FICCIÓN SISSY - relato con imágenes

Siempre me atrajo la ropa femenina, más de una vez lo he contado en mis relatos anteriores. Sin embargo, nunca imaginé que esta afición por lo femenino terminaría por convertirme por completo en una puta entregada a los machos. 
El punto de quiebre en esta entrega de lleno al placer, se debe a mi familia ya que fue mi primo el primer hombre que me sometió, dominó y abusó de mi cuerpo de nena. Resulta que estábamos cursando todavía la secundaría, él en el último año y yo que era 4 años menor, en otro curso. Como nuestra familia es muy unida pasamos muchísimo tiempo juntos tanto durante el año como en el verano y fue particularmente en el Enero de ese año que estando ambas familias en Villa Gesell ocurrió un accidente familiar que hizo que mis padres y su padre tuvieran que volver a Capital. Pero para no arruinarnos las vacaciones y debido a que mi primo Tomás casi cumplía la mayoría de edad pensaron que sería buena idea dejarnos solos y a su hermana en la quinta que alquilábamos. En ese momento nos pareció una oportunidad única para pasar unas vacaciones increíbles y a pura fiesta, pero a Ludmila (mi prima) no le agradó la idea ya que no confiaba en su hermano, por lo que marchó a Capital junto con mis padres y el tío. Luego de cargar el equipaje en el auto y largarnos el sermón obligatorio, marcharon hacía el norte. 
Ni bien se fueron, Tomás encendió un porro de los que habíamos llevado para abastecernos todo el mes (Para ese momento yo ya me encontraba conociendo el mundo de las fiestas, el alcohol, drogas y sexo. Cosa normal en adolescentes de esa edad). Al terminarlo, nos recostamos sobre unas reposeras al borde de la pileta mientras tomábamos unas cervezas, las horas fueron pasando y nos fuimos quedando dormidos por la locura. Cuando nos despertamos, notamos que teníamos todo el cuerpo extremadamente rojo por quemaduras del sol. Tomás se había dormido boca arriba y tenía todo el pecho al rojo vivo, por mi parte, me había dormido de espaldas y me ardían a más no poder las piernas  desde los tobillos al comienzo de los glúteos, además de toda la espalda. Nos desesperamos a entrar a la casa para tomar una ducha fresca y cuando me encontraba por entrar al baño él viene a paso acelerado y de un chirlazo en la pierna me deja quieto por completo, logrando entrar antes al baño. Enojado por perder mi turno para relajar las quemaduras de la espalda, me dirijo a mi pieza a preparar la ropa que me iba a poner, pero no la encuentro. Comienzo a revisar todas las habitaciones una por una pero mi bolso no estaba, había quedado cargado en el auto y ya se encontraba llegando a Buenos Aires. 
Cuando Tomás sale del baño y entra a la pieza que compartíamos, completamente desnudo, con su cuerpo musculoso y su descomunal pija colgando (rondaba los 21cm, pero dormida igual daba miedo) ve que mantenía fija la mirada en su verga 
Tomás: Que te pasa boludo? te hipnotizó? Andá a bañarte así bajas la temperatura.
Yo: Primo, se llevaron mi ropa. Estamos al horno!
Tomás: Estamos? jajaj ese es tu problema . 
Yo: Vas a tener que prestarme ropa, no tengo para cambiarme.
Tomás: No pienso prestarte nada, traje lo justo y necesario. No pienso lavar un puto calzoncillo y tengo que estar impecable para cuando salga. 
Yo: Y que voy a hacer yo? no voy a poder salir de acá ! 
Tomás: la malla vas a poder usarla para ir a la playa, de salir olvidate que vas a poder entrar así de croto. Tenes 2 opciones, o usas la plata que te dejaron para comprarte ropa y vivís a galletita todo el mes, o dejas de llorar como una puta, te bañas y vas a comprar cerveza. Si? 

Mientras me bañaba, escucho un grito de mi primo que me llamaba. Había encontrado una mochila debajo de la cama de su hermana

Tomás: Primito, te encontré un refuerzo de ropita para que no tengas que lamentarte todo el verano! 


Salgo emocionado del baño, entro en la habitación y cuando me entrega la mochila, al abrirla veo que dentro solo había ropa femenina. Pero no solo era ropa de mujer, eran en su gran mayoría medías de red, tangas corpiños, tops y minifaldas. Le clavo la mirada de manera sería por la ilusión que me había provocado pensar que ya había resuelto el problema, pero justo antes de largar algún insulto, vi su cara de contento. La misma que ponía de chico cuando....

Tomás: Ponete la tanga rosa
Yo: Eh? 
Tomás: Dale dale, ponete la tanga rosa y las medías de red negras. 
Yo: Estás en pedo? Aprovechaste a fumar cuando yo no estaba? 
Tomás: Dale bldo por favor, se me vino a la mente lo que hacíamos cuando éramos más chicos y no pude evitar calentarme. Ponete la ropa si total es lo único que te queda porque yo no pienso prestarte nada. Vas a tener que andar todo el verano como la puta de mi hermana. 
FICCIÓN SISSY - relato con imágenes


Un poco por la verdad de que no tenía nada con que vestirme y otro poco por la calentura que me había generado su agresividad, accedí a ponérmelas. No pude evitar excitarme un poco y se notó evidentemente en mi pene, por lo que Tomás reía. Debido al calor que hacía esa noche, no ameritó ponerme más prendas solo una minifalda extremadamente corta que dejaba ver la mitad de mi cola. Cocinamos unas pizzas , entre porro y birra fuimos charlando hasta que el cansancio nos venció así que fuimos a acostarnos. A todo esto, la sensación de feminidad que me daba estar usando la ropa de mi prima e incluso una tanga diminuta que se me colaba entre los cachetes, estaba haciendo estragos en mi, cuando me acosté en la cama mi mente volaba. Debido a las quemaduras de esa tarde, debía dormir boca abajo así que mi culo quedaba al aire libre, a la vista de mi primo. 
Ya acostados fumando el último porro, transpirando y sufriendo el calor, pero sobre todo por las quemaduras, Tomás impone la regla en medio de la locura de que todos los días debíamos jugar un "Verdad o reto", solo uno, para decidir como íbamos a comenzar el día siguiente y repartirnos tareas. No sonaba muy descabellado, pero luego de elegir reto por miedo a que me pregunte porque le había estado enseñando la cola todo el día dandole la espalda para que no note mis espontaneas erecciones, me di cuenta cuales eran sus intenciones. 
El reto? 
Ponerle yo mismo la crema para las quemaduras.... con mi espalda, así incluso gastaríamos menos. ¿No?
Debimos pararnos para que pueda cumplir el reto, pero luego de unos minutos en los que fui sintiendo como su pija se iba poniendo dura, además que la crema se fue esparciendo entre su abdomen y mi espalda haciendo que ambas se humedezcan y lubriquen. En ese momento, mi primo me jadea en el cuello.

Tomás: Perdoname primito, pero me voy a cobrar los porros que traje y que vas a fumar.

Así que baja su bóxer y coloca entre mis piernas lubricadas su verga.
relato
Tomás: Es como una conchita, que rica la conchita de la prima.
Hizo todo esto de una forma tan autoritaria y dominante que no pude más que adoptar el rol en el que había dejado poner, solté un gemido involuntario que hizo que él se excitara el doble agarrándome aún más fuerte de la cintura. Cuando comenzó a escupir chorros de leche entre mis testículos, mis piernas y mi culo, no pude evitar sentir un calor inexplicable que hizo que acabara a chorros. 
 Había marcado mi rol por el resto del verano. 


Continuara.....
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