El sábado pasado fue la fiesta Bresh en Rosario, y con mis amigas decidimos recordar nuestras épocas de gira bolichera. Las que se prendieron fueron las de siempre: Agustina y Valeria. Más una amiga de Vale y una compañera mía del trabajo. A medida la fecha se acercaba, por mi cabeza volaban ideas extremas y hasta soñaba con situaciones que provocaban me levantara toda mojada.
Los que me siguen, sabrán a qué me refiero: tenía ganas de estar con mi mejor amiga. Besarla, volver a dormir con ella y pasar la noche juntas. Pero en los últimos meses todo cambió.
Mi deseo de estar con ella lo limitaban un par de cosas: ella vivía con su novio, y la esperaba de vuelta en su casa. Yo volvía a la casa de Lucas. Y por supuesto, él no sabe que cuando tenemos oportunidad hacemos "cosas". Todo esto hacía que mi cabeza explotara. Así que decidí tranquilizarme y dejar que las cosas fluyan.
El sábado, propiamente, nos juntamos y fuimos para la fiesta. Particularmente yo me fui con una pollera ajustada bastante corta, y un top. Bailamos todas las canciones que nos recordaban a cuando éramos adolescentes y salíamos de joda todos los findes. Y no perdimos oportunidad para bailar entre nosotras dos, bien sensual pegadas y casi rozando nuestras caras. El alcohol empezaba a desinhibirnos.
En un momento me pidió que la acompañe al baño. Por más que se hagan la cabeza, lamento informarles que era un verdadero quilombo así que ahí no pasó nada. Pero al salir, nos agarraron para bailar un par de pibes. Un par de vueltas, las preguntas de siempre, mientras el loco se hacía el boludo y trataba de agarrarme de la cintura y un poco más abajo o de apoyarme. Yo, haciéndome la inocente, rozaba mi culo contra su pierna hasta que un par de veces le rocé directamente la verga.
Pero... calienta pija de alma, cuando me tira el pico, a pesar que ya estaba media borracha, le corro la boca con . "No no... estoy con mi novia". La frase que tantas veces habíamos usado de pendejas para zafar de los pibitos pesados. La verdad que me salió casi automática. El chabón escuchó, pero se quedó recalculando y repreguntó. Mi cerebro procesó lo que había dicho sin pensar. "Estoy con mi novia", le dije firme, señalando a Agus que bailaba con el amigo.
El chabón no reaccionaba. Me separé de él y agarré a Agus del brazo. En otras épocas, antes de sacarla nos mirábamos porque tal vez a ella le interesaba quedarse. Pero yo sabía que ninguna había ido en búsqueda de chongo. "Vamos?" le tiré mientras ella le sonreía al chabón.
"En serio es tu novia?" le preguntó el flaco que había estado conmigo. Ella ni me miró, entendió todo. "Si. Por?", le tiró. Lo que tanto había imaginado durante la semana se estaba por dar de la forma que no había pensando. Esta técnica para sacarnos de encima pesados la usamos desde adolescentes. Pero en esas primeras salidas, el contacto entre nosotras se daba un poco más forzado. Ahora todo sería mucho más natural, casi que ni tuvimos que actuar.
La agarré de la mano y la tiré contra mi cuerpo. Ella giró la cabeza y me mordió el labio. Me moví para quedar frente a ella agarrándola de la cintura. Ahora yo le mordí el labio a Agus, quien no me dio tiempo a nada y agarrándome de la nuca empujó mi cara contra la suya. Mi boca se abrió para dejar entrar su lengua y estuvimos chapando sin asco un rato.
A esta altura me había olvidado de los dos pibes. Cuando saco mi lengua de la boca de Agus veo las caritas de los dos, boquiabiertos mirando como nos franeleábamos mientras nos besábamos. Les tiramos una sonrisa y nos fuimos.
