¡Cómo cambió mi Vida! Capítulo 1

Comocambió Mi Vida
 
Capítulo1 El inicio del cambio
En aquella calurosa mañana delverano austral, me levanté algo triste, pues dejaría atrás la casa donde habíavivido toda mi vida; además de mis dos únicos amigos, como también mi colegioel cual, eso sí, no extrañaría, y casi todo lo conocido o que me era familiar. Prontoiniciaría una nueva etapa en mi vida, en efecto, iría a una nueva casa, a unnuevo barrio, a un nuevo colegio al otro lado de la ciudad, donde descubriría unaparte de la familia que me era casi totalmente desconocida. Así es, iría a lacasa de donde mi madre salió desterrada hace muchos años para no volver, en esacasa me reencontraría con parientes que sabía de su existencia y que no veíadesde hacía muchos años, ¿diez tal vez?; no lo recordaba con precisión, solotenía la certeza que viviría en la antigua casa de unos fallecidos abuelos quenunca conocí y en la que ahora vivía la hermana de mi madre, a la cual no sabíasi le podría decir tía alguna vez, ya que no recordaba ni su cara.
Este gran cambio en mi vida eraconsecuencia de la estupidez de mi padre, el cual de un día a otro nos abandonó,escapando con su nueva secretaria y todo el dinero de la empresa familiar, la mismaque había construido con el apoyo y trabajo de mi madre, dejando atrás a ella ya nosotros, los tres hijos de un matrimonio aparentemente feliz. ¿Cómo podíahabernos dejado sin siquiera decirnos adiós?, hacía ya un año de que la única noticiaque habíamos tenido de él, es que se encontraba en un paraíso fiscal ubicado enel Caribe sin tratado de extradición, gozando de la pequeña fortuna que sellevó, lejos de la justicia y sus obligaciones familiares, por lo que no pagabani la manutención de nosotros, sus propios hijos, menos pensaba devolver losdineros de la empresa.
Tal era el desastre, que Juliami madre debió asumir la dirección de la empresa, la misma que había ayudado aformar y la misma que había dejado hacía unos años para cuidarnos, era la únicaforma que mi madre veía para evitar la inminente quiebra y poder enfrentar loque significaba tener a Juan su hijo mayor estudiando en la Escuela Militar, a Isabelsu hija del medio estudiando Medicina en la Universidad y a mí, Claudio, elmenor de todos, aún en secundaria. Pese a todo su esfuerzo, la situación en quese vio envuelta la familia de un día a otro era demasiado precaria, mi madre debióvender todos los autos con la excepción del familiar, también el departamentoen la playa y ahora la casa familiar, de otra forma era imposible poder pagartodo el descalabro ocasionado por la locura o ¿calentura? de mi padre. Todos resentimosel retroceso en el estilo de vida, que había logrado con tanto esfuerzo laotrora feliz familia, pero este gran cambio, era la única solución para saliradelante.
Como el tiempo pasa en formainexorable y dado que el comprador de la casa quería tomar posesión de ella; teníamosque dejarla para ir a vivir como allegados donde nuestra tía Daniela o Danicomo le decía mamá, a una casa ajena, aun cuando esa casa fuese parte de nuestrosderechos hereditarios, ya que había sido la casa de mis abuelos.
Según mamá, Dani era muy buenapersona, cariñosa y extrovertida, por lo que nos sentiríamos todos en familiaen un corto plazo; pero a mí me extrañaba que en tantos años y viviendo en lamisma ciudad, el contacto hubiese sido casi inexistente. Mi madre nos habíaexplicado que tal distanciamiento había sido culpa de sus padres, mis abuelos yde su marido, mi padre, forzado en gran medida, por su embarazo con tan solo 17años del que nació Juan.
Mis abuelos en vez deprotegerla, la echaron de la casa familiar; dejando a la joven pareja sin apoyode alguien adulto, cabe aclarar que mi padre era huérfano desde la niñez ycontaba con tan solo18 años en aquel entonces. Pese a todo, la pareja supo superarsu precaria situación y vivir cada vez mejor, hasta que se cruzó “la zorra dela nueva secretaria”, como la llamaba mamá. Por los comentarios de todos losque nos conocían, la zorra, era joven y bella, pero eso no quitaba que era unacabrona rompe hogares sin nombre. Ahora mi madre retornaría a vivir con suhermana y su familia, a la casa de la que fue expulsada años atrás.
Mis abuelos habían fallecido hacíamucho tiempo en un accidente automovilístico, siendo su funeral, la únicaoportunidad que recuerdo haber visto a mi tía y primos, por eso no tengo unavisión clara de ellos, solo recordaba que mis casi desconocidos parientes eranigual de rubios que mi madre, predominando en ellos los genes germanos de losabuelos fallecidos. Si mis cálculos no fallaban y como mencioné, habían pasadodiez años de aquello, pero para mí siendo el menor de todos los primos, misparientes eran totalmente desconocidos, con ellos no tenía ningún recuerdovívido o sea ningún vínculo más allá de uno de mis apellidos.
Un llamado a viva voz me sacóde mis cavilaciones, era mi madre que me apuraba y cerrando mi bolso con lasúltimas pertenencias que llevaría, salí de mi antiguo cuarto y me dirigí a lasalida de mi ex casa para iniciar la aventura de vivir una nueva vida.
·        Claudio por qué demoras tanto, tu hermana yaestá sentada, me recriminó mi madre, refiriéndose a Isabel, la que estaba yasituada en el atiborrado auto familiar que aún conservábamos.
·        Estaba terminando mi bolso y despidiéndome dela casa, le dije a Julia mi madre.
·        Vamos pardillo, que nos esperan la tía y primospara almorzar, me dijo muy seria mi hermana Isabel.
