Erika...

Erika...

Hola de nuevo.



Disfrutando un poco de las vacaciones en nuestro trabajo, decidí llevar a Erika a una playa que está a tres horas en auto de nuestro pueblito, reconozco que su cuerpo no llama la atención tanto como las chicas más jóvenes y delgadas que se pasean por la playa, pero en la noche con una minifalda, blusa escotada y el alcohol que llevan encima los hombres, es de las mujeres más cogibles que se pueden encontrar, al ser un par de turistas más en el enjambre de gente, sacar a flote la puta que es, resulta mucho más fácil, así que la única noche que pasaríamos en el lugar, debería ser provechosa. Escogimos uno de tantos bares de la zona, después de visitar alguna discoteca para pasar un rato alejados del sexo, elegimos el bar y nos pusimos de acuerdo para entrar por separado, yo me sentaría a una o dos mesas de distancia para estar atento a lo que pudiera pasar, ella, eligió una mesa discreta, con poca luz y pegada a la pared, colocándose en un ángulo para dejar a la vista sus muslos, un mesero la atendió sin despegar la vista de sus piernas y del generoso canal que mostraba la blusa, en 15 minutos no paso nada digno de contar, pero pasado ese tiempo uno que otro hombre comenzó a notar que estaba "sola" y las miradas buscando su rostro comenzaron, no falto quién le invitará un trago y de mesa a mesa le hacian la seña de brindar sin pasar de ahí, tiempo después, algún valiente la invitaba a bailar y Erika aceptaba, llegando a hacerlo con unos 4 tipos diferentes, el volumen de la música era muy propicio para hablar en su oído y más de uno le sacaba la sonrisa, debo decir que me aburría un montón al observar la nula iniciativa de pasar a la acción, pero creo que es parte del proceso...


amateur

Calculaba que llevaríamos una hora en el lugar y Erika optaba por declinar las demás invitaciones a bailar mientras me texteaba de que se sentía algo decepcionada y que si en los 10 minutos siguientes nadie se animaba a algo más, nos iríamos de ahí. Le sugerí que mostrará más interés en lo que estaba buscando, osea, que fuera ella quien tomara la iniciativa y que más de uno caería, no me respondió pues en eso un fulano llegó a su mesa y tras cruzar palabras le indico que se sentará junto a ella, la zorra no perdió tiempo casi de inmediato, sin descuidar la plática con el tipo, comenzó a jugar con el tirante de su blusa, en pocos instantes, el fulano remplazo el dedo de ella para hacerlo el, un instante después, casi una teta estaba de fuera y el tipo no despegaba la mirada de ahí, pues ambos pezones se marcaban en la tela, ella lo dejaba hacer y comenzó a tocar la rodilla del fulano, cuando el bajo la vista, se encontró con los muslos abiertos frente a él, casi enseguida la otra mano del tipo se posaba en una pierna de mi esposa y subía lentamente, ella ya rozaba el duro miembro del fulano y se agachaba lo suficiente para que un pezón se mostrará casi por completo, Erika ya acariciaba el paquete sobre el pantalón y separaba más sus piernas, luego, la puta se puso de pie, algo le dijo al oído y el se levantó algo apresurado, lo vi entrar a los baños, que tenían la puerta de hombres y mujeres de frente, la zorra me envió un mensaje rápido, voy al baño, ya imaginas para que.



tetas

También ya sabes que hacer si quieres ver...


