Mi hermanita, mi puta personal

Mi hermanita, mi puta personal


Vamos a comenzar con esto que sucedió hace un año, mientras mi hermana y yo nos regresamos de las hermosas vacaciones incestuosas que pasamos en las fechas de enero del 2020. Habíamos acordado que lo que paso en el Hotel de Mazatlán jamás lo repetiríamos y nunca hablaríamos del tema. Yo me regrese a canada, pero me devolví a mexico en cuestión de un año (febrero 2021) porque extrañaba mi tierra, y también ya no aguantaba estar alejado de mi Hermanita y mi novia, con la que tenia una relacion a distancia. Era Marzo del 2021 y yo me quedaba en un departamento, que era de mi Novia en ese entonces. Mi hermana era una Adulta independiente y mantenía muy bien la casa de mi Madre que falleció. La casa era de los dos. pero yo siempre le había dicho que se podía quedar con la casa, siempre y cuando fuera responsable con ella.

Mi novia y yo empezamos a tener muchas peleas, ella decía que mi hermana no le caía, que era una doble cara y muchas cosas mas.. yo lo tomaba a la ligera, pero luego ella comenzó a celarle a extremos  y rompíamos casi que a diario siempre por el mismo motivo, intentábamos de nuevo y volvíamos a caer en lo mismo, ella odiaba a mi hermanita, hasta que un día rompimos para siempre y me dolió mucho porque estaba muy encariñado.

Así que en la noche le marqué a mi hermana para darle la noticia, que había cortado con mi Novia, y me había echado del departamento, eran como las 10 de la noche cuando le hice una llamada a mi hermana. Ella contesto, le explique y me dijo: que no había ningún problema que esta era mi casa y que me viniera inmediatamente para acá. y eso hice.

Cuando llegue la salude, traía puesta una camiseta y un short de mezclilla, en el cual se le miraba un cuerpazo, le di un fuerte abraso, tomándola por toda su cintura, le di un beso en la mejilla y me dispuse a contarle la situación con mi Novia.. Me dijo que  mi ex era una loca lunática, que siempre le había caído mal, que se alegraba que hubiéramos terminado.. yo me reí, y dije talvez, pero yo la quería. Estas mejor sin ella me dijo. total terminamos de cenar y nos fuimos a dormir, cada quien en sus respectivas habitaciones.

Yo trabajaba desde casa, en un Call Center, pues había aprendido bastante bien el ingles. Mi hermana estudiaba, trabajaba de estilista medio tiempo, y hacia ejercicio,  a veces yo la acompañaba, y no podía evitar mirar lo buena que se miraba en sus leggins, y me recordaba a nuestra aventura en aquel Hotel.
sexo


Un día ella regresaba del gimnasio luego de la Universidad y vi a mi ex novia en la entrada de su casa, ya que ella vivía cerca de la mía despidiéndose de otro hombre, muy feliz ella, aquello me afectó mucho y entré a casa casi que llorando, vi a mi hermana que estaba cocinando solo en pantaletas y con un camisón blanco. y pasé velozmente a mi cuarto no le di ninguna importancia a aquello de lo mal que me sentía de ánimos y no salí de ahí más pensando tonterías sobre mi ex. 

En la noche tocó la puerta, le dije que me dejara a solas de buena manera por no pelear y ella me dijo “Te traje comida” y continuó, no me molesto porque quería entretenerme un poco, hablar de otra cosa incluso hasta pelear con ella para desahogarme un poco la rabia que sentía. 

Pero al ella entrar me fijé que estaba casi de la misma manera que la había conseguido en la tarde en la cocina, casi desnuda, pero con un camisón puesto.
dormida


 me pone la bandeja en la cama y se sienta, comimos y ella me dice que había visto que entré de muy malos ánimos, que me pasaba? En parte necesitaba desahogarme y le conté lo que había visto, ella me dijo que sabía del nuevo chico de mi ex, que ya los había visto y que no quiso comentarme nada, pasamos horas hablando del tema, me dijo que siempre pensó que ella no era para mí y por eso la detestaba tanto para concluirlo. 

