Testimonios Reales (INCESTO)


Hola mis amantes del incesto y las fantasías prohibidas, vuelve la tía Tati con otra dosis de morbo puro.

Gracias como siempre a los que puntean y comentan. Estuve inactiva un tiempo por aquí, pero espero que me sigan en mi cuenta de Twitter, donde estoy más activa.

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Espero que disfruten estos testimonios recopilados por mí y 100% originales. Pueden leerlos en su totalidad en mi cuenta de Patreon que les dejo a continuación, donde también encontrarán todos mis relatos y mi contenido en general.

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Que lance la primera piedra la madre que no deseó alguna vez probar la verga de su hijo!

1) Usé el vibrador con ella… mientras estaba con su hijo:


Buenas noches tía Tati, quiero compartir mi experiencia con usted, como también me gustaría que intercambiáramos opiniones y experiencias sobre incesto, pues estos temas me calientan mucho. Primero que todo déjeme presentarme, mi nombre es Raúl.

No quiero abrumarla con detalles innecesarios, iré al grano:

Mi esposa se llama Sandra, llevamos casados ya casi diez años, en realidad es mi segunda esposa, pues mi primer matrimonio no funcionó. A pesar de ser su primer matrimonio, ella tiene un hijo resultado de una relación pasada y un embarazo prematuro. Cuando aceptó casarse conmigo nos mudamos juntos, yo prometí cuidar de su hijo y tratarlo como uno propio. Después de años, somos una familia como cualquier otra.

De un tiempo para acá ha revivido una vieja fantasía que nació hace mucho tiempo y tiene que ver con el tema del incesto. Solía desear a mi propia madre y en muchas ocasiones recuerdo haberla espiado, incluso tocado para saciar mi sed, sin embargo nunca llegó a pasar nada porque ella es una persona sumamente chapada a la antigua que no aceptaría jamás algo así. Pasó el tiempo y mi fantasía se fue borrando hasta hace poco, que siento, renació.

Entonces empecé mucho a fantasear con la idea de que mi hijastro deseara a mi esposa, me empezó a calentar muchísimo esa idea y muchas veces tuve pensamientos de qué pasaría si entre ellos ocurre algo y creo que me calentaría mucho verlo. Al principio intentaba fijarme si en él había algo de maldad al ver a su madre, pero no pude detectar nada, al parecer mi hijastro no sufría de mi mismo problema.

Mi esposa es una mujer de curvas peligrosas… es decir, ha logrado un buen cuerpo gracias a su buena genética. Digamos que podría ser una milf con la que cualquier adolescente soñaría estar, por eso me sorprendía tanto no ver una intención fuerte de parte de mi hijastro.

Otro día cuando hablaba con ella, mencioné el tema por encima preguntando si creía que su hijo tendría novia o si ya empezaría su vida sexual, a lo que no respondió mucho, sin embargo me confesó que una vez había visto manchas como de semen en sus sábanas. Le pregunté su opinión y me respondió que le parecía muy normal en alguien de su edad, pero el tema no llegó más lejos.
Después de un tiempo pensando y fantaseando, tuve una idea:

Mi esposa tiene que viajar mucho por su trabajo y eso significa que duramos algunos días separados, sin embargo, juntos nos la hemos ingeniado para que eso no mate la chispa de amor entre ambos.
Algo que olvidé contar antes, es que mi esposa es muy caliente y abierta en todo el tema sexual, hemos hablado de fantasías y fetiches que compartimos, entre otras cosas. El punto es que ya llevamos meses usando un vibrador que compró y se puede manejar a distancia, así ella solo se encargaba de ponerlo en su vagina, mientras yo lo controlaba con la App desde mi teléfono. Pasamos varias noches de diversión gracias al juguetito.

La idea consistía en decirle a mi mujer que se lo pusiera para el juego previo esa noche; también le pedí usar una prenda sexy, ella eligió un conjunto de encaje fino, sin ropa interior. Por otra parte, minutos antes de empezar con mi esposa, me escabullí al cuarto de mi hijastro y le dije que su madre y yo nos preparábamos para ver una película y queríamos que él nos acompañara, de hecho, le dije que era deseo principalmente de su madre, para que pudieran compartir más tiempo juntos.
Él aceptó sin problemas y quedó de llegar en diez minutos al cuarto.