·        No estarán todos los primos, pues Florencia seencuentra de viaje y Francisco al igual que tu hermano, está en la EscuelaMilitar, dijo mamá Julia
·        Mejor, menos desconocidos que soportar, repliquécon algo de mal humor.
·        Ya los conocerás, dijo Isabel
·        Además, según me escribió Juan, se encontró conFrancisco y se han hecho buenos amigos, acotó mi madre, por lo que no veorazonable tu comentario.
El resto del viaje paraatravesar la ciudad duró casi una silenciosa hora; Yo meditaba lo que tal vez todosestábamos pensando; en lo que dejábamos atrás; intentaba imaginar ¿cómo sería mifutura vida?, y de pasada me preguntaba si podríamos volver alguna vez a ser unafamilia normal, con casa propia y cerca de los amigos que dejamos atrás.
Al llegar, nos estabanesperando mi tía Dani y mi prima Ana María o como prontamente descubriría, Ani,como le gustaba que le dijesen. Los saludos fueron muy afectuosos entre las mujeresque se me adelantaron, mientras yo bajaba el equipaje del auto y lo cerraba. Eneso, se me acercó Ani y dándome un beso en la mejilla me dijo:
·        Pero qué alto y fuerte eres tío, como hascrecido, dijo mi prima con gran jovialidad, dándome un segundo gran beso en elotro cachete.
·        Si y muy buenmozo agregó mi tía Dani, dándomeotro efusivo par de besos acompañado de un gran abrazo, el que nunca esperérecibir.
·        Ani, veo que te acuerdas de Claudio, dijoIsabel.
·        Si era el niñito que me seguía todas partes cuandonos encontramos por primera vez, dijo sonriendo.
·        Sí el mismo que arrancaba de Florencia, acotótía Dani, jejeje
·        No me acordaba de ello, contesté.
·        Yo sí, no has cambiado mucho, contestó Ani.
·        Vamos adentro para que dejen el equipaje en loscuartos y luego almorcemos pues tengo un apetito feroz, ya nos pondremos aldía; dijo mi tía con una gran sonrisa
·        Si vamos dijeron todos.
Pese a mi actitud pocoamistosa y algo de mal humor, desde el momento de mi saludo con Ani, quedé mudode emoción, sentí maripositas en el estómago, acompañadas de todo tipo desensaciones nunca antes experimentadas por mí, no comprendía lo que me pasaba, ¡quésensación más extraña y excitante! Una vez adentro, mi tía Dani nos explicó ladistribución de los cuartos de la casa, la que aun cuando se veía en muy buenestado y era bastante amplia, se hacía pequeña para albergar a tantos nuevos inquilinos.
El cuarto principal con bañoen suite, seguiría siendo ocupado por tía Dani, la que dormía sin acompañantedesde su divorcio, hacía cinco años a la fecha; el siguiente cuarto frente alanterior, para dos de las chicas jóvenes, en su interior Ani compartiría conIsabel. Este cuarto había sido de Dani y Julia cuando eran jóvenes y ahorasería de sus respectivas hijas, ya estaba equipado con dos camas, era muyluminoso y también tenía un cómodo baño privado; luego estaba el de Francisco,que ahora sería el mío mientras él estuviera en la escuela Militar, luegoverían como nos acomodarían, su cuarto compartía un baño con el cuarto devisitas y que ahora alojarían mi madre Julia, para luego compartirlo con Florenciaque se encontraba de viaje, estos dos últimos cuartos compartían un baño que solose accedía por puertas que daban a cada cuarto.
Algunos como yo, podráncriticar la distribución, pero así se les ocurrió a las mayores, intentando quelos primeros días estuviésemos lo más cómodo posible, además, hasta que nocompráramos muebles adecuados teníamos que usar lo disponible.
Como pueden ver, esta nuevafamilia, cuyos integrantes casi no se conocían entre ellos, estaba constituidapor mí, Claudio, de 15 años por cumplir los 16… respecto a mí, puedo decir quesoy un chico normal de pelo negro y ojos claros como el resto de mis hermanos, ¡altopara mi edad! Ya que mido aproximadamente 1,82 metros, pienso que prontoalcanzaré y tal vez supere a mi hermano Juan en altura… Él es mi “cuasi héroe”;reemplazó en este rol a papá, de él puedo decir que es muy inteligente, fuertey ágil, todo ello por su constancia y la práctica de artes marciales mixtas, lascuales yo también domino… Nuestro padre nos las pagó desde que apenas fuimos alcolegio en las preparatorias… esto lo hizo ya que por algún motivo que nuncacomprendí,  tanto Juan como yo, sufrimos acosopor ser los de menor edad en nuestros respectivos cursos. Este acoso yo lo achacoa que por motivos laborales y el deseo de salir de la pobreza, nuestros padres nosingresaron tempranamente al colegio, ayudados por la amistad de con el directory nuestra elevada estatura.
Por lo anterior, todos nuestroscompañeros, eran a lo menos entre un año a un año y medio mayores que nosotros,y en mi caso sumada mi timidez, me significó aislamiento, agresiones y burlas,así que especialmente yo, no tuve un paso feliz por el colegio, por lo que paséparte de mi infeliz niñez en continuas luchas, tanto en los tatamis delgimnasio, como en el patio del colegio. Ahí forjé un carácter algo introvertidoy parco, que rayaba entre serio y tal vez huraño, todo esto no me permitíasocializar fácilmente, es más solo logré tener dos amigos, uno del barrio yotro en el Dojo donde ya no volvería a practicar por su lejanía. Obviamente, notenía novia, ni siquiera una simple amiga, por lo que no sabía tratar conmujeres que no fuesen mi madre o mi hermana.