Luego ella comenzó a bromear para subirme el ánimo un poco y hacer payasadas y lo consiguió, había dejado el problema de mi ex por un rato, hasta que le comento que si podía ponerse un pantalón, que a pesar del rato me incomodaba que andara así frente a mí y viéramos una peli que había traído. A lo que ella muerta de la risa se saca el camisón y me lo arroja, yo se lo vuelvo a tirar y le digo “Vístete tontaa” y trato de no verla pero solo no pude evitar voltear a verla pues quedó solamente en tanga, parecía que estaba desnuda, solo traía las tetas al aire, pero dándome la espalda y diciéndome que pusiera la película y la viéramos, mientras la ponía le reclamaba que está bien que fuéramos hermanos pero que tampoco era para tanto, que al menos se arropara, ella solo se reía, mientras se ponía un pantalón y un top, y respondía con bromas, desde ahi la volvi a empezar a ver como una mujer, cuando porfin me habia hecho a la idea que Nunca mas la veria de otra forma que no fuese mi hermana.

Me acosté, ella se recuesta en mi pecho me abraza y me monta una pierna encima viendo la peli, yo estaba extrañadísimo de ese arranque de cariño de ella y la veía también con cara de extrañado. Pero continué hasta que me dio calor tenerla encima, le pedí amablemente que se apartara, encendí el aire y me cambié con un bermuda, delante de ella sin pena, me volví a acostar y se volvió a empiernar conmigo, de nuevo me extrañé pero no le paré. A medida de que continuaba la película ella empieza a hacerme cariñitos, en el cabello, luego en los hombros, en los brazos y después en mi torso. 

Yo tengo el cuerpo bastante ejercitado ya que siempre me ha gustado jugar fútbol, ya aquellos cariñitos estaban pasando a surtir efectos y a calentarme la mente pero yo trataba de concentrarme en la peli de momentos, lo lograba. A pesar de esto también empecé a jugar con su cabello y uno que otro cariñito por su cara totalmente entretenido en la película, a pesar de que a veces miraba de reojo su cuerpo y sentía sus tetas pegadas a mi pecho, me repetía en la cabeza de que no era correcto y volvía a concentrarme en la peli, la cual terminó y estaba pegándonos sueño, ella se voltea de espaldas hacia mí y me dice que se quitará el pantalón para dormir, yo la mire como se bajaba el pantalón rosandome con su culo mi verga, quedándose solamente en su tanguita negra.

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En eso ella se acomoda para dormir y me dice “hermano ven, abrázame, tengo sueño”. Quitándome toda mala intención de la mente la abrazo por su barriguita plana y ella pone su mano encima de la mía, no podía dormirme, ella sí porque las veces anteriores que durmió en mi cuarto roncaba suavecito al quedarse dormida y esta vez lo estaba haciendo, me sentía extraño, durmiendo de nuevo con mi hermana desnuda y abrazados.

Incesto Familiar


 pero poco a poco me iba quedando dormido hasta que sentí que subió con su mano la mía hasta sus tetas. Ya ahí, en ese momento me costaba concentrarme más en que ella era mi hermana y no estaba correcto lo que estaba sintiendo, el tiempo que llevaba sin novia y sin tocar a una mujer me estaba jugando una mala pasada, me empecé a erectarme pero ningún otro pensamiento lograba calmar mi erección ni mi mente.

Ya como último recurso para calmarme, me volteo con suavidad para no despertarla bruscamente y soltarla, cuando consigo hacerlo, siento que es ahora ella quien me empieza a abrazar de una manera tan suave y que sus divinas tetas se pegan a mi espalda de la misma manera, puso su boca junto a mi oído y me susurró que a dónde iba? Empezó a acariciarme el pecho y el abdomen y me susurra “Ya no puedo más” y me comienza a besar la parte alta de la espalda mientras mete su mano en mi pantalón y comienza a pajearme mi erección que nunca se bajó. 
Yo no pude controlar nada, me gustaba todo aquello que estaba haciendo, dándole una malicia excitante a la situación de hacer algo prohibido… Yo pensé en decirle que habíamos acordado jamás repetir lo de aquella vez en el Hotel. Pero estaba tan excitado que no me importaba, yo quería que continuara.

