Competencia en un cine porno por una travesti

Al ingresar se percibía solo una cosa:sexo. Desde la oscuridad, quietos en sus asientos los concurrentes exudabanansias, deseo y calentura. En mi caso, la sola invitación al aniversario delcine me la había endurecido cuando leí que estarian disponibles para losasistentes 20 travestis totalmente gratis. Comenzaría 6 de la tarde y a pesarde llegar a tiempo encontré la sala llena y la máxima inquietud entre aquellosamantes del tercer sexo entre los que me cuento.
Cuando el dueño del local comenzo a hablardando la bienvenida a los asistentes el desinteres inicial fue transformandoseen reconcentrada atención conforme daba detalles sobre la orgía y como sellevaría a cabo.
- 20 señoritas travestis  ilustres invitados - dijo al tiempo que lasimagenes de las mencionadas aparecian en la pantalla provocando que mas de unose sobara el paquete recordando un sesión anterior o presintiendo una esa mismanoche.
Las señoritas presentadas eran lo mas top delcine, habia de todas las razas y tamaños, exhuberantes morenas y mestizas deculos descomunales y piernas generosas, blancas de afinada cintura y caritaangelical, chinas de despampanantes tetas y para los pasivos tambien secontaban muchas dotadas en extremo.
Este antro del placer diariamente, y sindescanso en fines de semana o feriados, brindaba peliculas porno continuadasdesde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche asi como la"compañia" de 4 travestis por día las cuales por excelentes precioste ofrecian desde una mamada, un pajazo, sexo en las butacas traseras (a vistade todos es preciso decir) o el servicio premium de una hora en comodashabitaciones ubicadas al costado de la sala. El local contaba con un exito devarios años en los que precios, variedad en la oferta de chicas, la buenaatención de la gran mayoria de ellas y una inedita e increiblemente exitosacomunidad en redes sociales habian multiplicado las ganancias a tal punto queotros habian intentado emular  a losdueños pero por diversos motivos habian fracasado sin embargo el mercado depajeros y mostaceros estaba allí y los propietarios desde hacia muchoproyectaban una sucursal.
Su primer local cumplia su quinto aniversarioy los propietarios, un moreno con fama de pingon y una rubia de tetas y traseroexquisitos, no habian tenido mejor idea que celebrar una orgia en la sala.Cincuenta asiduos clientes habian sido invitados y las señoritas mas"consumidas" del año que habia pasado completaban el elenco.
Al terminar la mención de las"señoritas" participantes la impaciencia de la distinguida clientelaparecia exigir el inicio de la acción pero el negro luego de algunos segundosagrego
-esta noche la casa invita señores, hasta trespolvos totalmente gratis para ello - continuo mientras la suculenta dueña y losde seguridad comenzabana una repartición.
- bastara que entreguen una de las ficha queestamos dando a la srta causa de sus pajazos y podran tirar con ella en lashabitaciones mientras esten disponibles o en su defecto en los sillonesacondicionados en la parte posterior de la sala. Hemos colocado cortinasalrededor para que tengan algo de privacidad o mejor dicho para que los pajerosque no consigan chica no les molesten mucho mientras los espian y se la jalan.
Su risa resono en la sal junto a la de otros,pero tenia algo mas que agregar
- ya saben que esta casa siempre cuida elorden y la seguridad, por eso no queremos disputas inutiles entre losasistentes interesados en las misma chica y con ese fin hemos pensado que lomas justo es que la chica decida. Si la señorita que elijieron ya ha recibidouna ficha podran luchar por su amor... o por su culo mejor dicho entregandoleuna ficha y dejando que ella elija. Por supuesto el lugar donde nos encontramosobliga a que un duelo asi se de en la cancha asi que cada uno tendra dosminutos para demostrarle a su nena que su pieza es la que merece atravesar susenfinteres, culminado el turno de ambos la travita dara su veredicto y comocaballeros deberan aceptarlo o en su defecto ariesgar otra ficha. Los duelostendran lugar aqui en la sala. Podran seguir intentandolo hasta que la puertade la habitación o la cortina del sillón se cierren.
Al culminar se hizo el silencio y no se elresto de la sala pero yo y los que estaban cerca mio comenzamos a darnos unpajazo para tener el arma lista.
- Pasen señoritas - dijo el negro
Una a una desfilaron las travitas, en lenceriatodas, ricas todas. Cuando estuvieorn completas y alineadas a la pantallasimultaneamente dieron media vuelta y apoyadas en la pared nos dieron un mejorpanorama de sus deliciosos traseros. Los que se corrian la paja incrementaronel ritmo y creo que ninguno pudo evitar darse unas buena sobadas ante laperspectiva que se nos presentaba.
