Doble vida (2)

http://www.poringa.net/posts/relatos/5107986/Doble-vida.html   <--- PRIMERA PARTE



Al otro día, me levanté un poco confundido. No entendía si había sido un sueño o no todo lo que había visto. Vilos pañuelos de papel arrugados y secos en el cesto y una sonrisa se dibujó en mi cara. Todo era real.
Salí de mi cuarto y me crucé conmi hermana. Nos miramos. Ella seguramente me lo dijo por la forma en que lamiré:
-       ¿Qué me miras?
-       Yo… - atiné a decir
-       Seguí tu camino – me respondió lacónica
Siempre me trataba así. Me denostaba,me humillaba. Solo por esta vez la dejé pasar, pero las cosas iban a cambiar.
Sin embargo, algo en mi cambió. Cuandola miré a la cara, no vi a una persona segura y casta. Vi a una personavulnerable y puta. Ahora dejaba de ser la hermana santificada y el ejemplo dela familia, para ser un ser humano más, con sus defectos, sus oscuridades y susvicios. Ella, que se hacía la perfecta e inmaculada, tenía una grieta por dondeentrarle. Yo la había encontrado, y me juré que me metería por esa grieta hastahacerla cumplir todas mis fantasías. Hasta las más oscuras y perversas.
Fue esa misma tarde, la primeravez en la que me sentí con un poco de poder sobre mi hermana. Piensen que vivímuchos años el sometimiento de ella por mi exceso de peso, de falta deautoestima, de compañía y otras cosas que, aun hoy, me duele ponerlas enpalabras. Volviendo al tema, esa tarde estábamos mirando la TV con mis padresdurante la cena y Naty hizo un comentario indignándose de una mujer queaparecía con poca ropa en la TV. Yo la miré desafiante y midiendo muy bien cadapalabra le dije:
-       Seguro que esa, en la intimidad, se fotografía desnuda,como una puta que es.
-       Y vos… que… decís… - y me miró escrutándome.
-       ¿Qué pasa? ¿Que ibas a decir? - La mirédesafiante y ella lo percibió en mi mirada
-       Nada, no, nada
No era fácil dejar a mi hermanasin palabras, pero esta vez lo había logrado. Por primera vez en la vida,desafiaba a mi hermana y ella se quedaba callada.
Lo que más me gustó es que fue asu computadora a revisar si todo estaba en orden y lo estaba, porque si algohago e hice bien en todo este proceso, es no dejar ningún cabo suelto.
Es difícil expresar con palabras ladicha que sentí esa tarde cuando puse un poquito en jaque la estabilidad y elpoder de mi hermana. Me sentí pletórico y exultante. Había dado el primer pasode muchos que venían.
El siguiente paso fue al otrodía. Pasó sin mirarme ni saludarme.
-       Buen día, le dije
-       
-       Será mejor que empieces a saludarme cuando televantas
-       ¿Si? ¿Sino que me va a pasar?
-       Yo te diría que es lo mejor para vos
Mi cara se puso roja, pero, aunasí, ella supo que la estaba desafiando. Y que nunca lo hubiese hecho si detrásno había con qué.
-       Buen día - me dijo mirándome con cara de odio
-       Buen día, ¿dormiste bien? – le pregunté
-       ¿Qué te importa? - Me respondió
-       Shhhh, le dije, el tonito, tratá bien a tuhermano mayor
-       ¿Si? Y que me vas a hacer si no te trato bien
-       Yo, a vos nada, pero la sorpresa que se van allevar todos…
Mi hermana me miró con furia y sucara se puso totalmente colorada
-       ¿Qué decís?!
-       Lo que oíste, nada mas
-       ¡Ojo nene! Tené cuidado - Me advirtió
-       Yo diría que sos vos la que tiene que tenercuidado
Me miró con odio, como siempre lohacía, solo que esta vez era un odio diferente. Había respeto en el medio, cosaque nunca me había tenido. En su cara pude ver la bronca contenida. Se diomedia vuelta y se fue.
 A la tarde, llegó y pasó ignorándome como siemprelo hacía.
-       Hola, ¿venís de lo de tu novio?
-       ¿Qué decís?
Se detuvo en seco y giró paramirarme.
-       Sé que no sos lo que pareces, Natalia – le dijenervioso
-       ¿Qué sabes vos?
-       Más de lo que te imaginas, así que ojo – yointentaba parecer sereno y me costaba mucho.
-       No sé de qué hablas
-       Bueno, por lo pronto empezá a tratarme bien.Siempre. – le solté
-       No sé de qué hablas - repitió
-       De que me trates mejor. De que ya no pases delantede mi sin saludarme…
-       
-       Ah, y llamame por mi nombre. Juan. ¿Está claro?– no supe cómo me animé a decirle todo eso
-       Pero ¿qué te pasa? ¿Te volviste loco?