Como ya saben mi madre esJulia, asimismo, ya saben que está separada de mi padre, actualmente es ladirectora y gerente de la empresa familiar que a duras penas sobrevivió aldesastre, causado por su marido en fuga, Ella trabaja de lunes a Viernes todoel día. Mamá es una mujer seria, con personalidad fuerte al tener que ser jefade la empresa como también, hacer de mamá y papá de adolescentes. Ella es toda unabelleza de 38 años, tiene ancestros germanos, rubia de ojos azules, bastantealta con su 1,71 metros de estatura, de un cuerpo espectacular, pero que nogusta de lucir para parecer más seria ante la gente y sus trabajadores, todo enella es voluptuoso con sus 94-64-93, donde destaca su pecho con una copa 36E,tiene un poco de sobrepeso, es de esas mujeres que con dos o tres kilitosmenos, sería una diosa, pero no puede hacer nada al respecto, ya que llegaagotada a casa.
Daniela o para todos Dani, es mitía, hermana de Mamá; es la dueña de casa que nos acogió, actualmente tiene unacéntrica tienda de ropa en la cual trabaja todos los día desde temprano hastael atardecer, incluyendo los sábados por la mañana, su separación si bien nofue traumática, no fue del todo amistosa, especialmente cuando corrían rumoresde que su marido tenía una doble vida, siendo lo que actualmente se llamabisexual, pero para esa época era llamado simplemente maricón. Su marido luegodel divorcio se fue a trabajar al extranjero, pero a diferencia del mi padre;el mantiene un lazo permanente con sus hijos, de hecho, actualmente su hija, miprima Florencia lo visita por las fiestas de fin de año.
Dani, es también una bella yvoluptuosa Valkiria como su hermana, de tamaño algo más reducido, pues solomide 1,65 metros, tiene un cuerpo que incita a ser admirado pese a que no legusta enseñarlo fuera de la casa; esto es por motivos de aparentar seriedad ensu tienda, sus medidas son 98-58-92, son claramente las de una mujer exuberante,su copa es aún mayor que la de su hermana, alcanzando unos extraordinarios yapetitosos 36G, difícilmente ocultables, aún mantiene tonificado su cuerpo, elque adquirió en la práctica de hockey sobre césped, deporte por el cual llegó arepresentar al país, asimismo, todavía es fanática de los deportes, se preocupade estar en buena condición física ayudada con una máquina de ejercicios.
Juan es mi hermano mayor, comoles dije mi cuasi héroe, es cadete de segundo año de la Escuela Militar, pasala mayor parte del tiempo en la ciudad capital, donde está la sede de citadaescuela para oficiales. Es un apuesto joven de 20 años, de cabellos negros,ojos azules, de elevada estatura con su 1,91 metros, es fuerte como un toro, pesamás de 100 kilos, por lo que juega como Pilar en el equipo de Rugby de suescuela; actualmente está de novio con Montserrat, una bella joven universitaria,que conoció en uno de los partidos que le tocó jugar hace un tiempo.
Después viene Isabel o Isa, de19 años, 11 meses menor que Juan; esta belleza de mujer bien podría pasar por unaElfa de un bosque encantado, claro que sin las orejas puntiagudas; todo elmundo piensa que podría ser modelo si fuera algo más alta que su 1,72 metros, ytuviese una personalidad menos seria y tímida, es de pelo negro, con los ojosazules de la familia, posee un cuerpo sinuoso con unas medidas de 90-61-88 envidiadaspor muchas chicas de su edad, su pecho está adornado con una apetecible copa34C, el que sin ser grande como me gustan, junto con su azul mirada, es uno delos atributos más destacables de todos los que posee… le gusta practicarvoleibol e integra el equipo de la universidad, lo que la mantiene tonificada ysiempre estilizada. No le gusta andar exhibiéndose, viste recatadamente o como piensoyo, desabridamente. Actualmente no tiene novio y ya prácticamente terminó elsegundo año de medicina. Siempre sueña y dice que espera encontrar su príncipeazul antes de entregarse a alguien; solo le han conocido dos novios muy pasajeros,por lo que pienso que aún es virgen.
Francisco, es mi rubio primo de19 años recién cumplidos, es fuerte, bastante alto con su 1,83 metros, cadetemilitar que cursa el primer año; casualmente descubrió a su primo Juan en lacitada escuela, haciéndose amigos e inseparables al jugar también rugby en elmismo equipo, ambos participan en las distintas actividades y aventuras que lestocan vivir en la milicia; según me han contado es algo pueril pero simpático,no tiene novia, pues prefiere “el surtido” como dice Ani, siempre andarompiendo algún corazón.
Le sigue Ana María o Ani de 17hermosos años, esta otra de las valkiria de la casa; también es rubia de ojosverdes como su madre, cuerpo llamativo, aunque no tan voluptuoso como su progenitora,es la más alta de las mujeres con su 1,74 metros; tiene una personalidadavasalladora y burbujeante, se la pasa haciendo bromas y siempre tiene la risaa flor de labios, el año entrante irá a cursar el mismo año que yo, posee unasmedidas de ensueño de 92-61-91, similares a Isa con algo más de pecho, detentandouna apetitosa copa 34D; posee una vitalidad increíble, ella practica gimnasiaartística y baile. Tampoco tiene novio, pues usualmente se burla de suscompañeros o los chicos que se le acercan, a los que encuentra aburridos, pocotiernos, pensando que lo único que desean es tener sexo con ella, y ella no sepresta para ser cogida por cualquiera, según sus propias palabras. Por algúnmotivo que no comprendo aún, ella me causa emociones inexplicables, quedándomenervioso y perturbado cada vez que la veo, como nunca antes me había conmovidouna mujer.
