Monica calentandome y dejandome hacerla

Estaba en casa de Mónica cenando con ella, pues habíamos realizado un intercambio, y mi novia y Edu estaban en nuestra casa. Esta iba guapísima, con un vestido de falda ancha, a cuadros grandes con varios tonos marrones, de media manga, dejando ver la forma de sus grandes pechos, sin ser ajustada, hasta medio muslo, con unas medias marrones claras transparentes y unas botas marrones.
Tras cenar, nos sentamos en el sofá, donde tomábamos una copa. Allí comenzamos a besarnos y meternos mano. Acaricié sus tetazas y piernas y cuando fui a subir mi mano por su ella, Mónica me paro. Se levanto y se puso frente a mí. Me dijo que tenía una sorpresa de las que a mí me gustaban y comenzó a subirse la falda, lentamente. Pronto se vio la liga de la media inmediatamente, aparecieron los tirantes blancos del liguero que Mónica llevaba. Siguió subiendo hasta mostrarme su delicioso coño, pues no llevaba tanga alguno, solo el liguero blanco. Estiré mis manos y comencé a acariciar sus piernas. Una de ellas subió y acaricio su coño, antes de empezar a masturbarla. Me levanté y nos besamos, mientras seguí masturbándola.
Mónica se sentó en la mesita baja del salón, con la falda subida por la cintura. Me coloqué de rodillas en el suelo entre sus piernas y comencé a comerla el coño, mientras acariciaba sus piernas. Mónica apretaba mi cabeza con sus muslos y sus manos, para comerla el coño más a fondo. No me soltó hasta que se corrió, en abundancia, en mi cara. Me levante lo justo para besarme con ella, mientras acariciaba sus muslos y tetazas.
Me puse completamente de pie y me quité los pantalones. Mónica agarro mi polla y comenzó a lamerme el glande, mientras acariciaba mis huevos con una mano, y me masturbaba con la otra. Cuando comenzó a hacerme una mamada, se la metió entera en la boca y siguió jugando con mis huevos. Cada vez me la comía más rápido. La mande parar y que pusiera sus manos en su espalda. Saqué la polla de su boca y comencé a pasarla por su cara y sus gafas, llenándolas con las babas que había dejado en mi polla. Agarré mi polla y comencé a golpearla la cara con ella. Cuando lo hacía en sus gafas la daba bien fuerte, haciendo que se la movieran.
La di un par de tortas y la pedí q abriera la boca todo lo que pudiera. Esta lo hizo y comencé a meter todos los dedos de mi mano en ella como si se la follara. Pase mi polla por sus labios y coloque mi glande en los bordes de sus labios, pasándole por el haciendo el círculo que formaba su boca. La fui metiendo poco a poco en su bocaza, haciendo círculos, tocando su lengua y su paladar. Cuando la tuve entera dentro, aprete su cabeza contra mí y la mantuve hasta que esta comenzó a tener arcadas. La saque y Mónica tosió e incluso echo saliva, soltando lo que no había podido tragar. La volví a hacer abrir la boca y comencé a follársela duro. Agarre su pelo y tire de él, a la vez. Saqué mi polla más babeada aun que antes y volví a restregársela por las gafas.
Me bese con Mónica, antes de ordenarla que se colocara a gatas en la mesita. Subí su falda hasta la cintura, nuevamente, y la di varios azotes duros. Me puse un condón y comencé a follarla el coño, mientras continue con los azotes. Mónica me pedía más dureza y yo cumplí sus deseos, metiéndosela cada vez un poco más duro. Me incliné sobre ella y la volví a tirar fuerte del pelo. Nos pusimos de pie, subí una pierna a la mesa y volví a levantarla el vestido, para meter ahora mi polla por su culo. Mientras se lo follaba, la mordía el cuello y las orejas y la apretaba del cuello.
Me senté en el sofá y Mónica se sentó sobre mí, rodeándome con sus piernas. Se metió mi polla en su coño y volvimos a follar. Esta cabalgaba como una loca, mientras nos besábamos y acariciaba sus piernas. Subí mis manos hasta sus tetazas y se las aprete bien fuerte. Mónica se desabrocho una pequeña cremallera que llevaba en un lateral del cuello y la ayude a quitarse el vestido. Además del liguero, debajo llevaba un sujetador blanco de triangulo, con encaje, que transparentaba sus gordos pezones. La volví a agarrar del cuello y tiré de ella hacia atrás. Agaché la cabeza y la mordí las tetazas, con el sujetador puesto. Esta no paraba de cabalgar y la quite el sujetador para devorar sus tetazas.
Mónica se metió mi polla por su culo y siguió cabalgando, como una loca. La agarre de la cintura y sus tetazas botaban maravillosamente. Comencé a golpeárselas y a pellizcar sus pezones, estirándolos. Bajé mi cabeza y comencé a succionar y morder sus gordos y duros pezones. En ese momento, Mónica, se quedó sentada, con mi polla bien clavada en su culo y se puso a moverse en círculos.
Mónica se colocó en el suelo de rodillas, entre mis piernas. Me quito el condón y dio varios lametones a mi glande. Comenzó a hacerme una mamada maravillosa, mientras clavaba su mirada en mis ojos. Mi mano acariciaba su cabeza y varias veces, la apretaba para metérsela entera. Mónica metió mi polla entre sus tetazas, las apretó y comenzó a hacerme una cubana. Empezó suave, para poco a poco ir cogiendo bastante velocidad. Tanta que a veces se escapaba mi polla de entre sus tetazas, momento en el que la daba una torta y le decía que volviera a meterla. Cuando me iba a correr, la saque de estas y la dije que abriera bien la boca. Comencé a masturbarme apuntando a su boca, pero cuando me corrí, cambie y apunte a sus gafas, dejándoselas bien blancas, con la primera corrida. Las siguientes las eche sobre sus tetazas, hasta que Mónica agarro mi polla y la metió en su boca, tragando lo que me salió y limpiándomela. Mónica se sentó, lateralmente sobre mí, nos besamos, y acaricie sus tetazas, restregando mi semen por todas sus tetazas.

