Hola, mi nombre es Camila, tengo 22 años, soy una chica sissy-trans y vengo a compartirles mi relato de como llegue hasta aquí.
Hace más de 2 años, yo era un chico común y corriente, me llamaba Nicolas y me dedicaba a estudiar. Y si bien no vivía con mis padres, si dependía de ellos para pagar el alquiler del departamento el cual alojaba. Ya que mi casa quedaba muy lejos de mi universidad.
No tenía novia, pero ya había perdido la virginidad y si bien no era la gran cosa, de vez en cuando frecuentaba con mujeres. Sin embargo, ya desde adolescente tenía un fetiche especial. Me encantaba vestirme con ropa interior y lencería de mujer mientras me miraba al espero y me masturbaba.
Para decir la verdad siempre fui de rasgos y anatomía un poco andrógina, casi como un maniquí según muchas amigas. Y verme feminizado me excitaba.
Pero algo en mi me decía que lo que estaba haciendo era malo. La frecuencia con la que me vestía de mujer incrementaba y las relaciones sexuales con chicas eran cada vez más difíciles, ya sea porque no las buscaba o porque lograr la erección me costaba cada vez más.
Por eso decidí ir a una clínica psiquiátrica privada, en donde según su publicidad, prometía corregir conductas sexuales. Tenía unos ahorros de trabajos que hice durante el verano, así que no fue necesario pedirle dinero a mis padres.
Al contactarme con la clínica, me atendió el Doctor encargado de la misma, y coordinamos una entrevista. Cuando fue el día, el Doctor me hizo pasar a su despacho donde hacia las consultas psiquiátricas.
Le comente lo que me ocurría y le dije que era lo que quería corregir.
El anotó en su libreta todo y me dijo que lo que me ocurría no era para nada anormal y que llevaría un tiempo, pero que si de verdad lo quería corregir iba tener que poner empeño de mi parte.
Me comentó que el tratamiento habitual era venir a la consulta una vez a la semana, donde además de platicar sobre mi evolución, realizaríamos una sesión de hipnosis, en donde el trataría de sacarme inconscientemente mi fetiche sexual. Yo accedí, todo con tal de que las cosas dieran resultado. Además, me recetó unas píldoras, que debía consumir como parte del tratamiento. Me dijo que eran de un laboratorio amigo y que habían demostrado ser eficaces en estos casos. Me advirtió que no notaria lo cambios inmediatamente, que tuviera paciencia.
Y así fue, estuve yendo semanalmente a ver al Doctor, para que me practicara sesiones de hipnosis, de las cuales no recordaba nada y tomaba sus complementos para seguir el tratamiento.
Pasaron algunos meses y mi vida seguía igual, sin embargo no había notado cambios en cuanto a mi fetiche. Lo raro, es parecía haberse potenciado. No había buscado tener relaciones con mujeres. Simplemente me satisfacía yo solo vistiéndome de mujer.
El Doctor le daba poca importancia, me decía que era normal que los primeros meses mi cerebro iba a potenciar ese deseo debido a un mecanismo de defensa para no desprenderse de el, pero que dentro de poco cedería.
Yo confié en él y seguí yendo, me dio seguridad que me diera un comprobante que especificaba que si no lograba los cambios deseados, me rembolsarían todo el dinero. Así que no perdería nada.
Sin embargo las cosas fueron empeorando, hasta el punto que no solo vestía de mujer, sino que comencé a masturbarme analmente con mis dedos mientras lo hacia.
Pero la gota que rebasó el vaso fue cuando para aumentar mi estimulación anal decidí compararme un dildo para jugar con mi ano.
Algo muy dentro mio me decía que siguiera avanzando que no había nada de malo, que feminizarme siempre fue mi sueño.
