Un Viaje Lleno de Amor con Mama Parte 2

-Chiquillooooo … si … la tienes muy roja, no ?… te duele?- me preguntó mamá señalando debajo del glande – Aayy … Jake ... que bruto que eres hijo ...… que se te está poniendo gorda otra vez … jajajaja ...-

Mi polla morcillona se estaba moviendo ante mi madre. No podía soportarlo. Mi madre solo con unas bragas blancas que marcaban todo su coño, las tetas al aire y a menos de un metro de mi polla … es que no es para menos, y más sabiendo como reacciono yo ante mi madre.

-Aayy … perdona mama … pero no sé … - le dije excusándome.

-Calla … calla … que ya sé que tiene vida propia … si esta noche ya la he notado ... si no puedo decir que no la he sentido … no … - me cortó mi madre, mientras se metía en el lavabo.

Me quedé de piedra ante aquella afirmación. Me dio vergüenza el comentario de mi madre. Siempre podría hacerme el loco y decir que estaba durmiendo, y que estaba soñando … o yo que sé.

Poco después estábamos vestidos y dispuestos para disfrutar de Madrid. No me dijo nada de los frotamientos que tuvimos durante la noche, ni me insinuó nada más de ese episodio. Así que yo di el tema por zanjado.

Nos pasamos el día visitando lugares emblemáticos y plazas famosas. Hoy no tocaba El Prado, teníamos las entradas para mañana, así que fue un día muy tranquilo y sin prisas. Yo estaba contento y cogía a mi madre de la mano mientras paseábamos. Le propiné, en varias ocasiones, un par de sonoros besos en las mejillas mientras me acercaba su cuerpo hacía mi.

-Si al final vamos a parecer novios de verdad ...- me decía mi madre.

-La gente pensará … que suerte tiene ese tío con esa madurita- le dije yo.

-Jajajajajaja … … o al revés … la suerte la tiene la madura-

 

Llegó la noche y volvimos al hotel. Nos duchamos y nos vestimos para dormir. Yo llevaba unos calzoncillos tipo boxer elástico. Mi madre se puso el mismo camisón de la noche anterior, sin sujetador y con unas bragas blancas, las típicas bragas altas que siempre ha usado mi madre.

Nos tumbamos en la cama y mamá cogió el mando a distancia. Tenía una pierna doblada y la otra estirada. Eso hacía que su camisón se recogiera en su cintura, dejando sus muslos al aire. Le podía ver las piernas perfectamente hasta casi las bragas. Apagamos la luz de la habitación.

Estuvimos comentando lo bonito que había sido el día, y los planes que teníamos para el día siguiente, íbamos a ir al Museo del Prado.

Estábamos acomodados sobre la almohada doblada, medio sentados y medio tumbados, viendo el zapping que hacía mi madre.

-Quee..?? hoy también quieres tetica? ...- de insinuó mamá. Aquello me pilló de sorpresa, no me lo esperaba. No dudé en contestar.

-Si me das … claro que quiero... -

-Que si te doy? … claro hijo … toma … toma … que no sea por no darte teta … - rió mi madre, mientras se sacaba el pecho derecho. Me incliné hacía ella y le di dos besos al pezón que sostenía mi madre. Abrí la boca y agarré con los labios el pezón que empezaba a endurecerse.

-Sssshhhhh … Jakeee … - siseó mi madre en mi oído mientras empecé a golpear su pezón con la punta de mi lengua.

-Te gusta mama … ?- le pregunté mirándole a los ojos y soltando el pezón de mi boca.

Mi madre no dijo nada, me miraba callada mientras su respiración hacía levantar todo su pecho por entero. Yo saqué la lengua y lamí el pezón de nuevo. Lamí toda la areola e intenté metérmela toda en la boca, sorbiendo pezón, verrugas y protuberancias.

Mi madre respiraba con más fuerza y no dejaba de sisear, pero me dejaba hacer a mi antojo. Hubo un momento en que su espalda se arqueó y su mano izquierda se fue a su pierna, la que estaba levantada. Yo no perdí detalle de aquello.