A partir de ahí, la calentura fue en aumento. Habíamos abierto una puerta que no pudimos cerrar más. Los bailes eran cada vez más sensuales. En general bailábamos sueltas, pero algunas canciones nos pegábamos una franeleada terrible. No nos importaba que estuvieran nuestras amigas ahí adelante, estábamos sacadas, regalando un show casi lésbico.
Con esa calentura, terminamos la noche y salimos del lugar para volver a nuestras casas, donde nos esperaban nuestros chicos. A Vale la vino a buscar su novio y llevaron a su amiga. Mi compa de trabajo vive de camino a casa de Lucas, así que ya había arreglado con ella que me alcanzaba... y la sumamos a Agustina. "Ella se baja conmigo, y espera el taxi ahí", le dije. "Segura? no me molesta alcanzarte", insistió ella. "No te hagas drama, vivo más lejos", le dijo Agus. Mentira, pero bueno... ella no lo sabe.
Nos bajamos en la puerta del edificio, me costó embocar la llave del pedo que tenía. Hasta que lo logré y entramos... así borrachas nos subimos al ascensor. Ella se recostó sobre un rincón y yo me quedé en frente. Nos mirábamos sin decir nada. Hasta que..
- Cortita la pollerita, Julieta - me dijo metiendo sus dedos debajo de mi falda
- Cortita la remerita, Agustina - le retruqué, metiendo mi mano por debajo del topcito, rozando la parte de abajo de su corpiño
- Que mano larga que sos, putita - me dijo entre suspiros, cuando por encima del corpiño empecé a amasarle las tetas. Ella se aferró de mi culo y empezó a hacer lo mismo. Por más que pensaba, no me salía nada que decirle, así que directamente le comí la boca. Quedamos tranzando hasta que llegamos al piso del departamento.
Entramos lo más silenciosamente posible. Le hice señas que le iba a avisar a Lucas que había llegado. "Llegué... está Agus que no encontraba taxi, está tratando de conseguir uno". La excusa era de lo más increíble, por miles de cosas que no encajaban pero era lo que me salió en el momento. Entre los nervios de la situación y el alcohol, no pude hacer nada mejor.
Cerré la puerta del pasillo que une la habitación con el living y me senté en el sillón con mi amiga. Nos quedamos mirándonos un rato. Yo le acariciaba la cara, y ella hacía lo mismo. Nos fuimos acercando y terminamos a los besos en el sillón de la casa de Lucas, con él durmiendo a unos metros. Creo que eso aumentaba la calentura entre ambas.
No se a ella, pero a mi se me venía a la mente las veces que le chupábamos la pija las dos desesperadas. Mientras la besaba, le desabrochaba el jean. Ella tenía el trabajo más fácil: mi pollera ya estaba en la cintura y con solo correr con sus dedos mi tanguita, ya llegaba a mi concha. Agus largó un suspiro de placer al sentir lo mojada que estaba, y sin dudarlo me penetró.
Ahogué mi gemido en su boca, mientras mi mano buscaba desesperada su concha. Me hizo frenar. Se paró, y se desnudó quedando solo en tanga. Se me tiró encima y puso sus tetas en mi boca. Las chupé desesperada, con toda la locura reprimida que tenía. Me incorporé y la senté en una punta, yo me arrodillé a sus pies y levantando sus piernas empecé a chupársela. Agus rodeó mi cuello con sus muslos, apretándome contra ella.
Un dedo, dos... la penetré con ganas mientras mi lengua no frenaba nunca. "Dale dale dale" susurraba ella, hasta que se mordió los dedos para ahogar el grito de placer del orgasmo que le había robado. Terminamos rodando por el piso, a los besos. Ella se subió encima y empezó a pajearme mientras me besaba. Mis manos apretaban sus tetas y la yema de los dedos rozaban sus pezones que de vez en cuando humedecía con la lengua. Ella gemía mientras yo mordía mis labios para no gritar por culpa de la paja que me estaba haciendo mi amiga.