Cuando entré de nuevo al cuarto encontré a mi esposa en una de sus pijamas más sexys y reveladoras, no tenía ropa interior y se notaba un poco el vibrador debajo de sus pequeños pantaloncitos de pijama. Estábamos listos para empezar cuando llegó mi hijastro diciendo que ya estaba listo para la película, mi esposa confundida se lo cuestionó pero yo le dije que lo había invitado antes y lo había olvidado por completo.

Se enfadó por mi aparente falta de atención pero no sabía que todo era un plan. Al rato pusimos la película, mi hijastro se metió en medio de los dos y a la mitad salí con la excusa de ir al baño.
Allí empezó de verdad mi plan, entré a la App y comencé a jugar con ella mientras espiaba por una rendija de la puerta. Usted no se imagina la cara que hizo mi esposa cuando empecé a jugar con el vibrador, no sabía dónde meterse, miraba para todos lados pero no podía verme. Mi hijastro lo notó, incluso le preguntó si pasaba algo pero ella lo disimuló muy bien fingiendo que quería ir al baño también.

Aumenté la intensidad y le juro que ella no sabía qué cara poner, se estaba aguantando con todas sus fuerzas y claro, no iba a ser capaz de sacarse eso con su hijo allí, por eso se levantó y dijo que iría al baño de la sala.

Cuando salió del cuarto yo volví a la cama y le pregunté por ella, me contó que se había puesto rara y se fue al baño. Le dije que iba a ver si estaba bien pero fue una excusa para salir a verla. Estaba en el baño efectivamente y aunque no pude verla, pegué mi oído a la puerta y descubrí que se masturbaba, la escuché lanzar un par de gemidos y no les puedo negar que me calentó.
¿Acaso la situación con su hijo la puso caliente?

El caso es que volví a la cama, ella regresó al rato y no dijo mucho al respecto. Cuando la película acabó y mi hijastro se fue, ella me contó lo que había pasado. Yo negué haber tenido que ver con el incidente y le dije que quizás lo había configurado mal o algo por el estilo. Hice un par de comentarios a ver si volvía a salir el tema y me confesaba algo pero no obtuve nada. Eso sí, esa noche hicimos el amor como en nuestros mejores tiempos, ella estaba muy caliente y se notaba su excitación.

Gracias por leerme, tía Tati, espero que mi pequeña experiencia le sirva para sus maravillosas historias que estoy ansioso por seguir leyendo. Un saludo y espero poder seguir en contacto pronto si pasa algo más.

Nota: Seguí en contacto con Raúl hasta el día de hoy. Él es uno más de mis suscriptores aquí, ama mis historias y de vez en cuando tenemos conversaciones sobre su caso. Cuando le comenté que quería recopilar experiencias para publicar e incluir la de él, le encantó la idea. Así que lo hago desde su pleno conocimiento y consentimiento.

Me pidió añadir que su fantasía ha mermado debido a que su hijastro no se ve muy interesado, sin embargo, su esposa ha estado más abierta a experimentar e incluso han hablado del tema. Si les interesa saber más, en una publicación siguiente puedo hablar más de su caso.


2. Mi hijastra intenta provocarme y yo me dejo:

Buenas noches tía Tati le vengo a contar una breve experiencia que tuve en un viaje y quiero compartirla con usted y que la comparta a sus seguidores.

Hace un par de años conocí a una mujer que me cautivó, comenzamos una relación que poco a poco se fue tornando más seria hasta que decidimos casarnos. Cuando nos mudamos juntos acordamos que viviríamos con sus hijos: dos chicos y una chica, la menor de todos.

Desde siempre me llevé muy bien con todos ellos, así la relación con mi esposa tuvo un buen rumbo, pero desde unos meses después de mudarnos todos juntos empecé a sentir una actitud poco convencional de parte de la hija de mi esposa. Mi hijastra era muy cariñosa y apegada a todos pero a veces siento que se sobrepasaba conmigo, al punto de volverlo un poco incómodo teniendo en cuenta que ella es una joven de buenos atributos y físicamente atractiva. Siempre traté de ignorarlo pero no niego que me sentí tentado a veces. Últimamente he notado una actitud suya por ser rebelde y romper las reglas, por eso no le presté más atención de la cuenta.