Era demasiado, cada vez que daba un paso para explorar mi sexualidad, mi fetiche crecía. Esa semana decidí ir a la consulta y decirle al Doctor que abandonaría el tratamiento y quería de vuelta mi dinero. A pesar de que por las noches me decía que aquel era mi lugar, que no tuviera miedo de dejar mi masculinidad de lado.
Cuando fui a la consulta le comente al Doctor, lo que me estaba ocurriendo. Y le dije que ya era hora de abandonar el tratamiento que no veía resultados, por lo que le reclame en buenos términos mi dinero.
El me insistió que continuáramos, pero como yo estaba decidido no le quedo otra que ceder. El me dijo que como había prometido, mi dinero seria devuelto. Sin embargo la conversación a partir de aquel punto dio un giro inesperado.
- Podes abandonar el tratamiento y el dinero te lo voy a rembolsar, dalo por hecho. Pero antes de irte quiero que veas algo - Me dijo el Doctor mientras encendía una televisión que tenia en su despacho.
En ese momento yo quede petrificado, cuando el televisor se encendió, me vi a mi mismo en el despacho practicandole sexo oral al Doctor.
No lo podía creer, cuando había ocurrido eso?
El viendo que ya tenia mi atención y estaba completamente inmovilizado me comentó:
- Como podrás ver nuestras sesiones de hipnosis fueron bastante divertidas, así que aproveche a documentar el momento por si algún día planeabas irte -
- Hacia mucho que estaba buscando un chico con tus características, vos cumplías con todo los requisitos para ser mi esclava sexual - Me dijo el doctor al ver mi estupefacción.
- Usted me estafó - Le recrimine mirándolo fijamente -
- Bueno en realidad te ayude a salir del armario, siempre fuiste una putita y eso no lo vas a poder cambiarlo - Me contestó
- No pienso seguirle el juego, usted me estafó y me obligó a hacer cosas sin mi consentimiento, más le vale que me devuelva el dinero y sepa que voy a ir a la justicia - Le conteste ya furioso.
- Tendras tu dinero, y podrás denunciarme, pero quien me obliga a mi a no viralizar y repartir todos los momentos que pasamos juntos - Me contestó mientras pasaba los vídeos en la televisión en donde ambos estábamos teniendo relaciones sexual y en todos yo era el pasivo.
- Mirate acá como me pones cara de goloza - Me decía mientras disfrutaba lo que veía.
Tenia una mezcla de sentimientos, de vergüenza, rabia, impotencia y hasta algo de excitación.
Le pedí que por favor no divulgara esos vídeos, que no lo iba a denunciar y podría quedarse con el dinero. Sin embargo, eso no pareció alcanzarle así que me contestó:
- Eso es muy poco putita, si no queres que divulgue estas imágenes vas a tener que seguir viniendo - Me dijo mientras se paraba al lado mio y me sostenía el hombro.
Yo con lagrimas en los ojos me quede un momento reflexionando en lo que me estaba pasando y muy a mi pesar accedí, al menos debía ganar tiempo para ver como salia de aquel aprieto.
- Bien, eso me pone muy contento que hayas elegido lo correcto. Vas a seguir con tu tratamiento, pero las hipnosis no van a ser ya necesarias, ahora vas a experimentar las cosas despierto - Me dijo mientras se desabrochaba la bragueta y sonreía.
Al hacerlo vi que su pene estaba erecto y que el me miraba con cara con cara de cómplice. En un principió mi mente se resistió, pero no quería que mis vídeos se divulgaran, y para decir la verdad, algo en mi me decía que debía hacerlo (te gustará). Así que procedí a realizarle sexo oral.
Cuando terminamos el me dijo: - Que bien la chupas, esta va a ser la última ves que lo hagas como nene, desde ahora vas a venir vestido de mujer a la clínica. Además las hormonas que te estoy proporcionando ya te están dejando un cuerpo bien femenino -
Hormonas? Claro, las píldoras que me daba no eran otra cosa que un tratamiento hormonal, eso explicaba porque mi fetiche de feminización crecía con el tiempo.
