Me cogí a Jessi embarazada

Esta fue una historia grosa y vale la pena contarla. Tenía 18 años recién cumplidos. Esto pasó en la casa de un amigo, voy a detallar brevemente la situación para que se entienda bien cómos fueron dándose las cosas. Con este amigo (Mariano se llama) nos conocemos desde casi niños, siempre andábamos para todos lados juntos chivateando, tiene un hermano cinco años mayor con el que casi no se habla y siempre me dijo que yo era su hermano. Digo esto porque llegaron casi a adoptarme, era uno más en su familia, vivía prácticamente ahí dentro. Una vez cada quince días la madre se iba a visitar al padre que trabajaba en otra localidad y quedaba mi amigo al cuidado de la casa varios días. 
Su hermano había dejado embarazada a una chica (Jessica) y vivía con ella en un departamentito detrás de la casa. Pasaba muchas horas fuera por trabajo  y cuando él no estaba ella se iba a la casa de enfrente, la de sus suegros. En aquel tiempo Mariano estaba terminando el secundario en la escuela nocturna y a veces cuando tenía clase yo me quedaba en su casa hasta que viniera, estuvieran los padres o no, daba igual. Parecerá mentira pero no tenían drama conmigo. Con Jessica siempre nos llevamos bien. Cuando había alguien en la casa se mantenía callada y distante pero las veces que circunstancialmente nos encontrábamos solos se habría y se hablaba hasta por los codos. Así me enteré del calvario que pasaba con su pareja, cómo iba su embarazo, etc. 
La historia comienza aquí. Un día estando Mariano en clases y la madre con el padre fuera de la ciudad me quedé en su casa hasta que llegara del CENMA (escuela nocturna). Habíamos organizado una juntada con amigos a la noche aprovechando que la casa estaba sola y no tenía sentido irme a la mía para volver a las pocas horas. Estaba cansado, habíamos entrenado ese día en bicicleta y para reponer energía me acosté un rato vestido en su cama.

