Cuarentena con mi amiga (Final)

Cuarentena con mi amiga (Final)


Después de ese maravilloso pete doble los tres nos fuimos a dormir. A pedido de Camila (y con poca resistencia de María) dormimos los tres en la cama de María conmigo entre medio abrazado por dos mujeres espectaculares, y para mi mayor comodidad nocturna... Aún en tetas. 
La noche pasó sin mucho suceso interesante, en el típico movimiento nocturno tuvo el placer de apoyar un ratito cada una a esas culoncitas tremendas, e incluso recibí una o dos agarradas de verga de María, pero por más que me encantaría contarlo no se dio que se me tiraran encima para un round más. 
Desperté con una sensación extraña, aún con los ojos entrecerrados distinguí que María no estaba a mi lado, giré la cabeza para descubrir que Camila tampoco estaba donde la vi antes de caer ante el sueño, pero medio dormido sentía un cosquilleo en mi mitad inferior.
Mis ojos se abrieron terminando mi sueño, levanté la cabeza y me encontré con Camila comiendome la pija. 
Que rico se sentía. 
Yo- Buenos días. 
Continuó ignorandome y chupando. 
Yo- ¿Dónde está María? 
Camila- Volvé a dormir así no me jodes tanto... María se está bañando. 
En un suspiro bajé mi cabeza hacia la almohada y la dejé trabajar. 
Estando solo en compañía con Camila pude finalmente disfrutar de toda la proeza de la petarda. La muy putita tenía una habilidad bucal inigualable, no tenía necesidad de usar la manos porque más allá de dar increíbles chupadas garganta profunda le dedicaba minutos enteros a succionar el glande con tanta fuerza que parecía como si sus labios me hicieran una paja, haciéndole unos hoyitos en los cachetes que al verlos me mataban de placer. 
Era evidente que tenía incluso más práctica que María. 
Camila- Ayer me di cuenta que miraste el video sinvergüenza... 
Yo- ¿Cómo te diste cuenta? 
Camila- Más obvio no pudiste ser... Y bueno, me pareció que te gustaría ver hasta dónde llega esta boquita... 
Ufff
¿De dónde habrá sacado María a esta pendeja? De donde sea tenía que ir un día de estos. 
Yo- Gracias mi vida, no sabes como me gusta. 
Camila no respondió, pero alentada por mis palabras siguió matandome a placer con sus labios. 
Estaba apunto de hacerme acabar cuando escuchó el sonido de la ducha cerrándose. Rápidamente subió arriba mio casi como abrazandome. 
Camila- Que lastima... Te quería adentro... 
Me dio un piquito y se despegó de mi, segundos antes de que entrara María envuelta en una toalla. 
María- ¿Qué hacían ustedes? 
Camila- Se despertó recién el chico, se ve que quedó exhausto. ;) 
María notó mi reacción instantáneamente, regalandome una sonrisa sospechosa, como si supiera exactamente que pasó en su ausencia. 
Camila- Bueno... Me tengo que ir. 
María- Dale te abro. 
María aún cubierta únicamente cod su toallita acompañó a Camila hasta la entrada. Poco después reapareció en su cuarto mientras yo continuaba descansando. 
Ahora tenía a una pendeja divina vistiendose frente a mi pero no le presté atención porque todavía estaba en el extasis de la noche anterior y la pequeña continuación ahora en la mañana. 
Sentí un mensaje sonar en mi celular, era un número desconocido. 
"Un día de estos nos juntamos"
La foto era de Camila. 