La última integrante de estanueva familia era Florencia o Flo, la que aún no he visto en persona, solo enfotos de sus últimas vacaciones en la playa, pues estaba de viaje, es la másjoven de todas las mujeres, pero no por eso menos bella según las fotos; tiene16 años, de cabellera rubia y ojos verdes, por lo que vi en las fotos, diríaque su cuerpo es el que más se aproxima a tía Dani, siendo algo más alta que sumadre con 1,68 metros, tiene unas voluptuosas medidas de 92-60-94 que son unalocura, con unas tetas tal vez copa 36E, comparables a las de su madre, inclusoparecen mayores que las de su hermana Ani, ellas dicen que la alimentaron conleche de elefante.
Ahora que llegué a estafamilia, Flo dejó de ser la menor de todos por un mes, aun cuando está un cursopor debajo que el de Ani y yo. Su madre dijo que no es muy estudiosa, prefieredivertirse con sus amigas, como Ani, le gusta vestir provocativamente, almomento de nuestra llegada, se encuentra de viaje visitando a su padre en elextranjero y retornará después de las fiestas de año nuevo, momento en queveremos cómo nos acomodaremos en el nuevo hogar.
En resumen, que puedo decirles,quedé alucinando con mi prima Ani, no podía dejar de mirar a nadie más; auncuando tía Dani es una mujer impresionante, por alguna extraña razón, solopensaba en Ani.
Pasada la primera impresión, comencéa comparar las mujeres de la familia que nos acogía con las de la mía, en resumen,todas eran bellas.
Terminada esta inicial toma deposesión de los cuartos asignados, todos fuimos a almorzar para después dedicarnosa instalarnos en propiedad en nuestros respectivos aposentos, matando el restode la tarde con una febril actividad para adaptarse a las nuevas circunstanciasde vida.
Llegada la cena pude ver a miprima que tanto me había impactado, fijándome en el espectacular escote queenseñaba un canal que separaba unas tetas que se adivinaban casi tan enormescomo las de mi tía… mientras las mujeres conversaban animadamente, yofantaseaba con ellas, intentando definir esos cuerpos como si estuviesendesnudos. Por primera vez incluí en estos pensamientos a mi madre y hermana, enmis fantasías, las idealizaba como diosas griegas, pensando que todas eran deseables,bellas y lujuriosas, ante tantos estímulos femeninos, como nunca mi vergacomenzó a gobernarse por su propia cuenta.
Gracias a Dios llegó la nochey después de cenar cada uno fue a su cuarto, en el asignado a mí, pude ver losjuguetes y recuerdos de mi primo, la verdad es que me entretuve mucho, inclusodebo confesar que jugué un buen rato con unos coches a escala que era modelosclásicos a los que se les podía abrir las puertas el cofre, con un detallealucinante, tuve que dejar de hacerlo cuando mamá pasó por el cuarto y meconminó a acostarme. 
Dejando de lado los juguetesde mi primo, volvieron a la memoria todas las valkirias de la casa, por lo quepese a mis buenas intenciones mi verga volvió a su estado salvaje, por lo quemuy a mi pesar me puse la pijama, y gracias a eso mi erección había cedido…pero mi mente no cesaba de volver a pensar en ellas, lo que mantenía micalentura. Entonces decidí ir al baño para masturbarme y calmar mi ansiedad…pero en cuanto entré de sopetón al baño compartido… pude ver a mi madre, la quese encontraba en sujetador y bragas mientras se lavaba los dientes, ¡Uff!, nolo esperaba, así y todo no pude dejar de notar como las impresionantes tetas demamá se movían al compás del cepillo. Mi madre al sentir que se abría lapuerta, me miró sin dejar de cepillarse y sacando el cepillo de su boca, medijo con una sonrisa:
·        Ya desocupo el baño, puedes ocuparlo mientrastermino, continuando con su labor sin más.
El haberme hablado ocasionóque unas gotas de saliva y pasta cayeran en una de sus tetas, la que limpió conun dedo, el que después chupó sin darle gran importancia... ¡Brrr! Que morbo
·        Gracias mamá, respondí, sin dejar de mirar las cimbreantestetas a través del reflejo del espejo, tomando la pasta de dientes y mi cepillopara imitar a mamá.
·        No imaginé nunca que compartiría el baño con miniñito acotó con una sonrisa, que aún estaba con la bendita pasta y saliva
·        Yo tampoco pensé nunca eso mamá, respondíintentando no mirarla.
El que goteara saliva y pastasobre las tetas de mi madre y que esta se chupara el dedo, hizo que lasituación me “recalentara” y que mi verga nuevamente tomara vida propia endureciéndosecomo nunca, por lo que intenté ocultarla afirmando mi cuerpo contar el lavabo,no sé qué me pasaba, pero mi libido estaba muy exacerbada. Mi madre al terminarse agachó para enjuagarse la boca con agua, mostrándome un nuevo ángulo de su apetitosoculo, nunca antes admirado por mí con morbo, como ocurría en esa oportunidad.
·        Te dejo el baño para lo que quieras me comentó mimadre
·        Grachiass mashmag, le alcancé a contestar conel cepillo en la boca.
Luego de mi lavado de dientespor fin me senté en el retrete, y sin más me comencé a pajear, rememorando losrecientes recuerdos de mi madre y el canalillo de las tetas de mi prima. ¡Quécalentura tenía en ese momento!, tanto que ni pensé en asegurar la puerta quedaba al dormitorio de mamá, cerré mis ojos y tomando mi candente verga, que yaestaba desplegada a su máxima extensión, de unos no despreciables 18centímetros, inicié un suave y acompasado movimiento para prolongar al máximo miplacer; cuando de improviso, sentí que la puerta se abría de par en par yescuché;
·        Perdón Claudito, se me quedó mi…pero ¡qué estáshaciendo!, exclamó mí madre que ingresaba al baño, pues se le había quedado sucrema corporal.
