Un día fui al quiosco de mi barrio y vi a una rubia que me partió el bocho. Una cola perfecta y una carita divina entonces empecé a soñar con la idea de estar con alguna vecina para no andan viajando y para poder vernos mas seguido sin tener que movilizarnos tanto. El dicho dice "cuidado con lo que deseas, porque algún día lo podés conseguir" (eso lo dice Fito Páez en una canción). Un buen día se corta la luz y mi vecina de abajo me invita a comer porque ella tiene patio y en ese momento hacía mucho calor. Ella vivía con su hija.
charla va, charla viene y le pido la contraseña de internet porque a mi me lo habían cortado y yo ni lerdo ni perezoso le pido que me anote su número de celu. A mi la flaca me gustó desde el primer dia que la vi y en la cena noté ciertas miradas indiscretas hacia mi cintura (yo estaba un poco engomado ya)
Ese día no pasó mas que una cena, charlas y juegos de carta con su hija.
empezamos a vernos en su patio para tomar alguna cerveza fumarnos un porrito o un tabaquito. Ella me miraba con otros ojos y yo a ella también. Me despido para volver a mi casa y le doy un abrazo y cuando le quiero dar un beso de despedida le corro la cara y nos empezamos a besar como dos adolescentes, muy caliente ella y muy caliente yo. La pija me tocaba el ombligo y ella la sintió en SU ombligo, me separó un segundo, vió lo que había provocado y ahí nomás empezó el manoseo frenético. Ella llevaba puesto un short de jean muy suelto y una remera bastante apretada. Mi mano se empezó a perder entre su short tocándole toda la cola. Sentía el calor y el olor a su conchita que subía. Mi olor a pija ya estaba mas que claro que estuvo desde el primer momento. Me hizo la paja y me la chupaba. Me agaché, le corrí el short y me le metí la lengua en esa suavidad de concha que tiene. Ella se dio vuelta y quedó contra la pared y me levantó la cola como perra en celo, se la manosee toda y se la mordía, ella gemía en silencio; no se olviden que vivía con su hija y la ventana de su cuarto daba justo a unos metros de donde estabamos nosotros. Ahí nomás reparamos y nos despedimos.
Unos dias mas tarde nos volvimos a ver y las manoseadas seguían mas frenéticas y calientes. Yo bajaba a su casa y la pija ya se me paraba. No solíamos mandarnos fotos ni nada, solo mensajes de whtastapp y jodas.
La visita a su casa era con mas frecuencia hasta que un dia la hija se va con el padre y tuvimos todo el finde para nosotros. Quedamos en hacer una cena que la iba a preparar yo. Pollo al ajillo mi plato preferido.
ella ponía la casa el vino y la cama. Terminamos de cenar, nos prendimos unas flores y empezó al batalla de manos. Se nos enredaban las manos, nos la chocábamos, no coordinabamos qué es lo que hacíamos. Por suerte cada uno sabía dónde estaba la pija y la concha, cuando metí los dedos en su estrecha y depilada conchita estaba mojada hasta la tanga. Estaba empapada y a mi la pija me explotaba ella se la mete en la boca sin mas y me la empieza a mamar de una manera increíble. Lo recuerdo ahora que lo escribo y la verga se me empieza a mojar. Me acuesta en el sillón y se sienta arriba mio, empezó a cabalgarme la pija y el ruido de su flujo creo que se escuchaba hasta la puerta ¡cómo cabalgaba esa flaca! Unas tetitas chiquitas y hermosas, los pezones eran una delicia a ella le fascinaba que la cogiera en cuatro y que la ahorcara , de costado, arriba, abajo de espalda, pero siempre con mis manos en su cuello y en el momento en el que yo iba a acabar ella me pedía que le metiera los dedos en la cola. se los metía y la llenaba de leche por todo el cuerpo. Ella acababa como una perra cada vez. Una imagen que me viene siempre que estoy acabando.
Las visitas fueron disminuyendo de a poco. Una noche estábamos tomando una cerveza y ella me saca la pija y se sienta como si nada y empezamos a coger habiendo estado charlando hacia un segundo. la conchita se la chupaba cada vez que podía y ella se dejaba como una puta.
