Cuatro pajas y una sorpresa

Aún recuerdo esa tarde, estuve bastante ocupado haciendo eyacular hermosos penes.

Me gusta masturbar a otros hombres, me encanta acariciar y estimular sus erectos penes hasta hacerlos explotar de placer.

Un sábado pude concertar cuatro encuentros para masturbar a otros tantos amigos, cada uno en su casa, así que acomode la agenda lo mejor que pude, lo que no sabía es que saldría una adicional.

Aliste las esposas y la cinta y me dirigí a la primera cita, a donde llegue a la 1 de la tarde; Hablamos un rato mientras le acariciaba su pene por encima de su pantalón, después se desnudó y lo ate y amordace y le hice una rica paja en su cama, haciéndolo venir a chorros tan potentes que uno de ellos le cayó en su cara.

Después de eso me dirigí a la segunda cita del día, y llegué a las 3 de la tarde, él estaba esperándome totalmente desnudo, no lo ate ni nada, solo le hice una paja lentamente en la sala, en el sofá, su hermoso pene eyaculo a chorros, esa esperma cayo en su pecho y resbalo por su estómago hasta que formo un pequeño charco en la base de su pene, mismo que limpie con su ropa interior.
Yo no me había desnudado en ninguna ocasión ni me había masturbado aun, estaba guardando mis ganas para cuando estuviera nuevamente en casa, o eso creía yo.

A las 5 de la tarde llegue a la tercera de las citas programadas para ese día, era alguien a quien solo había pajeado una vez, recordaba muy bien su hermoso pene de cabecita roja y húmeda; Lo ate a una silla y lo amordace y le hice una rica paja que lo hacia gemir cada vez más duro a través de su mordaza, su semen salió abundantemente y empapo mis manos por completo, su cabecita estaba pidiendo una buena limpiada y mis dedos le correspondieron.

Y finalmente a las 7 de la noche llegue a la ultima cita programada para ese día, me estaba esperando vestido con unos ligueros y nada más, su pene ya estaba totalmente erecto, lo empecé a masturbar lentamente, no lo ate ni lo amordace; acariciaba todo su cuerpo haciéndolo excitar paso a paso, lo cual lo hacia gemir y suspirar; Lo hice eyacular poniéndolo en 4 y ordeñándolo, todo su semen cayo en las sábanas de la cama dejando un charco, en el cual pase mis dedos y lo unte en su hermoso ano.

Sali de allí con la excitación acumulada de todo el día, ya que nunca me desnude y menos me masturbe en ninguna de las citas de ese día, y en eso iba pensando cuando me subí en el carro que pedí para que me llevara a mi casa.

Eran mas o menos las 9 de la noche, cuando el conductor me miro varias veces y al final me pregunto si no me incomodaba esa erección que se me notaba tanto.

Me sonroje, pues pensaba que no era tan notorio y me dijo que el entendía, que a veces podía pasar, me pregunto el motivo y le dije la verdad a lo cual se quedó pensativo.

Me dijo que le daba curiosidad ya que nunca un hombre lo había masturbado y el tampoco había masturbado a otro tipo, aunque si había visto videos de hombres masturbando a otros hombres y mirándome a los ojos mientras estábamos en un semáforo en rojo me dijo que le gustaría probar.

Yo me quede pensando un momento y al final accedí, además estaba tan excitado que una paja mas no vendría mal y adicional si era alguien que nunca había experimentado algo así.

Así que nos fuimos a un hotel, nos registramos, el pago y entramos a la habitación, yo cerré y puse el seguro, nos lavamos las manos y allí nos quedamos mirándonos un rato.

Me senté en la cama, me quite los zapatos y las medias y lo invite a que hiciera lo mismo, el estaba muy nervioso así que le dije que se relajara, que la idea era pasarla bien, adicionalmente le recordé que no habría sexo oral ni penetración.

Nos recostamos en la cama y empecé a acariciarle la entrepierna por encima del pantalón, su cuerpo dio un respingo, pero empezó a tranquilizarse mientras su pene se iba endureciendo.

Su mano lentamente acariciaba mi pene, al principio con duda y temor, pero ya después con más seguridad, lo cual me puso aun mas excitado de lo que venía.

Me quita la camiseta y el pantalón y después hice lo mismo con él, solo nos quedamos con nuestros bóxers puestos.

Mi bóxer era de color negro y el de el era de color gris, se le notaba la erección a atreves de la tela, al igual que a mí.

Dejamos solo la luz de la lampara que estaba encima de la cama prendida, me levante un momento y apague las demás, estaba listo para hacerle una buena paja.

Le quite su bóxer y lo deje a un lado, en el piso, su pene ya estaba totalmente erecto, es de buen tamaño, con una hermosa cabecita, me gusto apenas lo vi.

Empecé a acariciar su pene lentamente, y empezó a soltar pequeños gemidos, mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por mí, yo lo iba guiando hacia el placer.

Me pedía que no lo soltara, que siguiera así, estaba muy excitado, mientras mi mano subía y bajaba por su erecto pene.

Después de un rato me quite el bóxer, ya no me aguantaba mas y el se quedo mirando mi pene, tan erecto y con esa cabecita tan brillante y húmeda, alargo su mano y empezó a tocar mi pene con timidez al principio y después con mas seguridad, pasando sus dedos por mi cabecita, lo cual me hizo soltar un gemido, lo mire a los ojos y le dije: así, dale, no pares.

Empezó a masturbarme despacio y después aceleraba el ritmo, volvía a desacelerar y retomada velocidad posteriormente, que rica paja me estaba haciendo para ser la primera vez que lo hacía.
Después de un rato me hice por detrás de él, sentados en la cama y lo masturbaba mientras sus manos se aferraban a mi cabeza, agarrándose del pelo y gimiendo.

Nos pusimos de frente y nos masturbamos al tiempo, nuestros gemidos denotaban la excitación que teníamos.

También lo puse de lado y lo masturbe un buen rato así, y lo puse en 4 y lo ordeñe otro rato, lo cual lo puso aun mas excitado, gemía sin poder controlarse, sus manos se aferraban a las sábanas de la cama.

El me masturbo también de varias maneras, sus manos iban y venían por mi pene que ya estaba cerca de la explosión final, y así sucedió, yo estaba bocarriba y le dije que me iba a correr, así que el acelero la paja y mi semen salió disparado hacia mi pecho y hasta mi cuello, mientras mis gemidos iban en aumento, no soltó mi pene en ningún momento solo hasta que lo exprimió totalmente.

Después de eso lo recosté también y lo hice eyacular, su semen salió volando hasta su pecho en sucesivos chorros, mientras su cuerpo se movía y sus gemidos resonaban en toda la habitación.
Termine limpiando su cabecita con la punta de mis dedos y los limpie en sus pezones.

Quedamos tendidos unos instantes en la cama, le pregunte como le había parecido, me dijo que era mejor de lo que se hubiera imaginado y me agradeció por la oportunidad, después de eso nos bañamos, nos vestimos y salimos de allí.

Me llevo hasta mi casa, por el camino le conté todo lo que hago, y quedamos de vernos para una nueva paja, ah y no me cobro nada por el viaje, con la deliciosa paja que nos hicimos quedo mas que satisfecho, al igual que yo.

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