·        No… nada… solo me estaba rascando, contesté,turbado por la sorpresiva entrada de mamá.
·        Bueno, continua, solo voy a sacar mi crema, me dijotratando de restar importancia al hecho de ver a su hijo masturbándose.
·        Ok….., dijeen un susurro acompañado de vergüenza, mientras me doblaba en el retrete paraocultar mi verga.
Mamá Julia tomó su crema ysalió del baño, cerrando la puerta tras de sí, aún roja de vergüenza ajena y turbadapor el espectáculo que acababa de ver. Creo que se quedó pensando en que podríahacer por su hijo, o sea por mí, también pude notar con algo de extrañeza, esque salió sin dejar de mirar y notar lo tieso de mi verga.
Yo por mi parte estaba muy avergonzado,por lo que detuve mi masturbación angustiándome por lo sucedido, pensaba que meiban a castigar por lo que había hecho; me pasé muchas “películas” intentandobuscar una salida al lío. Es así que decidí que tenía que pedirle disculpas a mimadre, pero ¿qué le diría?, me subí el pantalón del pijama y fui a la puertaque daba al dormitorio de ella… cuando la escuché murmurando algo, pensé que mimadre se quejaba de mí, por lo que receloso me agaché y miré por una celosía demadera que tenía en la parte inferior de la puerta de acceso al baño.
Lo que vi primero fue a mimadre aún vestida igual como se estaba mientras se lavaba los dientes, pese alo incomodo de la posición, vi que comenzó a colocarse la crema corporal,sacándose su ropa interior prenda por prenda… se sacó el sujetador comenzando amasajeárse las tetas, se notaba que repasaba de crema sus tetas con una pasióndesconocida por mí, luego se sacó sus bragas  y se pasaba la bendita crema en su vagina con algomás que pasión. Sin dudas mi madre estaba excitándose como hacía tiempo que nolo hacía, o eso aparentaba, diría que sus pensamientos volaban al pasado, comolo que había vivido con su ex marido, pese que ahora lo detestaba, pero poniéndoleatención a lo poco que escuchaba de sus ahogadas palabras, mencionaba mi nombre…por breves segundos su mirada regresaba a la puerta del baño, incluso pensé queme estaba mirando y un frio gélido me recorrió el espinazo.
De pronto mamá se sentó en su “nuevacama” abriendo las piernas, al tiempo que cerraba los ojos, no podía evitarexcitarme, al ver que ella continuaba con sus propias caricias… sus inaudiblespalabras no tardaron en cambiar por apagados gemidos mientras se metía susdedos en el primer coño que veía en vivo… quedé paralizado al ver a mi madre conuna mano en el pubis y la otra que subía y comenzaba a masajeárse su inmensastetas; era una visión que nunca me imaginé ver… las tetas de mamá eran máshermosas de lo que yo había imaginado… pero mi estupefacción fue prontamentesuperada por una calentura inimaginable e incontrolable, por lo que sin mayorreflexión tendido en el suelo del baño, saqué mi verga del pijama, ésta que volvíaa despertar se endureció nuevamente como un hierro, y comencé a pajearme confrenesí.
Mi mamá Julia, sin saber queera observada, continuaba con su masturbación, usando dos dedos para tocarse suclítoris, ¡cuando de pronto! en una avalancha de placer, otorgada por un casisilencioso orgasmo, soltó un claro ¡Claudito!, cosa que me sorprendió, tal vezella estaba imaginándose que era penetrada por mí, así lo supuse… mamá seapretaba el coño y las tetas mientras explotaba en un gran orgasmo.
Por mi parte, al ver y escucharlo que hizo mi madre, interrumpí mi paja, quedando atónito y triste a la vez;sorprendido por la masturbación de mi madre, nunca pensé que ella se pudieseautosatisfacer y no tengo calificación para describir lo asombrado que medejaba la mención de mi nombre; en cuanto a lo triste, todo fue por el llantoque presencié.
Cuando mi erección ya estaba menguando,me levanté del suelo y acto seguido me fui a acostar, sin dejar de pensar en todolo presenciado; rememorando vívidamente a mi madre desnuda masturbándose mientraspensaba en mí. Con ese pensamiento y ya en mi nueva cama, mi verga volvió a todoa su máximo esplendor, volviendo a retomar mi febril paja, alcanzando un monumentalorgasmo, que manchó mi pijama y pringó mi mano con una gran cantidad de semen.
Vencido luego por el sueño, medormí hasta que, al otro día, cuando escuché a mi madre en la ducha, me levantécasi sin reflexionar pensando en rememorar lo del día anterior, me tendí en elsuelo de mi cuarto que también tenía una celosía en la puerta de acceso albaño, tratando de mirar por ella al interior, pero no era posible ver haciadentro del baño, el sistema no era reversible. Traté de abrir la puertalentamente, pero me di cuenta que era muy probable que me sorprendieran y mi potencialcastigo sería aún mayor, pues ya no podría negar nada y eso sin duda agravaría mifalta.
Rato después mamá apareció enmi cuarto totalmente vestida y junto con saludarme se sentó en mi cama… segúnella para hablar… eso me turbó y me sentí muy mal, pero ella se instaló en micama hablando con calma. Me dijo que no tenía de que avergonzarme por nada delo sucedido anoche cuando entró por la crema. Es más, se disculpó por entrar sin llamar, como también me confesó, que soloahora había descubierto que yo había crecido y ya no era un niñito, al respectotambién mencionó que por lo que vio, todo estaba bien en mí y que para que notuviera ninguna duda… “la había encontrado grande”, posiblemente muy cercana altamaño de lo que tenía papá.