Al llegar a mi casa pensé que quizás no seria tan grave permanecer bajo tratamiento un tiempo más. Siempre había sido mi perversión, así que los siguientes días me encargue de practicar maquillaje y vestirme de mujer para el siguiente encuentro con el Doctor.
No podía creer lo mucho que el tratamiento había avanzado. Me miraba al espejo totalmente feminizada. Estaba cumpliendo un sueño.
Me sentía una belleza...
Cuando llegó el día fui a visitar al Doctor, y como me había dicho, fui vestido de mujer. Y a diferencia de lo que pensaba, no hice el ridículo, a nadie por la calle parecía importarle, y hasta recibí algún que otro piropo.
Aquellas miradas y halagos me hacían sentir un mejor. Y desde aquel momento supe que estaba en el camino correcto.
En aquella semana me había encargado de utilizar tacones y caminar con ellos para practicar.
Así que no me costo caminar a paso firme, y cuando llegue a la clínica camine con seguridad hacia el despacho del doctor.
Al entrar, lo vi sentado en el sillón en el cual el me hipnotizaba tomandose un whisky.
Cuando el me vio entrar, se vio totalmente sorprendido por el pedazo de bombón veía y me dijo:
- Uff, estas hermosa, sabia que no me ibas a decepcionar, vení sentate que te voy a sacar una foto -
Y la realidad fue que al verme era cierto, era una muñeca. No podía creer que estuviera disfrutando esa perversión.
Aquella sesión con el Doctor no hubo hipnosis, yo ya estaba preparada para disfrutarlo todo de manera consiente. Así que sin muchas palabras nos pusimos a la acción.
Primero lo masturbe para asegurarme que su pene estuviera bien erecto, y luego, le practique la mejor mamada de su vida según sus palabras.
No se desde cuando, pero me había vuelto adicta al pene. El sabor del líquido pre seminal me descontrolaba.
El Doctor había encontrado al receptáculo perfecto para colocar sus perversiones y todos aquellos pensamientos que hoy dan vueltas sobre mi cabeza. No todos habrían sido dignos de dicha hipnosis.
*Te gusta el semen perra, trágatelo, comete su néctar de la vida*
Resonaban palabras en mi cabeza que el doctor inteligentemente. colocó en mi mente para cumplir su objetivo.. Feminizarme.
*Míralo a los ojos mientras te penetra puta*
*Ahora eres su juguete sexual y el es tu dueño*
*Siente la verga de un verdadero macho*
*Gózalo, es tu momento de felicidad*
*Siente como con cada embestida se pierde tu Yo masculino*
*Ábrele las puertas a tu feminidad*
*Nunca volverás a ser hombre*
Cuando aquella sesión termino, nunca me había sentido tan completa. Disfrute todas y cada una de las cosas que el doctor me hizo.
El por supuesto también quedo satisfecho y antes de irme me dijo:
- La pase muy bien, pero esto recién empieza. Por tu cara de felicidad se que no debo insistir para que vuelvas. -
Yo ni le conteste no me quedaba fuerzas ni para hablar atine a sonreír y darle una mirada seductora.
- Así me gusta putita - Me dijo mientras me tocaba la nalga suavemente.
- Podes irte - Me dijo como si me lo estuviera ordenando.
- Y a pesar de saber que no es necesario, recordá que me gusta documentar lo que hacemos - Me dijo mientras prendía la tele y me mostraba una grabación de lo que habíamos hecho hace instantes.
CONTINUARA........
😘
Hace más de 2 años, yo era un chico común y corriente, me llamaba Nicolas y me dedicaba a estudiar. Y si bien no vivía con mis padres, si dependía de ellos para pagar el alquiler del departamento el cual alojaba. Ya que mi casa quedaba muy lejos de mi universidad.
