Cuando estás hecha para convertirte en una putita
Tienes una curiosidad innata por saber como se te vería puesta la ropa de mujer
Especialmente te gusta probarte
lencería sexy y tacones
y cuando te ves en el espejo
hay algo que se siente tan bien
simplemente tan natural
y hasta excitante
Cuando naces para ser una putita
Miras tu cola en el espejo
y comienzas a pensar que no es tan diferente
a la cola de una chica
Y al empezar a ver tu propia cola como si fuera la de una chica
todo comienza a volverse cada vez más excitante
pronto sientes curiosidad por tocarla
y eso también te excita
pronto sucumbes a la tención de introducir en ella tus dedos
y el instinto de tu cola de puta te hace disfrutarlo cada vez más
y no tardas en comienzar a masturbarte
mientras te penetras con los dedos
y se vuelve más placentero cada vez
hasta que finalmente te corres
con tus dedos metidos adentro de la cola
Pero entonces todo cambia
Sientes culpa y arrepentimiento por lo que acabas de hacer
quisieras nunca haberlo hecho
quisieras no haber tenido esos pensamientos
que apenas hace unos momentos te llenaban de placer
Te prometes a ti misma
que nunca volveras a hacerlo
Pero estás hecha para volverte una putita,
esto sólo es el principio
y en el fondo eso tú lo sabes bien
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