No tardé en explotar. Cuando ella sintió que llegaba mi orgasmo me besó para que pudiera liberar todo en su boca. Quedamos desnudas tiradas en el piso un rato, hasta que reaccionamos. Pidió un taxi y se fue. Ya estaba casi amaneciendo. Cuando volví de abrirle, mi cabeza daba vueltas a mil. Un poco por lo que había pasado, otro por todo lo que había tomado.
Cuando me fui para la habitación, noté la puerta abierta... Yo estaba segura que la había cerrado, pero en el estado que estaba no podía asegurar nada. "Nos habrá espiado?!" pensaba yo... Y la verdad que me encendió un poco más de lo que estaba la imagen de Lucas espiándonos.
Me metí en la cama, me acerqué a su costado. Lucas estaba boca arriba. Desnudo. De una lo agarré de la poronga. Media parada... Hijo de puta, nos había visto o se habrá estado pajeando pensando en mi amiga. Empecé a pajearlo hasta que reaccionó dándome un beso. "Cogeme" le susurré al oído. No buscaba besos en ese momento. Me dio vuelta, se puso en cucharita y apuntó la verga a mi concha, empapada por culpa de mi amiga.
La pija no estaba del todo dura, pero así y todo se las ingenió para meterla. Me encanta cuando me garcha con la pija media dormida. Siento que se desespera por garcharme y no puede esperar. Además que obvio, su verga media parada ya tiene un tamaño... considerable.
Cuando sintió lo mojada que estaba, sin él haber hecho nada, me agarró del cuello tirando mi cara hacia atrás para hablarme al oído.
- Que calentita volviste, turra... anduviste calentando pijas y terminaste mojadita? - me decía mientras la verga se incrustaba hasta mi estómago
- No, mi amor... no estuve con nadie - le decía con voz suplicante, siguiendo el juego
- Dale, contame... - me apuraba. La imagen de mi chape con Agus en medio del boliche se apoderó de mi mente. La verga de Lucas ya estaba al palo, y me taladraba despacio, metiendo solo la puntita.
- En serio querés saber que pasó? -
- Dale
- Estaba con Agus... nos sacaron a bailar un par de chabones. Para sacárnoslos de encima, les dijimos que estábamos de novias. Ella y yo.- sentí como la verga de Lucas se hinchaba adentro de mi concha. - Me la terminé chapando en medio del boliche
- No... no no no no - repetía él. Cada "no" era un estacazo de carne que me rompía completa.
- Siiii y se ve que fue muy creíble porque se fueron - sus manos rodeaban mi cuello y se agarraban de mis tetas. Me dio tan fuerte que no aguantó y se acabó todo adentro mío. Dejó la pija enterrada, yo sentía como la poronga latía y expulsaba leche llenándome toda. - Pensaste que te había engañado con otro? - le dije sonriendo. Él se rio y me clavó la verga más adentro haciéndome rebalsar de semen.
Cuando recuperó la respiración, la sacó chorreando de adentro mío y me puso boca arriba. Su verga seguía al palo, así que no tuvo problemas en seguir cogiéndome.
- Y te la trajiste acá para seguir chapándotela? - por un instante dudé. No sabía si decir la verdad.
- No querés saber...
- Si quiero... decime - me repetía poniéndose cada vez más violento. Su verga me golpeaba bien profundo.
No le hice caso. Lo di vuelta y me subí arriba. Le cabalgué la verga de frente y de espaldas. Lucas apretaba mi orto acompañando mis subidas. Estaba descontrolada. Me rompí la concha de lo profundo que me la metía, pero en el momento no me importaba nada.
Él se levantó de golpe, dejándome en 4, pero justo en el borde de la cama. Me empezó a garchar tan fuerte que terminé apoyando los brazos en el piso, mientras él no frenaba de taladrarme. "Contame dale, contame" me decía mientras me sostenía del pelo para que no me cayera. Mis brazos no daban más y me dejé caer al piso, destruida.