-Uuuhhh … Jakeeee … me vas a chupar toda la teta entera, chiquillo … - dijo mi madre con una voz nerviosa, mientras observaba como su mano iba bajando por el muslo interno hasta llegar a sus bragas. Entonces actué yo y acerqué mi mano derecha a su entrepierna. Mi madre fue más rápida y me cogió la mano.

-Ni hablar … de esto ni hablar … - me dijo mi madre, con un tono de enfado, mientras agarraba mi mano que yo ya tenía sobre las bragas - … que soy tu madre … esto es sagrado … me oyes? … este chocho es sagrado-

Avergonzado miré a mi madre, mientras ella aguantaba mi mano sobre sus bragas. No la apartaba ni la desplazaba, solo la aguantaba. La tenía cogida con fuerza. Dos de mis dedos estaban sobre su vulva. Solo tuve que hacer algo de presión sobre la blanca braga para que mi madre saltara de nuevo.

-Jake … que te he dicho que no … - me dijo mamá acercando su boca a mi oído.

Yo continué presionando. No hacía nada más, pero esta segunda vez más intensamente. Mi madre soltó un hondo suspiro y abrió más la pierna que tenía flexionada. Ante esto y viendo que no apartaba la mano de su entrepierna comencé a dibujar círculos, con esos dos dedos libres que tenía, sobre la zona de su clítoris, que ya empezaba a notar bajo el tejido de sus bragas.

-Jake … hijo … que soy tu madre … te he dicho que pares ...- me dijo mamá con los ojos cerrados mientras sin querer movía su culo contra mis dedos.

Mi madre estaba casi abandonada. Le estaba chupando las tetas y le estaba acariciando el coño por encima de las bragas. Empecé entonces a tocarla a conciencia. Mis dos dedos se hundían en las bragas, buscaban el relieve de sus labios vaginales, buscaba su clítoris, le estaba metiendo mano a mi madre en toda regla. Y ella, se estaba dejando hacer. Echó la cabeza hacia atrás y soltó un tímido – Aaaaahhh ...- cuando empecé a hurgarle su chocho sagrado.

Levante mi mano de su braga, aún agarrada por la suya, y me la llevé a su cintura, a la goma de sus bragas, un poco más abajo de su ombligo. Y metí dos dedos dentro de la braga, en su cintura.

Mi madre me agarró más fuerte la mano y cerró las piernas.

-No Jake no … esto no … ni hablar … hijo - me dijo con el semblante serio, pero avergonzada. Yo solté su pezón de mi boca y comencé a besar a mi madre por toda la teta. Entonces metí mi mano en sus bragas. Mi madre no soltó la suya de la mía, ambas manos se metieron casi dentro de la goma de las bragas. Mi madre soltó un fuerte grito casi en mis oídos.

-Aayyy … Jake … no no no ... no no no ... – repetía, mientras mis dedos ya estaban tocando su vello púbico y se estaban mojando de la humedad que desprendía mi madre.

Cuando mis dedos tocaron su clítoris, y sus enormes labios vaginales, a mi madre se le dobló todo el cuerpo, casi me levanta con ella. Pero ya era tarde, su mano se soltó de la mía y yo ya estaba haciéndole una paja extraordinaria a mi madre. Mamá abrió las piernas y yo palpé los pliegues de la entrada de su secreta intimidad, vaya labios grandes que tiene mi madre, introduje dos dedos dentro de su vagina, mientras con el pulgar manipulaba su clítoris como podía, desde dentro de la braga.

Fue ella misma la que comenzó a tirar de las bragas hacía abajo, hasta que se quedó a medio muslo.

-Aayyy … Jake … Jakeee … hijo … esto no … no … - susurraba mi madre mientras mis dedos chapoteaban dentro de mi madre, y su mano derecha buscaba mi polla.

-Ooohh ... mama … eres preciosa … te quiero … te quiero - le decía yo mientras le besaba el cuello y jugaba en su vagina con mis dedos.