Si bien no sé qué tan valederaera dicha confesión, dado que yo en ese momento no tenía mucho conocimiento deltema, ni menos como era la verga de papá, no repliqué nada… pero para misadentros me alegré… pues si bien mamá solo había conocido a un solo hombre, esono le restaba mérito a su “confesión”. En fin, ella la encontró realmentegrande para ser yo solo un chico, eso en ese momento me infundió orgullo,jajaja... yo era un chico muy grande, jajaja
En esa conversación y confesión,mamá se explayó diciendo que a todo el mundo le podía pasar lo de necesitar unalivio o descarga y comenzó a divagar en situaciones de adolescentes yenredarse en explicaciones inentendibles, se notaba que no era papá y sabíapoco de hablar con un chico, pese a sus esfuerzos se enredó completamente… dentrode sus enredos incluso me dijo que comenzó a pensar en la última oportunidad enque tuvo sexo con su ex-marido, o sea papá, lo que pasó solo un poco antes deque se escapara, y lo que extrañaba sentir los orgasmos que le arrancaba y queahora solo eran un recuerdo en su vida, cosa que no solo me avergonzó a mí,jajaja.
Mamá tiempo después de esta conversación,me confidenció que después del descubrimiento de mi cambio de niño aadolescente, no solo se sorprendió de mí, si no, que también de sus propiospensamientos referentes a mí, como también de que se arrancara su orgásmicogritito, oculto en una maraña de recuerdos y sentimientos casi olvidados. Nuncase imaginó tal situación, dándose cuenta de lo incestuoso que fue su reacción, duranteesa confesión, soltó un silencioso sollozo, casi imperceptible, intentando conello expiar su pecaminosa reacción y arrepintiéndose de sus libidinosos eincestuosos deseos, incluso me dijo que por un buen tiempo quedó llena de culpay remordimiento.
Terminada la complejaconversación, mamá se fue a la cocina, por lo que al rato después y con mi pijamaaún manchado, fui a la cocina a tomar desayuno, encontrándome con mi madre Julia,tía Dani y mi prima Ani, las saludé con algo de desgano por lo cansado quehabía sido mi primera noche en la nueva casa, mi actitud cambió rápidamente alver lo bellas que eran, ahora que me di cuenta que son mujeres tan normalescomo cualquier otra, pensé que las observaría con el máximo de respeto y siemprecon admiración.
Las dos primeras se alistabanpara ir a trabajar, mientras que mi prima la que se encontraba al igual que yoen pijama, claro que uno muy coqueto, era de un rosado casi infantil, pero dejabaadivinar sus emocionantes curvas, estaba desayunando para luego salir adivertirse, fue en ese momento que mi madre mientras me daba un beso en lamejilla me dijo en voz baja:
·        Claudio, a mi regreso necesitamos hablar.
·        ¿Pero lo que hablamos recién?, repliqué
·        Solo fue el inicio, necesito aclarar algunostemas
·        Bueno mamá, que te vaya bien en el trabajo,respondí,
Si antes me había calmado prolo conversado, ahora me quedaba aún más preocupado y nervioso, pensando que enla tarde me castigarían de forma muy severa, traté de pensar cuál sería el posiblecastigo, pero solo me veía echado de la casa o enviado a un Liceo Premilitar.
·        Adiós tía Julia dijo Ani, para luego decirme, ¿Claudioquieres ir a la piscina del club que hay aquí cerca a nadar?, ¡di que síprimito!
·        No sé si pueda, ¿ya has invitado a Isa?, lecontesté intentando en forma estúpida, desligarse de la invitación.
·        ¿Por qué no podrías?, me contraatacó, pídele permisoa tu mamá antes de que se marche y en cuanto a Isabel, me dijo que habíaquedado con sus compañeras de universidad para entrenar voleibol.
·        ¿Mamá pue…?, alcancé a decir dirigiéndose a mimadre.
·        Anda, se adelantó mamá, creo que eso te harábien, distráete y gastar energía, adiós Claudito, ya voy atrasada y me pillaráel “embotellamiento”, refiriéndose al aumento de vehículos en las calles.
·        Bien, entonces nos vemos en una hora listospara salir, debes llevar toalla, gorro de baño y todo lo que necesites para laducha, me dijo Ani.
·        Por supuesto, no es la primera vez que voy a unclub, respondí algo malhumorado ya que me trataba como a un niño.
·        Adiós niños, yo también me voy, aquí tienesdinero para que Claudio pague su entrada y le compres un helado, dijo tía Dania su hija.
·        Adiós tía y gracias alcancé a decir.
Pese a que me seguían tratandocomo niño chico, no me molesté, pues este niño chico no dejó de admirar lafigura de tía Dani, que hoy llevaba un vestido veraniego que le hacía destacarsus grandes atributos, por lo que pensé, ¿Cómo no voy a estar excitado todo eldía con estas parientes?, volví mi vista hacia Ani, mirándole el canalillo desus tetas a través del pijama de niña buena que vestía, ¡Uff no será fácil vivircon ellas!.
A la hora señalada meencontraba esperando a Ani, cuando vi a mi hermana Isa vestida con su tenida devoleibol, se veía arrebatadora, no podía evitar hacerle un repaso de pies acabeza, pensando que era una diosa del Olimpo que había bajado a la tierra, conesas tetas paraditas, sinuosas caderas, y ese respingón culito apretado, todoello destacado por el sexy atuendo, ¡qué buena estaba!, cuando una voz me dijo.
