Erika, siempre zorra

Erika, siempre zorra
Ángel y Ramón consiguieron hacer una doble anal con la puta de mi esposa, no me había fijado en el reloj y casi daban las 6 am, daba algo de risa el hecho de que los demás se durmieran mientras los primos agrandaban el ano de mi mujer, estire las piernas y tambaleando, me llene otro vaso Erika apenas se mantenía en pie, si bien los primos no la maltrataron, tanto tiempo en cuatro debilitó sus extremidades, con algo de trabajo logro sentarse en uno de los sillones y le lleve otro vaso con alcohol, dijo que también le pasará una calada de hierba, el ano le ardía un poco y con los efectos se le pasaría un poco.


Al poco Ángel la llevo al baño que estaba listo para que se duchara, mientras los otros vagos se despertaban, agarraban sus cosas y procedían a despedirse, me decían que si los ocupaba para otra fiesta ya sabía dónde encontrarlos. Cuando salía el último, entro uno que no pudo llegar en la noche, pues en su trabajo doblo turno al faltar su compañero, me perdí de mucho? Preguntó a modo de saludo. Pues si cabrón, la fulana es bastante puta y no le hace feo a nada, le dejamos el ano listo para ti...



Ángel me miró y procedió a explicarme que a este amigo le encantaba hacerles el culo a las mujeres, pero que definitivamente pocas le aguantaban el instrumento, que por eso se les había ocurrido meter dos vergas juntas y dilatarlo lo suficiente, en eso, Erika salía del baño con solo la toalla cubriendo un poco su cuerpo, le presentaron al nuevo amigo, simplemente con el apodo de burro, ella estiró la mano y estrecho la del tipo, el burro la barrio arriba abajo y soltó un silbido, no está tan mal, Erika sin soltar su mano, se dio una vuelta, dejando ver el nacimiento de sus nalgas bajo la toalla, al quedar frente a él le pregunto, porque te apodan burro? El se señaló el paquete, Erika se relamio los labios y dijo, quizá me dejes probar un poco, no? Quizá, dijo el, tiene algún tiempo que no pruebo mujer, acabo de salir de cana (prisión) por robo simple y salí bajo palabra, pero tres meses en la sombra sin posibilidad de hacerme una chaqueta (masturbación ) me están pasando factura, mis amigos cuentan que te gusta mucho coger y estoy ansioso, tanto que estoy a punto de violarte, Erika se desprendió de la toalla y le dijo, no es violación si ella se ofrece...



Puedes hacerme lo que quieras, el burro se tomó literales sus palabras, la agarro sin consideración del cabello y le hizo incarse, veamos si eres tan puta, chupa pendeja.



Saco su verga del pantalón y una cabeza color violeta asomó su ojo, algo de baba le escurría, Erika paso la lengua y recogió el líquido, entre más lamía más líquido impregnaba su boca, la que se miraba diminuta ante el impresionante glande, abre la boca perra, ahhhh traga, los labios se abrieron mucho y apenas podía abarcar el grosor, se sacó la punta y se puso a lamer toda la extensión, el burro termino de bajarse el pantalón y unos huevos enormes asomaron, Erika los lamía y trataba de chupar uno a uno, volvía a la cabeza y metía lo más que podía, su saliva llenaba el tronco y se mezclaba con el líquido de él, basta estúpida, no sabes ni mamar un pito de verdad, la jalo del cabello y la arrastró hasta un sillón, venga putos, abran sus piernas que la puta sentirá todo esto adentro, los primos hicieron lo que el burro pedía, no la suelten. Erika se apretaba las tetas y jalaba sus pezones, le decía que fuera bueno y no la lastimará, (comedia pura) el burro metió dos dedos bastante toscos en la concha y otro en el ano, estás bien mojada golfa, pero no lo suficiente, a ver pendejos, me voy a sentar y está puta se va a montar, quiero que se la follen y le dejen la leche dentro, mientras le voy a comer esas tetas, dicho y hecho, procedieron a montarla uno tras otro mientras el burro le comía las ubres, al dejarla llena de mocos, la agarro de las nalgas y le dijo, apunta la cabeza a tu concha, Erika agarro el tronco y lo apunto encajando el inicio del glande, bien zorra, agarra aire ... Y zaz! Sin soltar sus nalgas, empujó lo más que pudo para arriba, más de media verga se alojo en la vulva, Erika se puso roja y no tuvo tiempo de gritar, chorros de las corridas anteriores salieron a presión por los costados, el burro bajo la cadera y dijo, no está mal, pero falta para que te la tragues entera, solo el glande se veía en el interior, volvió a empujar con fuerza y nada, parece que algo se atoraba, mis amigos no hicieron bien su trabajo puta, no entra del todo, la puso acostada en el sillón, abrió las piernas hasta donde pudo y empujó su pene de nuevo, ahhhh pendeja, me arrancas la verga, Erika soltaba lágrimas pero le decía que la metiera toda, que si la aguantaba, el burro empujaba con saña sin lograr su cometido, incluso mi esposa empujaba la cadera para que le entrara bien, pero no podían, impaciente, el burro empezó a tomar ritmo y se la cogió duro, la empalaba una y otra vez, Erika pujaba y le decía que su verga estaba deliciosa, al parecer la puta estaba algo nerviosa y apretaba de más la concha, por eso no le entraba por más que se la empujara, pues a los diez minutos de intensa follada los huevos peludos chocaban con el ano de mi mujer, ahhhh puta me vengo, te voy a preñar hija de puta, siiiiiii toma caldo perraaaaaa, me quema tu leche cabrón! Ahhhhh me vengo también siiiiii dame la leche, todaaaaa, siiiiiii el burro saco poco a poco su enorme verga, que aún lanzaba leche, los espasmos de su miembro así lo hacían ver, Ramón, morboso, tomó el bat y lo metió para evitar que se saliera la corrida, limpia mi verga puta, venga, limpiala bien, Erika lamía los jugos y el potente pene no perdió erección, volteate, en cuatro zorra que ahora me vas a probar con el ano, le escupió dentro del culo y puso el glande, yo estaba maravillado al observar como su ano tragaba el glande, no dejen que se salga el tapón de su concha, agarrenlo bien, ahora sí puta de mierda, tomaaaaaaa y se la dejo ir toda, Erika boqueaba, tratando de jalar aire, su cara roja y el gesto desencajado, ahhhhh definitivamente tu ano es mejor que tú panocha puta, está bien entrenado, se agarro de sus tetas y bombeaba duro, el sudor escurría por su pecho y caía en la espalda de la puta, que recibía las estocadas con cara de zorra salida, debo decir que el burro aguanto bastante tiempo, bombeaba una y otra vez estrellando sus huevos en la concha que tenía bien metido el bat hasta la base, Ramón no dejaba que se fuera agarrándolo con dos dedos, por fin el burro soltó el resto de leche en el recto de mi esposa, que se quedó dormida después de la salvaje follada.

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