-Aayyy … mi niño … esto es una locura, hijo … … te quiero … te quiero, mi vida – mi madre empezó a besarme por la cabeza, la cara y los labios, mientras con su diestra me bajaba el calzoncillo y dejaba libre mi glande.

-A ver … ssshhh … oohhh … como está !! … que grande la tienes Jake - me dijo mi madre con la voz entrecortada mientras me sacaba toda la polla del boxer.

-Mama … … es toda tuya … es para ti – le dije mientras le besaba el cuello y con el pulgar, de mi mano derecha, presionaba en su clítoris.

-Espera … - me dijo mi madre acalorada y con la respiración acelerada. Me sacó la mano de su vulva, y acabó por quitarse las bragas del todo pegando una patada en el aire, yo hice lo mismo con el calzoncillo.

Mamá abrió las piernas y sin medir palabra me coloqué entre ellas. Con los brazos estirados observaba a mi madre desde arriba, estaba preciosa. Luego miré hacía abajo y contemplé su chocho pelón, como a ella le gusta llamarlo. El botón del clítoris parecía querer salirse de su sitio, y sus labios vaginales estaban como abiertos en flor. Frente a su sagrada vulva estaban las dos manos de mamá, que agarraban mi polla desde la base tirando hacia dentro, hacía mi cuerpo con fuerza, haciendo que se levantara y quedara más erguida. Mi madre arrugaba toda la cara, con la boca abierta mientras obligaba a que mi pene quedara tieso.

-Uuuhhh … Jake … si parece que cada día la tienes más grande ...-

-Tu me la pones grande … mama … solo tu-

Estaba entre las piernas de mi madre, sentía sus muslos a mi alrededor, el olor de su vagina subía y me impregnaba las fosas nasales, ese olor que mezcla vulva y orina me estaba poniendo más duro que nunca. Mi glande rozó el vello púbico de mamá, un remolino de pelillos oscuros adornaban el pubis de mi madre, no era una pelambrera grande, todo lo contrario, una línea rizada subía por todo su pubis, ocupaba el espacio justo para dar a entender que era su chocho, pelón y sagrado.

Nos mirábamos a los ojos, los dos temblando, ansiosos, como novatos. Dejé caer mi vientre hacía abajo y mi glande se colocó en las mismas puertas de mi madre. Estaba tocando los pliegues de su entrada, sus labios abiertos. Podía sentir la humedad y el calor. Me acerqué un poco y con mucho cuidado empecé a entrar. Me abrí camino con mucha delicadeza.

-Poco a poco … Jake … que hace mucho tiempo que no hago nada – me dijo mi madre con una voz afectada por una garganta seca.

Yo no empujaba, yo me dejaba llevar. Me estaba metiendo en mi madre sin ningún tipo de fuerza, entraba solo, mi pene entraba solo. Sentía como se abría camino, con ese “ flop … flop ” cálido y húmedo. Mi madre cerró los ojos y con la cabeza hacia atrás comenzó a sisear mientras yo iba entrando. Su cuerpo se estiró y soltó un – oohhh … Jakeeee... - mientras sus manos se fueron a mis glúteos.

-Oooohhh … mama ...- le dije yo mientras la iba penetrando con lentitud.

No me lo podía creer, le estaba haciendo el amor a mi madre. Me fui hacía dentro, hacía lo más profundo de ella, controlando la suavidad de mi entrada y de mi salida, ya que empecé a salir antes de entrar del todo. Preferí penetrarla poco a poco, entrando y saliendo, entrando y saliendo, pero cada vez que entraba lo hacía más adentro, y al salir intentaba que mi polla tocara el techo de su vulva. Quería hacerle muy bien el amor a mi madre, quería que se corriera de gusto conmigo, que disfrutara … me lo pedía el cuerpo.

Cuando salía y arrastraba mi capullo por el techo de su coño, hacía fuera, mi madre abría la boca y dejaba escapar un -Aaaaahhhhh … Jake … que gustoooo -, luego entraba otra vez e intentaba sentir otro “ flop ...” abriéndose a mi paso, y subía al techo y arrastraba mi polla hasta casi la salida, para volver a entrar otra vez hacía dentro.

