Ordeñe a la Directora

Pues esto surgió de forma casi repentina, lo cual aún me sorprende que logré salir sin ninguna consecuencia grave hacia mi persona o mis padres me hubieran cagoteado por mi atrevimiento adultero.

Para empezar me llamo Darik nombre estúpido lo sé pero bueno actualmente 22 años llevo viviendo pero lo que voy a contar me pasó en la secundaria creo que entre el segundo y tercer grado más o menos.

Fue que yo fui de esos que les hacen bullying a veces pero también de los que se vuelven caos cuando los sacas de quicio y eso ayudo a llegar a lo que el título dice.

Porque fue cuando llevaron a un cabron junto conmigo a la sala de la directora Marga (Margaret para no decir su nombre real) que terminó dando tremendo sermón sobre el bullying el cual fue más difícil de oír que sacerdote de iglesia en plena misa.

Pero yo solo pude notar y creo que Ismael también(le diré así pues ya me olvidé del wey y su nombre real) el tremendo par de tetas que se cargaba Doña Marga que se le podía ver un buen escote tambaleando por su clase.

Ella llevaba una blusa blanca de manga larga de botones, un chaleco negro de esos como de secretaria con botones grandes, una mini falda negra que cubrían 2/3 de sus muslos carnosos por sobre sus rodillas, medias oscuras algo transparentes y los típicos tacones altos blancos.

Eso y un brasier para lactancia que no sabía en ese momento de su sermón que eso era el cual se podía ver si le prestas atención suficiente a su blusa que ví algo transparente a la vez que alcance a ver el contorno de sus pechos que eran apretados por dicho sostén buscando aire fresco y también note las estrías de su abdomen.

El cual apenas se le veía la cesaría por la falda que lo cubría a duras penas, pero apenas terminó el tormento que no oí retiro al juemadre para quedarnos solos y darme una lección como niño chiquito ya que en ese entonces me dijeron que tenía TDA pero en realidad era solo era flojo pero con una mentalidad de adulto.

—Mira Dani.

—Soy Darik Doña Marga —le decía yo pues teníamos cierta confianza ambos.

—Bueno Dari verás...esto a sido muy difícil de llevar con tu condición y que te calmado estos últimos días pero ¿Enserio tenías que enterrarle las uñas en la cara?

—Fue en defensa propia y además seguramente le iban a dar la razón al canijo y a mi un castigo por defenderme del normie como en varias escuelas.

—¿Normie? ¿Que quieres decir?.

—Asi le dicen a alguien supuestamente "normal" o sin poderes en varios sitios como los cómics por ejemplo.

—Creo que entiendo ¿y que me dices del palo de escoba?

—No me negara que fue gracioso que se rompiera en su cabeza con chanfle.

—En eso sí te tomo la palabra pero no lo hagas de nuevo *hmhm* —ella trato de contener la risa —espero no lo vuelvas a repetir o alguien saldrá herido de forma grave.

—Tratare de contenerme y no dejar a Don Chuy sin su coche de brujas

Fue en ese momento que nos empezamos a reír por mi chiste hacia el pobre Don Chuy y que ella se le empezaron a humedecer las chichis por la risa.

—Margaret ¿Estás sudando?

—¿Que cosa? —fue ahí cuando noto que su blusa quedo empapada de su leche materna.

—Que vergüenza... perdón por esto —trato de taparse con su brazo y chaleco.

—¿Se siente bien? ¿No es sangre o si?

—No claro que no, es... bueno... mi propia leche.

—¿Como así? ¿Es mamá?

—Si es que tengo una beba en la guardería y dejo de beber de mi leche hace días, pero aún así sufro por ello lamento que me vieras así.

—No diré nada pero ya me voy —ya iba a abrir la puerta pero me llamo apenitas toque la perilla —o-oye

—Si dígame.

—Necesito que me hagas un encargo.

—¿Y sería? —pensé en voz alta pues rara vez me pide algo —primero cierra bien la puerta y ven aquí —hice caso sin saber de este encargo.

—Mira esto es un favor muy especial que necesito que me hagas y que quede entre nos.

—Si no me explica que haré no sé si pueda hacerlo.

—Te quedarás aquí hasta que termine el descanso para terminarlo.

—Que mal no podré ir a comer algo —pensé que no podría comprar mis quesadillas.

—Bueno te invito de mis empanadas pero...¿podrías beberte mi leche?

Yo me quedé como quién sabe que cuando me dijo eso, lo cual se me hacía difícil de asimilar o que talvez oi mal pero fue verdad.

