Continuando (6º)

Continuando la historia
 
Aunque estaba físicamente agotado, micabeza no me dejaba dormir. Fue muy fuerte lo que vivimos esa noche, cogiendodelante de Tito, sintiendo su mirada atenta a mi miembro. Se le notaba lainquietud de tocar, sentir, acariciar, pero seguramente habrá pensado que eramucho para un primer encuentro. Y su mujer, o mejor dicho, “nuestra” mujer, erauna fiera que cada día se volvía más indomable.
Al otro día no pude hablar con Vero, perola vi en su jardín y me quedé tranquilo sabiendo que estaba todo bien con elmarido cuando me guiñó un ojo y tiró un beso al aire. Unos días más tarde,saliendo de la casa de Sergio (si leyeron mis posts ya saben), la veo caminandocon unas bolsas del súper, y como buen vecino, la ayudo y entro hasta la cocinacon las cosas más pesadas. Allí nos quedamos, charlando de todo lo sucedido laotra noche. Me contó que la había excitado muchísimo el estar cogiendo delantede su marido. Yo le dije que a mi me resultó un poco incómodo al principio,pero después de un rato me empezó a gustar. Y luego Vero me contó lo que pasócuando me fui:
Vero – Viste como se fue con la pija redura?
Sam – No, la verdad, no le miré el bulto,jajaj
V – Estaba a full, y cuando entré a lahabitación, me estaba esperando desnudo y al palo
S – Y que hiciste?
V – Lo primero que hice fue sentarme en sucara, obligándolo a sentir todos mis jugos y tu leche.
S – Le gustó?
V – Já, si le gustó? Nunca me había chupadola argolla, pero me hizo acabar algunas veces. Desesperado la chupaba, y cada tantofrenaba para tomar aire, jajaja. Yo estaba prendida fuego, imagínate, reciéncogida, con tu olor por todos lados, recibiendo la lengua de mi marido, y micabeza pensando en que le estábamos cumpliendo la fantasía. En la segundaacabada, sinceramente no sé si me hice pis, porque sentí tanto jugo chorreando…pobre… casi se ahoga… no pudo tragar todo.
S – Me imagino, le habrá explotado lacabeza de la chota de tanta excitación
V – Seguro… Un par de veces lo escuchébalbucear, pero yo estaba totalmente sacada. En una de esas le presté atencióny dijo algo así: “Siempre quise agarrarte así, recién cogida y llena de leche…Te amo”
V – No sé si fueron sus palabras, pero mehizo acabar por tercera vez.
S – Genial!
V – Y ahí nomás me incorporé, le miré lapija que seguía durísima, y se la empecé a chupar, como lo hago con vos, pija,huevos, un poco de beso negro… Cuando estaba por acabar, le dije que abra bienlos ojos y me mire, así podría disfrutar de su puta recibiendo su simiente enla boca. Obvio que me acerqué a su cara y le di un buen beso, dejando quesaboree su propia leche.
Eneste punto de la charla, a mi me brotaba la calentura por todos lados, tenía elcalzón mojado, aunque no sabía si eran fluidos míos o de Sergio…
S– Vamos amor, quiero recrear ese momento que pasastecon Tito, oblígame a comerte la argolla – le digo tomándola de la mano ytratando de llevarla a su habitación.
V – No bebé, yo también tengo ganas, peromirá la hora que es, en cualquier momento empiezan a llegar los empleados decuernito.
Le llevo la mano a mi pija dura y empapada,meto mi mano bajo su minifalda (siempre en minifalda, luciendo sus hermosaspiernas) y le digo
S – Ves cómo estoy? Al menos déjamellevarme tu olor…
Así nomás, de parados, la doy vuelta, lahago reclinarse un poco hacia adelante, apoyando las manos en la pared, le sacola bombacha (me la llevé de souvenir) y le lamí unos segundos el culito y laconcha, impregnando mi barba con sus jugos para poder olerla todo el día.
S – Listo, ya me puedo ir a pajear tranquilo… Esta noche vas a haceralgo? Avisame temprano, sinó me busco alguna putita que quiera coger…
V – Como que te vas a buscar una putitapara coger?
S – Si no querés que coja con otra, sabésbien lo que debes hacer…
Y me fui dándole un beso super cariñoso. Alentrar a casa fui directo a mi habitación, me desvestí, me metí un palo queusaba a modo de consolador, y con su tanga húmeda y olorosa, me empecé a pajearpensando en Sergio y en Vero.
Se podría decir que yo ya estaba pipón, medieron pija (chiquita pero lechosa), sentía el olor a Vero todo el día, me hicealgunas pajas, y obvio, no desperdicié la leche. Pero mi vecinita amada queríaseguir de fiesta y me llama.
V – Hola amor, me dejaste calentita estamañana, quiero cogerte.
S – Hola bombón, yo también quiero, peroestán mis amigos acá, y en un rato nos vamos al pool
V – Y yo que hago con esta calentura?
S – Cogetelo a Tito!!
V – Te parece?
S – Claro que sí, tantos años esperando quete toque, y ahora que ya estas teniendo algo vas a dejar pasar lasoportunidades?
V – Y si solo quiere estar conmigo porqueestuve con vos?
