Militar descubre el incesto con sus hijos, parte 1.

Hola a todos, hoy les traigo este relato de lo que me sucedió hace unos años atrás y como tuve la más excitante experiencia de incesto con mis hijos. Esta es la primeva vez que hago esto de escribir en un blog y más aún de un tema que para mí ha sido mi mayor secreto y más grande tabú, hasta hace un par de meses que descubrí este blog y me dio el ánimo para contar mi secreto, ahora ya sé que hay más personas como yo que han caído en el incesto. 
Para empezar, me describiré un poco a mí, actualmente tengo 39 años, mido 176, fornido con un poco de barriga, ojos negros cabello negro corto, tes morena y bastante velludo, 18cm de verga, bien gruesa y con un par de guevotes. Debido a mi precocidad,1 empecé a tener novias  ya había comido mi primera vagina y al ser tan precoz veía muchas revistas porno y comencé a tener una vida sexual muy activa, aconocí a la mujer de mi vida, Carolina ella era hermosa se mudó de otra ciudad, era blanca cabello largo castaño, con unas tetas divinas y un culo riquísimo ella tenía un año mayor, aun así, logré conquistarla y seguir con mi desfogue sexual con ella, para mi mala suerte en y debido a que no nos protegimos en varias acciones ella quedo embarazada de nuestra primera hija Daniela, mis padres enfurecieron y como castigo fui enviado a prestar servicio militar ya que en mi país es obligatorio (Colombia) fue una situación bastante difícil para mí pero aun así me acostumbre y termino por gustarme el ser soldado y me convertí en soldado profesional y logre estudiar dentro del ejercito arquitectura militar. 
Pasaron varios años y me case con Carolina, después de esto tuvimos dos hijos más, Sebastián y Camilo el menor, todo iba viento en popa estaba muy feliz de tener una familia tan hermosa, sin embargo, debido a mi carrera y mi vida como militar tenía muy poco tiempo para mi esposa y mis hijos, razón por la cual mi esposa me dejo y se fue con otro hombre dejándome a cargo de mis tres hijos.
Los primeros meses, tengo que admitir fueron muy difíciles solo bebía licor y me la pasaba de muy mal humor, un una de estas borracheras tuve una fuerte pelea en la que termine con dos costillas fracturadas, debido esto en mi trabajo me dieron algunos meses de incapacidad en los que debía estar en casa y en reposo. Para esta fecha yo ya tenía 26 años, bastante corpulento, por todos estos años en el ejército, debido este problema con las costillas y por primera vez desde mucho tiempo, pude pasar bastante tiempo con mis hijos, mis hijos siempre habían sido criados por su mamá, pero ahora que ella o estaba era mi mamá la que los cuidaba, sin embargo, y por problemas de salud mi mamá y papá salieron de la ciudad hacia la capital, razón por la cual quede yo de niñero de mis hijos a pesar de mi convalecencia, para esta fecha ya llevaba varios meses sin sexo, y como recordaran siempre he sido muy caliente. 
Fue en esta temporada en casa que empecé a notar que mi hija ya era toda una señorita y al igual que su mamá era muy guapa, mi hija  ya tenía unas caderas muy bien formadas y una carita angelical, fue aquí cuando empecé a ver a mi hija con otros ojos y cada día que pasaba notaba más sus rasgos de mujer una mujer muy similar a su mama, con unas piernas bien formadas y un rostro angelical, sin embargo, al ser su papá tenía que contener todos esos pensamientos y evitarlos. 
Pasados los días ya empezaba a hablar más con todos mis hijos y a pasar tiempo con ellos en especial con mi hija, que al ser la mayor me ayudaba con algunos quehaceres de la casa y también me cuidaba, en una ocasión y sintiéndome mejor decidí que ya era hora de una buena paja o masturbarme, ya tenía los guevos llenos de leche y mi verga se la pasaba todo el tiempo erecta, yo creía que era por esta razón que había tenido últimamente tantos malos pensamientos para con mi hija, fue así como un sábado en la mañana y aprovechando que todos estaban dormidos me dispuse a sacarme toda la leche, puse una película porno en el DVD y empecé con mi faena, mi habitación quedaba en el segundo piso y mis hijos dormían en el primer piso, por lo que me sentía seguro y relajado de pajearme a mis anchas, mientras estaba en este proceso y con mi verga al tope, se abre la puerta totalmente y veo a mi hija, yo me asuste mucho y le dije que hacía, que por qué haría la puesta sin tocar me enoje mucho, y ellas salió corriendo a su cuarto, como pude me coloque mi bermuda y una camiseta y baje hasta su cuarto, al entrar ella estaba llorando y me pedía disculpas, al ver esta escena me calme y fui hasta su cama para calmarla, y mientras le comentaba porque estaba mal entrar así sin aviso a una habitación, ella decidió sentarse en mis piernas mientras secaba sus lágrimas, yo estaba ahí tratando de consolarla y también pensando de qué manera le explicaría lo que yo estaba haciendo, de pronto me percate que mi hija estaba sentada justo encima de mi verga y haciendo presión con su pequeño culo en mi verga y guevos que aún seguían llenos de leche y con muchas ganas de sexo, en ese momento y mientras mi hija estaba recostada en mi pecho, yo sentía su respiración agitada por todo lo que había llorado, debido esto mi verga se puso dura en unos segundos, fue aquí cuando la sangre no solo se subió a mi verga, subió por todo mi cuerpo y sentía como se me calentaba todo el cuerpo mi cara y mis dos cabezas (la cabeza del pene) estaban que ardían sentía y sabía que estaba haciendo algo malo al excitarme de esa manera con mi pequeña hija pero al mismo tiempo mi calentura y mi verga no me dejaban pensar con claridad,  mientras yo la arruchaba, el roce de su pequeño culo y mi verga me ponían más y más caliente mi verga estaba a punto de estallar, la abrace muy fuerte y hacia presión con mis piernas para que su culito quedara más pegado a mi verga fue ahí cando no me pude contener más y me vine a chorros mojando no solo mi bermuda sino también la pijama de mi hija, en cuanto ella escucho mi suspiro fuerte y vio mi cara me dijo papi estas bien? A lo que yo no podía responder con claridad y solo le dije si hijita papi está bien, en ese momento ella se levanta y mira mi verga dura por encima de mi bermuda, pero no dice nada y luego nota que tiene su pijama mojada y me dice papi estoy mojada en mi pompis ella no sabía lo que había acabado de ocasionar. 

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