No tenía novia, pero ya había perdido la virginidad y si bien no era la gran cosa, de vez en cuando frecuentaba con mujeres. Sin embargo, ya desde adolescente tenía un fetiche especial. Me encantaba vestirme con ropa interior y lencería de mujer mientras me miraba al espero y me masturbaba.
Para decir la verdad siempre fui de rasgos y anatomía un poco andrógina, casi como un maniquí según muchas amigas. Y verme feminizado me excitaba.
Pero algo en mi me decía que lo que estaba haciendo era malo. La frecuencia con la que me vestía de mujer incrementaba y las relaciones sexuales con chicas eran cada vez más difíciles, ya sea porque no las buscaba o porque lograr la erección me costaba cada vez más.
Por eso decidí ir a una clínica psiquiátrica privada, en donde según su publicidad, prometía corregir conductas sexuales. Tenía unos ahorros de trabajos que hice durante el verano, así que no fue necesario pedirle dinero a mis padres.
Al contactarme con la clínica, me atendió el Doctor encargado de la misma, y coordinamos una entrevista. Cuando fue el día, el Doctor me hizo pasar a su despacho donde hacia las consultas psiquiátricas.
Le comente lo que me ocurría y le dije que era lo que quería corregir.
El anotó en su libreta todo y me dijo que lo que me ocurría no era para nada anormal y que llevaría un tiempo, pero que si de verdad lo quería corregir iba tener que poner empeño de mi parte.
Me comentó que el tratamiento habitual era venir a la consulta una vez a la semana, donde además de platicar sobre mi evolución, realizaríamos una sesión de hipnosis, en donde el trataría de sacarme inconscientemente mi fetiche sexual. Yo accedí, todo con tal de que las cosas dieran resultado. Además, me recetó unas píldoras, que debía consumir como parte del tratamiento. Me dijo que eran de un laboratorio amigo y que habían demostrado ser eficaces en estos casos. Me advirtió que no notaria lo cambios inmediatamente, que tuviera paciencia.
Y así fue, estuve yendo semanalmente a ver al Doctor, para que me practicara sesiones de hipnosis, de las cuales no recordaba nada y tomaba sus complementos para seguir el tratamiento.
Pasaron algunos meses y mi vida seguía igual, sin embargo no había notado cambios en cuanto a mi fetiche. Lo raro, es parecía haberse potenciado. No había buscado tener relaciones con mujeres. Simplemente me satisfacía yo solo vistiéndome de mujer.
El Doctor le daba poca importancia, me decía que era normal que los primeros meses mi cerebro iba a potenciar ese deseo debido a un mecanismo de defensa para no desprenderse de el, pero que dentro de poco cedería.
Yo confié en él y seguí yendo, me dio seguridad que me diera un comprobante que especificaba que si no lograba los cambios deseados, me rembolsarían todo el dinero. Así que no perdería nada.
Sin embargo las cosas fueron empeorando, hasta el punto que no solo vestía de mujer, sino que comencé a masturbarme analmente con mis dedos mientras lo hacia.
Pero la gota que rebasó el vaso fue cuando para aumentar mi estimulación anal decidí compararme un dildo para jugar con mi ano.
Algo muy dentro mio me decía que siguiera avanzando que no había nada de malo, que feminizarme siempre fue mi sueño.
Era demasiado, cada vez que daba un paso para explorar mi sexualidad, mi fetiche crecía. Esa semana decidí ir a la consulta y decirle al Doctor que abandonaría el tratamiento y quería de vuelta mi dinero. A pesar de que por las noches me decía que aquel era mi lugar, que no tuviera miedo de dejar mi masculinidad de lado.
Cuando fui a la consulta le comente al Doctor, lo que me estaba ocurriendo. Y le dije que ya era hora de abandonar el tratamiento que no veía resultados, por lo que le reclame en buenos términos mi dinero.
El me insistió que continuáramos, pero como yo estaba decidido no le quedo otra que ceder. El me dijo que como había prometido, mi dinero seria devuelto. Sin embargo la conversación a partir de aquel punto dio un giro inesperado.