-Ooohh mama … mama … - le decía yo al oído, mientras le besaba la cara y el cuello.

Mi madre ahora agarrada a mis brazos ,y a mi cuello, me iba acompañando en los movimientos de entrada y salida, su cintura bailaba al compás de mi polla.

-Aayy … Jake … hijo mío … me estas haciendo el amor … - me dijo mamá medio gimiendo.

-Si … mama … te voy hacer el amor cada día … te mereces el mejor amor del mundo- le dije mientras no cesaba de entrar y salir de mi madre.

-Aaaahhhhh … Jake … - mi madre gritó algo más fuerte cuando llegué al tope de mi penetración. Ya no podía entrar más, había llegado al fondo. La tenía toda entera dentro de ella. Fue entonces cuando poco a poco fui acelerando mis arremetidas. Ahora salía y entraba más rápido.

Extendí mis brazos e incorporé mi cuerpo, mis manos colocadas a la altura de las axilas de mi madre, y comencé a mover la cintura más rápidamente. No había variado la forma de penetrar a mi madre, entraba con fuerza y salía de la misma manera paseándome por el techo de su vulva, eso hacía que mi madre se retorciera de placer, con la boca abierta y una mueca de placer que arrugaba toda su cara dejaba escapar profundos y hondos – Aaaahhhh - que casi me lanzaba a la cara.

Aceleré el ritmo un poco y mi madre acompañaba las embestidas con su culo. Se movía conmigo, a la vez que cerraba sus piernas en mi espalda, a la altura de mis riñones. Yo no podía más.

-Mama … me corro … me corro … mama ...- le gemía mientras le besaba el cuello y la cara.

-Si … si … si … Jake … hijooo … ya … ya – me gemía mi madre mientras unos espasmos incontrolados la obligaban a quedarse quieta, sus piernas cruzadas apretaron mi cuerpo contra el suyo. Se estaba corriendo. En ese momento yo comencé a derramarme, deshaciéndome, dentro de mamá con unas fuertes sacudidas.

Nos quedamos quietos, sudando y recuperando el aliento. Mi madre tenía los ojos empañados en lágrimas. Me abrazó fuertemente y comenzó a llorar. Yo aún estaba dentro de ella, así que salí y abracé a mi madre con todo el amor del mundo.

-Mama … te quiero … te quiero – le besuqueaba toda la cara.

-Y yo hijo … yo también te quiero … que feliz me haces … - mi madre me miraba con un semblante sereno, feliz, sonriente. Con unas lágrimas que le caían con la cara y que yo se las besaba.

Así estuvimos casi toda la noche. Abrazados y desnudos, diciéndonos cuanto nos queríamos y lo maravilloso que era nuestro amor, el amor de una madre y su hijo, pero llevados a cotas prohibidas. e insospechadas.

Ni que decir que hicimos el amor otra vez antes de quedarnos dormidos abrazados.

Al día siguiente fuimos al museo del Prado. Parecíamos dos enamorados, mi madre lucía un brillo en los ojos espectacular, estaba preciosa. No pasamos casi toda la visita del museo agarrados de la mano. Nos propinábamos besos cuando nos apetecía, sin venir a cuento. Besos cargados de amor. Creo que nunca le he dado a mi madre tantos besos como ese día. Realmente parecíamos novios. Un par de veces la cogí de la cintura y me la pegué a mi cuerpo, para besarle en la boca y morderle los labios – Chiquillooooo … anda que como nos encontremos a alguien conocido aquí … - me decía mi madre con algo de vergüenza.

Pasamos un día especial. De camino al hotel mi madre me preguntó.

-Esta noche también vas a querer tetica?-

-Yo quiero tetica siempre … mama … tetica y de todo-

-Jajajajaja … ya decía yo … vaya sorpresa … vaya con mi Jake … quién me lo iba a decir- me decía mamá en voz baja.