II

María- ¿Te gustó lo de anoche? 
Dijo horas después, mientras tomábamos parte otra vez en el ritualistico acto de mirar la tele en el living. 
Yo- Y... ¿Vos qué crees? 
Reímos. 
María- Bueno pero contame, me gusta que lo digas... 
Me miró con su característica y seductiva sonrisa gatuna. 
María- Me pone calentita... 
Upa, se ponía interesante la cosa. 
Yo- ¿Y qué pasó con lo de dejarme enfriar un poquito? Porque te veo bastante golocita ahora. 
Comencé a acariciar sus piernas, y ella no opuso resistencia. 
María- Me pareció que ya estabas prontito... ¿O vos crees que hay que dejarlo un rato más? 
Pregunta más fácil no me han hecho nunca. 
Yo- ¡No! No no no... Bueno te cuento... 
Otra vez volvimos a reír. 
Yo- La verdad que me encantó - le dije rozando el interior de sus muslos - Pero no creo que te sorprenda eso, la petera de tu amiga es un sueño hecho realidad, tiene una técnica que no había visto nunca en la vida... Y lo tuyo en la cocina y sólitos en el living ni que hablar... La mejor chupada de pija que me han dado... 
Festejó con un bailecito de alegría. 
María- ¡wiii! Me gano mi famita de petera... ¿Mejor que el de Inés decís? 
Me quedé callado un momento mirando a la nada y aparentando pensar. 
Yo- Hmmm, no sé tendría que ver... 
Le contesté burlandome, me respondió con un codazo. 
María- ¡Dah! No seas nabo. 
Me sacó la mano de sus piernas y se inclinó a bajarme el cierre. 
Yo- Mmm, ya veo que te pusiste caliente... ¿Y si vamos a la playita como la otra vez? 
María- No sé, siento que mucho le debemos a este sillón... Y me parece que le podríamos regalar un showcito más ¿no crees? 
Me decía mientras me pajeaba lentito y sabroso. 
Yo- Me parece que tenes razón... Mmm que linda manito que tenes. 
María- ¿Pero sabes qué? Para que pienses en la playa te voy a dejar comerme la conchita otra vez. 
Que divina, para mi sorpresa esa colita en mi cara ya no estaba fuera del trato. 
Yo- Traeme ese culito divina. 
Ya en posición mi putita se quedó masturbando mientras yo me deleitaba con la vista privilegiada que tenía de su concha y le amasaba las nalgas carnosas como tanto me encantaba hacerlo. 
Cuando me dispuse a degustar esa empanada... Sonó la puerta. 
Yo- ¿Qué carajos? 
María- Dejá que se vaya... Vos seguí. 
Me encantó su ocurrencia, pero por más que deseaba con ansias tener ese culo aplastandome, la puerta seguía llamando. 
Yo- ¿quién mierda puede ser? Bueno vestite a ver... 
Me levanté con una calentura encima (de enojo y de excitación) y me dirigí a abrir la puerta. 
Cuando la abrí el corazón se me paró. 
Era Inés. 
... 
Yo- ¡Inés! - dije nerviosamente, se la veía enchastrada como si lágrimas le hubieran corrido el maquillaje - ¿Qué te pasó? 
Inés- ¿Puedo pasar? 
Abriéndole paso al apartamento le contesté:
Yo- Pasa pasa sí... No hay drama. 
Instintivamente se fue a sentar al sillón, María se había escabullido a su habitación... Tal vez con miedo de que Inés viniera con sed de sangre. 
Yo- Contame... ¿Qué pasó? 
Inés- ¡Me echaron de mi casa Matías, eso pasó!... - decía en llanto - tuve unos problemas en el trabajo, la plata me estaba quedando corta y no pude pagar más el alquiler. 
Yo- ¿Y te tiró así en medio de la pandemia? Esto no lo puede hacer. 
Inés- ¿¡Qué te crees que le dije!? Pero no me escucho, me dijo que si le hacía drama no sabía que me hacía... 
Irrumpió en llanto. Era muy extraño tenerla acá después de lo que había pasado, hace meses que no hablábamos más y ahora aparecía de la nada. Sin mediar mis acciones la tomé en mis brazos. 
Yo- No pasa nada... Todo va a estar bien, ahora llamamos al ministerio... 
Inés- ¡Yo Matías por favor! No quiero tener nada que ver con ese tipo... Vine porque no tenía a dónde ir... Y entonces me acordé de vos... 
Podría haberle reprochado la forma en que me trató la última vez que nos vimos (más allá de la "otra" forma en que me trato, si saben a lo que me refiero) pero en un momento de tal vulnerabilidad decidí ser un hombre correcto, y la acepté en mi morada. 
Yo- Bueno, te podes quedar si necesitas... Hasta que encuentres otra cosa. 
Inés- ¡Gracias, gracias! Juro que no te voy a joder mucho. 
Yo- No pasa nada... Anda a aprontarte el cuarto mio que yo me quedó acá en el living. 
Con alegría se dirigió a mi cuarto. Por mi parte yo me quedé pensativo mirando al suelo. 
Luego de un minuto me avive y entré al cuarto de María. 
Yo- Parece que tenemos compañerita nueva. 
Dije un tanto decepcionado. 
María- Ya veo, estaba escuchando desde acá jejeje. 
Yo- Te vas a tener que empezar a vestir un poquito más me parece. 
María- ¿Por qué? ¿No querés que tu ex novia se entere que este bombón te come la pija? 
Yo- Me parece que no da para decirle ahora no... Está media decaída... 
María se me acercó como si fuera bailarina de club de strippers. 
María- Entonces me vas a tener que disfrutar ahora... Quién sabe cuando verás devuelta esta colita entangada. 
Yo- Por dios María... Pará que me vas a hacer comerte toda... 
María- ¿Y por qué no lo haces? 
Yo- Ahora no podemos... 
Se desprendió de mi y me dio la espalda. 
María- Bueno pero esto me lo vas a pagar... 