Asi terminó el mensaje, decidí que no iría a mirar y disfrutaría del morbo cuando ella me contará, así que seguí paseando la vista por el local y gozando con las pocas chicas que bailaban, el mesero que atendía la mesa de mi puta, paso un par de veces por ahí, en la segunda discretamente buscaba a mi mujer, le hice una seña y le dije que si buscaba a la de esa mesa la encontraría en el baño... Deje la frase en el aire para rematar, de hombres, me parece que está pagando en especie los tragos que le invitaba el que se había sentado con ella. El mesero se me quedó viendo, una sonrisa apareció en su rostro y dijo, no creo, si bien está vestida algo descarada, no le veo pinta de.. puta, me reí, de sobra sabía que en estos instantes el fulano la tendría recargada en algún lugar del baño y se la estaría cogiendo, algo que me pareció extraño es que los hombres casi no entraban al baño, mientras en la mesa Erika hacia de las suyas, yo observaba el movimiento del lugar, quizá el horario influyera en el consumo y efecto de las bebidas en los clientes, digo esto pues en horas más avanzadas de la noche, en esos lugares el tránsito de hombres es más fluido, prosigo, el camarero estaba tan seguro de que la clienta no era tan puta, me apostó 200 pesos a qué en breve ella saldría del baño que le correspondía a su género, le dije que aumentaba la apuesta si el mismo la buscaba dentro del de hombres, acepto la apuesta y encaminó sus pasos hacia el lugar, esperé unos minutos y entre al baño, en el último cubículo, dándome la espalda, estaba el camarero asomando un ojo a través de la hendidura de la puerta, sabía que la zorra la había dejado adrede así, gemidos ahogados se escuchaban y un leve plaf plaf acompañaba los ruidos, imaginé que el tipo estaba tras ella y la penetraba sin bajarse el pantalón, así que la tela amortigua el ruido, me puse a mear y el mesero volteó hacia mí, me señaló el cubículo y hacia movimiento con la cadera como si se cogiera a una mujer invisible, terminé de orinar y fui al lugar, le pedí a señas que me dejara ver, apenas se distinguía por la rendija, el culo de la zorra pegado a la cadera del fulano, me quite y en voz muy baja le dije al camarero que entrara al otro cubículo y espiara parado en la taza, al oír que cerraban la puerta del cubo vecino, el plaf plaf se detuvo, se quedaron estáticos para comenzar de nuevo pero más despacio, otro cliente entro y se quedó parado sorprendido de verme espiando y más aún al ver la cabeza del camarero asomándose por arriba, se encogió de hombros y se puso a mear, se lavo las manos y le hice señas para que viera, cedí mi lugar y vio lo mismo que yo, me hacía señas que esperara y luego me indicaba que ella estaba mamando, no supe si el tipo se corrió en el condón y ella limpiaba o si había terminado en su boca.


cornudo

El otro cliente que miraba, se quitó rápido de su observatorio y me indicaba que nos alejaramos, el camarero se quedó encerrado en su lugar y vi salir al tipo que estaba con ella, observé como guardaba su trofeo en el bolsillo, la tanga de la puta, la puerta quedó a medio cerrar y el otro cliente se asomo de más, me puse a un lado y mire a mi esposa con la falda en la cintura y las tetas de fuera, sentada en la taza, no tuve tiempo de hacer ni decir nada cuando el cliente se sacó la verga, completamente erecta y se metió al baño, le acaricio el pelo a mi mujer y le acercaba el miembro, Erika apenas lo vio, abrió la boca y se lo trago entero, el fulano le agarraba las tetas y le empujaba la verga al fondo, en instantes soltó la leche y se fue tan campante, para esto, el camarero ya observaba desde afuera la acción, también con la verga en la mano, entro y le dijo a la zorra que se volteara, ella que esperaba ese tipo de acciones, puso las manos en el depósito de agua y paro las nalgas, me contaste 500 pesos puta y los voy a desquitar, espero que no estés toda guanga, decía eso mientras empujaba la verga por la concha, me concentre tanto en los acontecimientos que no vi entrar a otros clientes, quizá amigos del fulano que había salido apenas, algunos observaban y salían, otros más morbosos se quedaban a mirar, el camarero se aferraba a las gordas tetas de Erika y empujaba una y otra vez, luego le dijo que se pusiera de rodillas frente a él y soltó la carga en su cara, la zorra recogió algunos grumos y los llevo a su boca, estaba a punto de agarrar un pedazo de papel cuando otro mirón la agarro del cabello y se sacudió el pito frente a su cara, soltando más Lefa, otros dos se animaron a lo mismo y los restantes solo observaban, así, termino otra de las sucias aventuras de mi puta.



Antes de terminar, debo aclarar que las imágenes que incluí en este relato no corresponden al mismo. Hasta pronto fieles lectores.

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