Pero tuve un momento de lucidez y deteniendomi paja pero sin guardar mi miembro me dirigi hacia el pasadizo que conducia alas habitaciones próximo a uno de los extremos de la fila de travestis.
Apenas llegue el negro dijo"Comencemos" y las luces se apagaron, la pelicula empezo y en laoscuridad multiples sombras se abalanzaron hacia adelante, para ese momento yahabia alcanzado a mi sirena y casi cargada la arrastraba hacia una de lashabitaciones, con resistencia de ella al principio pero al reconocerme solosonrio y camino conmigo hacia la habitación. Incapaz de resistir la tentaciónmanoseaba ese cuerpo que tantas veces habia disfrutado en innumerables poses,ese culo en el cual habia derramado tanta leche y besaba esos labios que sabiancomo prodigar placer  a muchas partes demi cuerpo. Ella a su vez sobaba vigorosamente mi  pinga y se pasaba la lenguita por la comisurade los labios con mirada traviesa. Casi alcazabamos el pasillo cuando de laturba se separo una sombra y nos alcanzo y colocando una ficha en las manos demi musa. Soprendida ella le miro y sonriendole se mordio los labios mirandonosa ambos. Allí a pocos metros de la habitación estabamos flanqueandola y ellaagarrandonos la pinga a cada uno sin dejar de morderse los labios mientras mimano derecha se disputaba con la izquierda de mi rival el derecho de acariciar esasnalgas, y mi mano libre acariciaba circularmente su ombligo como sabia legustaba al tiempo que mi competencia en cambio amasaba su teta derechaacercandose a ella para susurrarle algo lo cual imite llegando a decir primero:
- amorcito ya sabes que conmigo tendras pingadura toda la hora y mucha leche en tu cuerpito
Sonriendo ligeramente, se me quedo mirandopero entonces el otro agrego
- bebita cuando esta pinga no te ha dejadobien reventada
- gozas empalandote en la mia reyna dije altiempo que me concentraba para endurecer mi miembro y que alcanzara su maximalongitud.
Ella sintiendo la dureza y tamaño de mimiembro en su mano sonrio y apreto aun mas la base de mi falo incrementando lasobada. Momentos despues sin embargo se giro para sonreirle al otro y entoncespude ver que como yo aquel tipo era aventajado con una pija similar a la mia enlongitud, grosor y prominencia de la cabeza.
- Solo existe una manera de resolverlo, dijotimidamente Dianita, la deliciosa trava que motivaba toda esa disputa.
Regresamos a la sala y ubicandonos en unaesquina, nos entrego a  cada uno unpreservativo para luego reclinarse contra la pared y colocando su culito enpompa dijo:
- El que se ponga primero el condon comienza,sonriendo luego coquetamente, mientras con velocidad felina ambos procediamos acolocarnos el latex ganando yo por escaso margen.
- Entonces tu primero papi- me dijo al tiempoque se quebraba un poco a su derecha donde me encontraba.
Acercandome a ella la tome de las caderas y laaplaste contra la pared manoseando sus tetas con mis manos y besando la base desu nuca mientras mi pichula se apretaba entre las nalgas de su culo. Cuando oisu primer jadeo procedi a meterla en su ano, con dos golpes secos y sujetandolade la cadera la atraje hacia mi susurrandole: duro o lento amor, mientras memovía despacio penetrando y retirandome lentamente.
- Duro, duro, duro, repitió ella y entoncescambiando la velocidad de las penetraciones inicié un bombeo salvaje queprovocaba jadeos, gemidos asi como el arrechante sonido de sus nalgas al chocarcontra mi cuerpo. La perforaba con furia y arrechura a tope, provocada estaultima por el extraño pero satisfactorio gusto que me producia competir porella, por ser su cachero. No deje de castirgarla incluso cuando su cuerpo secontorsionaba para procurar con su deliciosa boca un beso ni cuando en surostro, con boca entreabierta y ojos cerrados, se adivinaba el placer. Solo elaviso e insistencia del otro individuo nos hizo detener y al abandonar esetrasero la contracción de ese esfinter me hizo saber que ella tampoco deseabaparar.
- Me toca añadio mi enemigo cacheril y convigorosas sacudidas en su pinga se acerco a Dianita que apoyada de espaldas ala pared se daba aire con las manos. Ante los susurros del tipo sonrio y lehizo una señal para que comenzara.
