Mí amigo y mí mamá puta

Esta historia es una fantasía ficticia basada en mi anterior post donde relato lo que siento (real) por mi madre. Aquí cumpliré un par de fantasías y morbos que tengo con ella y que en la realidad no podré cumplir.

El año escolar habría terminado, mi amigo y yo teníamos 18 años en ese momento, asi que tocaba buscar un trabajo para mantener durante las vacaciones. Para nuestra suerte logramos conseguirlo, con la complicación de que nuestros horarios estaban invertidos, yo trabajaría durante desde las 7 AM hasta las 2 PM mientras que él lo hacia desde las 2 PM hasta las 10 PM. Solamente nos veríamos cuando él entrase a su turno y yo saliese del mío. Para celebrar haber aprobado el año y porque no sabíamos si nos volveríamos a reunir hasta el siguiente año decidimos juntarnos ese viernes por la noche para beber algo y pasarla bien.

Corrían las 8:30 y mi amigo llegaba a mi casa, llamémosle Daniel. Lo recibió mi mamá, ella es una mujer algo gorda (110kg) pero demasiado hermosa, de esas gordas que tienen un culo grandote y unos pechos igual de prominentes, además de ser bella de cara.

Él la observaba de arriba abajo, ocasionalmente solía bromear con que quería postularse para ser su novio ya que mi madre lleva varios años separada.

Mi madre se retiró de la sala hacia su habitación temprano, para las 11 PM yo ya estaba algo ebrio, mi amigo habría dicho que iría al baño del piso de arriba, pero se estaba tardando. Como buenamente pude subí las escaleras, esperando que el idiota no hubiese vomitado por todo el suelo.

No estaba en el baño, cuando volví al pasillo notaba la puerta del cuarto de mi mama entre abierta, espié por allí.

La alcoba solamente si iluminaba tenuemente por la luz del televisor que estaba encendido, sin volumen. La verga de mi amigo estaba parada, muy dura, casi que latía. Lo peor se dio cuando abrí otro poquito la puerta.

Mi propia madre estaba arrodillada, a escasos milímetros del glande de mi mejor amigo, podía oír todo. -Mm, como me encanta sentir tu aliento en mi pija- le decía él. Mi mamá sacaba la punta de su lengua para chupar un poco, pero mi amigo la reprendió -No. No la podés chupar, confórmate con olerla por ahora nada más. Salvo que me la pidas como me gusta- le decía con soberbia, como si fuese su esclava.

Mi mamá, llamémosle María, le miró a los ojos, con una cara lasciva – Por favor, Daniel. Déjame chuparte la pija, me encanta el sabor de tu choto- Decía ella. - ¿Vos decis que te lo mereces? – Le preguntaba Dani. – Si porfa, cógeme la garganta, que me encanta cuando la sacas y esta llena de baba- Respondió mi madre.

Yo no lo podía creer, escuchar a mi madre asi, decir esas cosas, con un amigo mío. Lo que mas bronca me daba, era que yo tenía la pija dura. Capaz era por lo bebido, pero estaba muy duro viendo la secuencia. No aguanté, me la saca y la empecé a masturbar.

La garganta de mi mamá hacía un sonido enloquecedor, apenas se sacaba la verga de la boca para respirar, lo estaba gozando, yo seguía masturbando mi pene que goteaba ver a mi madre. - ¿Por qué cogen tan bien las gordas? – Preguntaba con su tono machista mi amigo, yo desde detrás de la puerta esperaba la respuesta que diese mi progenitora -Porque como somos gordas nadie nos quiere coger, entonces cuando alguien nos da su verga, le damos el mejor garche que podemos- Contestó.

Al escuchar eso sentí como mi pene se puso muy duro, no lograba comprender y en parte me daba bronca la situación, pero mi cabeza decía “Seguí así mami”.

Mi madre se acostaba en la cama y abría sus regordetas piernas, mostrando su vagina depilada a mi amigo, la cual estaba completamente babosa. Dani empezó a rozar con la cabeza de su pene la vagina de mi amada mamá, como haciéndola desear, podía ver reflejado en su cara que estaba desesperada porque se la pongan. -Dale, no seas hijo de puta, la tengo muy caliente- Renegaba ella. -Que feo que hables así, soy el amigo de tu hijo ¿No te da vergüenza cogerlo así? – Le preguntaba él. -No, me encanta, porque vos me cojes con todo, me tratas como la puta que soy- Confesaba mi madre.

Mi amigo se la metió. Mi mamita chorreaba desde su vagina por la excitación. No podía controlarse, yo tampoco. Ver rebotar la pancita de mi mamá y sus muslos regordetes me ponía a otro nivel. -Dani, dame más duro, que estoy por acabar- Dijo mi mamá. -Dicen que el orgasmo de las cerdas dura media hora, vamos a ver que tan cierto es- dijo como respuesta. Los dos acabaron, no, los tres acabamos.

Había dejado leche en mis manos, había eyaculado viendo cómo se cogían como animal a mi madre. Ver a mi madre sacar con sus dedos los restos de leche que le goteaban por la concha y metérselos en la boca fue la gota que rebalsó el vaso.

Me marché al salón y me hice el dormido en la bolsa de dormir. Vi bajar a mi amigo y el se acostó en el sillón, algo se guardaba en el bolsillo.

Al otro día desayunamos, yo dudaba si lo vivido fue un sueño o fue real. Estaba seguro que fue un delirio de mi borrachera, cuando se despidió noté algo mientras él se iba. En su bolsillo, un pedazo de tanga se asomaba.



Les gustaría que siga esta serie con una parte 2?

Si quieren puede hacer que ustedes aparezcan en esta ficción cogiéndosela, solo díganme el nombre que quieren usar y que quieren hacerle

2 comentarios - Mí amigo y mí mamá puta

luisferloco -1
las fantasías, siempre son ficticias... Mal comienzo
GirlLiebhaber
sacale fotos a tu mamá y ponlas en los relatos, para dare sabor de verdad 👌🏻👍🏻