Sus besos se fueron a mi cuello, me desabroché el bermuda para que su mano entrara mejor a pajearme, después de un ratico de disfrutar de sus prohibidos besos húmedos en mi cuello y esa divina paja, me volteo y quedo encima de ella, sintiendo sus tetas pegadas en mi pecho, con mis dos brazos la rodeo completamente y la beso, sentía nuevamente su mano en mi miembro erecto pajeándome y la otra bajándome la ropa, fui besándola desde su boca hasta pasar por su cuello, luego a cada uno de sus pezones erectos, luego a su vientre hasta que mi lengua llego a su entrepierna, estaba totalmente húmeda, mi lengua entró con facilidad haciéndola estremecerse por completo, y así continué metiéndola y sacándola dentro de ella, que tenía un sabor divino, lo que me recordó aquella vez, si algo tiene ella es que siempre huele muy rico…

Jugué por varios minutos con mi lengua dentro de ella y su clítoris, me subí a besarla lentamente mientras metía mis dedos en su vagina muy húmeda, uno, luego dos, hasta que me pidió otro más y reventó en un orgasmo único y a gritos botando chorros de líquido por su sexo, descubrí que le había provocado un squirt y eso me puso a mil…

Ella no se recuperaba totalmente, jadeaba cuando me subí y se lo metí en la boca, apenas podía chuparlo de lo agitada que estaba por aquel orgasmo, hasta que por fin se repuso, me acostó y se concentró totalmente en aquello, solo tuve que decirle “Cuidado con los dientes” para que lo hiciera como toda una profesional, ya que me lastimaba pasándole los dientes a todo mi miembro. Una vez dicho esto, lo lamía y lo chupaba con tanta pasión que sentía que me iba a succionar todo por ahí, que divino! 
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Se subió encima de mí dándome la espalda y poco a poco se lo fue introduciendo mientras veía sus ojos y gemía de una manera tan suave y excitante, me cabalgo de arriba abajo hasta que reventó en otro orgasmo más, botando chorros nuevamente, pero esta vez me la senté en la cara para beberme todo aquel néctar.
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 Una vez más tratándose de recuperar, la puse en misionero y sin dejar que mi boca recorriera sus divinas tetas, su vientre plano y su boca la penetré y me movía alternando entre suave y rápido, en mi mente no había nada más que matarla de placer…

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Después de darle así por un rato la acosté totalmente boca abajo, cerré sus piernas y me busque camino entre sus nalgas para penetrarla por su vagina, sus gemiditos suaves me mataban hasta más no poder, le pregunté donde quería su lechita y ella me dijo que quería tomársela, cuando ya mi eyaculación era inminente, arrodillado la volteé y le metí solo la cabecita en su boca mientras ella pajeaba lo que quedo por fuera con sus manos, sentí que me salía de mi cuerpo con aquella acabada de otro mundo ella atragantándose con mi semen, me agarró por el cuello y me acostó junto a ella dándome un beso bastante apasionado y aun con mi semen en su boca, no paramos de besarnos y acariciarnos con una pasión y una lujuria tan grande por alrededor de una hora, no hubo ni una sola palabra entre los dos ese momento, solo besos y caricias apasionadas, tiempo que fue suficiente para descansar voltearla ella de espaldas a mí y buscar su agujero nuevamente húmedo para penetrarlo, pegadita a mi tocaba sus grandes tetas, acariciaba su cuerpo enteramente, besaba y pasaba mi lengua por su espalda y por su pecho, ella gemía casi susurrando y esos gemidos me encantaban, estuvimos así hasta que fuimos a un sillón, la recliné y comencé a darle oral con mis dedos dentro de ella, chupaba su culito rosadito, besaba sus nalguitas y le daba pequeños mordiscos, empecé a meter un dedo por su culito pero le dolía y me dijo suavemente que aun por ahí no, “reviéntame por el coñito hermano”…