El tomandola de las caderas la levanto unoscentimetros y se fundieron en un apasionado beso al tiempo que con sus manoscolocaba las piernas de la travita alrededor de su cintura, repentinamente enun rapido movimiento manipulo con ella como con una muñena y en poco segundosla deliciosa travita estaba en cuatro en el piso y su jinete ya le habiaintroducido la pinga  y comenzaba amontarla. La cabalgo con esmero, tanto que los gemidos de mi engreida asi comoel sonido de sus cuerpos chocando me hizo temer ser derrotado pero tambien meexcito. Antes de completar los dos minutos, dije ¡ya tiempo! pero continuaronunos instantes mas y al retirarse pude notar que la travita que tenia sus manossujetando las pantorrillas de el no las soltaba como pidiendole que continuarapero el ya se habia incorporado. Por mi parte le extendí una mano a Dianita yal levantarse su cara de gozo hizo que reavivaran mis dudas en salir victoriosode  esta contienda.
Reclinada a la pared ella volvia a darse airey miraba a ambos con sonrisa picara. Tras algunos segundos el otro tipo lepidio una respuesta.
Tapandose los ojos y sonriendo nerviosamenterepitió nose varias veces para finalmente decir
- Tengo dudas... un turno mas?
- Pero que puta!!! se escucho muy cerca ycuando nos volteamos a ver otra bella travesti soltaba una carcajada mientrasmiraba en nuestra dirección.
Al parecer el duelo que esta otra bellarepresentante travesti habia provocado habia culminado porque un tipo seretiraba y otro sonreia con ella mientras se dirigian al pasadizo con direccióna un cuarto. Antes de desaparecer le dijo a su acompañante con tono jocoso:Mira esta perra se busca maridos igualitos, altos, gruesos, velludos ypingones. Tan igualitos que luego no sabe cual elegir papucho. Para finalizar conuna caracajada nada femenina que sin embargo parecia enamorar a su acompañante.
Dianita solo sonreia y contesto: Calla bruja,pero su buen humor denotana que era la amistad la que habia producida esaintervención.
Al haberme sentido perdedor en la primeraronda, no quise dejar que lo pensara mejor y le dije:
- quien comienza?
y sacando dos condones de su cartera tirada enel suelo agrego
- ya saben como es
y luego de un parde segundo nos entregopreservativos al mismo tiempo. Esta vez gano el otro por un diferencia minima yal verlo acercarse a ella para comenzar sonreí para mis adentros.
En esta segunda ocasion, comenzo tambien conun sonoro beso, tan apasionado que mordieron mutuamente sus labios pero como enla primera ronda con un movimiento rapido el se coloco de espaldas a la pared yla puso a ella de espaldas a él viendo a la sala y toda la bacanal que en ellase habia desatado. Con sus manos sujetandola de los brazos a la altura del codoel tipo introdujo su miembro en ese deseado culito y comenzo a bombearla convigor mientras susurraba frases en sus oidos que no alcanzaba a escuchar peroante las que Dianita reaccionada excitadamente respondiendo: "si,quiero", "me encanta", "mucha leche", "dejamebien rota".
Mientras se completaban los dos minutos yo ledaba rapidas y fuertes pajeadas a mi miembro y pensaba que en otrascircunstancias debería haber intentado tapar la visión de la orgia de los ojosde Dianita, que fisgona como era, estaria a tope de excitación como me locomprobaba su pinga totalmente erecta y las contorsiones de su cuerpo ¡tiempo!,dije. Como en la primera ronda la travita no queria dejar la cachada pero seseparo de él y se disponia a reclinarse otra vez en la pared para darse algo deaire
Apenas se habia apoyado avance resuelto y arrodillandomeante ella tome con mi mano derecha su miembro y apretando con fuerza le di unaspocas pero lentas frotaciones que pusieron la herramienta a tope. Entoncescomenzando en su base le di a su miembro una lenta lamida hasta llegar a lacabeza de su pinga y tras jugar con ella un par de segundo golpeandola con milengua la introduje en mi boca y le di unas pocas chupadas para luegoincorporarme y encontrarme con su rostro desencajado por el placer y sus manosextendidas arañando la pared; la levante y sin demora mi pinga totalmente parada atraveso su orificio mientras mibrazo derecho la sostenia en vilo y mi mano izquierda la masturbaba consacudidas lentas y asegurandome de tocar con los dedos, la cabeza, tronco ybase de su falo. Estabamos en una posición incomoda pero no duraria mucho luegode algunos instantes se corrió copiasamente sobre mí en mi ombligo y piernas.Deteniendo mi penetración solo la acerque a mi para besarla.
- Amor, cachame toda la noche dijo jadeandoaun. 
El otro tipo apretando la cabeza de su pingasonrio mientras decia: carajo y encima estaban a punto de hacerme correr. Bienjugado. y se giro para regresar hacia el centro de la sala donde se agrupabanlas travitas y los clientes en grupos de tres o cuatro personas.
Continuara...

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