- Podes abandonar el tratamiento y el dinero te lo voy a rembolsar, dalo por hecho. Pero antes de irte quiero que veas algo - Me dijo el Doctor mientras encendía una televisión que tenia en su despacho.
En ese momento yo quede petrificado, cuando el televisor se encendió, me vi a mi mismo en el despacho practicandole sexo oral al Doctor.
No lo podía creer, cuando había ocurrido eso?
El viendo que ya tenia mi atención y estaba completamente inmovilizado me comentó:
- Como podrás ver nuestras sesiones de hipnosis fueron bastante divertidas, así que aproveche a documentar el momento por si algún día planeabas irte -
- Hacia mucho que estaba buscando un chico con tus características, vos cumplías con todo los requisitos para ser mi esclava sexual - Me dijo el doctor al ver mi estupefacción.
- Usted me estafó - Le recrimine mirándolo fijamente -
- Bueno en realidad te ayude a salir del armario, siempre fuiste una putita y eso no lo vas a poder cambiarlo - Me contestó
- No pienso seguirle el juego, usted me estafó y me obligó a hacer cosas sin mi consentimiento, más le vale que me devuelva el dinero y sepa que voy a ir a la justicia - Le conteste ya furioso.
- Tendras tu dinero, y podrás denunciarme, pero quien me obliga a mi a no viralizar y repartir todos los momentos que pasamos juntos - Me contestó mientras pasaba los vídeos en la televisión en donde ambos estábamos teniendo relaciones sexual y en todos yo era el pasivo.
- Mirate acá como me pones cara de goloza - Me decía mientras disfrutaba lo que veía.
Tenia una mezcla de sentimientos, de vergüenza, rabia, impotencia y hasta algo de excitación.
Le pedí que por favor no divulgara esos vídeos, que no lo iba a denunciar y podría quedarse con el dinero. Sin embargo, eso no pareció alcanzarle así que me contestó:
- Eso es muy poco putita, si no queres que divulgue estas imágenes vas a tener que seguir viniendo - Me dijo mientras se paraba al lado mio y me sostenía el hombro.
Yo con lagrimas en los ojos me quede un momento reflexionando en lo que me estaba pasando y muy a mi pesar accedí, al menos debía ganar tiempo para ver como salia de aquel aprieto.
- Bien, eso me pone muy contento que hayas elegido lo correcto. Vas a seguir con tu tratamiento, pero las hipnosis no van a ser ya necesarias, ahora vas a experimentar las cosas despierto - Me dijo mientras se desabrochaba la bragueta y sonreía.
Al hacerlo vi que su pene estaba erecto y que el me miraba con cara con cara de cómplice. En un principió mi mente se resistió, pero no quería que mis vídeos se divulgaran, y para decir la verdad, algo en mi me decía que debía hacerlo (te gustará). Así que procedí a realizarle sexo oral.
Cuando terminamos el me dijo: - Que bien la chupas, esta va a ser la última ves que lo hagas como nene, desde ahora vas a venir vestido de mujer a la clínica. Además las hormonas que te estoy proporcionando ya te están dejando un cuerpo bien femenino -
Hormonas? Claro, las píldoras que me daba no eran otra cosa que un tratamiento hormonal, eso explicaba porque mi fetiche de feminización crecía con el tiempo.
Al llegar a mi casa pensé que quizás no seria tan grave permanecer bajo tratamiento un tiempo más. Siempre había sido mi perversión, así que los siguientes días me encargue de practicar maquillaje y vestirme de mujer para el siguiente encuentro con el Doctor.
No podía creer lo mucho que el tratamiento había avanzado. Me miraba al espejo totalmente feminizada. Estaba cumpliendo un sueño.
Me sentía una belleza...
