4. Ros

En éste post, regresaré a contar sobre Ros, luego de que ella comenzará una relación, dejamos de vernos, era muy raro que la encontrará por los pasillos de la escuela, ya no me preguntaba los su dudas de la escuela. Ella ya estaba en su último semestre, ya casi no tenía y clases.
De pronto, un poco antes de la trío con Lupita e Itzel, Ros comenzó a aparecer en los pasillos. Aquí les narraré lo que sucedio.
De pronto, un día, mientras daba clases, Ros pasó por afuera del salón, llevaba puesto un vestido, muy pegado y muy corto, caminó lento, volteó a verme, se detuvo y me meneó su mano saludándone, acto seguido continúo su camino; yo quedé atónito, sólo me quedé viendo su delicioso trasero, cuando salió de mi vista, continúe mi clase.
Al otro día, sucedió lo mismo, a diferencia del día anterior, ella llevaba puesto unos leggins muy ajustado, que hacían que se notará que llevaba puesto una tanga, está vez yo le dije adiós con la mano, y nuevamente se retiró.
Así pasaron dos semanas, sólo eran esos breves encuentros, nada de mensajes ni fotos ni llamadas; hasta que un día, se paró fuera del salón, llamó a la puerta, yo salí del salón y Ros me dijo:
- ¿Y cómo está mi novio? - refiriéndose a mi pene (en el relato 3 hablo sobre eso)
Yo comencé a reírme y le contesté - Dice que te quiere ver al rato
Ros sonrió, se dió la vuelta y se marchó
Por la noche, yo calificaba unas tareas, cuando llegó un WhatsApp, era Ros, completamente desnuda, la foto decía: "te extraño"
Comenzamos a platicar, ella me contó que aún seguía con su novio, sin embargo comenzó a tener algunos problemas.
Pasaron los días, por cuestiones de trabajo y ella de escuela, no habíamos podido coincidir. De pronto, Ros otra vez se distanció, yo no le tomé importancia, sólo dejé que pasará.
Por estás fechas sucede el trío con Lupita e Itzel, aproximadamente una semana después, Ros nuevamente comienza a pasearse afuera del salón de clases y me mandó un vídeo, en dónde estaba montada sobre una almohada y decía: "ojalá fueras tú". Nuevamente comenzamos a platicar e intercambiar fotos, cada vez que veía mi pene en una foto, ella me contestaba: "es hermoso", "delicioso", "ya quiero besarlo", " quiero comérmelo todo" y cosas por el estilo. A paso de tres días, ella volvió a distanciarse. Pasó una semana cuando de pronto, un día, a medio día, llegó a la oficina, estaban todos mis compañeros, Samuel la recibió y fue a avisarme
- Jefe, hay una señorita que lo busca, no me dió su nombre ni el motivo, pero creo que ya había venido antes
- Está bien Samuel, ahorita salgo
Salí y para mí sorpresa era Ros. Se notaba triste, la hice pasar a mi cubículo; ella me contó que había discutido con su novio, que no había querido ir a la universidad y por eso fue a la oficina. Fuí ahí cuando me dí cuenta que ella me buscaba cada vez que se peleaba con su novio. Continuamos platicando, Ros me contó que en cuanto terminará la universidad se iba a ir a vivir a otra ciudad con su novio, entonces ya no nos veríamos; por las fechas que eran, faltaba aproximadamente dos semanas para que ella concluyera sus estudios.
Estuvimos charlando casi por una hora, Ros ya estaba más tranquila, yo salí de mi cubículo por un poco de agua, cuando regresé al cubículo, Ros se había quitado la ropa, sólo tenía puesto una tanguita azul que era su color favorito y un brasier negro. Inmediatamente dejé los vasos con agua y comencé a besarla. Sabiendo que esa sería posiblemente la última vez, comencé a tocar sus nalgotas, le daba pequeñas palmadas, las abría, las apretaba; ella se dedicó a tocar mi pene por encima del pantalón.
En esos días, habían llegado nuevos muebles a la oficina, por lo cuál, en mi cubículo habíamos metido un sillón para tres personas que teníamos antes en el área común, me referiré a este sillón como "sillón grande".
Ros comenzó a bajar mi cremallera y desabrochó mi pantalón, metió su mano y ahora comenzó a tocar mi pene por encima de mi boxer, yo desabroché su brasier, la lleve al sillón grande, la senté en mi pierna, yo comencé a chupar sus pequeñas tetas, las lamía, las chupaba, mordía sus pezones, ella continúo tocando mi pene por encima del boxer. Después de un rato, la acosté en el sillón grande, me quité el pantalón y el boxer y me subí sobre ella, comencé a tallar mi pene en su vagina (ella aún tenía puesta su tanga), besaba su boca, su cuello, ella gemía. De pronto ella hizo a un lado su tanga, yo continúe rosando su vagina con mi verga, entre tantos movimientos, de un sólo empujón la penetré, ella dió un tenido fuerte, hice una ligera pausa y continúe, haciéndolo fuerte ella gemía y gemía, comenzó a arañar mi espalda.
