Jennifer Ayline, una chica travesti de méxico...

La historia de una chica travesti, la historia de mi vida como travesti.



Pues bueno, hoy me desperté temprano, puesto que ayer volví nuevamente a las labores cotidianas de la vida escolar de una chica univseritaria después de un buen rato de vacaciones. Para todas aquellas personas nuevas que no tengan idea quién soy me presento nuevamente; mi nombre es Jennifer Ayline(nickname: Ayline my Love) aunque algunas de mis amigas como Paty Scott me llamaban Ayline la werita de la red.



Soy una chica tv de 26 años que tiene su lugar de recidencia en la zona norte de la gran ciudad de México, para ser un poco más precisa en Satélite. Sin embargo, como lo veo yo vivo más tiempo en mi escuela que en mi casa, como estudio aparte de mi carrera varios idiomas(Inglés, Franchés y Portugués) casi no me queda tiempo para salir y sobre todo porque ya estoy a aproximadamente 2 semestres de terminar mi carrera, sin embargo no todo el tiempo ha sido así. Al principio del recorrido de mi historia en este mundo como la mayoria de nosotras lo único que fotografíaba (talves por la fácilidad, o por la falta de ropa) eran mis piernas.



Aunque era un poco burdo porque no tenía más que unas pantimedias que había tomado alguna vez de uno de los cajones de mi mamá y una bujanda negra, pronto logré hacerme de una falda, medias nuevas y una blusa.



Y aunque era bastante atractivo para mi ya el poder tener eso aún hacía falta algo que a muchas de nosotras nos llama fuertemente la atención, las zapatillas, tacones o como gusten llamarles, pero pronto fué que logré hacerme de unos.



Para mi la alegría fue subiendo como un volcán en plena erupción, excitación, euforia y miles de emociones recorrian mi cuerpo inundandome, porque como a todas, supongo el miedo, pena quizá insegurad de ir a comprar la ropa, tacones o demás parafernalia femenina era de lo más fuerte. Pero seguia haciendo falta algo,  yo sabía que era, sin embargo el poder conseguirlo me era más que complicado porque para comprar la ropa o zapatos quizá puedas inventar que es un regalo para alguien, pero ¿y la peluca? ¿qué dirías? Lo que pasa es que estudio teatro, o quizá, es que es para una broma... ¿era necesario justificar para que la querías? ¿no eso lo volvería aún más obio que simplemente llegar y comprarla?



Hasta que finalmente logré comprar mi primera peluca, fué mucho menos dramatico de lo que parecía, aunque también siendo sincera, le dí la vuelta al asunto porque entre mis contactos una chica tv de 19 años quería vender la suya, así que no lo pensé dos veces y fui hasta el estacionamiento de Perisur(lugar donde habíamos acordado vernos). Y después de un rato de nerviosismo y de pensar, ¿qué pensará ella o el de mi? finalmente llegó y platicamos un rato como si hubieramos sido viejos amigos pero ambos esperando el que alguno diera el primer paso para iniciar la compra-venta de ese preciado tesoro que necesitaba para terminar mi transformación (al menos eso creía yo en ese tiempo). El momento esperado llego y me dijo, entonces te la entrego, ¿quiéres revisarla? a lo que dije claro que sí, y al verla sentí mucha emoción, esa que tenía en mis manos sería mi siguente gran adquisición en este viaje por el travestismo. Sentía como los kilometros de vuelta a casa y posteriormente las horas hasta poder estar sólo en la seguridad de la noche en mi recámara se hacían eternas.



En retrospectiva lo que logré esa noche no es ni una sombra de lo que puedo hacer en estas fechas, sin embargo para aquellos días, esa era mi gran hazaña... Me sentía feliz por lo que había logrado y por como me sentía, mi felicidad era evidente pero también mis ganas de más eran obvias. Ya estaba ahí, empezando a cruzar el umbral entre lo que era sólo una fantasía y la realidad, ya no era más un, quiero hacerlo pero quizá después, porque ese después era un ahora. Pero como lo dije, apesar de la felicidad de lograr mucho en ese momento tenia la necesidad de poder salir a las llamadas casas del travestismo. Yo moría por salir, por ir a que me transformaran en esa chica que me gritaba en salir, ya que por toda mi vida había estado encerrada.



Y aunque seguí durante un tiempo mas vistiendome en mi casa tomando vestidos de mi mamá prestados pronto llego el día de ir a la que sería mi primera casa del travestismo que visitaría a lo largo de mi historia, esta casa en aquel momento se encontraba ubicada en una calle cerca de la zona rosa, su nombre de esta casa era Blush, que es dirigida por Lorena Meritano, quien fue la que me recibió la primera vez y me abrio las puertas de travestismo.



Poco a poco fui intentando mejorar mi imagen y aunque aún no era más que una idea parvula de lo que tenía que hacer para lograr mejorar, era un sueño para mi poder progresar en ese excitante mundo. Continué llendo tanto a blush como vistiendome en mi casa cuando no podía asistir, y poco a poco ponía un poco de más empeño en mi intento de transformación. Aquellos eran los primeros frutos que recogia de mi intento por lograr ser mas allá de alguien conocido en el medio travesti ser quién yo siempre había deseado ser.



