El pago de mi vecina

Hola gente, en este relato les hablaré de como por falta de dinero, una de mis vecinas se dejó follar el ano por mi, como saben soy muy fan del anal y del incesto, pero está vecina es algo peculiar.

Es dueña de una tienda acá cerca de nuestra colonia, tiene una relación abierta de años con el padre de sus hijas, que por cierto, la hija mayor que tiene 18 está medio pendeja, y tiene una cara algo fea, pero lo compensa con unos pechos y sobre todo un culito súper paradito que a más de uno se la dejaría bien parada, espero algún día convencer a la puta de su madre para que me deje estar con su hija.

Pero volviendo con la señora, está zorrita, por qué lo es con las letras mayúsculas, una mega ZORRA, desde que soy pequeño eh visto sus comportamientos, el como en las fiestas que organizaban los vecinos ella se ponía a perrear y mover ese enorme culo, incluso recuerdo que fue ella quien corrompió mi mente en aquellos tiempos, lo recuerdo bien por qué después de que ella haya tomado un poco me tomo de la mano y me metió adentro de una casa, ella se bajó sus pantalones súper apretados y me dejó ver loas hermoso del mundo para mí en esos momentos, un culo gordo y sudado de piel negra, me estaba perreando, y me dejó tocar, fue glorioso, tal vez desde ese día a ella la ví de otra forma.

Su esposo es un maestro, y se enteró a lo largo de mi vida que me dedique a la computación y arreglo de equipos, entonces regularmente me pedía favores, cosa que hizo que fuera más cercano a su familia, podía ver cómo su esposa era una zorra y la estúpida de su hija mayor era una tonta dejada.

Pues con el pasar de los años ellos abrieron una tiendita, solo ellos estaban ahí atendido, y como todo negocio les iba bien y les iba mal, pero nada del otro mundo, la cosa fue que comenzaron a necesitar personal, y como yo era de su confianza y tenía experiencia en el servicio al cliente me llamaron y me pedían ayuda de vez en cuando, no me pagaban bien y a veces no cumplían con mis horas, cosa que hacía que me enojara mucho con ellos, pero un día todo cambio, me harté, y todo gracias a qué no me querían pagar, pero yo ya sabía cómo me iba a cobrar.

"Discúlpame corazón, estoy corta de dinero hoy y no te podré pagar" como siempre saliendo con una excusa la zorra, la señora estaba vestida para ir al gym, sabía que mi dinero no lo tenía por qué lo gasto en su mensualidad, y eso me enojo mucho.

"Mire, ya van varias veces que no me cumplen ciertas cosas en las que quedamos de acuerdo, y ahora sale con esto, solo estoy yo atendido su tienda y ni pagarme puede" como les dije ya estaba enojado, y ella lo sabía bien, la veía apenada, con vergüenza, pero está zorra la iba hacer mía y me iba a desquitar de todas las veces que me hacían salír tarde.

"Que le parece si hoy usted no va al gym y se queda conmigo todas las horas que vaya estar hoy?" Le pregunté y puede ver cómo ella se quedó pensando en el porqué, cosa que le respondí "Yo sé que usted no es una santa señora, y si cree que no me acuerdo de lo que me hizo hace unos años está mal, y digamos que me dejó con la intriga de sentir que tan apretado está su ano"

"Pero como se ve ocurre decirme esas cosas?" Me preguntó con descaro la putita esa, pude ver cómo se iba pero la tome con fuerza del brazo y la metí atrás del mostrador.

"Me la voy a coger todo el día, y usted no va a decir nada, sea una buena zorrita y empiece a mamarme la verga, no tarda en venir gente" me saque la verga en ese momento y ella supo que iba enserio, y claro una zorra no reíste cunado ve una verga, así que se inclinó pero antes de eso yo le bajó los pantalones y la nalguie

Me empezó a mamar la verga y la gente comenzó a venir, los sonidos obscenos se escuchaban algo fuerte, pero di una excusa de que uno de los refrigeradores estaba malo, era buena dando mamadas, me vine depues de un rato, cosa que hice que se lo tragara.

"Ya quedó pagado, ahora me voy" dijo ella con su cara algo roja, pero antes de que se subiera los pantalones metí mi cara entre sus nalgas y me empecé a chupar la panocha, grande, negra, y su ano, todo estaba igual de rico que aquella vez que le lo enseño, podía ver cómo se estaba retorciendo, evitando gemir por la poca gente que había, pude ver cómo empezó a chorrear.

Lubrique su ano con sus propios jugos y puse la punta de mi verga en el, se lo hice saber "La voy a dejar bien abierta, este ano sera mi paga hasta las 8 que salga, espero así me deje salir a mi hora" la ví con ojos de terror y de súplica "No, por favor, nunca lo eh echo por ahí" cosa que me exito mucho.

"Mejor aún, su virginidad anal es mía" se la deje ir de lleno, y se la deje adentro un rato, podía ver cómo sufría un poco, pero poco a poco se estaba acostumbrado "Que le parece negrita?" Así le decían de apodo en la colonia jajaja

"Duele un poquito, pero lo siento muy adentro" decía mientras me veía con ojos de exitación, así que la saqué y le ví el ano abierto, le escupí, y se la volví a meter "Que rico se siente, no sabía que te gustaba esto" me rei un poco y le dije "Pregúntale a mi mamá jejeje" se la saqué y le di una nalgada "Ponqué estoy en la hora de comida perrita, y vienes y te sientas en mi verga" cosa que hizo como una obediente zorrita

Llegó, se sentó en mi verga y me lo comencé a culear, su ano estaba súper apretado, demasiado, dure poco, pero me vine bien adentro de su cola, le comencé a chupar sus tetas, mientras me seguía dando de sentones, diciendo que era una perra, que queria que la follara siempre por el culo, que era mi zorra personal.

Desde ese día en adelante quedamos en un acuerdo, su pago siempre sería su cuerpo, y si su "esposo" me pagaba me lo quedaba como propina por satisfacer a una gran zorra.

El pago de mi vecina
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