Llegamos a la habitación y mamá se duchó primero, salió liada con una toalla blanca del hotel y comenzó a secarse en cuerpo delante de mi. Con total naturalidad, con un desparpajo que me llenaba de gozo. Tenía más facilidad con mi madre para cualquier cosa, incluso para mostrarme desnudo, que lo había tenido jamás con mi ex novia o con cualquier chica. Me desnudé delante de ella, mientras hablábamos de cuadros del Prado.

-Sabes que estaba pensando ? ...- me preguntó mamá - … que para que me voy a poner bragas? … si me las vas a quitar tu después … -

Le dí un beso a mi madre y me fui a la ducha.

A los diez minutos salí del cuarto de baño desnudo, con mi “gran pistola” colgando, como la llama mi madre, cuando me quedé alucinado ante la hermosa panorámica que se mostraba ante mi.

-Madre mía !!! … mamaaaa ...-

-Quee? … te gusta ? … esto no te lo esperabas … ehhh??-

Mi madre estaba de rodillas sobre la cama, en postura de perrito, con el camisón subido hasta la cintura y mostrando y levantando su hermoso trasero. No llevaba bragas, tenía las piernas bien abiertas y empinaba su culo con descaro.

-Joder … mama … que cosa más bonita - acerté a decir – vaya culazo tienes … -

Mi madre empezó a mover la cintura hacia los lados, a modo de baile, mientras se reía. Me puse detrás de ella, con la “pistola” levantada. Había empalmado brutalmente con solo verle el culo a mi madre, y según me iba acercando a ella se iba endureciendo más. Cuando le vi las nalgas redondas, blancas, expuestas, levantadas, velludas, con un tímido y suave vello oscuro que parecía desplazarse y arremolinarse en su ano, creí que sería posible correrme sin llegar a tocar a mi madre.

-Vaya culo que tienes … mama … bbuuuffff …-

-Quee … te gusta ??-

-Estas preciosa mama … - y diciendo esto agarré los cachetes de su culo y hundí mi cara entre ellos. Lamí su coño y su culo con auténtica devoción.

-Uuuuhhh … chiquillooo … jajajajaja … que me estas chupando el culo...- dijo mi madre riendo mientras movía las caderas.

Me separé del culo materno y agarré a mi madre de la cintura, me pegué a ella y froté mi dura polla entre sus glúteos, presionando en su ano.

-Por favoooorr … mama … joder … que locura … -

-Uuufff … Jake … como estas ...hijo – me dijo mi madre mirando hacía atrás y levantando la cintura para pronunciar más el frote de nuestros cuerpos.

-Mama … te la voy a meter … te quiero hacer al amor ahora … - y diciendo esto flexioné las piernas, bajé un poco mi cuerpo y coloqué mi polla en la entrada de su coño, sin soltarme de la cintura de mi madre. Y comencé a entrar, de una sola vez.

Mi madre gritó, pero de placer – Aaahhhh … Jakee ...-

Yo no me paré hasta que no tuve todo el trasero de mi madre pegado a mi vientre. Estaba dentro de ella. Totalmente dentro. Mi madre estaba muy mojada porque no me costó entrar. Entró sola. Miré hacia abajo y solo vi el cuerpo de mi madre pegado al mío. Me separé y saqué un poco de mi polla para volver a entrar otra vez.

-Ooohhhh … mama … - me faltaba el aire, mi respiración se aceleraba por la excitación y el tremendo placer que estaba teniendo mientras le hacía el amor a mi madre desde atrás.

Estaba pegado al culazo de mi madre, me agarré de sus caderas, abarqué con mis manos todo lo que pude de ellas y comencé a bombear con energía a mi madre.

Mamá comenzó a gemir y a dejar escapar leves gritos de placer. Las carnes de sus muslos y de su trasero temblaban a cada envite que arremetía contra ella. Me encantaba ver el culazo de mi madre, agarrado a sus glúteos los separaba mientras se la metía, palpaba con deleite todo su trasero mientras salía y entraba de su “sagrado chocho”. Me excitaba muchísimo ver su culo con vello, muy suave, que se diseminaba por todo su culo, apenas perceptible. Pero que al tener el trasero empinado y levantado se hacía más visible. Un vello que subía hasta la altura de los riñones.