Poco le importó. Me alzó como si fuese una muñeca y me tiró en la cama para seguir garchándome, otra vez, él arriba.
- No me da más la concha...- le dije, sinceramente...
- Entonces contame - Si bien no frenaba, por suerte había bajado la intensidad.
- Ya sabés - Me manoseaba las tetas mientras me miraba con lujuria - le chupé la concha en el sillón y ella me hizo una paja hasta hacerme acabar tiradas en el piso - solté todo de una.
No dijo nada. Solo se mordió los labios, sacó la verga y me llenó la pancita de leche. Ahora si, la verga se le fue bajando, mientras yo desparramaba todo el semen por mi cuerpo, desde la cintura hasta mis pechos. Lucas me miraba con cara de haberle volado la cabeza. La imagen de nosotras amándonos en el piso del living lo iba a perseguir por siempre.
Nos quedamos dormidos, y a la mañana siguiente como corresponde lo desperté con un pete. A pesar de que me avisó, le tragué toda la leche. Me bañé para sacarme toda la acabada pegoteada del cuerpo y nos preparamos para ir al cumple de uno de los sobrinos de Lucas. Si. Después de haberme chapado a mi amiga en su casa, garcharlo y tragarle toda la leche, me llevó a festejar un cumpleañito. Toda una princesa.
Durante el almuerzo lo noté raro, como pensativo... no hablaba mucho y estaba distraído. Luego de comer, se disculpó con todos y nos fuimos. Nos subimos al auto, y medio con miedo, le pregunté si le pasaba algo. "Tengo ganas de romperte el culo... por puta."
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Los que me siguen, sabrán a qué me refiero: tenía ganas de estar con mi mejor amiga. Besarla, volver a dormir con ella y pasar la noche juntas. Pero en los últimos meses todo cambió.
Mi deseo de estar con ella lo limitaban un par de cosas: ella vivía con su novio, y la esperaba de vuelta en su casa. Yo volvía a la casa de Lucas. Y por supuesto, él no sabe que cuando tenemos oportunidad hacemos "cosas". Todo esto hacía que mi cabeza explotara. Así que decidí tranquilizarme y dejar que las cosas fluyan.
El sábado, propiamente, nos juntamos y fuimos para la fiesta. Particularmente yo me fui con una pollera ajustada bastante corta, y un top. Bailamos todas las canciones que nos recordaban a cuando éramos adolescentes y salíamos de joda todos los findes. Y no perdimos oportunidad para bailar entre nosotras dos, bien sensual pegadas y casi rozando nuestras caras. El alcohol empezaba a desinhibirnos.
En un momento me pidió que la acompañe al baño. Por más que se hagan la cabeza, lamento informarles que era un verdadero quilombo así que ahí no pasó nada. Pero al salir, nos agarraron para bailar un par de pibes. Un par de vueltas, las preguntas de siempre, mientras el loco se hacía el boludo y trataba de agarrarme de la cintura y un poco más abajo o de apoyarme. Yo, haciéndome la inocente, rozaba mi culo contra su pierna hasta que un par de veces le rocé directamente la verga.
Pero... calienta pija de alma, cuando me tira el pico, a pesar que ya estaba media borracha, le corro la boca con . "No no... estoy con mi novia". La frase que tantas veces habíamos usado de pendejas para zafar de los pibitos pesados. La verdad que me salió casi automática. El chabón escuchó, pero se quedó recalculando y repreguntó. Mi cerebro procesó lo que había dicho sin pensar. "Estoy con mi novia", le dije firme, señalando a Agus que bailaba con el amigo.
El chabón no reaccionaba. Me separé de él y agarré a Agus del brazo. En otras épocas, antes de sacarla nos mirábamos porque tal vez a ella le interesaba quedarse. Pero yo sabía que ninguna había ido en búsqueda de chongo. "Vamos?" le tiré mientras ella le sonreía al chabón.
