Sometida 2P

Sometida 2P


Casi no dormí esa noche.
Aunque me deslicé hasta quedar sentado, las manos atrás del poste me eran muy incómodas.
Estaba agotado por la tensión.

Y verla tan maltratada me hacía sentir culpable, aunque yo también la trataba con dureza en nuestras sesiones de sexo duro.

Ella quedó en la posición en que la tiró el torturador y perdió el conocimiento.

Amaneció y pasaban las horas.
Vino uno, me desató y me dijo, “Llevala y dale de comer, limpiala y que vaya al baño”

Se acercó a ella y recorrió su cuerpo con su mano, tocándola con descaro.

Vio las marcas en su piel y dijo, “Ya recibió el trato de yegua que merece…”

La ayudé a sentarse y la levanté lentamente.

La alcé en mis brazos y fui hasta la casa.

La senté frente a la mesa y le serví un café, un pan y una fruta.

Ellos habían traído provisiones. Lo que nosotros llevamos se lo habían acabado el día anterior.

Me dijo, “Necesito ir al baño”

La ayudé a incorporarse, pero cuando entramos, el lugar estaba tan sucio, que decidí llevarla a hacer sus necesidades afuera, entre los arbustos.

Cuando salimos, nos dijeron “adónde van?”

-“Ella necesita ir al baño”

-“que cague ahí nomás! Cerca. Que podamos verlos.”

Nos alejamos varios metros, ella les dio la espalda y se puso en cuclillas.

Yo me mantuve cerca, para que sujete de mí.

Orinó y defecó mientras todos la miraban.

“Le salen grandes los soretes a la puta!”, decían.

“Pero hay que agrandarle más el orto!” “Qué no tenga que hacer fuerza! Que se le caigan los soretes!”

Todos rieron y le gritaban,

“Hoy te vamos a dejar el culo que vas a cagar bien grande, puta!”

“Soretes como botellas te van a salir!”

Volví a bañarla con el balde, y la llevé a acostarla sobre el colchón.

Cerca del mediodía vinieron otra vez.
Entraron diciendo, “Te vamos a abrir el culo, puta!”

”Hoy te va a quedar el orto que se te van a caer los pedos!”

La pusieron en cuatro, y la obligaron a poner la cara contra el colchón.

Uno se lubricó la mano con aceite de cocina, y le tiró un chorro sobre todo el culo.

Me ataron otra vez en el poste, y me dijeron, “mirá bien a tu puta! Porque a partir de hoy, tu pija ni la va a sentir!”

Empezó metiéndole los dedos.

Dos, tres, cuatro dedos.

Moviendo y girando la mano.

A medida que se estiraba el ano, movía más fuerte y a la vez le daba nalgadas.

Luego metió hasta la palma, puso el pulgar hacia adentro y empujó.

Entró toda la mano!

Hasta la muñeca!

Volvió a moverla, a girarla, sacarla y meterla.

Luego la sacó del todo.

Hizo puño, y se volvió a echar aceite.

Puso el puño y moviéndolo, lo hacía girar y lo metía de apoco.

El ano se dilató increíblemente!

Ella gemía y gritaba.

Lloraba.

Pero no pedía que pare…

Le temblaba el cuerpo, y en la presión sobre su cola, se le levantaban las rodillas y quedaba en el aire.  

El peso de su cuerpo apoyado el puño que luchaba por entrar a su cola.

Por fin cedió!

De pronto su ano se estiró!

Se distendió y se comió todo el puño!

Le entró hasta la mitad del antebrazo.

Podía ver cómo se movía su abdomen en cada empujón del puño.

Ella gemía, lagrimeando, pero gozaba.

Vino otro y dijo, “A ver! Yo quiero probar! Nunca le abrí el culo a una puta con el puño”

Se puso detrás y ella meneaba la cola, mientras se lubricaba el brazo.

Este tenía la mano más chica y el brazo más delgado.

Hizo puño y arremetió con fuerza. Entró casi hasta el codo! y la hizo caer.

El inexperto por poco la traspasa!

“Despacio, animal”
“La puta está abierta, pero no es para que le cagues a trompadas el culo!”

Entonces él le pidió perdón, sacó el brazo despacio, y volvió a meterlo con suavidad.

Muchos quisieron probar el culo de mi puta.

Se entretuvieron con eso, y no la maltrataron más que de esa forma.

Y ella gozaba!

En un momento pidió una verga para su boca.

Y se la dieron, pero esta vez sin ahogarla, ni pegarle sopapos.

Ella lo agradeció dando esmeradas mamadas y tragando mucha leche.

Mientras jugaban con su culo, mamó y tragó la leche de al menos 10 vergas.