Yo solo decía – Oohhh mama ...- repetía una y otra vez - … mama … mama … mama ...- como hipnotizado por el enorme placer que me hacía perder el sentido. Mi madre me dijo, después y una vez acabada nuestra sesión sexual, que era como entrar en trance, con tanto placer y al escucharme repetir -  mama … mama ... mama -

No tardé en correrme, el culo de mi madre es infalible, no perdona, no falla. Me corrí explotando dentro de mamá, agarrado a sus cachas y dando violentas sacudidas contra ella.

Nunca creí que sintiera tanto placer, tanta excitación.

-Vaya … parece que te ha gustado mi culo ..ehh??- me dijo mamá mientras me separaba de ella y sacaba mi polla pringosa de su interior - … chiquillo … te has puesto las botas … jajajaja-

-Mama … tienes el culo más precioso del mundo … vaya culazo bonito y bien hecho que tienes- le dije mientras le agarraba una nalga y le besaba en los labios.

-Te pones morado … ehhhh- me dijo mi madre orgullosa de lo que era capaz de provocar en mi.

 

Nos fuimos al cuarto de baño a lavarnos. Me encanta el desparpajo de mi madre. Como camina desnuda, con el vaivén de sus tetas de un lado a otro mientras se mueve, como se lava sus partes más íntimas delante de mi, flexionando las piernas sobre el bidé mientras me mira y me habla.

Los días que pasamos en Madrid fueron realmente impresionantes. Aprovechábamos cualquier momento en el hotel para hacernos el amor, para besarnos, para tocarnos, para chuparnos y lamernos. La naturalidad de mi madre es lo que despierta esa chispa de fiebre, dentro de mi, por ella. Esa mañana me hizo el amor subida sobre mi. Sus tetazas colgaban sobre mi cara, y el semblante de placer de mi madre era digno de ver. Su cara, medio tapada por sus cabello echado hacía delante, suspiraba y gemía. Sofocada y colorada, cerraba los ojos y dibujaba muecas de placer con su rostro mientras me propinaba auténticos viajes de cintura, clavándose todo mi miembro con fuerza y desesperación. Es una locura ver así a tu madre, de esta guisa, disfrutando de su cuerpo como una diosa del placer, encima tuyo. Yo le agarraba el culo y le apretaba las carnes mientras también me movía contra ella. Me hundía en su interior, siguiendo su ritmo, aunque tengo que admitir que no siempre consigo mantenerlo. Mi madre sabe hacer el amor, y sabe como hacerlo montada sobre mi. Ya digo que acelera sus movimientos de cadera y se vuelve incontrolable. Esa mañana era temprano, cuando mamá gritaba a pleno pulmón mientras saltaba sobre mi polla.

Nos pasábamos horas tumbados y abrazados desnudos en la cama.

-Sabes de lo que tengo ganas y aún no he hecho?- me dijo mi madre.

-Pues no sé, mama … por el culo? Un 69 ? - le respondía yo picarón.

-También … también … pero no … -

-Como ??? … quieres que te dé por el culo? - le dije a mamá bromeando

-Ya veremos … no corras para eso … jajajajaja … no, no es eso … es que aún no te la he chupado … y cuando eras pequeño le daba hasta besos .. vaya … y un día casi te me meas en la cara … jajajajaja ... - me dijo mamá riendo.

-Pues mama … es toda tuya … la puedes besar y chupar cuando quieras … está a tu entera disposición-

-Pues la otra noche … me faltó poco, no te creas … que lo pensé … madre mía … con la de veces que me la he metido en la boca jugueteando contigo … y se te ponía grande y todo … la de besos que te he dado en la pistola cuando eras chico - y diciendo esto comenzó a manosearme la polla, poniéndomela morcillona.