III

De un día al otro la dinámica del apartamento pasó de gozarme con una perrita entangada deseosa de comerme la verga a convivir devuelta con la celosa de mi ex novia, que si bien se mostraba mucho más amena y fácil de tratar aún mostraba una clara animosidad frente a María... Y no era una perrita entangada deseosa de comerme la verga. 
Así pasó una semana y unos pocos días, alguna vez nos sentabamos para comer los tres juntos pero en la generalidad María se iba por su lado y yo me veía cada vez más pegado a Inés ayudándole con los dramas que le surgían. 
Una noche cuando ya las luces se habían apagado dormía con dificultad en el sillón del living, que era muy cómodo cuando te sentabas a mirar un Netflix o a recibir una linda mamada doble pero no estaba tan bien condicionado para hacer de colchón sustituto. 
Alrededor de las 2:30 de la mañana me despertaron los sonidos de pasos asomándose a mis aposentos. Unos deditos tocandome la entrepierna por encima del bóxer me alegraron una complicada noche. 
María- ¿Cómo anda la putita de Inés? 
Me bajó el calzón y me tomó la pija, masturbandola como solo ella sabía. 
Yo- No sabes... Hoy tuvo problemas con la madre... Ya no aguanto más... 
María- ¿Y qué te parece si te ayudo a calmarte un poquito? 
Yo- Ufff, me encantaría... ¿Pero decís que sea buena idea? 
Dejó caer un hilito de babita hacia mi glande, que se fue mezclando por mi verga con el trabajo de su mano. 
María- Está durmiendo... Te prometo que hago poco ruido... 
Se acercó hacia mi y sus labios encerraron mi oreja. 
María- Igual, sos vos el que va a tener problemas quedandote callado. 
Tras regalarme una sonrisa juguetona volvió a bajar para empezar con su magia. 
Con el propósito de babosearme completamente la poronga María se dejó mi falo atravesandole la garganta y generando saliva,cuando sentí que mi amigo estaba totalmente inundado es que con expertía mi amiga empezó a cabecear, derramando mucha mucha babita con cada movimiento. 
Resistiendo el instinto de gemir en la habitación solo quedaba el sonido de respiración agitada y del biscoso pete que me estaban regalando. 
Yo- ¿Ya te dije lo bien que la chupas? 
Susurré 
María- Me lo has mencionado un par de veces sí... Pero no pares que me encanta... 
Yo- Vos no pares que me encanta... Por dios... 
La mamada continuó así por unos minutos, cuando comencé a escuchar pasos en la cocina. Miré a María ordenandole que dejara lo que hacía pero no me escuchó, simplemente se rió en silencio aún con mi pija en la boca y continuó ordeñandome, evidentemente no le importaba ser descubierta. 
Los pasos de la cocina se comenzaron a escuchar en el living donde estábamos. 
Inés- ¿Matías? ¿Qué es ese ruido? 
Prendió la luz y quedó paralizada. 
Ante sus ojos me tenía a mi, mirándola con terror, y a María que sin prestar atención seguía peteando como si no pudiera parar. 
Inés- ¿Qué pasa acá? ¿Te estás cojiendo a esta zorra? 
María se quejó con pija en la boca. 
Yo- Bueno... No exactamente... 
Inés se acercó y desprendió a María de mi verga. 
Inés- ¡Estoy hablando puta! 
María- Y yo estaba chupando.
María intentó volver a su labor pero la paré. 
Yo- No estamos cojiendo... María me chupa la pija de vez en cuando porque estamos necesitados por la cuarentena... Nunca te cagué con ella. 
María y yo nos acomodamos aún desnudos en el sillón e Inés se posicionó en medio. 
Inés- Así que vos sos tan putita como dicen todos, no podes aguantar unos días sin pija - le habló a María, y luego volteó hacia mi - Y vos sos el juguetito de ella, ¿no te da vergüenza? 
Yo- Y... La verdad que está bueno... 
Inés- Ni te coje y te usa cuando quiere, sos fácil de manipular vos. 
Para mi sorpresa Inés después de eso me agarró la poronga. 
Inés- A mi me podes cojer... ¿Te gustaría? 
Miré a María, que más que estar enojada se la veía tan confundida como yo. 
Asentí con la cabeza. 
Inés- Yo sé que aquella vez te dije que de mi no ibas a tener nada más... Pero ahora que estoy viviendo acá cambié de opinión. 
Ya veo por dónde venía la mano. 
Inés- ¿Qué te parece si me quedo unas semanitas más? ;) 
Sabía que tenía que decir que no, por mi sanidad y la de María, pero realmente estaba embobado viendo el escote de mi ex. 