Me acuerdo que me despertó Jessi con un mate, era la última hora de la tarde y estaba bastante oscuro el cuarto. Al principio se mantuvo parada a los pies de la cama. Empezamos a charlar entre mate y mate. Bueno yo estaba medio dormido, más bien ella hablaba y yo escuchaba. El embarazo estaba bastante avanzado y le costaba estar tanto tiempo parada, “permiso me voy a sentar un cachito” me dijo y le hice lugar con los pies. Y me incorporé y me quedé sentado con las rodillas en alto apoyado en el respaldo. “No sabes cómo patea” me dijo mientras ponía una mano suavemente en su vientre. Le dije que seguro le iba a salir jugador de fútbol y nos empezamos a reír. Vení mirá me dijo, me acerqué y coloqué mi mano en su abdomen. La sostuve un rato y la saqué pero me quedé pegadito a su lado con mis pies sobre la cama.
A cada ratito me decía “ahora ahora” y yo rápidamente colocaba mi mano en el lugar que ella me decía y luego la retiraba hasta que directamente la dejé descansando sobre su abultado vientre. Cada vez que el enano daba un sacudón o se acomodaba lo festejamos. Me encontraba sorprendido y enternecido a la vez. La conversación había derivado acerca de sus eternas peleas con su pareja, me contó sentirse sola e incluso me confesó que estaba evaluando separarse. Las reacciones desmedidas del hermano de Mariano cuando llegaba tarde e incluso a veces borracho además de tenerla cansada la asustaban cada vez más. Yo sabía por Mariano que después del trabajo se encontraba con una ex pero no iba a ser yo quien se lo dijera. No sé en qué momento comencé a acariciarle el abultado vientre. “Mírame estoy horrible, mancho todas las remeras, soy un desastre” me dijo lamentándose incluso parecía que se culpaba de estar embarazada. “Menos mal que está oscuro” le dije en chiste y comenzó a reírse secándose los ojos. No lloraba pero casi. Mi mano dibujaba caminitos invisibles en su panza cuando dió un respingo. “Se movió” le pregunté. “No” me contestó y nada más. “Perdón te jode lo que hago”. “Para nada me contestó, pasa que estoy sensible”. “Perdón, querés que pare" le dije retirando mi mano. Me acuerdo patente que me miró, estaba bastante oscuro pero sé y puedo asegurar que me miró y volvió a poner mi mano donde había estado. Apoyó sus brazos en mis rodillas levantadas con la cabeza descansando sobre ellos y continué acariciándola pero ahora en silencio. Por mi mente pasaron miles de pensamientos en dos segundos, sabía que nadie iba a venir hasta dentro de tres o cuatro horas. Intenté contenerme y ponerle un freno a la situación pero sinceramente no pude, la lujuria me dominó por completo. La habitación estaba a oscuras pero aún así podía distinguirla. Con movimientos suaves me fui acercando más y más arriba hasta llegar una de sus lolas hinchadas de leche. De nuevo dió un pequeño sobresalto pero de igual modo no retiré mi mano, la remera estaba mojada y distinguí el pezón endurecido a la perfección. No dijo nada pero su respiración rompía el mutismo. “Para” me frenó de golpe. Atiné a decir algo pero me interrumpió “quedate acá ya vengo”. Fue hasta la puerta de entrada dió una vuelta de llave a la puerta y después cerró con llave la del patio. Cuando volvió yo me había vuelto a acomodar sentado en el respaldo de la cama. Se sentó a mi lado y continué acariciando la panza. Tenía la pija como un mástil. Comencé a rozar suavemente sus tetas y me di cuenta que se había sacado el corpiño. La remera estaba mojada “soy un asco” me dijo chistosa pero avergonzada. “Nada que ver sos hermosa” le respondí. Levanté la remera y quedé fascinado con ese par de tetas gigantes, hinchadas. Posé mi mano sobre una y al instante ella colocó la suya sobre la mía. “Despacito que están sensibles nene”. Con mucho cuidado, más específicamente con ternura tomé un pezón entre mis dedos. “Ay nene que hijo de put@”. Me reí y la besé en los labios por primera vez, estaba tan excitado que me dolía la pija. Le subí más la remera, levantó los brazos y se la quité. Sus lolas apoyadas en su panza fue demasiado y se las empecé a chupar, ya no me decía que lo hiciera despacio sino al contrario, me agarraba la cabeza y me miraba con la boca abierta.
Le desprendí el shorsito que llevaba puesto e introduje mi mano en su conchita. Estaba empapada mal. Con movimientos circulares la toqué hasta que me pidió sacarlo. Le bajé todo y me ayudé de mi pie para dejarla desnuda. Volví a besarla, me abrió la boca y jugó con su lengua. Mi mano en su concha estaba toda mojada. Gemía desesperada. “Sacate todo” me ordenó. 
Me quité la remera, me desabroché el pantalón y me lo saqué junto a mi bóxer. “Acostate” me dijo mirando mi miembro. “Mira cómo está“ susurró. Bajó, se acomodó el pelo, me agarró la pija y se la llevó a la boca. La chupó con ganas lamiendo de ratos los costados y el frenillo. Se ubicó encima mío y la fue introduciendo despacito y cuando sus zonas más sensibles rozaron la base de mi pija gimió fuerte. Empalada comenzó a moverse aprisionando con intensidad, con todo miembro dentro hasta el tope. Su abultado vientre sobre mí abdomen y las tetas ligeramente caídas por el peso fue una de las imágenes más hermosas que he visto. Me llevé un pezón a la boca, chupé sutilmente, salió calostro y eso la puso como loca. Después seguí con el otro. Fue un placer exquisito sentir la forma en que me abrazaba la pija con su concha. 
Me mojó todo. No duramos mucho, acabó ella y al toke le seguí. Al llegar al orgasmo me salió un bramido fuerte en cada contracción al expulsar semen y ella dió unos gritos tremendos que temí que escuchara algún vecino. Le dejé todo mi cargamento adentro. Rendidos y jadeando nos abrazamos un ratito. De todas maneras era tal la excitación que no me hizo falta descansar mucho y volvimos a hacerlo. Si quieren les cuento los detalles. Gracias por leerme y por la buena onda de los mensajes. Saludos!
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12 comentarios - Me cogí a Jessi embarazada

jjesusespinosa +2
Nad como una embarazada desatendida +10 y dale con el 2do
chacoamateur +1
lo mejor del mundo estas con una embarazada !! pone fotos para conocerla !
martinfcd
Buena historia. Que paso después? Te quedaste con ella o solo fue esa vez y nunca mas?