-       No, no me volví loco
-       Entonces estás cada día más pelotudo – me soltó
Yo creo que se la jugó a que todosea un invento, un castillo de naipes que yo había armado. Lo que no contaba eracon mi respuesta.
-       No me insultes, porque no soy ningún pelotudo
-       ¿No? – me dijo desafiándome con la mirada
-       No. imagínate si yo te digo “putita”
-       ¿Qué decís, enfermo? – me soltó
-       No sería la primera vez que un hombre te llamaasí, ¿no? – le dije en una voz apenas audible por mis nervios.
-       ¿De qué hablas?
En ese momento, sentí como elfuego de su mirada empezaba a apagarse y la niña segura se volvía cada vez másdébil y frágil
-       De lo que sentirás en la intimidad con algún hombre
-       ¿Que? – Insistía ella en su papel
-       Dejémoslo acá  le dije con una sonrisa
-       No, ahora me decís
-       Nada, quizás son cosas mías – le digo
-       Ahora quiero que me digas
-       No, no, no te hagas problema
Tras decir esto, me metí en micuarto y luego de cerrar la puerta una ola de euforia me invadió. Sabía queella no iba a entrar en mi cuarto por ninguna razón del mundo. Se moriría deganas de hacerlo, pero no lo haría.
No podía borrar la sonrisa de mi propiacara. Por primera vez, dejé con la palabra en la boca a mi hermana. Yseguramente, muerta de miedo. Había sembrado la primera semilla.
Al otro día, sin imaginarlo, llególa cosecha de mi primera siembra. Me levanté y al pasar por su cuarto la miréde arriba abajo y le dije:
-       Buen día, Naty
-       Buen día…
-       Buen día, ¿qué? – la inquirí
-       Buen día, Juan - me dijo seria
-       Así está mejor
-       ¿Estás contento? – me desafiaba ella.
-       Si, ¿vos?
-       ¿Con tan poco te pones contento?
-       Si
-       Lo triste que será tu vida… - dijo buscandoherirme una vez más.
-       Hoy es un poco menos triste que ayer – le solté
-       ¿Si? ¿Por qué?
-       Porque mi hermana me saluda
-       Mirá vos – dijo ella
-       Y seguro que con esa boca que me saluda hacetantas cosas…
No sé cómo me salió eso, pero lolargué así nomás. Ella me miró con vergüenza y odio. Se quedó dura, ahí mismo depie, sin decir nada. Había dejado a mi hermana sin palabras dos veces seguidas.Eso se festejaba.
-       Seguro que esa boca hace muchas cosas muy bien –agregué envalentonado
-       ¿Cómo qué? - quiso saber ella
-       No se…
Y me fui por donde vine. Otra vezno pudo seguirme. Solo escuché de vuelta su tonta advertencia cuando me iba:
-       ¡Cuidado, eh!
-       La que tiene que tener cuidado, sos vos, ya telo dije – me sonreía mientras lo decía
Esa misma tarde cuando mis padresya estaban acostados pasó por mi lado y le dije
-       ¿Qué vas a hacer ahora?
-       ¿Qué te importa? – me respondió como siempre
-       Tenés que contestarme mejor, Naty
-       ¿Por qué?
-       Primero, porque soy tu hermano… - dije dejandoen suspenso una segunda parte
-       ¿Y segundo?
-       Porque te conviene
-       ¿Porque?
-       Porque se algunos secretos tuyos
-       ¿Qué secretos? – preguntaba ella ahora con muchacuriosidad
-       Si no tenés secretos, no tenés de quépreocuparte – dije haciéndome el misterioso
-       Todo el mundo tiene secretos – me dijo
-       Bueno, yo se algunos de los tuyos
-       ¿Cómo cuáles? – mi hermana estaba sedienta de información
-       Que no sos tan santa, por ejemplo – le dije enun tono casi neutro que me sorprendió a mí mismo
-       Eso es muy general… - me decía curiosa
-       Que no sos virgen, ¿o me equivoco? – le solté
No sabía hasta donde extendermecontándole cosas, pero el juego en el que estábamos entrando, me cautivaba deuna manera inexplicable.
-       No sé de donde sacas esas cosas…
-       Hagamos un juego
-       ¿Queeee? – su cara de incredulidad ante miconducta me generaba un placer que nunca había sentido
Ya no estaba en posición dehacerse la loca, y lo supo. La tenía por primera vez en mis manos
-       Ahora te voy a hacer unas preguntas y me vas acontestar la verdad…
-       A ver… - me desafió
-       ¿Sos virgen?