"En serio es tu novia?" le preguntó el flaco que había estado conmigo. Ella ni me miró, entendió todo. "Si. Por?", le tiró. Lo que tanto había imaginado durante la semana se estaba por dar de la forma que no había pensando. Esta técnica para sacarnos de encima pesados la usamos desde adolescentes. Pero en esas primeras salidas, el contacto entre nosotras se daba un poco más forzado. Ahora todo sería mucho más natural, casi que ni tuvimos que actuar.
La agarré de la mano y la tiré contra mi cuerpo. Ella giró la cabeza y me mordió el labio. Me moví para quedar frente a ella agarrándola de la cintura. Ahora yo le mordí el labio a Agus, quien no me dio tiempo a nada y agarrándome de la nuca empujó mi cara contra la suya. Mi boca se abrió para dejar entrar su lengua y estuvimos chapando sin asco un rato.
A esta altura me había olvidado de los dos pibes. Cuando saco mi lengua de la boca de Agus veo las caritas de los dos, boquiabiertos mirando como nos franeleábamos mientras nos besábamos. Les tiramos una sonrisa y nos fuimos.
A partir de ahí, la calentura fue en aumento. Habíamos abierto una puerta que no pudimos cerrar más. Los bailes eran cada vez más sensuales. En general bailábamos sueltas, pero algunas canciones nos pegábamos una franeleada terrible. No nos importaba que estuvieran nuestras amigas ahí adelante, estábamos sacadas, regalando un show casi lésbico.
Con esa calentura, terminamos la noche y salimos del lugar para volver a nuestras casas, donde nos esperaban nuestros chicos. A Vale la vino a buscar su novio y llevaron a su amiga. Mi compa de trabajo vive de camino a casa de Lucas, así que ya había arreglado con ella que me alcanzaba... y la sumamos a Agustina. "Ella se baja conmigo, y espera el taxi ahí", le dije. "Segura? no me molesta alcanzarte", insistió ella. "No te hagas drama, vivo más lejos", le dijo Agus. Mentira, pero bueno... ella no lo sabe.
Nos bajamos en la puerta del edificio, me costó embocar la llave del pedo que tenía. Hasta que lo logré y entramos... así borrachas nos subimos al ascensor. Ella se recostó sobre un rincón y yo me quedé en frente. Nos mirábamos sin decir nada. Hasta que..
- Cortita la pollerita, Julieta - me dijo metiendo sus dedos debajo de mi falda
- Cortita la remerita, Agustina - le retruqué, metiendo mi mano por debajo del topcito, rozando la parte de abajo de su corpiño
- Que mano larga que sos, putita - me dijo entre suspiros, cuando por encima del corpiño empecé a amasarle las tetas. Ella se aferró de mi culo y empezó a hacer lo mismo. Por más que pensaba, no me salía nada que decirle, así que directamente le comí la boca. Quedamos tranzando hasta que llegamos al piso del departamento.
Entramos lo más silenciosamente posible. Le hice señas que le iba a avisar a Lucas que había llegado. "Llegué... está Agus que no encontraba taxi, está tratando de conseguir uno". La excusa era de lo más increíble, por miles de cosas que no encajaban pero era lo que me salió en el momento. Entre los nervios de la situación y el alcohol, no pude hacer nada mejor.
Cerré la puerta del pasillo que une la habitación con el living y me senté en el sillón con mi amiga. Nos quedamos mirándonos un rato. Yo le acariciaba la cara, y ella hacía lo mismo. Nos fuimos acercando y terminamos a los besos en el sillón de la casa de Lucas, con él durmiendo a unos metros. Creo que eso aumentaba la calentura entre ambas.