Digamos que normalice la situación hasta cierto punto pero todo pasó a otro plano durante un viaje.

Fuimos a conocer otro país, más exactamente Panamá, donde nos divertimos y pasamos buenos momentos. Todo normal hasta una noche que quisimos salir todos menos mi esposa que se sintió enferma y prefirió descansar. Salí entonces con mis hijastros a dar una vuelta.

Llegamos a una parte detrás de la playa con muchos bares y personas de fiesta, muchos ya ebrios y todos con un toque algo atrevido. La mayoría eran jóvenes aunque no tanto como mis hijastros, por eso les pedí que mejor fuéramos a otro lado pero ellos quisieron quedarse.

En un punto nos separamos y quedamos solos con mi hijastra, los dos chicos se habían ido para otro lado.

Yo muy preocupado porque no quería que mi esposa se enfadara por dejarlos beber alcohol, pero mi hijastra me tranquilizó y fuimos a buscarlos. Llegamos a una parte muy alejada donde casi no habían personas, entonces ella se fijó en un cartel y me hizo ir hasta allá.

Cuando llegamos dijo que si nos tomábamos un "shot" yo le dije que no debíamos porque a su madre le molestaría pero ella dijo que sería un secreto y nunca le diría a nadie, también mencionó ser sus primeras veces y prefería aprender con alguien de confianza, entonces acepté.

Llamé al mesero y saqué mi billetera, le pedí dos shots de tequila, pero antes de pagar mi hijastra me interrumpió diciendo que si lo que decía el cartel era verdad, entonces el mesero lanzó una mirada atrevida hacía ella y le dijo que sí, entonces ella gritó: No te preocupes, yo invito.

Mi fuerte no es el inglés, yo le pregunté que qué ponía el cartel y ella dijo, ya lo verás. Las condiciones que puso el mesero era que debía tomarse una foto junto al cartel, entonces pensé que se trataba sólo de eso para recibir los shots gratis. El mesero se ofreció a tomar la foto y mi hijastra me dijo que le diera mi teléfono para que él lo hiciera. Se imaginarán mi cara cuando mi hijastra se levanta la blusa y deja a la vista de los pocos que estábamos en ese lugar sus pechos. Me sonrojé de una forma inesperada y tan notoria que el propio mesero dijo "mira como pusiste a tu novio" y ambos rieron. Luego entendí que el cartel decía que por enseñar las tetas te regalaban shots.

Le confieso tía Tati que yo ya llevaba un rato mirando a mi hijastra porque noté que llevaba una blusa sin ropa interior y ella tiene senos grandes, se notaban bastante. No dije nada por respeto, pero después de verle las tetas a mi hijastra así no más no pude disimular, tuve una erección y todo eso me puso bastante caliente. Después nos trajeron los shots, los bebimos y yo intentaba no hablar demasiado, se sentía la tensión en el aire pero mi hijastra se veía más risueña y bromista.

Antes de irnos me preguntó si quería otro y la verdad no supe qué responder porque claro que quería verle de nuevo las tetas, pero el mesero dijo que era uno por persona entonces yo me ofrecí a pagar el segundo. Nos lo bebimos y nos fuimos caminando casi sin hablar, luego llegaron mis otros hijastros y nos fuimos para el hotel de nuevo. Cuando ellos fueron a su cuarto mi hijastra se quedó de última y me despidió con un beso en el cachete muy cerca de los labios y me dijo que gracias por todo y que no le dijera a nadie lo que hizo. Le dije que eliminaría la foto pero ella rió y se alejó diciendo que la conservara si quería, luego entró a su cuarto y no la volví a ver hasta el otro día.

El resto del viaje intenté pasar tiempo a solas con ella a ver si volvía a ocurrir algo así pero fue sumamente difícil. Desde entonces no ha pasado gran cosa pero todavía siento su actitud muy insistente conmigo a veces y me caliento demasiado. Le ruego por algún consejo útil tía Tati, muchas gracias y espero poder hablar más fluidamente con usted pronto.