En ese instante le agarre sus chichotas húmedas lo cual la hizo temblar cerrando un segundo sus ojos por sentir mis manos, para proceder en abrir su blusa blanca y ver tremendo par de ubres producir lechita.

Le baje rápidamente el bra mientras ella exhaló con alivio para después juntar sus oscuros y húmedos pezones jalandolos con succión saboreando cada gota de su tibia leche.

En ese momento de éxtasis y calidez me abrazo con suavidad hacía su silla junto con una creciente erección a mil por segundo, por instinto me frote en su vientre mi bulto engarrotado con placer.

Nos estábamos dejando llevar por el placer y calor del momento bien cachondo de los dos, que talvez no noto que le manoseaba los muslos y nalgas. Mientras presione con mis labios sus pezones bien duros, dándole un leve espasmo llendo hacia atrás en su silla.

Lueguito empezó a masajear mi cabello como una cariñosa madre mimando a su hijo. A la par que puse mis manos en sus tanques lechudos para exprimirlos y sacarle ese manjar cremoso tibio y dulce que ella me daba.

Cuando me separé un momento de sus pechos me voy directo a sus labios que tenían un labial sabor frambuesa. Que se mezcló con el sabor de su leche que le di de beber. Pues aún tenía algo en mi boca al mismo tiempo que la abrazo con suavidad, acariciando yo su cabello con una mano dejando la otra en su cintura y muslo.

Después de estarnos besando como locos amantes acaramelados, ella me dio un beso en la frente, otro en el cachete, después en el cuello y clavícula, que mordió de forma leve que apenas dejo marca mientras desabrochaba mi pantalón.

Cuándo lo bajo saco mi garrocha de mi trusa a la cual le dió ligeros besos y lamidas en la punta del glande, pero de forma sorprendente y un tanto brusca se lo succiona por completo dejándome en un estado de placer místico por su atención a mi pene con sus excelentes mamadas.

En ese instante que succionando jugaba con mis canicas las cuales lamía unos momentos de abajo hacia arriba, junto a mi falo que se tragaba después de esas lamidas con ritmo magistral.

Fue así hasta que me vine en su boca y ella para sentirlo todo me abrazo, tragándose mi sable sin luz. La cual ella se trago complacida estando yo en un trance por mi corrida.

—¿Te gustó mi vida? —asentí estando muy satisfecho por su tremenda mamada.

Cuando ella se levantó del piso estando agachada la agarre de una nalga para empujarla hacia su escritorio tumbada boca abajo alzando su suave culazo que sentí poniendo mi cara entre su par de nalgas.

—Ahhh~ hmmm —trató de ahogar su gemido por sabrosear su inmenso perro culazo.

Fue entonces que después de darle una doble nalgada con ambas manos, una en cada nalga con sincronía que decidí empezar la fornicación. Levantando esa cortina para ver sus calzones de color rosa pálido con un moñito brillante, algo hermoso y húmedo a la vez que me invitaron a degustar su sabor orgasmico.

Fue en ese instante que logré apreciar la belleza húmeda de una mujer madura, más aún de aquella milf culona y chichona que me trataba como su casi hijo al igual que como un amante.

En ese momento me entró la curiosidad de a qué sabría su vagina toda húmeda y le metí mi lengua por encima de la raja —ahh~ cariño por favor lame más a mamii~

Aunque lo hubiera hecho por instinto no sabía mucho de sexo, pues solo me ví dos videos porno en un celular prestado por mi primo que supe quitarle el historial con ayuda de un amigo.

Pero solo se que ahí en su coño y su ano se le penetra pero lamerle no sabía nada. Pero eso no me detuvo para darle unas leves mordidas en sus carnosos labios, de forma suave para no lastimarla.

Pues le gustó de tal manera que se movía de lado su entrepierna y sus muslos por el estímulo que le daba. Al instante que de pasados creo dos minutos se corrió cerca de mi nariz, con un sabor ligero a agua apenas salada.

No sé cómo eso me puso a mil pero sentí como un furor en abdomen circulando, a la par que me ponía más tieso. Y por locochón me subí a su silla para meter mi erección brutal en su húmeda conchita.

—A-aaahhh~ q-querido por favor sa... calo de... A-a-a-aahhhh~ ahhhhh~ ahhhhh~ ahhhhh.....

Eso era lo único que empecé a oir de ella ya que se sentía genial la humedad, calidez y presión de su lubricada vagina estrujando mi cachondo pene. Que puse en modo pistón automático ya que en vez de hacer caso a su pedido, solo me deje llevar por mi lujuria y lo rico que era el mete y saca en esa mamasita.

1 comentario - Ordeñe a la Directora

Mondongo210
20/10 y god de verdad te admiro mucho