Después de un rato de estar así, se lo saqué y comencé a darle sexo oral, si iba hacer la última vez, tendría que aprovechar, lamí toda su vagina, en todas direcciones, Ros gemía, entonces comencé a meterle un dedo en su ano, ella gimió más, estaba a punto de tener un orgasmo cuando con le metí dos dedos en su vagina, en ese momento Ros explotó en un gran orgasmo, me tomó del cabello y presionó mi cara en su vagina mientras que con sus piernas apretó mi cuello, de pronto me soltó, se aflojó toda y se quedó acostada en el sillón, temblando, disfrutando su orgasmo, yo me senté a un lado de ella, esperando a que se recuperara.
Pasaron unos 5 minutos, Ros ya estaba casi recuperada, recargó su cabeza en mi pierna y con si mano tomó me verga y se la llevó a la boca, mientras chupaba la cabeza como si fuera una paleta, con su mano acariciaba mis testículos, los apretaba, los jalaba, lamía la cabeza limpiando las gotitas de líquido preeyaculador, la chupaba, la besaba, así estuvo por un buen rato, después se incorporó un poco, con su mano tomó la base de mi verga, volteó a verme y en un movimiento rápido se agachó y empujó su pene lo más adentro que pudo, se mantuvo ahí por unos 15 segundos, tratando de meterse todo, luego se alejó un poco, tomó aire y repitió la acción, sin lograr introducir todo mi pene, esto lo hizo por unos 20 veces, hasta que la tomé del cabello, la jalé, hice que se montara en mí (yo seguía sentado), yo le dije:
- ¿Recuerdas la primera vez?
Ros comenzó a moverse, masturbándome con su vagina, yo mientas comencé a estimular su ano con los dedos, luego metí un dedo, después el otro, con dedos adentro, Ros tomó mi pene y de un sentón lo introdujo todo. Ros gemía y gemía, se acercaba otro orgasmo, Ros tomó mi mano e introdujo tres dedos en su boca, yo comencé a chupar su seno, de pronto, llegó el orgamos de ella, tomó nuevamente con sus manos mi cabeza y la presionó en su pecho, ella quedó inmóvil, mientras yo con los dedos que tenía dentro de su ano, comencé y sacarlos y meterlos, Ros sólo presionaba más, de pronto un gran gemido y cayó acostada en el sillón, sin embargo está vez me dijo: "Acércate"
Yo me paré a un lado de ella y con su mano comenzó a masturbarme, cuando comenzó a recuperarse, se incorporó y se hincó, ella también sabías que sería la última vez, comenzó a chupar todo mi pene, lo lamía, lo mordía, lo besaba, jalaba el prepucio y comenzaba a succionar la cabeza, Ros volteó a verme y me dijo:
- Debe entrar todo ¿Me ayudas?
Yo la tomé de la cabeza, ella respiró profundo y comencé a empujar lentamente, le faltaron como tres centímetros, cuando se jaló y se sacó mi pene, lo intentamos otra vez y nuevamente se quedó a tres centímetros. Ros dijo:
- Es enorme, muy gruesa, no voy a poder
- Esta bien Ros, no te preocupes
Acto seguido, Ros continúo con su mamada espectacular.
Justo cuando iba a venirme le dije a Ros, ella no paró, al contrario, me tomó de las nalgas y comenzó ha hacerlo más rápido, metía y sacaba mi pene de su boca muy rápido, yo sentía como pegaba con su garganta. Cuando Ros sintió el primer chorro, dió una arcada, sacó un poco mi pene de su boca, volvió a recibir otro chorro de semen, está vez no hizo una arcada, sólo saco un poco más mi pene, ahí se mantuvo hasta que recibió toda mi leche. Ros me volteó a ver y dió un trago, saboreo la leche que le quedó en la boca y nuevamente se tragó lo que quedaba. Ros me dijo:
- Jamás había hecho esto
- ¿Qué es esto Ros?
- Tragar el semen
- ¿Te gustó?
- El tuyo sí
Luego nos quedamos sentados, besándonos, sabíamos que sería la última vez. Después de un rato, sonó el celular de Ros y de prisa comenzó a ponerse su ropa y me dijo:
- Es mi novio, le dije que iba venir aquí por una tarea, debe está afuera esperándome.
Los dos nos cambiamos, la acompañé a la puerta, él ya estaba afuera. Ros me dió un abrazo y un beso en la mejilla.
Fin

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