·        ¿Qué me estás mirando tanto pardillo, tengoalgo malo?, me dijo Isa.
·        No nada, solo me sorprende verte en tenida devoleibol en vacaciones,
·        Es que quedamos con mis compañeras entrenarpara no perder el nivel de juego y estar lindas para la playa, respondió conuna risita, que reflejaba su buen humor.
·        Vamos Claudio, ya estoy lista para salir, adiósIsa, nos vemos, llegó diciendo Ani.
·        Adiós Ani, cuida a mi pardillo, dijo Isa continuandocon sus puyas hacia mí.
·        Adiós dijimos al unísono Ani y yo, mientras salíanen dirección al Club cercano.
Una vez en el lugar, Ani meenseño las instalaciones para luego dirigirse a los vestidores, cuya entradaera la misma que la mía, pero que luego se dividía en mujeres y hombres,acordando encontrarnos en la entrada para ir a la piscina juntos. Me cambié sinproblemas, dejando mis ropas y lo que no iba a usar en la piscina en uncasillero, pedí las llaves al encargado, el cual me costó encontrar, puesestaba barriendo hacia el fondo de los vestidores, que eran bastante grandes.
Comencé a esperar a Animirando los carteles del recinto, donde se leían las reglas de uso de lasinstalaciones, recomendaciones y precauciones que debían tener los usuarios,cuando en eso escuché mi nombre:
·        Claudio ven que necesito ayuda, dijo Ani con envoz baja pero lo suficientemente fuerte para ser escuchada por mí.
·        ¿Qué pasa?
·        Ven que necesito tu ayuda, dijo Ani mientrasasomaba su cabeza por el dintel de la entrada del vestidor de mujeres.
·        ¿En qué puedo ayudarte Ani?
·        Entra y te muestro, dijo Ani.
·        Pero es el camarín de damas, repliqué.
·        Ya lo sé, pero no hay nadie que me ayude,puntualizó mi prima.
Entré titubeante, mirando paratodos lados, por lo que Ani me tomó de una mano y me arrastró hasta un vestidor.La miré algo asustado por si nos descubrían, ella iba cubierta por una túnicade baño que la cubría por completo, la que luego descubriría que se llamanpareos y que era de origen tahitiano. En todo caso se veía preciosa, por lo quequedé por unos segundos embobado por su belleza, hasta que me habló cuando cerrabala puerta y salí de mi ensoñación.
·        Ayúdame
·        ¿Cuál es tu problema?
·        No puedo amarrarme bien el sujetador delbikini, me dijo Ani mientras se sacaba el pareo. Quedando a escasos centímetrosde mi dándome la espalda.
·        ¿Bueno qué hago? dije mientras le miraba elcuello y espalda a mi prima
·        Toma las tiritas que te estoy pasando yamárralas con una rosita detrás de mi nuca, me dijo Ani.
·        Mmmmmfff…..No es fácil, son muy cortas, le dije,mientras miraba a Ani por medio del espejo de la pared del vestidor, notandoque mi prima tenía el brazo izquierdo tapando sus tetas y con la mano derecha mepasaba un par de tiras.
·        Espera las alargaré todo lo que pueda, dijoAni, sacando su brazo izquierdo y tomando una tira con cada mano ylevantándolas hacia mí, elevando sus pesadas tetas.
·        Mmmff … tomando las tiras, intentaba anudarlas,pero yo estaba embobado mirando más el espejo que las tiras
·        Fíjate en las tiras y no en mis tetas, dijo Aniclavando sus bellos ojos verdes en mi mirada.
·        Ok, dije intentando poner atención en las tirasy tomar de mejor forma las puntas de ellas las que Ani ahora me pasaba con susdos manos, cuando en eso, antes de yo tomarlas, las suelta.
Las no muy elásticas tiritas saltaroncomo resortes impulsadas por el peso de las grandes tetas de Ani, con lo quelos triangulitos de género que las tapaban también cayeron, viéndose dospezones de un rosado algo más oscuro que el resto de su casi nívea piel dondeno llegaba el sol, mostrando un morboso contraste entre el ellos y el dorado desu bronceado veraniego. ¡qué bellos manjares se exponían a mi vista!  El tiempo transcurrido debió ser muy corto, ¡solosegundos!, pero para mí fue casi una eternidad de glorioso placer. Ani se tapólas tetas con las manos y me dijo
·        ¡Ayh... que haces tonto! intentando tapar sustetas con las manos.
·        No fue mi culpa, no alcancé a tomar las tiras ytú las soltaste, repliqué aún perturbado por la gloriosa visión de las tetas demi prima.
·        Haz algo, dijo Ani, nerviosa por la situación.
·        Espera voy a tomar las tiras
Tomé las tiras intentandocubrir las enormes tetas de mi prima, aún cubiertas por sus manos, las que debíande salir, si no, la tarea era imposible… al movernos podría jurar que las rocé,eso provocó que mi ya manifiesta erección diera un respingo dentro del bañador.Finalmente Ani resignada, sacó sus manos acomodando malamente su sujetador, y tomósu pelo para despejar mi visión de las tiras… luego continuó tapandoparcialmente sus tetas con un brazo; pero su brazo impedía dar el suficientelargo a las tiras, menos si no intentábamos acomodar los generitos delsujetador… las tiras estaban muy tirantes y algo cortas, por lo que le dije
·        Ahora, saca el brazo para que pueda amarrarlas
·        Bien, pero no sueltes las tiras, o te mato, dijoAni.
Procedí a tensar las tirasmientras Ani, con cuidado levantaba sus tetas con las manos… mis hormonasestaban revolucionadas, pues para mí, la situación no podía ser más erótica,por lo que mi tiesa verga comenzó a reaccionar a los estímulos visuales dandoverdaderos respingos.