Es una hermosa mina, ahora seguimos siendo vecinos y ella creo que le está chupando la pija a otro. Que desperdicio tener una vecina tan linda y no poder hacer mas nada.
charla va, charla viene y le pido la contraseña de internet porque a mi me lo habían cortado y yo ni lerdo ni perezoso le pido que me anote su número de celu. A mi la flaca me gustó desde el primer dia que la vi y en la cena noté ciertas miradas indiscretas hacia mi cintura (yo estaba un poco engomado ya)
Ese día no pasó mas que una cena, charlas y juegos de carta con su hija.
empezamos a vernos en su patio para tomar alguna cerveza fumarnos un porrito o un tabaquito. Ella me miraba con otros ojos y yo a ella también. Me despido para volver a mi casa y le doy un abrazo y cuando le quiero dar un beso de despedida le corro la cara y nos empezamos a besar como dos adolescentes, muy caliente ella y muy caliente yo. La pija me tocaba el ombligo y ella la sintió en SU ombligo, me separó un segundo, vió lo que había provocado y ahí nomás empezó el manoseo frenético. Ella llevaba puesto un short de jean muy suelto y una remera bastante apretada. Mi mano se empezó a perder entre su short tocándole toda la cola. Sentía el calor y el olor a su conchita que subía. Mi olor a pija ya estaba mas que claro que estuvo desde el primer momento. Me hizo la paja y me la chupaba. Me agaché, le corrí el short y me le metí la lengua en esa suavidad de concha que tiene. Ella se dio vuelta y quedó contra la pared y me levantó la cola como perra en celo, se la manosee toda y se la mordía, ella gemía en silencio; no se olviden que vivía con su hija y la ventana de su cuarto daba justo a unos metros de donde estabamos nosotros. Ahí nomás reparamos y nos despedimos.
Unos dias mas tarde nos volvimos a ver y las manoseadas seguían mas frenéticas y calientes. Yo bajaba a su casa y la pija ya se me paraba. No solíamos mandarnos fotos ni nada, solo mensajes de whtastapp y jodas.
La visita a su casa era con mas frecuencia hasta que un dia la hija se va con el padre y tuvimos todo el finde para nosotros. Quedamos en hacer una cena que la iba a preparar yo. Pollo al ajillo mi plato preferido.
ella ponía la casa el vino y la cama. Terminamos de cenar, nos prendimos unas flores y empezó al batalla de manos. Se nos enredaban las manos, nos la chocábamos, no coordinabamos qué es lo que hacíamos. Por suerte cada uno sabía dónde estaba la pija y la concha, cuando metí los dedos en su estrecha y depilada conchita estaba mojada hasta la tanga. Estaba empapada y a mi la pija me explotaba ella se la mete en la boca sin mas y me la empieza a mamar de una manera increíble. Lo recuerdo ahora que lo escribo y la verga se me empieza a mojar. Me acuesta en el sillón y se sienta arriba mio, empezó a cabalgarme la pija y el ruido de su flujo creo que se escuchaba hasta la puerta ¡cómo cabalgaba esa flaca! Unas tetitas chiquitas y hermosas, los pezones eran una delicia a ella le fascinaba que la cogiera en cuatro y que la ahorcara , de costado, arriba, abajo de espalda, pero siempre con mis manos en su cuello y en el momento en el que yo iba a acabar ella me pedía que le metiera los dedos en la cola. se los metía y la llenaba de leche por todo el cuerpo. Ella acababa como una perra cada vez. Una imagen que me viene siempre que estoy acabando.
Las visitas fueron disminuyendo de a poco. Una noche estábamos tomando una cerveza y ella me saca la pija y se sienta como si nada y empezamos a coger habiendo estado charlando hacia un segundo. la conchita se la chupaba cada vez que podía y ella se dejaba como una puta.
Es una hermosa mina, ahora seguimos siendo vecinos y ella creo que le está chupando la pija a otro. Que desperdicio tener una vecina tan linda y no poder hacer mas nada.
1 comentario - mi vecina