Maria.

 
 
Introducción
Es fueuna historia de una noche en la vida de mi compañera de  trabajo con la cual ambos convivíamos más de  diez horas, en una fábrica de San Justo.
Llamada, (para darle unnombre imaginario María C.), preservando el original en donde a la empresaingresamos juntos porque ambos vivíamos, a apenas unas cuadras de la empresa.
Nos complementamos desde unprincipio en la empresa porque yo de ella recibía la información testeada por  ella de las compras diarias y yo enviaba losmail por fax o correros electrónico a los clientes…
Por la tarde llevábamos losgastos diarios originados por la empresa, tanto sea de gas y electricidad y losgastos de gas/oíl de los choferes para llevar las mercaderías vendidas ocomprar repuestos para las maquinarias de la planta
Una vida monótona de lunes asábados hasta las catorce horas.
 
               Contare su historia de cómoocurrieron los hechos en María
Pudiera parecer una estupidezo una muestra más de mi inoperancia en las relaciones personales,  pero una vez al salir de una panadería de mibarrio María se encontró con un joven muy amable, que al verlo me agrado, si enverdad, me comento
Siguiendo una conversaciónvana me explico que hacía dos días que alquílala la casa de Oscar María Mat… aquien sabía que se había ido del barrio
Me consultó sobre varioslugares donde comprar y hasta lo acompañe que era un supermercado muyactualizado en todo lo del hogar
Así al irme me pidió micelular si necesitase yo alguna ayuda porque era una persona que envia remediospara los entes privados y hospitales.
Nos seguimos viendo, yentablando una amistad así los días concurrieron, normales y encontrándonos casia diario y diferentes horas
Un viernes de junio alocasionalmente a la salida de un negocio me comento.
Mira, el martes, debo haceruna declaración ante un ente nacional, y sé que tú en ello esta hábil, porqueme comentaron que varios recurrieron en tu auxilio
Agregándome, yo  termino a las dos y después de las cincoestaré en casa, pidiéndome:
Podrías ir a tu casa o venira la mía.
Iré a tu casa le dije ya enla mía, no me es posible porque mis hijos le dije no harían posible tener la paz.
No podía imaginarme  que yo aceptase ir a la suya.
Le  había mentido
Porque esa mañana debíapreparar las cosas porque mi esposo debía llevar a nuestros hijos a las casa dela abuela, en La Plata.
Esa mañana nos levantamos alas seis mientras preparaba el desayuno, revise su ropa metida en una valijagrande y la de mi esposo, Pedro, nosotros legalmente nunca nos casamos. Cosasde barrio en la provincia, que son así y hasta casi legalmente.
Salieron a las ocho de lamañana y Pedro me dijo cuando llegamos te hablo
Bien le dije ahora me vuelvoa la cama así me despiertas cuando llegues.
 
Sonó el teléfono cerca de launa de la tarde.
Estaba tomando yo tomando matescon una media torta que sobro de la noche anterior cuando llamó:
Era  mi amigo discúlpame si te molesto, no le dije
Que paso, ¿no podes?, no medijo, ven nomas a las cinco.
Si claro que sí, iré a lascinco aclarándole
Cuando corté ya sin pensarlofui a la pieza acostándome, sentí que mi cuerpo empezaban a dominarme, como dependeja cuando salíamos en grupo, y algunos ya eran mayores, y cuando lasparejas de retardaban alguno en un lugar descubierto metían ellos, sus manos enla concha y me pajeaba, igual que yo al mismo tiempo, pero nunca permití que mecogiera
Sonaba no sé cuánto mí,celular
Atendiéndolo escuche:
María llegamos bien y aquíestá lloviendo, lo mismo, fuimos a almorzar a unas cuadras de aquí, los chicosbien, a la nochecita vienen sus primos…
Te llame dos veces, y nadieatendió,
Si Juan fui al almacén acomprar pan y un paquete de manteca y algo para la cena de la noche deldomingo, aquí llueve mucho también.
Llámame  si necesitas algo, aclarándole a mi esposo,creo que a la noche voy a ir con mi compañero de trabajo y su esposa a cenar ensu casa.
Bien hasta mañana entonces ymándale saludos todos.
 
Tome más de un tiempo largoen depilarme, y hasta emprolijar mi bello sobre mi sexo y tiempo en mejorar lavista de mis uñas
Y a un tiempo planchar mi vestidoque hacían juego sobre mis zapatos
Me puse mi calza que seajustaba a mi cola y al tomar mi corpiño, lo deje en la cama la camisa cerrababien sobre mi cuerpo y resaltaba mis pechos, no lleve corpiño.  
A las cinco lo llame a sucontestador de calle:
Escuchando te deje abierta laentrada de la puerta de calle, empuja y entra porque la de  la casa la deje abierta
Llegue a un tiempo ya no sabíasi tarde o temprano, pero había penetrado dentro de la casa que era un livingamplio y escasamente amueblado donde una estufa a gas con leños de cementohacían una imitación de madera quemándose
Indicándome la mesa de esecomedor retiro una silla para sentarse, espérame me dijo dándome un beso, quete acerco los papeles que, termino el café
Pasaron dos horas y eltrabajo fue terminado  e inmediatamenteél me dijo:
Podemos ir a cenar
Fuimos nos entretuvimos y nosconocimos aún más y ahí me dijo que yo de alguna manera lo había perturbado,sabiendo los compromisos que tenía, en su vida y hogar y un montón de cosas
Paga  le dije y hablamos en tu casa.
Al entrar al coche me dio unbeso:
Para una mujer, primer besoque se da es definitivo, si no te gusta deberías de bajarte de ese tren enmarcha, pero si te gusta sigue e involúcrate todo lo que puedas.
Llegamos  a su casa, me llevo lentamente a lahabitación, nunca supimos cuando tiempo nos produjo recorrer dos o tres metrosde un pasillo, casi oscuro porque la ventana principal reflejaba la oscuridad, abriendola puerta, nos paramos  
Nos besábamos  aun de pie, agarrados por la cintura, nuestrasbocas empezabase a conocerse
 
