estaba Raúl que era el muchacho en cuestión, debía tener unos 20 años nunca lo había visto en la empresa. La miraba a Romi con la boca abierta.
-Bueno Raúl, parece que nunca hubieras visto una dama –dijo el jefe mientras le tomaba la mano a romi sobre su cabeza y le hacía dar unas vueltas. La música en el lugar ya era suave, había unos sándwich triples que nadie iba a tocar y cuatro vasos de champán servidos en una mesita ratona. El jefe propuso un brindis por esa noche. Y se sentó con Raúl en el sillón de dos cuerpos proponiéndonos a Romi y a mi que bailáramos acariciándonos como si estuviéramos en la intimidad. Así lo hicimos y por un momento me olvidé que alguien nos miraba y la empecé a acariciar cada vez con más ganas. En un momento sentí que me tocaban el hombro y era el muchachito que me pedía bailar con Romi, empezaron tímidamente, el jefe me indico sentarme con el en el sillón, el muchachito fue tomando confianza lentamente y de a poco se empezaron a besar y a acariciar, me calentaba muchísimo ver cuando le acariciaba el culo a Romi. Romi se veía muy caliente. El jefe levanto su copa y brindo conmigo, por su esposa, me dijo. Dejo la copa y fue hacia la parejita. Se acercó y se apoyo en Romi desde atrás, ella giro la cabeza y se besaron, luego volvió a besarlo al muchacho mientras el jefe la apoyaba desde atrás y le bajo los tirantes del vestido, liberando sus pechitos y dejando los tirantes del vestido trabados en la mitad de sus brazos, con lo que sus brazos quedaron para abajo, la mano de romi empezó a jugar en la bragueta del muchacho y enseguida las dos manos juntas liberaron una pija de dimensión normal de su encierro, romi la acarició un poco y luego se puso de rodillas y mirándolo a los ojos se la empezó a meter en la boquita. El jefe se arrodillo detrás de Romi y bajando su cierre le apoyó su pija entre los glúteos por sobre el vestidito, mientras sus manos se fueron a amasar las tetas de Romi. Romi se saco la pija de la boca:
-Despacito que sale lechita todavía..., -por respuesta el jefe le dio un cachete en el culo, Romi giro su cabeza y siguió chupando. El jefe me dijo que me acercara que viera bien de cerca lo que le iban a hacer a la puta de mi mujer.
-Si...!!!, soy su puta jefe...!!!, cojame bien cogida..., por favor... –este se puso de pie y le dio su pija ahora para que la chupe, el muchacho se termino de desnudar y se acomodo detrás de Romi, le levanto el vestido y empezó a acariciarle el culo. Romi se sacó la pija de la boca:
-Te gusta lo que ves...?, el pendejo sonrió y tomo la tirita del tanga, la corrió a un costadito y empezó a frotarle su pija en la concha, el jefe mientras la había tomado de la nuca y la tenía con su poronga metida a fondo, parecía que se ahogaba. El pendejo se la fue metiendo despacito en la concha, romi empezó a mover la cadera mientras la iba penetrando, esto calentó al pendejo que la agarró de la cintura y empezó a bombearla bien duro. El jefe le agarro el pelo en un rodete y empezó a cogerle la boca mientras la tenía con el pelo tirante, la cara de Romi era de la más puta de un harén, el flaquito la seguía cogiendo cada vez con más fuerza en un momento se tensó y la siguió cogiendo supe que la estaba llenando, romi parecía estar acabando y el jefe la agarró fuerte de la nuca y la apretó contra su pelvis mientras se tensaba. Cuando la soltó romi tosió y escupió, estaba ahogada, el pibe se salió y se puso de pie, fueron ambos hasta la mesita y tomando una copa de champán brindaron por esa noche. El jefe volvió y la ayudo a romi a levantarse, la desnudo y la sentó en el sillón mientras la besaba.
