Brasil 2012

Haycosas que nos pasan ... y no nos parecen reales ... nos parecen sueños ... noporque no sean posibles sino porque parece demasiado bueno que nos hayan pasado...
Tuveuna fabulosa aventura de verano ese año.
Ale(Alejandro), Daniela y sus dos hijitos, Sonia, la madre de Daniela, Laura, miesposa, y yo nos fuimos de vacaciones al sur de Brasil y nos alojamos en dosdepartamentos en el mismo edificio, a la orilla de la playa.
Lasdos jóvenes, muyyyy lindas: altas alrededor de los 1,70 metros, caras delicadas,peso apropiado (no le sobra ni le falta nada), tetas, culos y  piernasagraciados, cabello largo renegrido el de Daniela, levemente pelirrojo el deLaura.
Compincheslas dos, desde antes de casarse.
Losdos hombres, por separado, habíamos percibido (por un sinnúmero de indiciosconcretos) que, consciente o inconscientemente, nuestras esposas tenían levesapetencias cruzadas. Esto es Laura, mi mujer, con él, Daniela, su esposa,conmigo.     
Loreconocimos en una charla posterior a la aventura que relato.
Fantaseábamoserótico, nosotros dos (después de lo ocurrido, fue evidente, que ellastambién)  pero, los cuatro noscomportábamos con corrección
Enla gestación de la fabulosa aventura, la parte que me correspondió, fuebastante pasiva, (me limité a recoger el fruto puesto a mi alcance)
Lapergeñaron hábilmente, entre los tres.
 
Esedía, después del almuerzo salgo solo (Laura alegó “fiaca”) a caminar hacia unaparte de la playa contigua a una pequeña extensión de vegetación (Mata atlánticale dicen en Brasil) ... y, a lo lejos, veo dos figuras que se alejan de laplaya hacia la mata
SonDaniela y Ale (deduje que habían dejado los niños y la abuela en eldepartamento, para la siesta)
Antesde internarse en la vegetación, él me hace seña de que los siga.
Alargoel paso y, cuando me acerco, a unos 4 o 5 metros, me hace seña de quedarmedonde estoy.
Entrearbolitos bajos y arbustos, en una especie de claro arenoso, él extiende unaloneta y Daniela se acuesta boca arriba, con las piernas abiertas en V.. orientadashacia mi.
Noentiendo sus intenciones...  mantengo ladistancia prudencial y me regodeo de su cuerpo, apenas cubierto por una exiguabikini, ofrecido a mis ojos.
Alese acuesta a su lado,
 
Semiran y empiezan a manosearse ... de repente él la besa, mete mano en elentrepiernas de ella, le aparta la franja de la bombacha que cubre la concha yempieza a acariciarla con entusiasmo ... la tengo frente a mí ... la conchaafeitada que se abre de par en par y se cierra ... por los dedos de él  que entran y salen ... ella se moja y gime...
Yo,con la verga erecta a más no poder, miro turbado, confuso.
Él,levanta la cabeza, me mira y sonríe… le susurra algo al oído… ella ríe y,parece como que está pregustando algo.
Derepente, él, se levanta, me invita, con un gesto, a que me acerque... y sealeja hacia el mar.
Titubeanteme acerco... ella me mira y sonríe, asintiendo con la cabeza... tengo la vergatensada, abultando el slip de baño.
Conpalmaditas en la loneta me invita a que me tienda a su lado.
Nosé de dónde saca un condón, me lo ofrece en la palma de la mano y:
-¡Vení,Julio…. yo te lo pongo..!- murmura.
Nohabía margen para suposiciones, pero, ante mi vacilación ella, agregó:
-¡Daleee   Julio! Tenemos permiso de Ale.. veníiiii..-
Meacuesto, Me toma la cara entre las manos y me besa con entusiasmo, le saco labikini completa y me saco el slip de baño.
Mecalza el condón y, yo, con un “dejatede prolegómenos y al grano” la cubro,  la“empalo” y empiezo a bombearla con fuerza impetuosa, ardiente y lleno depasión.
Todamojada ella, ídem en calentura y pasión, se retuerce y grita de placer...
Hagotodo lo posible para resistir... pero, después de una serie de “entra y sale” profundos, acabo como un novicio en el “cojato”.
Daniela,alcanzó a disfrutar de un preliminar orgasmo, pero tenía otras expectativas ysuelta:
-¡Ahiii….noooo!- con la boca entreabierta, como expresión de descontento,
Meacuesto a su lado, algo frustrado, pero aun excitadísimo. Tanto que, una vezquitado el preservativo, basta un breve manoseo, unos lentos movimientosmasturbatorios y una corta mamada  de  Daniela, para erguir al “JULITO”.
Estoylisto para “empomarla” de nuevo, pero ella no larga la presa, chupa con loslabios y la lengua cada vez más rápido y cuando percibe el pulsar de placer demi verga, la suelta.
Loschorros de esperma, “aterrizan” en su cuello y en las tetas.
Ellase acuesta yo no me relajo, sigo excitado.
Previosuministro de Daniela de un segundo condón, y antes de dar por concluido el increíbleencuentro dejo bien alto mi ego de macho, con una tercera puntada, en posemisionero, prolongada, repleta de placer para ambos y con profusión de orgasmosintermedios de ella, y finales, alucinantes, de ambos..
Quedamosunos minutos estáticos, satisfechos y exhaustos.
Sinadornos de palabras ni rodeos, reconocimos lo fabuloso de la experiencia.
 
Alregresar a mi departamento, Laura me recibió con expresión pícara e sugestiva.
Aleme dejó con su esposa dirigiéndose hacia el mar pero, no llegó a él, al salirde la vegetación enfiló hacia el edificio de nuestros departamentos.
Tocóel timbre del mío con Laura.
Ellaperdió la bombacha y la “fiaca”.
Conrelación a los condones, la baja de dos de ellos (marca Tulipan) que tenía enmi mesita de luz, quedó compensada con los dos provistos por Daniela en la mataatlántica.

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