Cuando llegó el día fui a visitar al Doctor, y como me había dicho, fui vestido de mujer. Y a diferencia de lo que pensaba, no hice el ridículo, a nadie por la calle parecía importarle, y hasta recibí algún que otro piropo.
Aquellas miradas y halagos me hacían sentir un mejor. Y desde aquel momento supe que estaba en el camino correcto.
En aquella semana me había encargado de utilizar tacones y caminar con ellos para practicar.
Así que no me costo caminar a paso firme, y cuando llegue a la clínica camine con seguridad hacia el despacho del doctor.
Al entrar, lo vi sentado en el sillón en el cual el me hipnotizaba tomandose un whisky.
Cuando el me vio entrar, se vio totalmente sorprendido por el pedazo de bombón veía y me dijo:
- Uff, estas hermosa, sabia que no me ibas a decepcionar, vení sentate que te voy a sacar una foto -
Y la realidad fue que al verme era cierto, era una muñeca. No podía creer que estuviera disfrutando esa perversión.
Aquella sesión con el Doctor no hubo hipnosis, yo ya estaba preparada para disfrutarlo todo de manera consiente. Así que sin muchas palabras nos pusimos a la acción.
Primero lo masturbe para asegurarme que su pene estuviera bien erecto, y luego, le practique la mejor mamada de su vida según sus palabras.
No se desde cuando, pero me había vuelto adicta al pene. El sabor del líquido pre seminal me descontrolaba.
El Doctor había encontrado al receptáculo perfecto para colocar sus perversiones y todos aquellos pensamientos que hoy dan vueltas sobre mi cabeza. No todos habrían sido dignos de dicha hipnosis.
*Te gusta el semen perra, trágatelo, comete su néctar de la vida*
Resonaban palabras en mi cabeza que el doctor inteligentemente. colocó en mi mente para cumplir su objetivo.. Feminizarme.
*Míralo a los ojos mientras te penetra puta*
*Ahora eres su juguete sexual y el es tu dueño*
*Siente la verga de un verdadero macho*
*Gózalo, es tu momento de felicidad*
*Siente como con cada embestida se pierde tu Yo masculino*
*Ábrele las puertas a tu feminidad*
*Nunca volverás a ser hombre*
Cuando aquella sesión termino, nunca me había sentido tan completa. Disfrute todas y cada una de las cosas que el doctor me hizo.
El por supuesto también quedo satisfecho y antes de irme me dijo:
- La pase muy bien, pero esto recién empieza. Por tu cara de felicidad se que no debo insistir para que vuelvas. -
Yo ni le conteste no me quedaba fuerzas ni para hablar atine a sonreír y darle una mirada seductora.
- Así me gusta putita - Me dijo mientras me tocaba la nalga suavemente.
- Podes irte - Me dijo como si me lo estuviera ordenando.
- Y a pesar de saber que no es necesario, recordá que me gusta documentar lo que hacemos - Me dijo mientras prendía la tele y me mostraba una grabación de lo que habíamos hecho hace instantes.
CONTINUARA........
😘
22 comentarios - Hipnosis sissy 💋
Besitos! 😘😘😘😘💗💗💗💗
Pero que morbo, si hubiera pensado en ésto cuando estaba en la secundaria, hubiese estudiado medicina y puesto un consultorio médico-psiquiátrico.🙂😊🎓😶🙄👔👓🤔👷🤤😛😏🛋️🛐⛑️🌶️🚑💉🙍👠💅🙎👗💄👜👙💊🚨🚹🔜🚺👄👅💃☑️
LEI LOS TRES Y ME ENCANTARON
COMO ME GUSTARIA HABER VIVIDO MIS COMIENZOS ASI
CON UN BUEN ALFA QUE SEPA ADIESTRAR MERICAZ Y FEMINIZAR HAZTA CONVERTIRLO EN UNA PUTITA SUMISA
LO SOY PERO ME TOCO EL CAMINO MAS DIFICIL