Vuelvo a recordar les a todo que yo, de niño y adolescente era de cuerpo pequeño, bajo, flaco, de piel bien blanca, de pito chico y sin nada de pelos en todo el cuepo. Solo rulitos en mi cabeza. Mi pito era blanquito, pequeño y se paraba muy rápido. Mi colita para la época de mis 15 años había probado pocas vergas aunque grandes y no había sufrido nunca. También aclaro que el centro de mis deseos eran las tetas, la concha y principalmente, la cola de mi mamá.
Como era muy flaquito, mis amigos me cargaban. Otros me dijeron que eso se corregía comiendo más y concurriendo a un gimnasio. Eso hice.
Hablé con mi mamá y le conté mis planes. Le dije que vi un gimnasio bastante lindo a dos estaciones de tren de casa, en Hurlingham, una localidad cercana. Le pedí plata y me anoté. Había muchos chicos, casi no iban mujeres. Los profesores eran muy atentos y me explicaban todo lo que tenía que hacer. Además me recomendaban tomar mucha agua. Luego de entrenar podía ir a bañarme a los vestuarios que estaban abajo del gym. Yo fui algunas veces pero siempre había muchas personas y había que esperar para las duchas o usar el baño.
Recuerdo que un día, como a los dos meses, fui al gimnasio temprano. Abría sus puertas como a las 7 de la mañana y yo llegué a eso de las 8. Estuve más de una hora y tomé mucha agua como recomendaban los profesores. Cuando terminé bajé para ir al baño porque tenía un poco de ganas de orinar pero el baño aún estaba cerrado.
Me fui a la estación a esperar el tren. Pero las ganas de hacer pis aumentaron. No aguanté y tuve que cruzar de andén porque los baños estaban del lado de enfrente. La entrada era una puerta que dirigía a un pasillo oscuro donde salía un olor nauseabundo y había agua en el suelo.
Caminé y salté los charcos de agua. Al final del pasillo se giraba a la izquierda y el lugar era más oscuro. Las paredes estaban despintadas y había tres mármoles pegados en la pared que separaban o daban algo de privacidad al que llegaba a mear. El pis caía contra la pared hasta una canaleta que estaba obstruida y llevaba al deshague. Frente a eso, había dos puertas de madera que encerraban las letrinas.
Entré rápido, había un viejo meando, me puse en el lugar más alejado y empecé a mear. No paraba más. Tenía muchas ganas. Mientras meaba miré al viejo pero él no meaba, se masajeaba la pija. El tipo se acercó con la pija afuera, semiblanda y se puso a mi lado. Yo terminé de mear, él se puso a mirarme el pitito. Rápidamente entendí sus intenciones y mi pijita se empezó a parar. Me calentó mucho la imagen del viejo caminando con la pija afuera. Me dijo algo que no entendí y con un gesto me ofreció su pija. Yo se la agarré y el no dejaba de mirar mi pito. Me dijo que se la chupe y lo hice. El tipo capaz tenía 70 años. Su pija era gomosa y gruesa pero con pelos. Se empezó a parar en mi boca.
Mientras se la chupaba, su mano se dirigó a mi culito y me bajó el pantalón de gimnasia dejando mi culo al aire. Ya conté que no uso ropa interior. Me masajeaba el culo y buscaba meterme un dedo.
Mientras estaba concentrado con esa verga intentando que se ponga más dura en mi boca sentí que mi pantalón fue bajado hasta los tobillos. Miré hacia atrás de reojo sin sacar la pija de mi boca y había un tipo alto, no muy viejo, con la pija dura y el pantalón y el calzoncillo por los muslos. Era una pija derecha y no muy gruesa, sus huevos contraidos. La cabeza estaba completamente afuera.
Yo seguía agachado chupando al viejo y el tipo me apoyó su pija en el culo y me lo mojaba. Se agachaba y se pasaba su verga desde mis huevitos hasta el culito.
Entre el viejo y el tipo me sacaron la remera y la pusieron en un marmol. El tipo me dijo que me saque el pantalón para que no se moje con el líquido del piso. Quedé completamente desnudo solo con las zapatillas.
Me pusieron como antes. A chupar al viejo y el otro se colocó atras. Creo que se conocían. El viejo me metió el dedo en el culito y me lo mojó todo. El otro hizo que el anciano retire su dedo de mi cola y Apoyó la cabeza de la verga y empezó a empujar. Me la metía despacio hasta que llegó a meterla toda.
Me cogía fuerte y yo intentaba que la pija del viejo no se saliera de mi boca. Mi pito durito estaba por explotar pero nadie lo tocaba.
Escuchamos unos pasos en los charcos del pasillo y el viejo y el tipo se separaron. Todo fue muy rápido. El viejo se puso a mear y el otro se metió en la letrina. Yo quedé desnudito agachado.
Entró un tipo rengo que se puso a mear mientras saludaba al viejo. Llamó al otro con un chistido y salió de la letrina con la pija dura. Me volvió a penetrar y el viejo me dio su verga para chupar en tanto que con la otra mano pajeaba al rengo.
No fue mucho tiempo. Pero fue muy intenso. El más joven me cogió fuerte y acabó en silencio llenandome la colita con su leche. El viejo acabó pajeandose contra la pared. El rengo se acercó con la pija dura y me la dio a chupar acabando muy rápido en el piso.