Se me olvidó agregar que esa noche le hice el amor a mi esposa como una bestia, me apena admitirlo pero en varias ocasiones pensé en mi hijastra y la imagen de sus tetas. También al otro día me masturbé con la foto y a veces lo hago, se la comparto para no parecer un mentiroso.

Gracias tía Tati, me encanta su trabajo con este tema y el poder abrirme así con usted.

Nota: La comunicación continuó con Horacio varios meses en los que hablamos de su experiencia y cómo de ahí nació un deseo por su hijastra. No ha pasado de un par de situaciones más en las que ha notado algo raro, pero nada tan crucial como lo que relata aquí. No hay muchas más actualizaciones sobre su caso.

Horacio también accedió a compartir la imagen, sin embargo decidí no subirla por las normas de Patreon. Si desean verla, pueden escribirme al chat o a mi e-mail y la recibirán.


3. Mi hijastro está obsesionado conmigo:

Buenos días, tía Tatiana, de antemano me disculpo por el atrevimiento de escribirle así tan directamente, pero actualmente estoy viviendo una situación con mi hijastro y me gustaría saber si usted puede orientarme, estoy atenta a su respuesta.

Muchas gracias por tu pronta respuesta, me parece un precio conveniente para hablar sobre la situación con mi hijastro, confirmo la hora y la fecha de la cita y te envío el contexto por adelantado para que vayas conociendo el caso.

Hace dos años vivo con mi esposo y mi hijastro, sólo somos los tres porque su hermana ya se fue de la casa. Yo no tengo hijos, pero acepté a los de mi esposo al momento de casarnos como hijos propios. Hasta hace poco todo era normal pero hace unos meses, empecé a notar un cambio brusco de mi hijastro para conmigo, te explico.

Su nombre es Sebastián, tiene 20 años, iba a la universidad pero hace poco decidió parar sus estudios, pues está un poco deprimido por la ruptura con su novia. Desde entonces pasa todo el tiempo en casa, ya no sale con sus amigos ni nada. Eso dificultó demasiado la convivencia, sobre todo con mi esposo, porque siempre le está diciendo que es un vago y no hace nada. Yo intento mediar entre ellos dos pero a veces es imposible, aunque gracias a ello he logrado tener la confianza de Sebastián.

Ese acercamiento hizo que se abriera y me contara un poco más sobre su situación con su exnovia, tanto así que llegó a confesarme estar muy preocupado porque llevaba mucho tiempo sin sexo y eso le afectaba. Lo entendí perfectamente porque uno a esa edad sólo piensa en eso, entonces le aconsejé buscar otras mujeres.

El problema es que desde entonces me ha buscado a mí! No puedo entenderlo muy bien pero después de esa conversación, me di cuenta de que me mira todo el tiempo, le cuesta mantener el contacto visual porque sus ojos siempre se van a mis senos o mi cola. No soy una mujer sensual ni nada por el estilo, me considero bastante promedio, sin embargo pareciera que para él soy una super modelo.

Hasta el momento digamos que eso era bastante aceptable, pero luego descubrí que se robaba mi ropa interior para masturbarse, porque luego las encontraba untadas de semen en mi cajón. Eso me pareció inaceptable y pensé en contarle a mi esposo, pero me arrepentí porque, como te contaba antes, su relación no es la mejor, a pesar de ser su hijo, él lo trata con mucha rudeza.

Lo dejé pasar hasta que un día hablé con él y le hice entender que estaba muy mal. Él lo admitió y prometió no volver a hacerlo, pero semanas más adelante volví a encontrarme con lo mismo.
Otro día recuerdo que lo vi salir del cuarto sólo en sus boxers con una notoria erección, eso se repitió varias veces hasta que entendí que su objetivo era que lo mirara, aunque también noté que se ponía muy nervioso cuando estaba así conmigo cerca.
Todo se mantuvo así hasta el sábado.