Mientras Ani, acomodaba sustetas yo estaba con un ojo en el nudo y el otro en la maniobra de acomodo de miprima, por suerte para ella yo no era muy osado, jajaja. Finalmente lo logré yle dije:
·        Creo que ya está,
Mientras aproveché de repasarcon la vista su culo y tetas, ella era una chica escultural, pero de inmediatose dio cuenta y me respondió:
·        Si gracias, ¿disfrutaste del espectáculo?, medijo con tono de reproche.
·        No, solo intentaba ayudarte, repliqué.
·        No te creo, dijo Ani
·        Pero es la verdad, estoy aquí porque tú me lopediste y no para exponer tu busto, además tu bikini te queda chico y eso no esmi culpa, volví a excusarme.
·        Tu “amiguito” lo desmiente, me dijo Ani con untono algo más conciliador, luego de fijarse en mi erección.
·        Pero… alcancé a decir, cuando Ani meinterrumpió diciéndome
·        Las excusas agravan la falta, esperemos un ratopara que se baje tu euforia de estar en un vestidor con una belleza como yo, medijo riendo mientras se ponía su pareo. En todo caso puedes que tengas razón deque mi bikini me quede un poco chico, pues mis lolas me han crecido, y no usabaeste bañador desde el verano pasado, finalizó mientras asomaba la cabeza desdeel vestidor para mirar si había “moros en la costa”
Salimos sin problemas y unavez en la piscina, nos dedicamos a nadar unos cuantos largos, conversamosacerca de su colegio, que sería también el mío, pues iríamos al mismo, inclusotal vez fuésemos compañeros de sala, ya que estábamos en el mismo grado, ella medecía que sería estupendo que quedáramos en el mismo curso, para así le ayudaríaen las pruebas, pues no era muy buena en matemáticas.
·        Y que gano yo con eso, dije.
·        Mi aprecio y que le comente a mis amigas lobueno que eres.
·        Pero ellas ni me miraran, pues usualmente soloven a los chicos grandes y que van a la Universidad, aportillé.
·        Mira Claudito, yo soy una excelente consejerade mis amigas y tú si bien eres chico de edad, tienes un físico que envidiaríanmuchos hombres y por lo que puedo apreciar, tu “amiguito” que tienes, tambiénes envidiable, jajaja.
·        Bueno en ese caso cuenta conmigo…..perdón peroen realidad crees que mi “amiguito” como dices tú, está bien, ¿Cómo lo sabes?Pregunté algo avergonzado pero al mismo tiempo curioso, mientras recordaba laspalabras de mamá.
·        Bueno la verdad, no es que haya visto alguno,pero a mis compañeros más de una oportunidad han tenido una “carpa” luego deestarnos mirando a mis amigas y a mí, comentó Ani.
·        !¿En serio?!! Dije sorprendido.
·        Sí, y puedo decir que tu carpa era digna delcirco “Los Halcones Voladores”, jajaja. Eso sí, no debes estar mirándome continuamentelas lolas y mi culito, porque se me puede gastar, siguió en tono de chanza.
·        Trataré, pero no puedes usar bikinis que tequeden chicos dije con una sonrisa, siguiendo el tono de la conversación.
Un poco antes del almuerzo decidimosirnos del club, por lo que nos dirigimos los vestidores, acordando esperarnosal igual que al inicio. Luego de estar listo la esperé a la salida, estabanuevamente viendo los anuncios, cuando en eso sentí que me llamaba Ani, miré y ellaasomando su linda cabecita me dijo:
·        Necesito tu ayuda nuevamente, con un tono entrevergüenza y divertido
·        ¿En serio, no es broma?, respondí.
·        Espero que seas bueno con los nudos dijo Aniinstándome a entrar.
·        ¿Cuál nudo?... el que te hice está bien y fácilde sacar
·        Ya no, metí la pata con los dos nudos de misujetador
·        Nunca te voy a pedir atar mis zapatos, le dije.
·        Ya estas grande para necesitar que te aten loszapatos, respondió Ani.
Miré la espalda de mi prima yvi que tenía dos nudos ciegos por tirar mal de los lazos sin fijarse,ocasionando el problema, por lo que mi prima en verdad estaba atrapada por suhúmedo bikini.
·        No va a ser fácil, por lo que ten paciencia, ledije.
·        Bueno, mientras no intentes mirarme las lolasnuevamente, dijo con una leve risita Ani
·        Yo creo que haces esto para que realmente lasmire.
·        En todo caso son dignas de ser miradas ¿o no?,contestó casi desafiante.
·        Te sacaré el de arriba primero, el otro lopodrás sacar tú, le dije seriamente sin responder la última pregunta.
Aun cuando me costó mucho poderdesatar las húmeda tiras de tela, luego de un rato lo logré… aprovechando demirar a mi prima como se sostenía y tapaba sus tetas con el brazo mientras conla otra mano tomaba su pelo para que no estorbara mi trabajo.
·        Tu “amiguito” va a despertar si me siguesmirando así, me dijo Ani mientras me miraba por el espejo sorprendiéndome. Loque permitió que mi concentración se fuera y mi calentura volviera
·        Y tú deberías dejar de hacer nudos para que te tengaque venir a ayudar.
·        Es que me encanta que mi héroe y su escudero vengana mi rescate, dijo con una tierna sonrisa, mientras miraba mi notoria carpa enel pantalón.
·        Está listo, mira sin no hay “moros en la costa”,dije haciéndose el desentendido del comentario del escudero.
·        Puedes salir mirón….y calma a tu “amiguito”, yaque ha tenido un día agitado conmigo, se río Ani

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