Yo- Emmm... No s... 
Inés- Shhh... Disfruta mi vida, disfruta... 
Se paró y se desprendió de su ropa, sacándose los pantalones y la tanga primero y después con más sensualidad provocando liberó sus descomunales tetas, apretandolas con sus manos para calentarme más. 
Inés- ¿Te acordás de estas? Como te gustaba chuparlas. 
Se sentó sobre mi y deslizó mi verga adentro de ella. 
Inés- Gozalas mi vida. 
Posó sus tetas en mi cara y me invitó a prender al pezon, sin resistencia alguna comencé a comerle las tetas mientras que se movía cautelosamente sobre mi verga que había sido previamente lubricada por la boquita de María. 
Con cada saltito de mi ex novia más la tenía incrustada por mi poronga, hacia tiempo que no cojía y sin importar todo lo que este garche significaba en el fondo no tenía ninguna intención de dejar de disfrutar. 
Con ojos cerrados y boca ocupada por un par de tetas perfectito Inés me cabalgó la pija con maestría gritando desesperada. Minutos de goce pasaron cuando recordé que María estaba en la otra punta del sillón, dejé mi labor de degustador de tetas y voltee a verla. 
Una imagen increíble apareció ante mis ojos. 
María se estaba tocando mientras nos miraba cojer. 
Cuando nuestras miradas conectaron mordió sus labios y aceleró su jugueteo. Inés también salió del trance sexual y se dio cuenta de lo que hacía María. 
Inés- ¿Te querés sumar? 
María asintió sonriente, en ningún momento dejando de pajearse. 
Inés- Acostate Mati. 
Se bajó de encima mio y me dejó acomodarme. Cuando quedé tendido por toda la extensión del sillón Inés volvió a tomarme la verga y se la introdujo sentándose encima. Por su parte María se acomodó con sus piernas a cada lado de mi cara, dispuesta a retomar la chupada de concha que hacía días le debía. 
Como tanto me gustaba le agarré la cola y empecé a comer. 
Estaba disfrutando del paraíso, comiendome a una pendeja increíble como María mientras otra pendeja impresionante me cabalgaba la pija, las dos minitas estaban gozando una frente a la otra, mirándose con deseo. 
"¡que rico la puta madre!"
"¡Que delicia!"
"¡que pija por dios!"
Son la clase de cosas que se escuchaban mientras yo, que tenía la boca ocupada y no podía hablar, disfrutaba mi postre. 
En esa misma posición seguimos por diez, quince minutos, cuando escuché el indistinguible sonido del chasquido de labios besándose. No bastaba con el placer que recibían ambas gracias a mi, las dos querían disfrutar un poco de ambas. 
María- ¡Quiero sentir esa pija! 
Inés- ¡Es mía! 
María- Dale por favor zorrita... ¡Necesito pija! 
Inés siguió cabalgando unos segundos. 
Inés- Está bien, te la dejo un rato. 
Se desprendió de mi pija y dejó paso a María. 
María- Tenes mucha suerte vos... 
Y tenía razón, me la iba a cojer devuelta al fin. 
Así como María se ensartaba enterita Inés no tardó en tomar el puesto que mi amiga había dejado vacante sentándose en mi cara. 
Yo- ¡Por dios como me encantan estas conchitas! 
Dije antes de empezar a comer. 
El sonido de las chicas comiéndose la boca continuaba deleitando mis oídos mientras disfrutaba de la culona de María matandome a sentones y la conchita jugosa de Inés en mi boquita. Tras una hora de sexo que impregnó el aire con un erotico olor y el sillón con una fusión de sudores y saliva de los tres mi mástil me daba señales de que el placer llegaba a su fin, intenté alargarlo lo más que pude pero la cátedra que daba María en la materia sexual impedía que pudiera extender demasiado mi aguante. 
Yo- ¡Acabo acabo! 
Pude avisar segundos antes de disparar, tiempo suficiente para que María se desprenda de mi. 
Chorro tras chorro se extendió por la habitación, dejándose caer en el sillón, en el piso y en mi panza. 
Inés- Que lastima... Yo quería seguir jugando... 
María- Y yo quería tomar la lechita del pico. 
Pasando un dedo por mi panza Inés recogió un poco de semen y se lo dio en la boquita a María. 
Después de saborearla María hizo lo mismo y alimentó a Inés. 
María- La próxima nos podes decir cual la chupa mejor. 
Rieron las dos juguetonas. 
Tal vez Inés se estaba aprovechando para quedarse en nuestra casa, pero ahora a la cuarentena con mi amiga se le sumaba mi ex novia. 

