Hermanas (cap 6.2)

Esa misma noche, como habían quedado, salieron Florencia y sus amigas con Martín. Al chico no le hacia mucha gracia salir con todas mujeres, pero es lo que tocaba, su amigo no quería. Fueron a una discoteca, donde algunas de las amigas de Florcha bebieron de más y se dejaban coquetear por los chicos. 
 
Florencia y Martín también habían bebido, y la noche fue divertida en compañía. Ni uno se le acercó a Florencia, quizás pensaban que estaba con el novio… pero era su hermano. 
 
Pidieron un taxi y se volvieron juntos a casa, ya amaneciendo el domingo. 
 
Entraron a la casa tratando de hacer el menor ruido posible. Bromeaban sobre un muchacho que estaba tan borracho que no podía mantenerse de pie en la discoteca. 
 
Florencia llegó a su cuarto, mientras Martín tenía que seguir por el pasillo hasta el suyo. 
 
- Al fin a dormir. –Mencionó Florencia, bostezando. 
- Sí, muy cansado estoy. 
- Esta tarde estudiamos otro rato? 
- Sí!! 
- Ja, vos querés estudiar para verme. 
- También… aunque me gusta ayudarte. 
- Jaja, sí, claro.. que descanses. 
- Igualmente. 
 
Tras el descanso, y luego de almorzar, Martín estaba viendo un partido de fútbol, cuando Florencia llegó al living a preguntarle si quería estudiar un rato. Obviamente, el chico apagó el TV y salió disparado con ella. 
 
Se repitió la misma escena. Ella acostada en la cama, él sentado al lado, estudiaron. Mientras estudiaban, Martín le miraba la cola y como la ropa interior se le veía mínimamente abajo del jean. 
 
- Qué mirás?- Dijo la chica. 
- Que ya se te nota un poco… 
 
Florcha se miró y se rió. 
 
- Bueno, concéntrate en el estudio ahora… después eso. 
- La tenés puesta desde anoche, no? 
- Sí. 
- Es una tanga como la de ayer o una bombacha? 
- Es una bombacha, cochino, ahora estudiá! 
 
Cuando al fin terminaron de estudiar, Martín tenía los pantalones haciendo presión ya. Florencia cerró la carpeta. 
 
- Dale hermanita, mostrame la bombacha. 
- Andá a fijarte si hay alguien cerca. –Dijo la chica. 
 
Martín abrió la puerta del cuarto, pero no había nadie cerca. 
La volvió a cerrar, y se sentó al lado de ella. 
 
- Nadie. 
- Ok. 
 
Florcha se desabrochó el jean e iba a bajárselo, pero antes Martín la detuvo. 
 
- Flor, quiero me la muestres de frente. 
- De frente? 
- Sí! 
- Oookey. 
 
La muchacha se arrodilló en la cama de frente a su hermano, y se bajó el jean hasta los muslos. Ante él, apareció el pubis de su hermana cubierto por una bombacha blanca. Se le veía que se le transparentaba un poco la mata de pelo del pubis. 
 
- Ya me la viste, me subo el jean. 
- Paraaaa un ratito más Flor. 
- Uh dale querido que más querés ver? 
 
Tras un par de segundos más mostrándole la bombacha a su hermano, ya se subió el jean. 
 
- Gracias Flor, estás hermosa. 
- Jajaja andá… 
- Cuando te vas a bañar? 
- Ahora en un ratito voy, vas a usar mi bombacha? 
- Sí, tengo muchas ganas. 
- Bueno pero no me la manches con semen…. 
- Te molesta mucho? Si total se lavan… no seas malaaaa, me encanta olerla y me gusta mucho llenarla de leche. 
- Leche? 
- Así se le dice al semen hermanita. 
- Ya sé, tontito… 
- Entonces? Déjame echarle mi lechita porfa…. 
- Bueeeno, pero si me la llenas de leche, metela en el lavarropas, no la dejes ahí, entendiste??? Si la llega a ver Agustina nos mata, y andá a saber que pensará mamá si la ve. 
- Sí, tranquila. 
 
Martín salió de la habitación. Florencia, de solo pensar que su hermano se iba a hacer una paja con su bombacha, se excitaba. En el baño, se quitó casi toda la ropa, y se restregó bien la bombacha en la concha, para asegurarse de que quede bien mojada y olorosa para su hermanito. Se la sacó y la dejó allí tirada con toda su ropa. 
 
Luego de bañarse, entró el chico al baño y agarró la prenda. La abrió bien y se dio cuenta de lo empapada que estaba. El olor a concha era demencial. Se hizo la paja, y acabó encima de la bombacha directamente. Se limpió la verga con la tela de su hermana y la dejó allí. Cuando terminó de bañarse, fue hasta el lavadero y la metió en el lavarropas. 
 
La chica cuando se fue a dormir, recreó en su mente imaginándose como su hermano menor se hacía una paja oliendo su bombachita, y luego se imaginó como se la pasaría por la pija, llenándosela de semen caliente y espeso. Se sintió re contra excitada. Al principio le parecía un asco, pero ahora le encantaba. Disfrutaba de darle la bombacha húmeda a su hermanito para que se haga pajas y las llene de leche. 
 
Se tuvo que masturbar en la cama, pensando en eso. Metiendo su mano adentro de la bombacha, tocándose el clítoris, y los pezones. Decidió ir más allá, y meterse la bombacha en la raja de la concha, para llenarla aún más de sus flujos y su olor. Tuvo un orgasmo excelente. Recién se iba a dormir y ya tenía la bombachita empapada para mañana! Se durmió toda mojada. 
 
Ahora que sabía lo que su hermano hacía con sus prendas, estaba más caliente que nunca. Casi todos los días estaba excitada, y mojaba el doble que antes las bombachas. Esto lo notaba su hermano, que cada vez que las recibía, estaban mucho más húmedas que las primeras veces. 

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