-Ya le podes chupar la conchita..., está bien llena seguro..., me arrodille y empecé a chuparla como se que le gusta, romi me agarró en un momento de la nuca y volvió a tener un orgasmo en mi cara, el pibe que ya estaba al palo de nuevo se calentó con lo que veía y subiéndose al sillón le dio su pija a romi para que la chupe. El jefe le dijo que se sentará al lado y a Romi que lo montara. Romi se subío y se metió la pija bien despacio empezó a cabalgarlo y giro la cara hacia mi para que la besara.
-Que tierno dijo el jefe, que salió de la habitación. Cuando volvió se acomodó detrás de Romi, su pija estaba al palo otra vez, había ido a buscar un tarro de aceite. Me ordenó acercarme para ver bien y le dijo a la parejita que se quedaran quietos. Me dijo que separara los glúteos de romi, el se froto su pija con aceite, romi había girado su cabeza a mirarnos.
-Como me veo amor...? ya tengo una pija adentro..., la ves...? porque yo siento como le late..., parece que lo caliento a Raulito... –El jefe se fue acomodando y le empezó a frotar su pija jugando por su culito. Yo miraba sin perder detalle. Me miro a los ojos y dijo:
-Ahora mira bien..., no te pierdas detalle –y apunto su cabeza hacia el ortito de Romi solo la apoyo en el agujerito.
-Despacio..., jefe..., porfi..., te gusta lo que ves cornudo...? dos pijas para mi... y ninguna es la tuya..., mostramela..., -y así lo hice- es linda la tuya..., lástima..., -y en ese momento el jefe la clavo hasta el fondo- Ay!!!, despacito..., me duele...!!! –el jefe la agarro del pelo y empezó a bombearla mientras le mordía el cuello. Romi tenía los ojos cerrados y la boca abierta, el pendejo empezó a moverse como podía. Yo veía la escena ahí pegado y no lo podía creer.
-Partimelo... hijo de puta...!!!, que perro sos..., te gusta que sea tan puta...!!! –el jefe sonreía y la bombeaba bien duro, no acababa más hacia un montón que la garchaba, el pendejo quiso salir de debajo de Romi y así lo hizo. No quería acabarle en la concha. Romi quedo apoyada en el sillón y el jefe le apretaba el cuello contra él sillón mientras la bombeaba duro.
-Si..., tratame así..., me encanta ser tu perra..., que delicia sos..., garchame..., rompeme bien el orto... así aprende el pajero como se trata a una puta como yo...
ahora el jefe se agarró de su cintura y la bombeó hasta que se tenso acabando Romi también acabo, el jefe se quedo un ratito sobre ella y después se salió. El pendejo estaba esperando su turno y primero le separo el culo y me dijo.
-Mira como se lo dejó abierto..., es una culorroto... –y enseguida se la clavo.
El pendejo empezó a cogerla cada vez más duro mientras el jefe se sentaba al lado de Romi en el sillón y le daba su pija.
-Limpiala bien, que puede tener gérmenes de tu culo de puta. –Romi la mamaba como desesperada, le encantaba como la trataba el jefe. El pendejo en un momento no pudo más y también acabó descargando en el culo de romi. El jefe me dijo que ahora tenía más para saborear, se reían los tres mientras yo le chupaba el orto a Romi.
-Que goloso que sos amor..., te gustaría probarla del envase algún día..., o quizás te gustaría sentirla...? –yo acabé sin tocarme mientras el pendejo le había dado también su pija para que la limpiara. Por esa noche la fiesta había terminado dijo el jefe, no quería que Romi se volviera una viciosa dijo sonriendo.
-Lo único que quiero es que te vayas así, sin limpiarte. Y que tu marido duerma con su cabeza metida en tu entrepierna o tu culo y sienta como te sale el olor de tus machos. Puede chuparte si quiere, todo lo que quiera y podes pajearlo, por hoy que no te coja.

4 comentarios - Sexo en la cocina y Romina 31

nicov77
Espetacular el post!!!
maguito
naaaaaa!!!infernal capo!!que buena está la saga!!
Si-Nombre
Claro que si lo leiiiii jejejejeee