No se a ella, pero a mi se me venía a la mente las veces que le chupábamos la pija las dos desesperadas. Mientras la besaba, le desabrochaba el jean. Ella tenía el trabajo más fácil: mi pollera ya estaba en la cintura y con solo correr con sus dedos mi tanguita, ya llegaba a mi concha. Agus largó un suspiro de placer al sentir lo mojada que estaba, y sin dudarlo me penetró.
Ahogué mi gemido en su boca, mientras mi mano buscaba desesperada su concha. Me hizo frenar. Se paró, y se desnudó quedando solo en tanga. Se me tiró encima y puso sus tetas en mi boca. Las chupé desesperada, con toda la locura reprimida que tenía. Me incorporé y la senté en una punta, yo me arrodillé a sus pies y levantando sus piernas empecé a chupársela. Agus rodeó mi cuello con sus muslos, apretándome contra ella.
Un dedo, dos... la penetré con ganas mientras mi lengua no frenaba nunca. "Dale dale dale" susurraba ella, hasta que se mordió los dedos para ahogar el grito de placer del orgasmo que le había robado. Terminamos rodando por el piso, a los besos. Ella se subió encima y empezó a pajearme mientras me besaba. Mis manos apretaban sus tetas y la yema de los dedos rozaban sus pezones que de vez en cuando humedecía con la lengua. Ella gemía mientras yo mordía mis labios para no gritar por culpa de la paja que me estaba haciendo mi amiga.
No tardé en explotar. Cuando ella sintió que llegaba mi orgasmo me besó para que pudiera liberar todo en su boca. Quedamos desnudas tiradas en el piso un rato, hasta que reaccionamos. Pidió un taxi y se fue. Ya estaba casi amaneciendo. Cuando volví de abrirle, mi cabeza daba vueltas a mil. Un poco por lo que había pasado, otro por todo lo que había tomado.
Cuando me fui para la habitación, noté la puerta abierta... Yo estaba segura que la había cerrado, pero en el estado que estaba no podía asegurar nada. "Nos habrá espiado?!" pensaba yo... Y la verdad que me encendió un poco más de lo que estaba la imagen de Lucas espiándonos.
Me metí en la cama, me acerqué a su costado. Lucas estaba boca arriba. Desnudo. De una lo agarré de la poronga. Media parada... Hijo de puta, nos había visto o se habrá estado pajeando pensando en mi amiga. Empecé a pajearlo hasta que reaccionó dándome un beso. "Cogeme" le susurré al oído. No buscaba besos en ese momento. Me dio vuelta, se puso en cucharita y apuntó la verga a mi concha, empapada por culpa de mi amiga.
La pija no estaba del todo dura, pero así y todo se las ingenió para meterla. Me encanta cuando me garcha con la pija media dormida. Siento que se desespera por garcharme y no puede esperar. Además que obvio, su verga media parada ya tiene un tamaño... considerable.
Cuando sintió lo mojada que estaba, sin él haber hecho nada, me agarró del cuello tirando mi cara hacia atrás para hablarme al oído.
- Que calentita volviste, turra... anduviste calentando pijas y terminaste mojadita? - me decía mientras la verga se incrustaba hasta mi estómago
- No, mi amor... no estuve con nadie - le decía con voz suplicante, siguiendo el juego
- Dale, contame... - me apuraba. La imagen de mi chape con Agus en medio del boliche se apoderó de mi mente. La verga de Lucas ya estaba al palo, y me taladraba despacio, metiendo solo la puntita.
- En serio querés saber que pasó? -
- Dale
- Estaba con Agus... nos sacaron a bailar un par de chabones. Para sacárnoslos de encima, les dijimos que estábamos de novias. Ella y yo.- sentí como la verga de Lucas se hinchaba adentro de mi concha. - Me la terminé chapando en medio del boliche
- No... no no no no - repetía él. Cada "no" era un estacazo de carne que me rompía completa.