Mónica se fue a limpiar y cuando volvió vino con un bote de nata. Antes de sentarse sobre mí, se llenó sus tetazas con la nata. Se coloco de rodillas, mirándome, y comencé a comérselas y acariciárselas. Chuperretee sus pezones gordos mientras echaba nata en ellos. Me pidió abrir la boca y me la lleno de nata. Nos empezamos a besar, pasándonosla. Mónica se colocó a gatas en el sofá y lleno mi polla de nata. De un par de lengüetazos me la limpio y volvió a echar nata en ellas y lamerla, un par de veces, antes de hacerme una mamada. Una de mis manos acariciaba su cabeza y con la otra comencé a masturbarla.
Con mi polla durísima, Mónica me puso un condón. Me coloque de rodillas en el sofá, detrás de ella. Pasé mi polla por la raja de su culo y fui bajando hasta meterla en su coño y follarla. Me incline sobre su espalda y agarre sus tetazas, mientras la follaba cada vez más fuerte. La tumbe boca abajo y me tire sobre ella, follándola el culo. Apretaba su cabeza contra el sofá, dificultando su respiración a veces.
Mónica me dijo que tenía el columpio montado en la habitación, así que nos levantamos y nos dirigimos allí. Tenía el columpio puesto en la puerta. La subí y se quedó colgando, con las piernas abiertas, con la espalda contra la pared. Me arrodillé y la comí el coño, mientras la acariciaba las piernas con esas sexys medias y el liguero. Me levanté y volví a meter mi polla en su jugoso coño. Agarre fuerte sus muslazos y la folle. Estire una de sus manos y agarre una de sus tetazas. Coloqué sus piernas en mis hombros y seguí follando su coño, ahora más fuerte. Agarre sus tetazas apretándolas cada vez más fuerte y tirando de sus pezones.
La volví a colocar las piernas en mi cintura y me arrimé a ella. Seguimos follando y nos besamos, con mis manos agarrando aun sus tetazas. Cada vez que agachaba la cabeza, la devoraba las tetazas. La gire y la coloque tumbada boca abajo, colgada. Me puse detrás, entre la pared y ella, La abrí las piernas y me coloqué entre ella. Metí mi polla en su coño nuevamente y la follé durísimo, mientras la azotaba el culo, cada vez más fuerte. Cuando tuvo los glúteos bien rojos, por mis azotes, metí mi polla en su culo y se lo comencé a follar, con buenas penetraciones hasta el fondo. Me incline lo necesario para agarrar sus tetazas y seguir disfrutando con ellas.
La coloqué las piernas dobladas y algo elevadas y volví a follarla el coño. Mónica me aviso que iba a correrse, así que me arrodillé y volví a comerla el coño, hasta correrse. Volví a levantarme y la seguí follando el culo. Cuando yo iba a correrme me coloque por delante, me quite el condón y volví a follar la boca a Mónica como un loco. Agarre fuerte la cabeza, metiendo mi polla hasta el fondo, cuando me corrí. Esta me lamio la polla y me la dejo bien seca.