FIN


(Gracias a todos los que siguieron la historia, como pueden ver quedó un asuntito pendiente con Camila que podría ser explorado en un capítulo bonus si hay interés. Más allá de eso mañana voy a comentar para los seguidores por dónde va el próximo proyecto y cómo van a estar involucrados ustedes. Estén atentos)

12 comentarios - Cuarentena con mi amiga (Final)

el_kankuriano19
Increible excelente saga y el toque del cambio de rutina fue la cereza del pastel, felicitaciones son muy buenas historias
Ferelmillo14
Excelente relato, la verdad que la historia me atrapo desde el primer capitulo y estaria muy bueno saber la historia pendiente con Camila +10
crear_1
Excelente relato, sin dudas necesitaos cerrar con el capitulo extra..!!
+10
leloir2010
Exelente . Terminaste cojiendo a las dos. Ines para no quedarce atras de la situacion y Maria transando con Ines. Espero que sigua. Van puntos
EL_CHINO92
Buen relato , con un final . abierto por así decirse 😈😈
sebatatu1984
esto no puede terminar asi, esto tiene continuacion, este no es el fin,
SanchoPanza1234
Tal vez...
elfalca
Muy buen relato!! Tiene que seguir!
juan146
Van diez! Y que sigaaaa
Si-Nombre
Excelente Post muy bueno gracias por compartir
lucasboni10
Idoloooo, excelente relato, bien escrito, detallado, nada aburrido, excelente.
SanchoPanza1234
Gracias! Tal vez te lleves una sorpresa hoy... 😎
Cacho6922
Q groso, un espectáculo de relato.