S – No sé, si ves que no se calienta,decile que hoy temprano estuviste garchando conmigo y que no te bañaste, a versi así se “enciende”
V – Bueno, pero si necesito ayuda te llamoy venís corriendo a cogerme
S – Guacha! Sabés qué decir paraconvencerme, jajaja. Dale, cualquier cosa llamame y veo como hacer. Beso.
Al otro día la llamo, para saber que habíapasado, y me dice – Venite esta noche a cenar y te vasa enterar lo que pasó ayer– y me corta. Yo, que me había ido al pool con misamigos usando la tanga de Vero y todavía la tenía puesta, me puse al re palo desolo imaginar que se lo había cogido al marido. Quería ya hacerme una buenapaja, pero preferí guardar toda mi energía para la cena, que pintaba bien.
Ya en la cena, hablábamos de pavadas,nerviosos, como con vergüenza. Mas tarde, tomando un licorcito, Vero se retiraunos instantes y vuelve totalmente desnuda, hermosa, diría que la vi máshermosa que nunca. Caminando despacio, sus grandes pechos dando pequeñosrebotes por la suavidad de su andar. Moviendo las caderas como si hubiera unamultitud detrás suyo mirando esas blancas nalgas. Se para delante de su marido,dándome la espalda, y se reclina a darle un beso, enseñándome, al no flexionarlas rodillas, su hermosa concha y su precioso e inmaculado culito, comoofreciéndomelos. Después de comerle bien la boca a Tito, me hace señas para queme acerque. Y como no quería hacerla esperar, me arranqué la ropa y fui directoa esa flor, dedicándole unas buenas lamidas a ambos agujeros mientras ellaseguía besándolo o simplemente abrazada a él. Por momentos retiraba mi cara deese manjar, para poder apreciarlo con los ojos, y me empezó a llamar laatención su culito, cada vez más dilatado, como entrando en confianza. Nunca selo había visto así, aunque ya se lo había chupado algunas veces, jamás se habíaabierto, y menos que menos meterle un dedo o algo. Me había costó mucho trabajofino conseguir que me dejara chupárselo, era como que tenía miedo deutilizarlo. Pero esa noche, aunque no hubo penetración anal, salvo por la puntade la lengua, sentí que había encontrado la luz, jajaja
Volviendo al tema, después de hacerlaacabar un par de veces, me pidió que la coja, a lo que accedí gustosamente.Tito seguía en la misma posición, sentado en el sillón, abrazado por Vero quelo usaba como apoyo y de vez en cuando le daba algún beso o le decía algo aloído. Vero se pega otra linda acabada, bien jugosa, yo casi no podía aguantar,pero aproveche su orgasmo para salir y sugerirles un cambio de pose, no solopara bajar el nivel y poder seguir bombeándola, sinó también para descansar unpoco las piernas.
Así fue entonces, nos fuimos a la cama deella y nos pusimos en posición misionero. Ya no aguantaba más, y unos segundosdespués de que Vero acabara por cuarta vez, empecé a acabarle adentro,llenándola de leche, desbordándole la concha. Casi sin dejarme tomar aire, Titome pide gentilmente (digamos) que me corra, y comenzó a chuparle la concha superjugosa y lechosa.
Estaba contento por mi putita, después de tantosaños, tenia algo de sexo con su primer amor (hasta que aparecí yo). Mientras elcomía ávidamente mi néctar y el de Vero, ella me miraba con una expresiónmezcla de alegría con la satisfacción del deber cumplido, como si la culpa deque Tito no la tocara por 11 años fuera de ella. Después de un rato, Veroacaba, dando unos gritos bastante fuertes, los cuales me hicieron salir de esetrance “amoroso” en el que estaba, pensando en ella, y volví a mi “tarea”,cogerla. En seguida estaba de nuevo al palo, listo para otra ronda, pero enlugar de penetrarla, le pedí que me la chupe. Me dio una mamada fenomenal, cadavez mejor lo hacía. Cuando acabo, se queda con toda la leche en la boca, y vadirecto a besarlo a Tito, quien gustoso se traga todo el premio. Acto seguido,se la empieza a chupar a él, claro, la sostuvo en brazos mientras me la cogíaen el living, después se tomo toda la leche de su concha, después de su boca, ya él nada, le explotaba la pija de tanta calentura. Yo mientras, lacontemplaba, totalmente extasiado, apreciando su belleza, y por primera vezpudiendo ver en detalle todos sus gestos, sus movimientos, un lujo. Pordesgracia duró muy poco el show, Tito enseguida acabó. Vero se incorpora, abrela boca mostrándole toda la leche en su lengua, y viene hacia mí, a darme ungran beso, pasándome toda la leche del marido. Se podría decir que ya éramosoficialmente “hermanos de leche” con Tito. Luego de disfrutar este beso, creíconveniente retirarme y dejarlos solos, para que sigan disfrutándosecomo marido y mujer. Me despedí, tomé mis cosas, y así desnudo como estaba salípara cruzar la pequeña pared que separaba nuestros jardines, evitando cualquierposible mirada de vecino indiscreto.

0 comentarios - Continuando (6º)