-       Si - dijo toda colorada y sin dudar
-       Dijimos la verdad, Naty. Tu verdad está a salvoconmigo. No mientas. – le dije
-       ¿Qué queres decir?
-       Te pregunto de vuelta, ¿sos virgen?
-       
Silencio. No se animaba apreguntarme como lo sabía. Su cabeza era un mar de dudas, pero no podía autoincriminarse hablando de las fotos
-       ¿Y? ¿no vas a contestarme?
-       ¿Qué queres? - Me dijo desafiante
-       Muchas cosas. Por ahora, que me trates mejor
-       Bueno.
-       Y que me respondas la verdad, ¿sos virgen? – memantuve firme
-       No
-       Muy bien, me gusta que me digas la verdad
-       ¿Ya está tu jueguito?
-       No, no. Es largo
-       A ver, ¿qué más queres saber?
En ese momento, como si alguiense hubiera apoderado de mí, le solté mirándola a los ojos desafiándola:
-       ¿Te gusta mucho chupar la pija?
Su cara era un poema. Amagó alevantar la mano para pegarme y se arrepintió en el momento.
-       ¡Estas enfermo! – me dijo con ira contenida
-       ¿Y vos?, la santita Natalia, ¿cómo está?
-       Estas enfermo - repitió
-       Respondeme, y te dejo ir
-       ¿Que?
-       ¿Te gusta mucho chupar la pija? - insistí
-       Si – dijo con la boca temblorosa
Pude ver como una lágrima corríapor su mejilla. Pese a todas las veces que ella me había hecho sentir mal, mesentí atribulado al ver como la pequeña gota se deslizaba por su mejilla, peropor suerte me duró poco tiempo. Ella dio media vuelta y se fue.
-       Me alegro que no mientas - alcancé a decirle
Me fui a acostar con una mezclade sensaciones: de euforia, por estar en una posición de superioridad con mihermana y de angustia, porque no pude determinar si estaba bien todo lo quehabía hecho y todo lo que tenía en mente. Con esos pensamientos rondando, medormí
Al otro día, me levanto y voypara la cocina. Ella está sentada desayunando con mis padres, Al verme entrarpor la puerta, me mira a los ojos y sin que yo atiné a decir algo, me dice:
-       Buen día, Juan
-       Buen día, Naty - dije con una sonrisa
Mis padres se miraron deinmediato no entendiendo la situación. Natalia parecía empezar a acostumbrarsea esta nueva normalidad de saludar y tratar bien a su hermano mayor, pero esono iba a durar mucho, ya que yo no me conformaba solo con eso: yo iba por más,por mucho más.
Por la tarde, Natalia salió de sucuarto vestida muy recatada y se fue por la puerta diciendo que en un ratoregresaba. Un pequeño gesto de ella me gustó mucho
-       Chau, Juan – dijo mirándome seria.
-       Chau – le dije
Mi sorpresa fue mayor cuando mástarde, fueron mis padres los que salieron muy bien vestidos y diciéndome quevolverían tarde, que dejaban comida para mí y para mi hermana.
Cuando Natalia volvió y vio quesolo estábamos nosotros dos, me miró con cara de preocupación.
-       Hola Naty, ¿cómo la pasaste?
-       Bien, ¿y vos? – me sorprendió con la respuesta yla repregunta
-       Bien, me quedé acá, como siempre
-       Tendrías que salir – ya volvía con su comentarioincisivo.
Ya no tenía el tono agresivo deotras veces, en donde me llamaba gordo, vago, dejado y tantas cosas más.
Fue entonces que creí que era elmomento de dar un paso más. Envalentonado, la miré a los ojos.
-       ¿Te puedo pedir un favor?
-       ¿Que?
-       Que te saques la remera y el corpiño
-       ¿Vos estás loco?
-       No
Mi hermana sentía que la rabia lesubía por el cuerpo y me miró con odio y con los ojos vidriosos me preguntó
-       Viste las fotos, ¿no?
Le sostuve la miradadesafiándola.
-       Sacate la remera y el corpiño, y te digo – ladesafié
-       Pueden venir mamá y papá
-       No van a venir, dejaron comida para que cenemos
Me miró con cara de odio y sesacó la remera sin dejar de sostenerme la mirada. Llevaba un corpiño fucsia ydudó en sacárselo, pero sabía íntimamente que no tenía salida
-       ¿En serio queres que me lo saque?
-       Por supuesto – le respondí
-       Sos un perverso
-       Si
-       Soy tu hermana
-       Si, ya lo se
Tomó el broche del corpiñollevando sus manos detrás y lo desenganchó. Se lo sacó y lo dejó arriba de lamesa. Sus hermosos pechos aparecieron en todo su esplendor. Reconozco que lasfotos no le hacían justicia a lo que eran personalmente. Medianos, erguidos ycoronados por unos pezones rosados e hinchados.