Ese día me levanté más o menos a las 8, mi hora habitual cuando no trabajo. Mi esposo había salido a hacer ejercicio temprano y nos encontrábamos Sebastián y yo solos. Salí a la cocina en mi pijama que no era más que boxers de mujer y una blusa muy holgada, nada sexy. No usaba brasier, admito que eso pudo ser algo que provocara un poco, pero no demasiado ya que mis senos no se notaban mucho por lo ancho de la blusa.

Andaba sin preocuparme porque Sebastián suele despertar muy tarde, casi a las 12, entonces me preparaba para el desayuno cuando sentí de repente una presencia detrás mío, no alcancé a voltear porque se pegó completamente a mi cuerpo y lo primero que sentí fue su erección en medio de mis nalgas, intenté despegarme pero me retuvo con mucha fuerza al tiempo que me hablaba como si nada. Yo le pedí que se corriera pero él lo tomó como un juego, no me dejaba ir y cada vez pegaba más su pene, lo podía sentir por completo ahí atrás.

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4. Me masturbé en la ducha… junto a mi madre:

Tía Tatiana, lamento la hora en que escribo esto pero quiero contarle mi historia:
Siempre he tenido una obsesión con mi madre, recuerdo de años atrás sentir esta atracción extraña. Sé que no es algo común y corriente, pero como veo que usted sabe del tema quisiera pedirle una opinión.

Mi mamá es una mujer muy atractiva, rubia, blanca, delgada, tiene senos operados y un cuerpo escultural. Recuerdo que cuando estaba en la escuela, mis amigos todo el tiempo hacían comentarios sobre ella. Siempre me molestó mucho que lo hicieran porque me incomodaba y los rechazaba por completo diciendo que no pensaba igual que ellos, pero la verdad es que luego llegaba a mi casa a masturbarme pensando en ella.

Creo que mis amigos la desearan lo hacía más morboso y excitante para mí, ya se podrá imaginar mis pensamientos.

Sin embargo fue luego que empecé a sentirme realmente excitado a su alrededor, tenía que disimular para que no descubriera la gran erección que me generaba que me tocara cualquier parte del cuerpo o incluso viéndola en ropas de casa.

Luego me volví adicto a los relatos, las fotos de incesto, el porno de ese estilo, todo lo que me ayudara en mi fantasía de coger con mamá me calentaba muchísimo. Incluso encontré una App que me permitía subir una foto de ella para ver cómo se vería desnuda. Con esas fotos me he masturbado mucho, se ven muy naturales y se siente un morbo increíble.

Sin embargo, eso no fue lo más arriesgado que hice. A mitad de año fuimos a la playa con toda mi familia, naturalmente incluyendo a mi madre. Me emocionaba mucho saber que iba a ver el cuerpo de mi madre en bikini por algunos días. Desde el primer día tuve que cubrirme el pene, pues se notaba mucho la erección cuando vi a mamá en un bikini azul pequeño.

En el mar varias veces vi como se le desajustaba su bra y casi salían sus tetas. No pude aguantar y me tiré en la arena a pensar otras cosas.

Más tarde, cuando volvimos al hotel, mi madre se fue a su cuarto y mi padre se quedó en el bar con otros huéspedes. Estando arriba pensé la forma de ver a mamá, pues sabía que estaba sola y con esa prenda que me volvía loco, entonces se me ocurrió una idea.

Llegué a su cuarto y al tocar me abrió la puerta, en efecto todavía tenía puesto el bikini, entonces me costó mirarla a los ojos. Le mentí diciendo que necesitaba con urgencia el baño porque mi hermano estaba en el de nuestro cuarto, ella aceptó pero me dijo que se iba a duchar, así que si no me molestaba usarlo con ella en la regadera.

Me sorprendió su confianza, pues aunque somos muy unidos nunca acostumbraba a mostrarse así. Ella entró primero y cerró el vidrio esmerilado que nos separaba, después vi cómo colgó las prendas de su bikini en la parte alta de la puerta de vidrio, la imaginé desnuda y se me volvió a parar el pene. Sentí que abrió la ducha y empecé a masturbarme. Fue la paja más rica de mi vida mientras sabía que ella estaba desnuda detrás del vidrio, tocando todo su cuerpo.