–Y siempre la tienes así? con la cabeza fuera?- me dijo mi madre

-Claro mama … estoy operado de fimosis … y tu el otro día me la acabaste de operar – le dije

-Ya sé que estas operado, pero pensaba que la cabeza solo sale cuando se te pone grande-

-No … no … yo siempre tengo la cabeza fuera … mi pistola está siempre descapullada- le contesté a mi madre en tono de broma. Mamá se soltó de mi abrazo, y se dirigió a mi polla. Quedó medio sentada y media echada sobre mi.

-A ver … a ver mi Jake … como la tiene … si es que mira que hermosa …- y entonces se metió mi polla en la boca. Ni que decir que no tardó nada en ponérmela dura. Fue la primera vez que mi madre me la estaba chupando. Me hizo una mamada como nunca me la habían hecho, chupando y succionando mi glande a conciencia, y agarrándome y masajendo los huevos con fuerza, hasta que me corrí en su boca. Avisé a mi madre de que me corría pero ella no se la sacó de la boca y se tragó todo mi semen. Tiraba con fuerza de mi polla hacía abajo mientras me deshacía en su boca. Me estaba exprimiendo, literalmente. Me apretaba los huevos con intensidad, con fuerza. Yo sentía que me vaciaba con ella. Nunca había sentido algo así, nunca había sentido el sexo de esta manera.

El cuarto día estuvo lloviendo y decidimos no salir de la habitación. Ese día nos lo pasamos desnudos y tumbados en la cama, dándonos besos y abrazándonos como enamorados.

-Que es lo que más te gusta hacerme?- me preguntó mi madre.

-Bbbuuff … mama … todo … me encanta tu culazo, cuando lo pones en pompa me vuelvo loco, me encanta cuando te sientas encima de mi … me encanta todo … … - le dije - pero lo que más me gusta es cuando vas a tener un orgasmo … cuando te corres … eso me pone bbuuuffff-

-Pues al principio me daba algo de vergüenza … - dijo mamá.

-Vergüenza? De que ? De correrte ?- la miré asombrado.

-Vaya … y cuando gritaba … uuuhhhh … porque mira que he gritado, eehhh … me has hecho gritar fuerte … y anda que cuando me lo chupas … uuhhhh … que vergüenza me dio verte lamiéndome ahí abajo - me contaba mi madre.

-Pues solo te lo lamí un poquito, no me dejaste … ya verás … cuando quieras haré que te corras en mi boca… - le dije.

-Uuuhhhh … jajajajaja … que guarro que eres Jake … - me dijo mi madre con un tono divertido.

-Si si … guarro … pero te gusta … o no?? te gusta lo que te hago?- le pregunté.

-Siiii … Jake … si hijo si … si yo nunca he disfrutado como ahora … por eso te lo digo … porque yo no me corría como me corro ahora … yo no soy de ponerme así … gritando … uhhh … quita quita … pero para nada -

-A mi me encantas cuando te vas a correr … y escucharte decirlo- le dije yo.

-Escucharme como ? Cuando digo que me corro …?- preguntó mi madre.

-Si mama … pero si ya lo ves tu … que no aguanto mucho … cuando empiezas a gritar y a correrte … yo no tardo mucho.

-Jajajaja … jajajaja … claro porque eso es lo que más me gusta … cuando me das fuerte… -

-Lo que más te gusta es que te de fuerte?- le pregunté.

-Me gusta empezar despacio, que entres poco a poco y que vayas dándome más fuerte cada vez … y cuando me estas dando muy fuerte yo ya me corro- me dijo mi madre, con un desparpajo que se me puso dura.

-Jajajaja … si?? … vaya con mi madre- le dije yo - … que apasionada que es ... -

-Y tu no?? ... jajajaja … menudo superdotado tengo en casa, que hombre más ardiente… que me deja bien satisfecha … - me dijo mi madre en voz baja, en un susurro.