Yo miraba las tres pijas como se ablandaban y se fueron los tres juntos. Yo me quedé solo vistiendome con leche en la colita.
Continua...
http://www.poringa.net/posts/relatos/5029977/Mis-primeros-deseos-papa-y-mama-26.html
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Como era muy flaquito, mis amigos me cargaban. Otros me dijeron que eso se corregía comiendo más y concurriendo a un gimnasio. Eso hice.
Hablé con mi mamá y le conté mis planes. Le dije que vi un gimnasio bastante lindo a dos estaciones de tren de casa, en Hurlingham, una localidad cercana. Le pedí plata y me anoté. Había muchos chicos, casi no iban mujeres. Los profesores eran muy atentos y me explicaban todo lo que tenía que hacer. Además me recomendaban tomar mucha agua. Luego de entrenar podía ir a bañarme a los vestuarios que estaban abajo del gym. Yo fui algunas veces pero siempre había muchas personas y había que esperar para las duchas o usar el baño.
Recuerdo que un día, como a los dos meses, fui al gimnasio temprano. Abría sus puertas como a las 7 de la mañana y yo llegué a eso de las 8. Estuve más de una hora y tomé mucha agua como recomendaban los profesores. Cuando terminé bajé para ir al baño porque tenía un poco de ganas de orinar pero el baño aún estaba cerrado.
Me fui a la estación a esperar el tren. Pero las ganas de hacer pis aumentaron. No aguanté y tuve que cruzar de andén porque los baños estaban del lado de enfrente. La entrada era una puerta que dirigía a un pasillo oscuro donde salía un olor nauseabundo y había agua en el suelo.
Caminé y salté los charcos de agua. Al final del pasillo se giraba a la izquierda y el lugar era más oscuro. Las paredes estaban despintadas y había tres mármoles pegados en la pared que separaban o daban algo de privacidad al que llegaba a mear. El pis caía contra la pared hasta una canaleta que estaba obstruida y llevaba al deshague. Frente a eso, había dos puertas de madera que encerraban las letrinas.
Entré rápido, había un viejo meando, me puse en el lugar más alejado y empecé a mear. No paraba más. Tenía muchas ganas. Mientras meaba miré al viejo pero él no meaba, se masajeaba la pija. El tipo se acercó con la pija afuera, semiblanda y se puso a mi lado. Yo terminé de mear, él se puso a mirarme el pitito. Rápidamente entendí sus intenciones y mi pijita se empezó a parar. Me calentó mucho la imagen del viejo caminando con la pija afuera. Me dijo algo que no entendí y con un gesto me ofreció su pija. Yo se la agarré y el no dejaba de mirar mi pito. Me dijo que se la chupe y lo hice. El tipo capaz tenía 70 años. Su pija era gomosa y gruesa pero con pelos. Se empezó a parar en mi boca.
Mientras se la chupaba, su mano se dirigó a mi culito y me bajó el pantalón de gimnasia dejando mi culo al aire. Ya conté que no uso ropa interior. Me masajeaba el culo y buscaba meterme un dedo.
Mientras estaba concentrado con esa verga intentando que se ponga más dura en mi boca sentí que mi pantalón fue bajado hasta los tobillos. Miré hacia atrás de reojo sin sacar la pija de mi boca y había un tipo alto, no muy viejo, con la pija dura y el pantalón y el calzoncillo por los muslos. Era una pija derecha y no muy gruesa, sus huevos contraidos. La cabeza estaba completamente afuera.
Yo seguía agachado chupando al viejo y el tipo me apoyó su pija en el culo y me lo mojaba. Se agachaba y se pasaba su verga desde mis huevitos hasta el culito.
Entre el viejo y el tipo me sacaron la remera y la pusieron en un marmol. El tipo me dijo que me saque el pantalón para que no se moje con el líquido del piso. Quedé completamente desnudo solo con las zapatillas.
Me pusieron como antes. A chupar al viejo y el otro se colocó atras. Creo que se conocían. El viejo me metió el dedo en el culito y me lo mojó todo. El otro hizo que el anciano retire su dedo de mi cola y Apoyó la cabeza de la verga y empezó a empujar. Me la metía despacio hasta que llegó a meterla toda.
Me cogía fuerte y yo intentaba que la pija del viejo no se saliera de mi boca. Mi pito durito estaba por explotar pero nadie lo tocaba.
Escuchamos unos pasos en los charcos del pasillo y el viejo y el tipo se separaron. Todo fue muy rápido. El viejo se puso a mear y el otro se metió en la letrina. Yo quedé desnudito agachado.
Entró un tipo rengo que se puso a mear mientras saludaba al viejo. Llamó al otro con un chistido y salió de la letrina con la pija dura. Me volvió a penetrar y el viejo me dio su verga para chupar en tanto que con la otra mano pajeaba al rengo.
No fue mucho tiempo. Pero fue muy intenso. El más joven me cogió fuerte y acabó en silencio llenandome la colita con su leche. El viejo acabó pajeandose contra la pared. El rengo se acercó con la pija dura y me la dio a chupar acabando muy rápido en el piso.
Yo miraba las tres pijas como se ablandaban y se fueron los tres juntos. Yo me quedé solo vistiendome con leche en la colita.
Continua...
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