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5. Experiencia con mi hijo:

Me atrevo a compartirle mi historia sólo porque lo hago desde el anonimato. Mi nombre es Andrea, vivo en Colombia como usted y tengo 46 años. La conocí por sus relatos, pues a veces me refugio allí para buscar respuestas a una duda que lleva semanas rondando mi cabeza y sólo en sus letras encontré la honestidad que necesito a la hora de compartir mi experiencia y buscar respuestas.

Supe por su relato de el sobrino, que al igual que yo, usted escribió porque no tenía con quién hablar de eso. La entiendo porque me pasa lo mismo. La historia que le voy a contar no la sabe nadie y espero que así continúe. Me gustaría mantener una conversación más fluida con usted, siento que al igual que yo, al haber vivido una experiencia semejante, podrá entenderme y aconsejarme sabiamente.

No busco depravados que vean todo con lasciva y para mi mala suerte hasta antes de descubrirla a usted, sólo me ha tocado interactuar con tipos (hombres) así. Me entenderá usted entonces el por qué de mi desconfianza al principio, pero siento que este es un tema serio que debe ser tratado como tal.

No quiero extenderme, así que con su permiso, quisiera comenzar.

Primero que todo le doy una idea de cómo es mi vida. Soy madre soltera de un joven, su padre nos abandonó hace años. Sólo en sus primeros años de vida respondió por el mantenimiento de su hijo, pero luego no volvió a visitarnos ni a contestar llamadas.

Mi hijo se crió conmigo todo este tiempo, tuve que hacer de figura paterna y materna al tiempo, hice mi mejor esfuerzo y creo que logré una buena crianza. Por mi parte, después de que su padre nos abandonara, intenté varias relaciones pero ninguna de éxito, siempre eran hombres interesados en que afortunadamente gozamos de buena estabilidad económica.

Con los años, la llama del deseo se me fue apagando. Duré tanto tiempo sin una pareja que al final ya no sentí la necesidad de una, pero eso sería así hasta este año, donde algo volvió a encender la llama en mí.

No sé exactamente de qué se trata, pero fue como encender una llama y que de inmediato se encendiera una fogata inmensa. Tal vez el hecho de que mi hermana también soltera encontrara una pareja estable y se casara, fue el estallido para que en mí naciera de nuevo esa necesidad.

A lo que me quiero referir con precisión es a un momento en específico, pero primero quiero explicar todo lo que vino de antes, para hacerme entender mejor.

No sé si fue envidia, celos o algún tipo de inseguridad por mi edad y mi soltería, pero me urgía conseguir una pareja pronto, no sólo por mi imagen, sino también porque empezaba a sentirme sola en varios aspectos, sobre todo en el sexual.

Volví a masturbarme y a buscar formas de satisfacerme, pero al final deseaba sentir otro cuerpo, otra persona, otra alma que saciara esa sed en mí, pero para mi mala fortuna, no tuve resultados.
Avanzaré entonces al día de la boda de mi hermana, cuando ocurrió lo que vengo a contar aquí.
Mi casa es muy grande y espaciosa, además hay un muy bonito salón dentro del condominio donde vivo que sirve para celebraciones. Así que acordamos con mi hermana festejar allí, después de la ceremonia en la iglesia.

Esa noche llegó toda mi familia y la de mi cuñado a celebrar. En la fiesta nos animamos y bebimos todos, casi al punto de caer ebrios. Por fortuna yo me controlé, sin embargo, reconozco que en un punto de la noche me dejé llevar por la alegría y bebí de más. Me pasé de tragos bastante, al punto de empezar a pensar de nuevo en que mi vida era triste, porque mi hermana terminaría con su esposo celebrando la noche de bodas con sexo y mucha pasión, mientras yo estaría sola.

Cuando todo acabó volví a casa en compañía de mi hermana, su marido y otros familiares. Allí recordé que algunos me pidieron quedarse en mi casa por la hora y porque habían bebido y no podían manejar. A pesar del espacio de mi casa, sólo tenemos dos camas por mi vida sólo con mi hijo, entonces les ofrecí su cama y le dije a él que durmiera en mi cama.

Recordé también que cuando le dije eso a mi hijo, supe que él también había bebido con sus primos, por la forma en que me miraba y actuaba. No me enfadé en el momento, ya que no se lo permito, me preocupaba más estar tan ebria.