Y es verdad, esos gemidos son los culpables de que yo me corra tan rápido. En cuanto mi madre comienza a gemir y a gritar de gusto a mi me entra un no se qué que acabo corriéndome explotando en la “vulva sagrada” de mamá. A veces demasiado pronto. Cuando contemplo la cara de placer de mi madre entro en un estado febril de pre – eyaculación inminente. Las pecas de su cara, y de su alargada nariz, encendidas por el sofoco, la boca abierta, el ceño fruncido, su cuerpo retorcido y las convulsiones en su vientre que anuncian su corrida. Yo no puedo aguantar eso por mucho tiempo. Es superior a mi.

Una vez leí, desconozco si es cierto o no, o si tiene una base científica, que la longitud del pene de un hombre viene determinada por el tamaño vaginal de su madre. En otras palabras, que la medida justa de la vagina de una mujer la tiene el pene de su hijo, ya que de ella misma salió. Supongo que no serán más teorías sin base alguna. Pero son teorías que pueden ponerte cachondo ... o cachonda.

Le comentaba esa teoría a mi madre mientras estaba dentro de ella, quieto y sin movernos. Mi polla alojada dentro de la vulva sagrada de mi madre. No nos movíamos para nada. Nos besábamos en la boca, en la cara, en la frente, en el cuello, abrazados y unidos con la unión más grande que pudiera existir. Yo quería entrar más adentro de ella, unirme más a ella y mi madre me empujaba agarrándome del culo y tirando hacía ella, mientras se abría más las piernas.

Mi madre reía y me besaba, sus ojos se empeñaban de lágrimas de emoción y me susurraba al oído, -Te quiero tanto … hijo mío-

-Y yo a ti mama … te quiero con locura-

-Anda que … me tienes bien pillada … estas muy adentro... no puedo ni moverme … no me puedo escapar no ...- me dijo mi madre sonriendo

-Estoy en la gloria … mama … estoy en el paraíso-

-Y yo también … me quedaría así ...bbuuufff … no lo sé … mucho tiempo-

-Parecemos uno … por aquí salí una vez y he vuelto a entrar – le dije a mi madre mientras la besaba por el cuello.

-Vaya … ahora si que puedo decir ... carne de mi carne … saliste una vez y podrás entrar las veces que quieras - me susurraba mi madre.

-Sabes porque creo que me excito tanto contigo, mama?- le pregunté- porque creo que mi cuerpo te reconoce … mi “pistola” te reconoce y es como sí estuviera hecha para ti … y por eso desde siempre me has puesto muy caliente … muy en forma-

-Pues no lo sé jake ... yo solo sé que tu también me pones a mi en forma … y me mojo muchísimo … y me pones muy caliente- me dijo mi madre en voz baja casi al oído.

 -Mama … sabes como se llama lo que hacemos? … estamos haciendo incesto … incesto de una madre con su hijo- le comenté.

-No Jake … lo que hacemos se llama amor … amor de una madre con su hijo- me dijo mamá.

-Te quiero y siempre te querré, mamá.

Dicho esto, mamá se colocó sobre mi, yo aún dentro de ella. Se puso derecha, irguiendo su espalda y comenzó a cabalgar moviendo fuertemente sus caderas y su culo contra mi. Sus tetas bailaban descontroladas hacía todos los lados, me encanta verla así … vaya desparpajo de mujer !!!

Desde entonces somos amantes incondicionales. Siempre que tenemos ocasión nos escapamos de viaje los dos solos, incluso hicimos un crucero el año pasado. También recibo las visitas de mi madre a mi casa todas las semanas. Con cualquier excusa relacionada con el ámbito doméstico mi madre se pasa largas tardes en casa. Incluso se ha quedado alguna noche con la escusa de que dormira en la segunda cama tengo en la habitacion, aunque sabemos que no va a meterse en otra cama que no sea la mía, que también es la suya ahora.

Describir lo que hacemos ahora sería repetirse. Porque seguimos igual, haciendo el amor de todas las maneras posibles y entregándonos el uno al otro en cuerpo y alma.

2 comentarios - Un Viaje Lleno de Amor con Mama Parte 2

TillMarqueze +3
Excelente relato 10 puntos!
Yo me estaba esperando a que quedara embarazada... Quizás sea en otra entrega, si llega a haber.
et178282
10pts lindo caliente morboso