- Siiii y se ve que fue muy creíble porque se fueron - sus manos rodeaban mi cuello y se agarraban de mis tetas. Me dio tan fuerte que no aguantó y se acabó todo adentro mío. Dejó la pija enterrada, yo sentía como la poronga latía y expulsaba leche llenándome toda. - Pensaste que te había engañado con otro? - le dije sonriendo. Él se rio y me clavó la verga más adentro haciéndome rebalsar de semen.
Cuando recuperó la respiración, la sacó chorreando de adentro mío y me puso boca arriba. Su verga seguía al palo, así que no tuvo problemas en seguir cogiéndome.
- Y te la trajiste acá para seguir chapándotela? - por un instante dudé. No sabía si decir la verdad.
- No querés saber...
- Si quiero... decime - me repetía poniéndose cada vez más violento. Su verga me golpeaba bien profundo.
No le hice caso. Lo di vuelta y me subí arriba. Le cabalgué la verga de frente y de espaldas. Lucas apretaba mi orto acompañando mis subidas. Estaba descontrolada. Me rompí la concha de lo profundo que me la metía, pero en el momento no me importaba nada.
Él se levantó de golpe, dejándome en 4, pero justo en el borde de la cama. Me empezó a garchar tan fuerte que terminé apoyando los brazos en el piso, mientras él no frenaba de taladrarme. "Contame dale, contame" me decía mientras me sostenía del pelo para que no me cayera. Mis brazos no daban más y me dejé caer al piso, destruida.
Poco le importó. Me alzó como si fuese una muñeca y me tiró en la cama para seguir garchándome, otra vez, él arriba.
- No me da más la concha...- le dije, sinceramente...
- Entonces contame - Si bien no frenaba, por suerte había bajado la intensidad.
- Ya sabés - Me manoseaba las tetas mientras me miraba con lujuria - le chupé la concha en el sillón y ella me hizo una paja hasta hacerme acabar tiradas en el piso - solté todo de una.
No dijo nada. Solo se mordió los labios, sacó la verga y me llenó la pancita de leche. Ahora si, la verga se le fue bajando, mientras yo desparramaba todo el semen por mi cuerpo, desde la cintura hasta mis pechos. Lucas me miraba con cara de haberle volado la cabeza. La imagen de nosotras amándonos en el piso del living lo iba a perseguir por siempre.
Nos quedamos dormidos, y a la mañana siguiente como corresponde lo desperté con un pete. A pesar de que me avisó, le tragué toda la leche. Me bañé para sacarme toda la acabada pegoteada del cuerpo y nos preparamos para ir al cumple de uno de los sobrinos de Lucas. Si. Después de haberme chapado a mi amiga en su casa, garcharlo y tragarle toda la leche, me llevó a festejar un cumpleañito. Toda una princesa.
Durante el almuerzo lo noté raro, como pensativo... no hablaba mucho y estaba distraído. Luego de comer, se disculpó con todos y nos fuimos. Nos subimos al auto, y medio con miedo, le pregunté si le pasaba algo. "Tengo ganas de romperte el culo... por puta."
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27 comentarios - Como en los viejos tiempos
gracias por comentar!
Por dios...que bien todo.
gracias por comentar
nos juntamos varias veces por mes con mis amigas... pero no hacemos las cosas que vos queres jaja 😉 picaron
está bueno que se junten con amigas...pero igual se que las cosas las haces solo con Agus,los que te seguimos sabemos bien
Ojalá se venga ese trío pronto con tu novio y Agus así vemos el mundo arder un poquito.
Besos genia, sarpado relato!
y varias veces. cortamos los trios porque mi amiga se puso de novia. mis ultimos relatos cuentan todo 😉
gracias por comentar
gracias por comentar 😉
no se puede quejar luquitas jaja
Me imagino cómo habrá quedado tu colita después del cumpleañito jaja
Besos!
creo que leyeron tus posts y finiquitaron su análisis positivamente en su proyecto jaja
gracias por comentar!