Esperé a que mi hermana y el resto se fueran para ir a mi cuarto. Allí estaba mi hijo, tal como lo pensé.

Supe que sería extraño, pues desde muy pequeño no dormía conmigo y ahora las cosas eran distintas, pero lo que me pareció más extraño es que pensar en eso me hizo recordar un par de cosas que me pusieron nerviosa.

Primero pensé de nuevo en mi poca actividad sexual, me sentía algo excitada gracias al alcohol, por eso no pensaba con claridad. También recordé lo que pasó años atrás:

Hacía años que mi hijo tuvo por momentos un comportamiento raro, pero a la vez normal por su edad. Descubrí que se masturbaba a escondidas, muchas veces encontraba rastros de semen en su cuarto, pero nunca le dije nada por obvias razones. Eso es normal, digamos, en todas las personas. Lo que nunca me pareció normal fue descubrir que también había momentos en que me miraba con obscenidad.

Sus ojos se iban a mi escote, o a otras partes cuando usaba ropa algo descubierta, cosa que no acostumbro hacer.

Pueden pensar que estoy loca o que soy una desesperada, pero recordar esos momentos me pusieron todavía más excitada de lo que ya estaba. Sentir la mirada de un hombre, su deseo, sus ganas de ver mi cuerpo o tocarlo, todo eso provocaba en mí una locura sin remedio.
Me senté a los pies de la cama un rato a tratar de organizar los pensamientos que me invadieron, quise pensar en otras cosas pero no pude. No sabía qué hacer, estaba muy perdida y me costaba hacer todo con franqueza.

Pensé que lo mejor era acostarme, así que me cambié, pero antes de eso se me ocurrió algo.
Busqué un vestido de seda que guardaba desde hace muchos años, lo usaba para dormir y sentirme sexy en años anteriores, era momento de volverlo a usar.

Lo encontré debajo de mis otras pijamas, lo saqué y me iba a cambiar al baño cuando tuve otra idea.
Le hablé a mi hijo a ver si respondía, pero no recibí ninguna respuesta de su parte. Entonces pensé que era innecesario ir al baño, pues nadie me estaba mirando.

Allí mismo, con él acostado en mi cama, me desvestí lentamente hasta quedar totalmente desnuda, cosa que nunca hago. Cuando estuve totalmente desnuda volví a mirarlo a ver si me espiaba como en años anteriores, pero nada.

Me puse el vestido y descubrí que había aumentado algunas tallas, porque ya no me quedaba holgado como antes, ahora más bien se ajustaba a mi cuerpo, sobre todo a mis caderas, mi culo y mis pechos.

Estar desnuda frente a él incrementó toda la excitación que tenía. Estaba oficialmente mojada por ser una voyerista con mi propio hijo.

Luego me metí a la cama, junto a él...

[Leer completo en: https://www.patreon.com/latiarelatos]



Gracias a todos por leer y apoyarme en mi pasión de escribir y compartir experiencias únicas. Un beso.

-La tía Tati


7 comentarios - Testimonios Reales (INCESTO)

erazodh +1
Excelentes relatos tia
entreviist +1
como me calento el primer relato quiero saber mas
Maikmoreno1 +2
Sube la foto de la hijastra del segundo relato, por favor tía. 🙏🏽
et178282
No hay incesto mas morboso caliente y traumatico madre hijo donde la culpa calentura se juntan los celos del hijo lo posesiva que se vuelven las madres y el peor enemigo es el tiempo no creo que exista una sola pareja madre hijo que sumen a un tercero !
et178282
Una vez lei la historia de un hombre de 65años que mantuvo una relación con su madre nuunca formo familia quedo solo a los 60 cuando fallecio la madre nunca disfrutaron la relación por la culpa de cagar a su padre pero la relación tan hermosa y morbosa lo
et178282
Los atrapo! Trataron de cortar muchos veces pero fue imposible fallecio el padre la relación siguió igual culpa morbo calentura pero el paso de los años ya cagaba todo
et178282
Los relatos mas hermosos son madre hijo y cuando son minimamente reales te queman