Baje a Mónica del columpio y nos tumbamos en la cama, donde nos quedamos besándonos. Pronto mi cabeza bajo hasta sus tetazas, comiéndoselas, y mi mano a su coño, masturbándola. Saque un consolador y unas bolas chinas de un cajón, donde sabía que Mónica los guardaba. Volví a comerla las tetazas, mientras la masturbaba con el consolador. Comencé a meterla el consolador por el culo y entonces me coloqué entre sus piernas y la comí el coño. Dejé el consolador dentro de su culo y comencé a meter y sacar las bolas chinas de su coño. Deje ambas cosas en sus agujeros y me coloque sobre su cabeza. Pase mi polla por su cara y esta trataba de pasar su lengua por ella. La ordené abrir la boca y comencé a follársela, hasta el fondo, provocándola varias arcadas.
Hice a Mónica colocarse a gatas y saqué de su culo el consolador. Me puse un condón y la empecé a encular. Fui a distintas velocidades, provocándola fuertes gemidos cuando más rápido iba. Me senté en la cama y Mónica lo hizo sobre mí, dándome la espalda. Seguí con la polla dentro su culo, mientras agarraba fuerte sus tetazas y nos besábamos. Nos tumbamos de lado y me coloque en su espalda. Tras follarla un poco más el culo, saque las bolas de su coño y se lo folle. Nos besábamos cada vez mas apasionadamente y mi mano acariciaba su pierna levantada y sus tetazas.
Cuando me iba a correr, Mónica se colocó a gatas y me quito el condón. Lamio entera mi polla antes de hacerme una gran mamada, hasta que me corrí. Tras dejármela limpita, nos quedamos dormidos.

Me desperté antes que Mónica, la cual dormía preciosa con sus tetazas al descubierto. Fui a beber agua y al volver, no pude contenerme y comencé a masturbarme mirando sus tetazas. Me tumbé a su lado y comencé a jugar con mi lengua por uno de sus gordos pezones. Este se puso durito, pero Mónica no se despertó, por lo que comencé a trabajar con el otro pezón. Mi mano acabó dentro de la sabana, bajando hasta su coño, y comencé a masturbarla. En ese momento si que se despertó, con un fuerte suspiro. La mire y sonreí y esta me dijo que por favor no parara, empujando mi cabeza con su mano, para que siguiera con sus pezones. Con ellos bien duros, los comencé a mordisquear.
Me tumbe sobre Mónica, a la que aparte la sabana. Coloque mi polla en su cara y comenzamos un gran 69. Mi polla, que ya estaba dura, entraba hasta dentro, tocando a veces su campanilla. Mi lengua se metía, también entera, en su jugoso coño, moviéndose en círculos.
Me puse un condón y me puse de rodillas entre las piernas de Mónica. Se las coloque en mis hombros y la folle el coño, empapadísimo. Mi polla entraba y salía veloz y fácilmente gracias a lo lubricada que estaba. Luego la volví a follar el culo. Sus tetazas se movían para todos lados y me estaba poniendo más cachondo aún. Me tumbé sobre ella y volví a follarla el coño, mientras se las comía. Mónica apretaba mi cabeza contra ella. Volví a ponerme de rodillas y Mónica se colocó de lado. Subí su pierna y volví a encularla. Estire mi mano para seguir jugando con su tetaza.
La tumbé de nuevo y me senté sobre ella. Coloque mi polla entre sus tetazas y me quite el condón. Me hizo otra tremenda cubana y cuando me corrí no la avisé saliendo mi chorro hacia su cara. Nos levantamos y nos fuimos al baño. Mientras se calentaba el agua, nos besamos y metimos mano. Bajo la ducha, Mónica se arrodillo y me limpio bien la polla con una mamada. Luego yo la comí el coño, hasta que se corrió en mi boca. Mientras nos acabamos de duchar, la comí las tetazas bien mojaditas.

Tras desayunar algo con ella, me vestí y me fui para casa.

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