-       ¿Estas contento, enfermo?
-       Si
-       ¿Me puedo ir?
-       Por supuesto, lo que te prometo, lo cumplo –dije con una sonrisa
Se fue a su habitación y volviócon un camisón y sin corpiño debajo. Habrá pensado “ya me vio en tetas, que másda”. Yo tuve una erección de inmediato. Me sorprendió que no se me haya paradoantes cuando se desnudó delante de mí, pero se lo atribuí a los nervios.
-       ¿Comemos? Preguntó ella
-       Dale, comamos
Increíblemente ella se mostró delo más natural. Encendimos la tele y no volvimos a cruzar palabra.
-       Me voy a dormir - me dijo una vez que terminamosla cena
-       Esperá – le dije
-       ¿Que?
-       Lavá los platos - le ordené
-       Pero…
-       Si, lavá los platos y no te des vuelta ni unasola vez – dije en un tono firme
Se puso a lavar los platos y yo abarrer el piso. Luego, me senté a un metro y con la punta del palo de la escobale levanté el camisón para mirarle el culo.
-       ¿Qué haces? – dijo ella, pero no se dio vuelta
-       Muy bien, podes hablar, pero no podés dejar delavar los platos
-       Bueno – dijo resignada
-       A ver ese culito… - dije yo levantándole elcamisón y viendo como una tanga roja se perdía dentro de sus nalgas
-       ¡Que enfermo que estás! – decía ella
-       Es muy lindo, mejor que en fotos
-       Sos un hijo de puta…
-       Como vos, si somos de la misma madre…
Fui un poco más allá y le rocésuavemente toda la cola con el palo y ella no dijo ni palabra. Terminó de lavarlos platos y me dijo
-       Me voy a dormir
-       ¿Ya? – le pregunté
-       Si - me respondió lacónica
-       Bueno, un último pedido… - no me atreví adecirle “una orden”
-       ¿Que? - me miró con cara de pánico
Era evidente que la tenía bajo midominio, su cara lo decía todo, pero aún quedaba algo más.
-       Sacate el camisón y andá a tu cuarto
-       Estas enfermo – me dijo
Sin decir nada y de frente a mí,se sacó el camisón tomándolo por debajo y quedando solo con esa tanga roja,mostrándome una vez más esa piel tersa, esos pechos blancos con pezones rosadosy esa cara de muñeca con el flequillo para el costado. Su seriedad era total. Yosabía que la tenía a mi merced, pero aun quería ir más allá.
Cuando se estaba yendo, le digo:
-       Pero quiero que vayas caminando en cuatro patas
-       ¿Que? - Me miró desconcertada
-       Sí, eso
-       Pero…
-       Tantas veces me humillaste, que no vos te vas amorir por eso
-       No, pero…
-       Puedo ser peor, mucho peor – le advertí
Sin decir nada, se arrodilló enel piso y se fue caminando en cuatro patas. Yo la seguí por el pasillo hasta laentrada de su cuarto. En un momento determinado, me pareció notar que movía suculo por demás. ¿será que le está gustando todo este juego? Alcancé a pensar,pero era imposible. Una persona como ella: cruel y despiadada con su hermano,jamás podría disfrutar de ser humillada
Yo la seguía detrás con unaerección de campeonato. Ella avanzaba lentamente y cuando llegó a la puerta desu habitación, giró su cabeza y me preguntó
-       No vas a entrar, ¿no?
-       No, por esta noche, está bien - concedí
Una de las cosas que debíaaprender era a tener el control sobre ella. Y la mejor manera de demostrarloera precisamente determinadas cosas, inclusive sorprenderla no haciendo nada,aun cuando pudiera hacerlo, como en este caso. Ella estaría preparada para unanueva humillación, pero yo no lo haría y cuando no esté preparada, le pediríalo más degradante que se le pueda pedir.
-       Hasta mañana, Naty
-       Hasta mañana, Juan
 
(continúa acá ------> http://www.poringa.net/posts/relatos/5117067/Doble-vida-3.html#comment-247330

Pueden dejarme sus comentarios en reybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005

4 comentarios - Doble vida (2)

fenix7192
Uff muy buen relato, está tomando un comino muy rico el l relato van 10 de una y a la espera de la siguiente parte
soretin3 +1
Gracias fenix
pronto la 3ra parte
Marucojs37
Jujuju que bien relato!! Me quedo esperando el proximo
soretin3 +1
Gracias Marucojs
minillanos14
Muy bueno! cuando la otra parte? +10
soretin3
Pronto minillanos
Abrazooooo
DanielAngelDosSa
Excelente 👌 van puntos y x más éxitos 👍
soretin3
Gracias Daniellll