Los días pasaban y nuevas emociones e interrogantes asaltaban sin cesar mis pensamientos, dudas como; ¿qué pasará allá afuera? ¿habrá otros lugares a dónde una chica como yo pueda asistir sin ser juzgada? A lo que sus respuestas planteaban nuevos horizontes, quizá un tanto lejos de la casa que me vio nacer, más sin embargo mi espíritu me lo pedía a gritos, ir más allá de lo que mis ojos lograban ver hasta ese momento. Así fué que conocí el Lugar de Roshell, que es aunque esencialmente otra casa del travestismo, tiene algunas directrices propias de el lugar, como permitir el acceso a admiradores y transexuales, cosa que en Blush no era permitido(al menos no durante el tiempo que yo estuve ahí, no se antes, no se después).



Con cada salida, con cada evento, con cada intento en la seguridad de la noche, mis formas iban aunque lento, avanzando de poco en poco a mejorar. Ya no era la misma de medio año antes, tampoco soy la que era en ese momento, tal como lo describe el devenir del tiempo al decir que jamás podrás beber dos veces agua del mismo rio. Pasaron muchas personas valiosas en mi vida con las que ahora ya no guardo más relación que un trozo de recuerdo de la historia de mi vida, pero que sin embargo les estoy plenamente agradecida por haberme conducido por ese sendero que me llevo a dónde yo quería ir(realmente gracias y si estas leyendo esto, sabes que hablo de ti).



En fin, mi historia no es nada diferente a las de las demás, soy simplemente una chica más que intenta reinventarse cada día, que busca la felicidad, que como todos tiene sueños, alegrías, esperanzas e ilusiones. Solo que a diferencia de muchas de nosotras, a mi me gusta escribir mi historia para quien la quiera leer, ayudar a quien quiera ser ayudado, talves no ser un camino a seguir pero si un apoyo a todas las chicas nuevas que día a día descubren, aceptan o comienzan a vivir esto que nosotras traemos muy a dentro, y que tarde o temprano empezamos a explorar, porque esa es nuestra naturaleza, porque así somos, porque quizá así nacimos.



A lo largo de todo el tiempo que llevo hasta cierto punto viviendo esta "doble vida", siendo por un lado quien soy y por otra quién quiero ser; ha traido miles de nuevas experiencias, experiencias que jamás habría logrado sentir si no hubiera entrado en este mundo y es que simplemente hasta el ir por la calle manejando vestido de chica es algo muy emocionante, aunque conozco amigas que no pueden manejar con tacones yo me sentí bastante agusto con ello. Entre esas experiencias que he vivido, me tocó vivir una apoyada por mis amigas algo que es una experiencia completamente femenina, entré a un certamen de belleza promovido por el grupo TVMEX, algo que jamás en mi vida podré olvidar es el portar una banda en un vestidazo de noche representando a un estado de la republica.



Marchas, entregas de premios del medio, fiestas, bailes, cenas, invitaciones a otras casas del travestismo, miles de cosas son las que he logrado vivir, quizá es poco para lo que han vivido unas, pero quizá es un sueño para otras que aún empiezan.



Finalmente, estoy agradecida con toda la gente que estuvieron cerca de mi, que de alguna u otra manera me ayudaron a salir adelante, que logré lo que quería y que quizá siempre querré más porque así somos los seres humanos, siempre buscamos llegar más allá que los demás, recorrer caminos inexplorados, trazar nuevos senderos, mas esos caminos que vamos abriendo ayudan a nuevas generaciones a poder llegar a donde estamos y que a su vez abran nuevos caminos para los que nos preceden.



Pues bueno esa soy yo, Jennifer Ayline; una chica más dentro de este gran mundo al que llamamos hogar, compartiendo su historia para con quién la quiera leer, hablando para quién la quiera escuchar, compartiendo sus experiencias y aventuras, sus altas y sus bajas.



Por cierto, quería dar las gracias publicas a Miranda Salman por haber sido y seguir siendo una gran amiga, que me apoyo en un momento muy dificil de mi vida a últimas fechas, en verdad no sabes como te estoy completamente agradecida y se que aunque no lo parece, sabes que cuentas conmigo.



Pues bueno por ahora me despido pero dejo abierta la entrada para aquellos que me quieran conocer, pueden escribirme por aquí o pedirme mi mail, sobre todo chicas que apenas comiencen y que yo las pueda por lo menos intentar orientar, así como alguna vez tambien recibí yo ayuda de amigas que me condujeron hasta llegar a hoy.



Ahora si, un abrazo fuerte y uno de mis clásicos besos sabor cereza.



Jennifer Ayline, la werita de la red.

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Espero que me dejes puntos para poder ser full user, y ser una chica travesti feliz.



Besos sabor cereza.

pd. Si quieres mi correo dejame puntos... 😉