Ayudando a la esposa de un amigo

Con Adrián hacía 6 años que trabajábamos juntos, los dos estábamos casados y desde un primer momento pegamos buena onda -mi mujer y la suya - y salíamos a compartir cenas y bailes, e inclusive el año último habíamos ido de vacaciones juntos. Su mujer se llamaba Marcia, tenía 29 años y era algo rellenita, linda cara, de pechos grandes y muy simpática.
 Marcia y Adrián iban a ser padres por primera vez y compartieron esa noticia en una cena con nosotros y festejamos con un brindis.
Dos meses después, Marcia presentaba una pancita de 5 meses y ya no salíamos como antes ya que Adrián no quería ningún "desfasaje" que pusiese en peligro el embarazo, con lo cual nuestro contacto se hizo poco frecuente.

Nuestra empresa envió a mi compañero a la provincia de Salta, a supervisar unas obras, por lo que estaría ausente de 15 a 20 días y por lo que me pidió que pasase mi mujer o yo mismo cada tanto por su casa para que Marcia no se sintiese tan sola o necesitara algo, ya me dijo que las cosas entre ellos estaban algo tirante y necesitaba un poco de atención.

Ese miércoles por la mañana tenía que visitar un cliente temprano que quedaba cerca de la casa de Adrián y decidí pasar por allí.
Hacía bastante calor, era a comienzos del verano. Toqué la puerta y apareció Marcia.
Sonriente me hizo pasar y nos sentamos a charlar. Tenía puesta solo una remera algo larga que dejaba notar su panza, pero también sus grandes pechos.
La conversación fue tomando un tono íntimo que no esperaba, confesando ella que desde que anunció su embarazo no había tenido relaciones porque su marido se negaba sistemáticamente.
Comenzó a llorar, pidió perdón por ponerme en esa posición, pero a la vez agradeció que yo la escuchara.
Me incorporé de la mesa y situándome detrás de su silla, la abracé.
Obviamente por la posición, mis brazos apoyaban en el comienzo de su vientre pero también envolvían sus tetas. La pija se puso dura, era imposible que no pasara, dejando su marca sobre su espalda.
Me dijo entre lágrimas que tenía miedo de que Adrián la viese fea y buscara otra, pero que ella necesitaba que la toque, porque en ese estado ella necesitaba cariño pero sobre todo sexo.
Se paró y giró quedando de frente a mí. La volví a abrazar. Ahora mi pija - escandalosamente dura - daba sobre su panza.
Los pezones se marcaban de una manera alevosa. Me incliné y los besé. Marcia suspiraba y no se movía.
Levanté la remera descubriendo su panza y comencé a darle besos por toda su redondez.
Ella me acariciaba el cabello.
Retiré la remera y saltaron esos pechos gloriosos, gigantes, duros por el embarazo.
Los lamí dibujando la aureola, mordí sus pezones. Marcia había comenzado a acariciarme la pija.
Nos besamos y la hice girar hacia la mesa. Me agaché y hundí mi cara entre sus piernas, lamiendo concha y culo al mismo tiempo... la mujer de mi amigo lloraba y gemía.
Me levanté, abrí un poco sus piernas y empujé.
El deseo y mi saliva hicieron que entrara sin pausa hasta los huevos. Estuve quieto por unos segundos, en lo profundo de su cuevita caliente.
Pasé mis brazos rodeando su cintura y mientras que con una mano acariciaba su panza, con la otra estrujaba sus tetas. Intercambiaba una cogida lenta con otras donde se la metía fuerte y seco... abría con mis manos sus nalgas para que golpearan mis huevos y entrara más profundamente.
Ella sola se cogía, hacía movimientos de adelante hacia atrás, hundiéndosela cada vez más adentro.
Se agachaba y empinaba el culo ... yo me afirmaba en su cintura y la daba pija a más no poder.
intenté entrar en su cola, pero no quiso a pesar de mi insistencia.
Acabé al rato, llenándola con mi leche.

Después de lavarnos fuimos hacia su dormitorio. Nos acostamos de costado, Yo la abrazaba y ella buscaba mis manos para acariciarlos.
Volvimos a coger ... en esa posición, pero esta vez quiso que le acabara en las tetas.
Ya eran casi las 11 de la mañana, así que me acomodé la ropa y volví al trabajo, luego de darle unos besos a elle y a su panza.

Cogimos todas las mañanas, y un viernes - con la excusa a mi esposa de que iba a un cumpleaños - me quedé a dormir hasta el amanecer.

Pasé a ser el amante de la mujer de mi compañero durante los 17 días que demoró en regresar Adrián, 17 días en que cogimos en todas las posiciones que su estado lo permitió... acabé en su espalda, en sus tetas, en su boca ... 



Nunca supe si Adrián lo hizo sabiendo que iba a pasar esto y para dejar satisfecha a su mujer, pero nunca más pasó algo entre nosotros después del parto.


Adrián fue trasladado finalmente a Salta, y con él se fue Marcia.

5 comentarios - Ayudando a la esposa de un amigo

portugalo3
linda historia.... muy caliente el sexo con una embarazada....!
sergiov8xxx +1
Linda historia ......
Muy amigo no era al final 🤭....
kokiCD
No es una oda a la amistad pero es muy buen relato
+ 10