Me gusta dejarme abrazar porun hombre, sentir entre mis piernas su sexo, dejarme llevar por sus brazos,lamerle a besos su cuello, entonces eso hice en primera persona, le empecé abesar de una manera que nunca ante había hecho con mi pareja, estaba recalientejamás había sentido nada igual por un hombre, sentía un agudo placer en misexo, de alguna manera me apoya en la pared refregándome mi concha entre su pantalones y esgrimía respiracionesahogadas de placer
Estaba preparada para todo
 
Al sacarme la camisadescubrió mis tetas las miro y sentí como su pene había aumentado apoyo micuerpo en la pared  de una pieza aun aoscuras sentí medio obnubilada:
Que bella que eres María.
Nos arrojamos sobre la cama,lentamente con los ojos cerrados y en silencio, los dos desnudos
El, realizando un pequeñomovimiento me sitúo de manera que mi cabeza comienza a avanzar hacia el interiorde sus piernas, lentamente me va quitando
mi tanga empapada dejando unaaureola mojada a un costado de la cama, que se hizo visible cuando prendiese  una luz inadecuada e inapropiada por su potencia
Fue si ahí mi lengua recorretodos los rincones de su piel,  cuandocon mi lengua y mí  mis labios en loscuales  por primera vez recorrían sucuerpo a ese hombre ansioso de ello y pendiente de mí
Yo una mujer simple transformadaen una prostituta hambrienta de sexo sacaba mi lengua en un ritmo frenético, comiéndometodos los rincones de esa boca y cuerpo, su carne imaginariamente por micalentura
De un modo inconsciente metími dedo dentro de su ano, nunca lo había jamás realizado, tomando todo su sexo,en mi boca.
 Estaba en su pieza  el me apretaba los senos a medida que yoestaba llegando a mi orgasmo, de alguna manera retenía ese  momento hasta que el tomo mis dospezones  apretándomelos muy fuerte y yocerraba mi boca en su pijas y aumenta la penetración en su ojete pareciéndomeque llega a un mundo desconocido
Acaba él y yo, en donde yobebía desesperamente su leche y él emitía solo murmullos de placer
De  inmediato sentí la necesidad de volcarme a uncostado suyo y cerrar mis ojos.
Unaamiga al tiempo me comento que con un amante muchas veces nosotros hacemos loque a nuestro marido no le haríamos jamás….
Una lluvia desesperada y untrueno con un ruido apocalíptico nos despertaron.
Sin decirnos nada el me tomo,me deslizo hasta igualar nuestras posiciones, me beso desesperamente lospechos, supe al tiempo que esa lo que más amaba hacerle a una mujer y cuando yosentí que su pija arrugada con venas buscaba lentamente entrar en mi vagina, meacomode para que ello a él no le fuese incómodo y  yo abrí lo más que pude lentamente a mi sexo,así sentí, que esa cabeza vencía la poca resistencia de oposición a un miembroque sentía algo revestido de una pija de cabeza grande se iba deslizándome enun moviento continuo de entrar y salir, a mi concha
Esas  entrada y salidas de mi concha en elproducían un placer inmenso, lo mire a la cara veía con placer como a una mujerla poseía, yo solo seguía ese ritmo de la naturaleza y hasta fingía placer
Yo tuve tres retoños.
Sabia mentir hasta con gestoy además de tal manera que lo enloquecía y a un tiempo sentí que yo estabaacabando, le dije y el me siguió
 
Me brindo una cantidad delíquidos como arrojándole a su paso la lujuria mía.
 
Yo seguía endemoniada comodesperté, mis piernas estaban como separadas de mi cuerpo (abiertas jamás asíme había dormido nunca con nadie a mi lado) no soy dueña de mi cuerpo, misbrazos inertes a los costados, no reaccionan ante mis órdenes de maniobrar enpos de irme a lavar mi sexo, y así como estaba me quede, la tormenta estaba ensu máxima expresión mis ojos abiertos, desorbitados, no aciertan a vislumbrarnada más que una noche negra que envuelve en una desconocida pieza.
Al lado mío estaba ese hombre,dormido más desnudo e inerte
Quería volver a cogerlo peroese hombre no daba más
 
Llegue al baño, me bañe mecambie busqué una bolsa en la cocina, puse mi vestido usado en la noche en lacena en una bolsa de plástico
Y tomé un vestido que usosiempre en casa que era de uso diario, salí de la pieza y camine más de cienmetros abrí mojándome, llovía fuerte y mi paso era confuso
Me sentía sucia
Cuando llegue a mi casa dejeel bolso en el suelo y abrí mi cama
Me  acosté, al rato: me dormir.
Epilogo:
Nunca más de ese tipo supe, másque noticias intrascendentes y vagas.
No le hable las veces que nosvimos, a un tiempo supe que rechazo el alquiler y se fue…
Ggc

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