Cada vez que me decía hermano me excitaba demasiado. La tomé por la cintura y se lo metí hasta el fondo.
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 hasta que sus gemidos pasaron de ser suaves a alaridos de placer, le dije: “dime hermano”, a lo que ella completaba diciendo: “Reviéntame hermano! Cógeme duro hermano! Que rico me lo metes hermano! Me encanta tu enorme verga hermano”, hasta que dijo repetidamente me gusta, me gusta, me gusta! Y soltó otro chorro que caía en mi pene y mis piernas dejándome empapado. Luego me senté yo en el sillón y me la monté encima, se penetró y nos compenetramos a movernos sincronizados y salvajemente mientras nos besábamos exquisitamente y sus tetas pegaban en mi cara y chupaba sus pezones, hasta que le dije “me voy hermana, voy a acabar”, traté de zafármela para desparramárselo en la boca pero ella se aferró a mí y solté litros de semen dentro de ella, mientras nos recuperamos nos besábamos totalmente abrazados sin mediar palabras, ella nunca se lo saco y se sentía como chorreaba semen que caía en la base de mi pene y mis pelotas. Así pasamos un buen rato hasta que nos dimos una ducha juntos, no hablábamos, todo era besos y caricias como si fuéramos dos novios que se aman sin control alguno…

Salimos del cuarto que se le sentía un olor a sexo muy fuerte, nos preparamos algo de comer y ella solo me abrazaba sin despegarse de mi mientras yo hacía todo y me besaba sonriendo pícaramente diciendo: “Que rico, que rico, que rico…”. Nos sentamos en la sala a comer y hablábamos, fue ahí que me confesó que desde aquella vez que lo hicimos en el Hotel, no había tenido relaciones, yo no le creí que fuera cierto, a lo que ella me respondió que ella solía masturbarse mucho y que tenía sus juguetitos en su cuarto, cosa que después comprobé y vaya tamaño y grosores que tenían los juguetes que la hermanita se metía, que siempre se masturbaba pensando en mí desde que llego a la casa y por eso me tenia tantas ganas, a pesar de la promesa que hicimos, hace mucho quería hombre cerca pero solo pensaba en aquella vez que tu y yo nos dimos placer. y que tenía mucha curiosidad de volverlo a intentar, tocar mi pene, sentirlo adentro, que moría por eso, pero era muy tímida para ello y que yo era lo más cercano que había tenido…

También me confesó y que me hizo sentir muy halagado que le parecía el odioso más sexy del mundo y que me detestaba pero que a la vez le encantaba porque le despertaba mucha morbosidad verme sin camisa por la casa o en ropa interior cuando dormía, incluso me había pillado desnudo o masturbándome, que la noche que durmió borracha en mi cuarto se masturbo a mi lado viéndome, esa había sido su experiencia más cercana a un encuentro sexual que ha tenido, que le hablaba a sus amigas de mí y que se moría de celos. Yo le confesé que después de aquella vez en el Hotel, y de la promesa que habíamos hecho, yo la veía solamente como mi hermana mocosa fastidiosa e insoportable y pero que una parte de mi quería que fuera mi mujer una vez mas.

Ella también me confesó de todas las cosas que quería hacer en la cama, de todas las posiciones que quería hacer, de las fantasías que siempre había querido cumplir, me hacía preguntas de todo sobre sexo. Desde ese día desechamos el hecho de que éramos hermanos y tuvimos una relación prácticamente de novios durante poco más de un año, de lo cual también les contaré lo más resaltante de este amor de hermanos. 

En el próximo relato les contare las fantasías que le cumplí a mi Hermanita.

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