Cuando se aburrieron de meterle el puño, empezaron a cojerla, con algo de rudeza, pero sin la violencia extrema con que la habían violado antes.

En un momento en que la estaban penetrando dos vergas por la cola, uno de los que la miraban dijo,

“Esta es perra es peor que las perras que traemos para aparearse con los daneses!”

“Hagámosla que se aparee con los perros!”, dijo otro, y salieron apurados.

Mientras esperaban, uno de ellos trajo un frasco con una especie de loción, y se la pasaron por las tetas, la cocha, el ano y la cara.

Era una pócima de perras en celo, que usaban para que los machos sirvan a las hembras.

Cuando entraron con los perros me asusté!

Eran dos animales inmensos, altos, negros, musculosos!

Parecían potrillos más que perros!

Inmediatamente la vieron en 4, oliendo a perra en celo.

El que los adiestraba, le acercó uno de los perros.

El animal estaba excitado.

Le acercó el hocico a la cara, y lamió todo su rostro.

Olió sus tetas y les pasó la lengua.

El tipo lo llevó hacia la cola de mi puta, y el perro le olfateó la concha y el ano y empezó a lamerla enérgicamente.

Le dijo a ella, “yo lo sostengo y vos acariciale las bolas,para que te conozca y no te lastime”

Ella se metió entre sus patas, y empezó a acariciarlo.

Inmediatamente salió la chota roja y húmeda del canino, que estaba muy inquieto.

“Mamásela así lo tranquilizás”, le dijo.

Y ella obediente, empezó a lamerlo primero y luego, a chupar esa verga grande y roja.

Luego le dijo que se ponga en 4 y él subió al perro sobre su espalda.

Le dijo, “vos quédate quieta y déjalo hacer a él”.

El tipo agarró la verga del perro y se la metió en la vagina a mi puta.

El animal sintió el calor vaginal, y empezó a moverse rápido! Desesperado!

Se le subía más, intentando penetrarla más profundo.

Ella sostuvo los empellones y jadeaba con la boca abierta, tratando de no gritar.

La baba caía de sus labios.

Estaba muy excitada.

Por fin el perro moviéndose muy rápido eyaculó en su vagina.

Y quedaron abotonados!

Ella miró hacia atrás, buscando al tipo, y él le dijo “se abotonó!”

- “Hay que esperar que se zafe. Quedate quieta.”

Al rato se salió, se bajó de ella y lo llevaron a su rincón.

Iba renqueando el perro.

Tremenda acabada le echó a mi puta!

Entonces volvieron a ponerle la loción en el culo.

Ella los dejaba hacer. La tocaban alevosamente, pero no oponía ninguna resistencia.

Cruzó una fugaz mirada conmigo, pero enseguida miró al segundo perro que le traían.

Este era más grande, y ya traía la verga afuera.

Mientras el otro la cogía, este ladraba y trataba de soltarse.

Mi puta no esperó que le dijeran.
Ni bien lo tuvo cerca, se puso entre sus patas a mamarle la chota.

Esta vez la saboreó. La lamió con gula. La tragó acariciándole las bolas peludas.

Y se puso en 4 ofreciéndole su culo.

Se lo subieron y le metieron la verga en el ano.

Entró tan fácil que creí que le habían errado!

Desapareció entera en el culo de la puta!

Ella se apoyó en sus codos y paró más la cola.

Quería que entre todo lo profundo que diera!

El perro se movía frenéticamente! Pero se agitaba y paraba. Y volvía a moverse convulsivamente.

Parecía que no encontraba la posición.

Se movía hacia los lados, y quería subirse más a ella.

Estuvo así casi media hora, cogiéndole el culo, hasta que en un momento, empezó a moverse más rápido.

El enorme perro se quejaba y jadeaba como si le faltara el aire.

Le daba empujones fuertes, pero mi puta lo sostenía.

Ella también movía su cola, aumentando la fricción.

Y mi puta empezó a ladrar y aullar!!!

Era como una alucinación!

Se animalizó!

Jadeaba como el animal, moviendo su pelvis, provocando penetraciones muy profundas y violentas!

Se movieron sincronizados durante un momento que pareció eterno.

Por fin el can eyaculó abundantemente manteniendo la verga muy profunda mientras tenía las convulsiones del orgasmo.

También se abotonó…

Ella respiraba con la boca abierta, sacando la lengua.

El tipo se rió y le dijo, “Te gustó perra, ser la puta de los daneses!”
Ella lo miró y se sonrojó. Sonrió y miró hacia otro lado con vergüenza.

“Tenemos otro animal para tu culo! Jajaja!”

“Ese sí te va a volver loca!”

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