Sofi, putita de todos

Variar las situaciones, los lugares y las personas que se follan a mi puta q veces es una labor que requiere mucho esfuerzo, otras tantas es la cosa más fácil del mundo, adquirí la manía de conducir en la madrugada por calles desiertas para que algún extraño afortunado le tocará las tetas o disfrutará de la candente boquita de esta puta, incluso cuando la zorra anda muy caliente, pide que la deje follar ahí mismo, en una de las últimas veces que hicimos esto, el afortunado fue un negro, de esos que estan en nuestro país esperando el pase a EEUU pese a las limitaciones del lenguaje, el hecho de que mi esposa fuera con las tetas al aire ayudó muchísimo.


Desconozco la situación o situaciones que pasen estás personas con los compatriotas mexicanos pero bastante receloso se acercó al coche, en primer plano fue recibido por las gomas de la zorra y una sonrisa mía, que intente fuera lo más amable posible (no tengo nada en su contra, pero desconocía como reaccionaría) su mirada viajaba de mi rostro a las gomas expuestas así varias veces, yo le hacía señas para que tocara y lo miraba voltear a la calle y luego dentro del coche, tímidamente acaricio una teta y su blanca sonrisa apareció de repente, le hacía señas de que tocara más y se animaba con el paso de los minutos (tengo que hacer pausa para decir que ella siempre que hacemos esto, va con los ojos vendados, esto, para que no se desanime si reconoce a alguien o bien, por si el fulano no es de su agrado) al poco rato el amigo ya pasaba con libertad por ambos senos y jalaba un poco los erectos pezones, se retiró un poco asustado cuando la loba subió la mano para buscar la erección del invitado, pero como el no adivino sus intenciones su reacción fue retirarse, lq hacia mas señas tratando de derribar la barrera lingüística pero es complicado, le señalaba la evidente carpa en su bermuda y la mano de ella, de a poco la luz se hizo presente en su cabeza y por fin se acercó de nuevo, el mismo fue quien agarro lq mano de la puta y la colocó en su enorme miembro, estoy seguro que a Sofi se le hizo agua todo al sentir tremendo bastón pues un gemido cachondo escapo de sus labios, los que mordió, señal de que le gustaba lo que sentía, la perra palpaba todo el tronco y movía las piernas una contra otra, la temperatura le estaba subiendo a tope, de nuevo le hice señas a el para que la sacara y se la pusiera en los labios, la muy perra hizo muecas cuando le quitaron el juguete pero no tardó nada en sentir la punta del glande en los labios, saco la lengua y recorrió el diámetro, suspiro y abrió la boca para engullir pero le fue imposible, o eso queria hacer creer, yo mismo la agarre del pelo y empuje su cara al encuentro de ese imponente aparato, la presión fue la justa para que el glande entrara en su boca, acompañado de quiza 5 centímetros de tronco, mientras tanto una mano del fulano seguía manoseando ambas tetas de manera golosa, después el agarro su cabello y empujaba al mismo tiempo su verga para intentar que tragara más, las arcadas se hicieron presentes pero eso creo que lo motivo aún más ahora sus dos manos la hacían tragar un poco más, el cuello de la perra evidenciaba el esfuerzo que hacía para tragar y no era ni la mitad de longitud, ya no fueron necesarias las señas, el amigo se la estaba pasando muy bien y queria más, le saco la verga por breves instantes, lo justo para abrir la puerta y meterle la verga de manera cómoda, en segundos le estaba follando la boca y una cantidad exagerada de saliva mojaba las tetas de la puta, el cabrón hacía gala de aguante y tardó unos 15 minutos en inundar la garganta de Sofia, fue tanta lefa que hasta por la nariz le salio esperma, tardó un poco en tragar lo que pudo y abrio de nuevo la boca para limpiar los restos de leche, yo estaba impresionado, puesto que esa cosa no perdia rigidez, hasta se atrevió a colocar sus enormes huevos en la boca de la zorra y el cipote era mas grande que la cara de la puta, de nuevo le hice señas al tipo, señalando entre las piernas de la perra y despues señale su verga, con otra gran sonrisa asintió, así que le dije a la perra que se acomodara en el asiento porque se la cogería el invitado, la mire dudar pero yo no estaba para perder ese espectáculo, asi que mientras ella se empinaba le dije que bajaria del carro para apreciar a detalle, con prisa me puse al lado del amigo y la golfa ya estaba lista, con la tanga a un lado y ambas manos separando sus nalgas, estaba tan lubricada que le escurrian hilos desde la panocha hasta el asiento, el negro apunto el glande y empujó, hasta a el le costaba trabajo entrar, pero se notaba que no perderia la oportunidad de reventar una concha blanca, empujo una y otra vez hasta meter el capullo, me hizo ademan con su mano de que estaba muy apretada la zorra, de nuevo puso ambas manos en la cadera y siguió empujando, lento y firme sin detenerse, pese a las quejas de la zorra se empeño en meter cada centímetro de verga, al poco sus huevos chocaron con la vulva y asi, empujo mas la cadera, como si quisiera meter también sus testículos, me asome un poco para ver el rostro de la puta, intentaba jalar aire y sus manos se aferraban al asiento creo que nunca había estado tan llena, en poco tiempo el pistón entraba y salía más fluido, Sofía gemía y se quejaba al tiempo, pero yo no estaba dispuesto a que se la cogiera despacio, tenia la imperiosa necesidad de que esa verga entrara con violencia en su cuerpo, así que me ayude de mas señas para indicarle que le diera más duro, siento que el negro queria hacer eso exactamente pues no hizo reparos para comenzar con un ritmo más acelerado, metía su verga hasta el fondo y la sacaba toda para volver a meter cada centímetro de golpe, mientras la zorra usaba la experiencia de coger en este tipo de lugares, metio su blusa en la boca para no gritar y que nos descubrieran, la cogida se hizo salvaje, cada tres o cuatro metidas la puta soltaba squirt y le temblaban las piernas mientras el negro la ensartaba una y otra vez, hasta que entre dientes le escuché decir, ahhhh puta, puta blanca, putaaaaaaa y empujo una vez más dejando todo el rabo dentro, también sus piernas temblaron mientras la zorra decia que era mucha leche, me quemaaaaa ahhhhh puto negro cuánta lecheeeeeee pero el hijo de puta negro parecia no perder la fuerza porque después de llenar a la zorra, comenzó a bombear de nuevo, casi con la misma intensidad que antes de venirse, solo que está vez, cada que salía su verga, venia acompañada de su corrida, debo decir que el asiento de la perra quedo todo manchado de lefa, pero eso no tenia la minima importancia, yo ya estaba pensando en regresar al mismo sitio, pero en lugar de permitir que desperdiciara la leche en la boca de la perra, bien podia depositar la espesa carga en el ano de la puta .