La vida secreta de mi mujer

Ninfómana: s. f. PSICOLOGIA. Mujer dominada por deseos sexuales frecuentes, intensos y muy difícil de satisfacer.
No es nada fácil par aun mujer definirse o ser diagnosticada como ninfómana, más aún en los tiempos en los que yo viví, en un pueblo conservador, una familia religiosamente conservadora cerrada, siendo la hija del medio.
En aquellas épocas halar de sexo era más que un tabú, era palabra prohibida entre los adultos en presencia si quiera de adultos de distintos sexos; cuanto más entre niños o adolescentes. IMPOSIBLE…  
Y se peguntaran entonces ¿cómo supe o experimente el sexo a mi corta edad? Muy corta por cierto, mi cuerpo estuvo siempre muy al pendiente a las sensaciones, con tan solo 5 años sentir como el agua de la canilla rozaba mi vulva o mi clítoris era tan satisfactorio que se me escapaba un chorrito de pis, sin entender lo que todo eso significaba luego de una buena ducha sola en verano podía dormir plácidamente. La situación se complicaba cuando en invierno para evitar que me enfermara la encargada de mis duchar era mi madre, lo hacía con rapidez y puedo jurar que no me gustaban, luego me costaba dormirme. No poder dormir en invierno me llevo a escuchar a mis padres tener sexo, reiterada veces, situación con la que esas sensaciones de la ducha eran más fuertes y placenteras, escuchar los gemidos de mi madre, el golpeteo del respalda de la cama en la pared y la voz de mi padre al escucharle decir cosas a mi mama y su gemido al acabar, terminaba con mis manos entre mis piernas al principio para evitar hacerme pis, pero luego una noche de verano de mucho calor y de luna llena, vendita luna llena testigo de mis orgasmos y gemidos más placenteros, descubrí que mientras los escuchaba coger frotar mis manos por mi vulva era más que genial, ya que mi corazón latía muy fuerte y todo mi ser se excitaba, mi respiración aceleraba al mismo tiempo que en la habitación del frete todo se aceleraba de igual manera, no recuerdo la primera vez que me desprendí de mis pequeñas bragas y puse la almohada entre mis piernas y hacia movimientos pélvicos para satisfacer mi sexualidad prematura. Seguramente piensan que estoy enferma, pero no todos estamos dispuestos a hablar de nuestra sexualidad de la misma manera que lo puedo hacer yo, seamos sinceros, todos escuchamos a nuestros padres coger alguna vez y otros tuvieron la exquisita suerte de verlos una siesta a través del ojuelo de la cerradura de la puerta(a esos les tengo señora envidia) sintieron su corazón latir a mil, sintieron miedo y el cuerpo en un estado de relajación todo al mismo tiempo, déjenme decirles que a eso se le llama excitación y la experimentaron esa primera vez, cuantos recuerdan su primera excitación? Me gustaría poder leer cada uno de sus comentarios e historias recordando su primera excitación escuchando o viendo a sus padres coger. Recordar juntos ese momento y poder excitarnos juntos a la distancia, para los que tiene pareja pueden satisfacer sus deseos entre ellos para quienes tamos solos… bue nos arreglamos. No es enfermo recordar y contar esos momentos es dejar de tratar al sexo como un tabú y poder disfrutar de él.
 SI. ME GUSTA EL SEXO, LO DISFRUTO, SABOREO Y SOY ADICTA A EL.

2 comentarios - La vida secreta de mi mujer

Pervberto
¡Que no se te pase nunca esa afición!
fantasean2 +1
Muy buena historia 👍 me encantó la forma en que escribes como vas jugando calentando la mente del lector vamos por más muy bueno..